SIETE DEL SIETE
Publicado en Jun 14, 2011
En un momento: fue exacto, preciso, justo cuando la felicidad insospechada se confundía con la más común de las tribulaciones; mi pluma, delirante e insensata, pujaba por quebrar las agujas del tiempo mientras la torpeza de la gente me llenaba los ventanales de ladrillos.
Una serpiente se arrastraba por las calles humeantes de la gran ciudad: bífida su lengua e inocente su intención, mermado vestigio de cadenas que fueron, allá en remotas comarcas, el amor y la pasión de millones. Y en un lugar: una calleja sinuosa, trapera, que ondulaba su tortuoso azar por las longevas decadencias de un cosmos inhumano, de un universo inventado sin reparos en la verdad y lo certero. ¡ah! deliciosa polvareda! humo virtual evidenciando la vida, prueba innegable de la locomoción y del gregario placer disminuido por el espanto y la pavura ¡hermoso y pérfido! ¡sagaz y estúpido! ¡la vida rodando al fondo misterioso por las laderas del otero más endeble y amargamente utópico! Leíase entre el polvo: La línea del tiempo adulterada se escurre entre los miedos y marca la arena en cada paso con sangre de sus muertos... Olas tras olas caen ¡miríadas de versos lo claman! y mientras bajan miran ¡la marca en la piedra de las garras! ¡Oh senda solitaria! suenan las escamas contra el piso ¡y en su cruz no enraíza la flor ambiciosa del olvido! La hembra de los lagrimales profusos. Yo la vi y la bauticé: “Hembra de los lagrimales profusos” Su pisada batía la tierra, hacia negro humus de la estepa estéril y su primera piel quería marchitarse... y no se marchitaba. Los pastos retoñados en la huella de sus plantas tornábanse en glorioso verde esmeralda, y su pupila tendía a derretirse... mas no se derretía. la flor tomaba de su sensualidad la feromonal elegancia para emanar nuevos perfumes, rebosaba su almíbar para el deleite, siempre ingenuamente egoísta, de los enjambres estivales. Todo a su alrededor era vida en movimiento, un constante germinar y florecer, reverdecer y renovarse... existir y eternizarse. Pero ella, ¡oh preciosa “Hembra de los lagrimales profusos”! cerraba las puertas de su prístino alcázar, teñíase su alma con el gris del abandono y la soledad, tratando de manipular con sus ganas y su amor la lejanía del horizonte, que irreverente, susurraba en sus oídos cansados, ansiosos y bailarines, pero cansados: Una mariposa en llamas se posa sobre el pasto tierno, el suave roce lo inflama mutando al paraíso en un infierno... y en una tarde sosegada del cándido estío le dijo: Soy el invierno inmutable escarchando el verano en las venas, primavera de insecto y reto? ¡oh primaveras ajenas! Y en la palidez del riguroso invierno: Una hoja caducada despeña del ramaje marchito ¡oh tristeza de junio, trágico, nadie escuchará su grito!! Y cuando la preciosa “Hembra de los lagrimales profusos” presintió la lluvia en el aroma a tierra mojada: ¡Suenen las flautas! ¡suenen las flautas! ¡el cielo es una acuarela! ¡llueven simientes de trigo a copular con la tierra! ¡Suenen las arpas! ¡suenen las arpas! ¡que la nube ya esta muerta! ¡y la tierra abajo yace cual féretro de las siembras! ...Yo la vi y la bauticé “Hembra de los lagrimales profusos”, su pisada batía la tierra haciendo negro humus de la estepa estéril, los pastos retoñaban a la estela de su marcha y la flor rebosaba su almíbar para el deleite de los enjambres estivales. Las grietas en las paredes de la ermita. Nada la mataba, la muerte arrebatóle hasta los recuerdos, la sorna de la vida burlábase de su desconsuelo, pero nada la frenaba... La grieta inevitable acudió a mi coraza ante la embestida de su comprensión, su mirar intrépido aquerencióse en la intimidad de mi alma, justo entre mi amor nocivo y el veneno de la soledad, tras la piedra necesaria de mi existencia y la venganza exquisita, perfecta, vital. El disimulo y la diplomacia socorrieron a una mentira sincera, a la espera de la pelea y la separación forzada, a una ruptura que no soportó la más mínima de las distancias, pues todo fue desde el inicio inseparable, un insondable sentir que entre nimiedades invisibles a las comunes indagaciones supo inventar un puente por donde amar el espíritu y permanecer, ante todos y todo, fundido en un mismo cuerpo y una sola sustancia. ¡Ella me vio y yo le cante! Con brusquedad, con grosera ambición, erguido en la techumbre de la ermita: Cual esculpe el cincel del artista sobre el mármol que enérgico aguanta la visión de un espacio y un tiempo rompiendo la gran trabazón de su masa, al llegar de tu amor a mi ermita un temblor sacudió sus murallas, dibujando fisuras por donde penetra tan solo tu insigne mirada ¡Cuál poesía! Entallada poesía en la cúpula negra de mi alma, tozudez que ha forjando los pleitos que solo pelean aquellos que se aman, y será la lesión que no cura, y la falta de aquellos que extrañas, la fatal dimisión y el desgano ¡Poesía que rima en pretérita etapa! ¡perdonad mi hosquedad de eremita! Y mi torpe intención de vil gárgola, si la bestia lastima, inocente, ¡ya habrá de aprender a mimar con sus garras! La canción sublime (o "sublimándola"). No fue mi boca que azota y esputa caricias de bondadosa barbarie, ni mi pluma maldita y arisca, tampoco mi numen herido y despreciado que vive y muere en lo increado, ni aun la plenitud del amor eterno prometido, fue mi pasión enamorada que le recitó esta canción, a la que los ingenuos dieron en llamar ”La Canción Sublime’’: LA CANCIÓN SIBLIME Os invoco ¡oh dioses nocturnos! de la sombra perpetua y sagrada, al altar donde yace durmiendo Dionisios vestido con ropa de gala, do el sereno remoja el cabello de Ananké en un espejo atrapada, con su porte de diosa dolida, ¡mordiéndose el diente, envidiosa y amarga! ¡Os impelo en la noche epicúrea celebréis la belleza y la gracia, la creación y la sobria nobleza que brilla y alumbra del sol de su alma! ¡celebrad, os impelo deidades, que el invierno no extingue su llama! si el dolor ha amasado su vida ¡que arda ese fénix y seque sus lágrimas! ¡Escuchad! Que no ruegan mis bríos, ni suplican con falsas plegarias, escuchad su pasión inventando un nuevo poema con trozos de su alma, entregaos al fino entramado de su fértil y excelsa palabra ¡y dejad que repose mi ósculo Allí en el albor que fecundan sus lagrimas! Yo haré de mi casa un castillo donde viva a mi lado abrazada, do gestar con su esencia y la mía un nuevo poema ¡retoño con alas! Y si este homenaje en la bruma su existencia realzar no lograra ¡descended y postraos humildes al pie del altar do su gloria os reclama! CEMENTO.- Protegidos derechos de autor Código: 1006166604907 Fecha 16-jun-2010 4:49 UTC
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Maria dels ngels
El autor se exige mucho en este trabajo y logra salvar(en mi opinión) la trampa que espera a un poema largo y ambicioso: El que sea farragoso, grandilocuente y se pierda en un laberinto churrigueresco que devalúe la insistencia y buena voluntad del poeta. Pienso que salva ese obstáculo y resta como uno de los poemas de mayor nivel que he leído de vosotros, Textale.
Y ahora quiero hacer una aclaración: Tenía muy malas referencias de este autor. No por sus poemas. Era por su comportamiento. Referencias venidas algunas de ellas de personas que me merecían relativa confianza. Por ello(la verdad es así), lo bloquée una vez me dejó su primer comentario, de crítica dura pero a su modo honesta y seguro que aportándome conocimiento, cosa que yo no quise ver por proceder de quien procedía. Y quiero reconocer que fui demasiado impetuosa a la hora de pulsar el botón rojo censor.
Desde entonces he estado leyendo sus trabajos y también sus comentarios. Y ambos me parecen una gran aportación a este foro. Ambos. Al menos así lo pienso yo. Porque lo peor para alguien que quiere escribir y se supone que lo quiere hacer lo mejor posible, es habituarse a los halagos de amigos, a entrar dentro de un lobby que refuerza su posición en un espacio público pero no le aporta ninguna capacidad crítica que le permita enmendar sus errores. No lo hace porque un lobby reparte flores, estrellas y comentarios vacíos que no añaden nada a la capacidad reflexiva de cada uno de sus miembros.
Y estas personas enredadas en tales grupos de presión, se sorprenden, se escandalizan, cuando entre tanta vacuidad, golpecitos en la espalda y zalamerías, se encuentran con un comentario que les dice: "Alto! No eres tan bueno como te dicen. Según mi opinión, ahí te equivocas, en esto no versificas bien, aquí pierdes el ritmo..."
Esta crítica, llevada a extremos muy crudos a veces, es la que ejerce el autor CEMENTO. Y a partir de aquí tales lobbys se han echado sobre él. Y los comentarios tan en su contra me llegaron a mí y me predispusieron en su contra, lo que fue un error mío.
Pediría desde mi modestía como la penúltima llegada a Textale que fuéramos abiertos a la crítica, a los comentarios de nuestros compañeros de foro. Ya que es de imbéciles el pensar que una va a dejar un trabajo y éste será tan bueno que todos los comentarios que te llegarán te lo dirán. Eso no es real, alguien o muchos mienten. Mis poemas no son lo buenos que algunos me dicen. Y yo lo sé.
En cuanto a los rifi-rafes en que anda metido este autor, cuestiones que se salen de la poesía, no voy a opinar, pues si él anda metido otros muchos también. Y cada uno sabrá que parte de culpa tiene en algunos guirigais que aparecen en esta página.
Como en Textale tan sólo me interesa escribir y leer nunca me atraparán en uno de estos follones. Ni borracha. Pero, si debía hacer la aclaración acerca de un bloqueo injusto que realicé.
Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Sin embargo, a mì personalmente me gustò tanto la narraciòn contundente y por momentos declamativa y desgarrante, con el intercalado de una poesìa sutil y profunda. Creo que hay una gran mezcla de poetas y literatura muy variada en esta creaciòn pero con estipo propio...y es difìcil acortarla naturalmente.
Felicitaciones y estrella
Lola Menchaca
¿De verdad vale la pena seguir manteniendo en pie este fantoche y rebajarte a escribir mierdas como ésta? Y de no ser posible, Laura, ¿No podrían ser más cortas? Vaya mormo que no sueltas escudándote en este fantasma.
No es que fueran ideales pero tus cuentos desde el psiquiátrico estaban mucho mejor. Hala! Inventa un personaje nuevo! Uno que escriba cosas interesantes y mete ese polichinela del siglo XIX en el baúl de la Piquer.
Es infumable. Lo haces mal a postas, pero jodes mucho loquita.
Patético el personaje de EMME arengando a tu simio. La ventriloquía no se te da bien niña.
Gora Bildu!! Gora Euskal Herria!!
Carlos Campos Serna
Saludos
Carlos Campos Serna
sartre
Daniel Florentino Lpez
En contra de lo que sostiene Laura Torless
encuentro en algunos de tus textos y especialmente
en esta selección un relevante valor literario.
Existen influencias (creo) de García Lorca
y de Almafuerte en una permanente búsqueda
de trascendencia.
Hay inocultables horas de lectura y escritura
con un talento que el tiempo, la critica y el público
determinarán hasta donde puede llegar.
Lo que nos has ofrecido en esta oportunidad
guarda una buena distancia, del desequilibrio
de otros textos tuyos.
Aunque queda pendiente la tarea
de darle un toque más contemporáneo.
Rescato especialmente este fragmento
“la flor tomaba de su sensualidad la feromonal elegancia”
Un abrazo
Daniel
Emme