La Condesa de Quito (Novela Corta) Captulo 8 .
Publicado en Jun 14, 2011
Océano Atlántico: 31 de agosto de 1792.
- Taurus, tú que le conoces mejor que nadie, ¿quién es El Español?. - Escucha bien. Desde que estás con nosotros en "El Jabato" hemos logrado mantener una gran empatía entre nosotros dos... pero no te puedo decir quién es El Español por muy amiga mía que seas. - ¿No puedes o no quieres?. - Qué más quisera yo poder ayudarte. No puedo porque no lo sé. Ahora bien te puedo decir algo de cómo es. - Venga. Cualquier dato me sirve. - Una cosa, Liliana de las Mercedes... si estás tan interesada en eso... ¿por qué no se lo preguntas directamente a él?. - ¡Porque me he jurado no dirigirle palabra alguna mientras me tenga cautiva en este cascarón!. - En primer lugar, este barco no es un cascarón y, en segundo lugar no estás cautiva sino que eres su invitada especial. Eso no lo ha hecho nunca con nadie excepto contigo. Y me preocupa. - ¿Qué es lo que te preocupa?. - Que pierda la libertad. - ¿Por qué piensas que puede perder la libertad?. - Escucha. Sólo son cosas de hombres y las mujeres no debéis preguntar sobre eso. - Ahora que me hablas de hombres. ¿Es mayor el hombre o su leyenda?. - ¿Te estás refiriendo al Español?. - Sí. Me estoy refiriendo a él. - El Español sólo es un hombre nada más. Es más grande ese hombre que todas las leyendas que hayas escuchado de él. Yo soy su mejor amigo. Te lo digo con concimiento de causa. No sé quién es pero sé cómo actúa. - ¿Qué cosas hace?. - Por ejemplo... a todos los piratas del "Jabato" nos ha sacado de las calles cuando estábamos más que hundidos en la sociedad. Y a quienes abandonan la piratería rápidamente consigue que encuentren trabajo en lo que creen que valen. A mí, por supuesto, me ha dicho muchas veces que si me gustaría tener una granja. Es cierto. Me encantaría ser granjero... pero he preferido seguir con él hasta el final... ahora bien hay muchos trabajando por ahí, ya casados e incluso con hijos, que se han asentado en la sociedad gracias a él. - ¿Tanto poder tiene?. - No. Tanto respeto impone. - ¿Qué diferencia existe entre tener poder o que te respeten?. - Ser como es él. Honrado. Sincero. Valiente. - ¿Y tiene algún hoby especial?. - Sí. Todas las noches le da por escribir. - ¿Qué escribe?. - Cosas que guarda en el más absoluto secreto. Pero a veces me ha regalado pequeños trozos de escritura que llevo siempre encima de mí. Son solamente copias de cosas que escribe y cuyos originales guarda celosamente. - ¿Tienes aquí alguna de esas copias?. - Por supuesto que sí. - ¿Puedes leerme alguna?. - Quizás no te interesesn. ¿Qué le puede interesar a una futura Condesa de Quito y Marquesa de Cataluña las cosas que escribe un bohemio bajo la luz de la luna y el fulgor de las estrellas?. - Quizás me interesen más de lo que estás creyendo tú y todos los demás de "El Jabato". - Está bien. Voy a leerte algo. Pero son cosas muy raras. Es posible que ni las entiendas por qué las escribe. - Vamos a ver si las entiendo o no las entiendo. - Sólo te pido un favor. - Eso está hecho. Pídeme lo que quieras por uno de esos textos. Te los puedo comprar a precio de oro. - ¿Crees que tienen valor económico?. - Supongo que, si escribe bien, lo tendrán. - Pues él no las escribe para eso. - ¿Me regalas alguna de ellas o no?. - Sí. Pero no me des nada por ellas. Sólo dales las gracias a él. - ¡Ni hablar!. ¡No le hablo mientras estemos en este gran barco!. - Sin ironías, condesita, sin ironías. - Está bien. Corrijo. En este apacible barco. - Salvo cuando entramos en acción. - ¿No sois pacíficos?. - Somos pacíficos pero amargamos la vida a más de uno, a más de dos y a más de tres... - Bueno... ¿me regalas algo de lo que ha escrito?. - Primero escucha esta muestra antes de saber si te interesa. El gigante y fiel Taurus sacó una hoja escrita de entre su ropaje de pirata. - Quizás pienses que está loco. - ¿Eso es también parte de su leyenda?. - Por supuesto que sí. La parte falsa de su leyenda. - ¿Y cuál es la parte verdadera?. - Que es todo lo contrario a un loco. Si lees algo de él, cuando está serio y no de broma, comprobarás que es el pensador más lúcido que puedas haber conocido. - Vamos a ver si es verdad. - No sé si acertaré con las que te regalo pero las tiene impresionantes. - Venga... lee ya... - Tranquila. Posiblemetne descubras algo de él que te cueste saber asimilar. - Estoy preparada para leer cualquier cosa. - Pero es que lo que escribe él, cuando se pone serio, no es cualquier cosa. - Adelante... - Pero que no se entere él. - No se va a enterar en lo que a mí respecta. Taurus leyó. - Las dudas me duelen cuando miro a las estrellas y al amanecer las nubes lilas dejan sus huellas en mi frente llenándola de color violeta con rayas rojas. !No te vayas a preguntar a los horizontes sin razón alguna, porque puedes perderte entre la niebla!. Salgo del lugar acuoso y me adentro entre la fiesta de las calles: un leberinto de preguntas que quedan siempre sin respuestas exactas. Todo es, solamente, un aproximamiento de vaivenes. ¿Quién habrá allí, en la loma más espesa de la vida?. Quizás sólo sea la luz que está jugando con las arboledas. Entonces me recuesto en medio de la hierba y leo al narrador cubano y sus pasos perdidos: una búsqueda alegórica para un corazón primitivo. !El mundo!. !El mundo que todavía conserva vigor creativo y variedad!. El músico que toca al fondo de la calle no puede vivir muy lejos de la civilización, aunque lo haga sólo en una esquina... porque en caso contrario tendría que empezar a ser de nuevo el bardo de las primeras centurias. Pensando en él sólo me queda escribir un breve ¿será misterio?, ¿será poder?, ¿será que tan sólo podemos ansiar un crecimiento de nuestro sentir?. Silencio. Todo es silencio. Cuando llegue de nuevo la noche se lo preguntaré otra vez a las dudas que me volverán a doler... - ¿Eso lo ha escrito de un sólo golpe o lo ha pensado demasiado?. - Lo ha escrito de un sólo golpe. Yo soy testigo presencial. Lo tituló "Con los pasos perdidos". - ¿Algo que ver con La Cubana?. - Quizás sí o quizás no. - ¿Cómo es eso de quizás sí o quizás no?. - Escucha. Escucha esto otro. - A ver... a ver si es verdad o es mentira. - Desarrollo esta noche un radiograma polar, amarrado a este mundo de tórtolas doradas bajo las palmeras, los laureles y los pequeños lotos de la fantasía. Y me hago amaranto, coral y luna para vivir estas claridades de alba en que vivo esta noche tras las vidrieras del vaho y la rosa fría. Helada terraza que con sus senos al aire parece el nácar de la golondrina convertida en estrella tornasul. Quisiera ser el duermevela de la luciérnaga encendida. !A volar!. !A volar el alma mía de calandria y ruiseñor!. !Hacia el aire!. !Hacia el aire amante grabado en los cielos de mis sueños!. Y camino junto a los ríos del agua de la aurora para decirte que soy pañuelo de bienvenida. !No!. !No me iré nunca de tu gruta y tu bosque!. Aquí, entre los almendros frescos y las mentas verdes, me digo a mí mismo que soy como cigüeña que anida o como mirlo que se baña en el estanque... o quizás solo como una tortuga verde que despierta junto a la mariposa y el saltamontes. Quisiera mañana tomar el tren de los corazones para sentirte isla de cerezas estelares. Mi alma de jardinero se llena de blanco y rojo arrebol para sentirte suspiro en el aire de los deshaceres. Vengo de ser araña hilandera o pardo camello del desierto y ahora sólo me entretengo en flotar... flotar dentro de la fauna de este cielo semiestrellado bajo la galería de los faralaes. Alguien silba una canción y ensoñando me llega una carta escrita con tinta de color carmesí. !Díme dónde está el banco de arena para construir castillos con la fantasía!. - ¿También lo ha escrito de un sólo tirón?. - Si. Se llama "Albalaria" y tiene hasta su continuación y todo. ¿Quieres comprobarlo?. - Sí. Adelante de nuevo... Taurus sacó otro texto y otra vez leyó. - La planta de los suspiros mira a la estrella fugaz. !Qué tarde es para ponerse a volar!. Pero ¿sabes tú, corazón, que el viento silba canciones?. Te ofrezco una begonia hirviente para saltar del lecho e ir hasta el lucero de la mañana por ver si los mares de menta saben de cantares dulces. Ya están los luceros alumbrando las llanuras del litoral. Dentro, tan dentro que no los puedo ver, hay huertos submarinos para arrullarte con sus algas verdes, con sus algas azules, con sus algas rojas... Contigo me vuelvo fuego cristal ardiendo entre corzas marinas y cocodrilos de plata... y entre los islotes del cielo me pongo a navegar bajo la aurora en este desnudo verano de amor descalzo. Por la playa camina el corazón sin banderas, el corazón que sólo es sueño. Mi vida es ahora y más que nunca una cometa en busca de sirenas. Tiendo a mojar mi vida en las blancanieves del mar, en las espumas derretidas, en la florida compañera que desembarca remando entre los filiformes helechos de su búsqueda infinita. ¿Hacia dónde iré ahora?. !Hacia el fuego de la noche marinera!. A descalzarme de nuevo junto a la sombra de la barca y dormir mi sueño en la arena de las blancas mareas. !Dáme la luna para nombrarte nimbo de ilusión celeste!. - No me lo puedo creer. - Pues es cierto. Ya te advertí antes que es mucho más grande el hombre que su leyenda. Y para que no tengas más dudas hasta tiene una tercera parte. ¿Quién da más a cambio de nada?. - ¿Es que es así de generoso?. - O más todavía... pero escucha... escuha bien como acaba su Albalaria de tres partes que son sólo tres muestras de sus artes. - Pareces un poeta hablando. - Es que él contagia. - Vamos a ver si es cierto. Y Taurus terminó leyendo un cuarto texto. - Azul y verde. Verde y blanco. Blanco... y tus ojos tejiendo los hilos entre las algas saladas de los ultramares, allí donde me he quedado colgando la costa a lomos de un navío que flota entre las olas de tu rojo farol. Bajan del cielo las gaviotas para trazar la raya añil de tus amores. ¿Hay también naranjos en el mar?. Posiblemente. Naranjos marinos que crecen en algunas fragatas furtivas y perdidas junto al faro de tus ojos negros. Azul y verde. Verde y blanco. Blanco... y tus labios arduos besando al alba de los naranjos marineros. !cuánta sed tienen las algas que rodean el azul del mar!. Como un pañuelo te vas, viento marinero, a cabalgar con los requiebros del amanecer hasta la recóndita desaparición del silencio. Azul y verde. Verde y blanco. Blanco... y tus sedosos cabellos naciendo en la quietud de los navegantes que te saludan !oh playa de las olas infinitas! con las últimas estrellas como anclas hundidas entre las caracolas. Y tú te vas... despacio... muy despacio... por el playario (playa/río) de la arena blanca. Azul y verde. Verde y blanco. Blanco... y tus blandos pies rumoreando en la bahía. Al alba al alba... !siempre al alba, mi pequeña niña marinera!. Al alba... - ¿Qué suerte tiene La Cubana?. - Quizás no lo entiendas pero estoy casi seguro de que no van dirigidas a La Cubana. - ¿Alguna niña que conoció?. - Pues posiblemente sí... pero quién sabe... yo sólo digo lo que él me dijo cuando me los regaló... dijo exactamente: "Sólo Dios sabe la Verdad". Toma. Te regalo los cuatro textos pero nunca le digas que te los regalé. Me juego el futuro con esto. Yo ya quiero abandar la piratería y me ha ofrecido un dinero para comprar una granja que es de verdad lo que yo quería ser desde siempre. Granjero. Solamente granjero. - ¿Y para qué quiero yo unos textos dedicados a otra mujer?. - Quien sabe para qué te puedan servir... yo que tú los guardaría... - Sabes algo de él que no me quieres contar... ¿verdad?. - Te digo que sólo sé lo que hace pero no lo que piensa... - Yo también estoy pensando algo... aquí... mirando al mar... - Supongo que algo bueno. - No tan bueno. En este mismo lugar perdí la libertad el pasado 15 de mayo. - Pues deberías estar agradecida que, al llegar el alba del 18 de julio, él te la devolvió. - Entonces... ¿por qué estoy todavía aquí?. - Quizás, como dice él, sólo Dios lo sabe. - ¿Es cierto que sabe escribir sobre el futuro?. - Eso se dice... - ¿Magia?. - Nada de magia. Ni hablar de magia. Es sólo natural en él. Yo lo llamo Sensación. - ¿Sensación?. - Sí. Escucha lo que escribió un día sobre la Sensación que el siempre lo pronuncia con mayúscula inicial de Sencillez. - ¿Una nueva sorpresa?. - Posiblemente te pille también de sorpresa. - Vamos... Taurus sacó otro texto que llevaba encima aquella noche. - Tomamos café por la mañana pensando en los viejos fantasmas del ayer pero más allá de las postrimerías de cada inicio se encuentra la reformulación de los nuevos encuentros... encuentros con las sinfonías de un futuro que se expande con las volutas humeantes de nuestro quehacer diario. Café de inicios que rueda por las aristas de nuestras sensaciones y abre espacios nuevos a las ristras de edades por vivir. Tenemos un suspiro en este día cualquiera de nuestras existencias y vemos que, adornándonos la esencial presencia de cada misterio, hoy es un pasatiempo más ajeno que tenemos que sentir. Y en cada sorbo que tomamos se nos abre un futuro de esperanzas que ya está rayando la barrera de lo insostenible. Así que, aislados de un presente sin materia, creamos una existencia de verdades colgadas en los sueños de cada uno de nosotros. Y seguimos sorbiendo tramos de existencia sin dejar de pensar en lo inaudito de cada uno de los segundos en que, sentados ante la máquina, nos convertimos en verdaderamente humanos. - ¿También de un tirón?. - Es cierto. Te lo puedes creer o no te lo puedes creer, proque para eso él mismo defiende la libertad de pensamiento de cualquier ser humano, pero la verdad... la gran verdad de su manera de ser... es que es muy rápido pensando pero es más rápido escribiendo. Por eso muchas veces escribe como si no estuviera pensando en nada y, sin embargo, siempre dice muchas cosas. Posiblemente dentro de muy poco se acabará esto de ser su invitada especial y entonces, casi estoy por jurarlo, te invitará a un café como despedida. - Si es así. Si, como tú dices, me da la libertad, aceptaré muy gustosa ese café y le devolveré la palabra. - Para que los sepas de una vez... si quieres puedes hablarle o si quieres puedes tomarte el café en total silencio y no decirle ni adiós. No le asustan las despedidas. Quizás tenga miedo a algo... pero a las despedidas jamás las ha temido... por eso, aunque no sé quién es ni de dónde ha venido... yo supongo que lo ha hecho desde muy lejos... desde más lejos de lo que todos estemos pensando. - Supongo que desde algún rincón del virreynato. - Y yo te digo que no... que no ha venido de ningún rincón del Vireeynato de Nueva Granada... sino desde mucho más lejos. - ¿De nuestra madre patria?. - Yo diría que sí. Pero tiene definiciones para su patria con las cuales no puede nadie saber de donde viene en realidad. Escucha. Es el último texto que guardo de él. - Entonces... ¿por qué me los regalas?. - Porque he aprendido de él algo muy importante: lo que ames de verdad regálalo si lo amas de verdad. Pero dejemos esto aparte... - No. Primero dime qué quiere decir con eso... - Que jamás retiene nada en contra de su voluntad. Por eso regala palabras. Dice que las palabras no nos pertenecen a nadie sino que pertenecen a todos los seres humanos por igual. Pero escucha lo que dice de su patria. - Vamos a ver de qué patria viene... - Erguidas contra el tiempo las palomas realizan su descorazonamiento vertical y la conversación de la arquitectura de los tejados con la sombra errante de los chopos forma una radiografía de nuestras almas acomadadas al espacio. En el mostrador del aire hay un mundo deletreado de recuerdos. Tiempo. La verdad grande es no perder la memoria en estas trenzas de balcones. Hay que mirar más adentro... allí donde el mundo termina y el corazón se descompone en sentimientos. ¿De dónde somos?. De lo que leemos. De lo que escribimos. De lo que vivimos. No sentimos la patria como una historia escrita con mayúsculas sino como un susurro de palabras en los ojos de la vida. Mi verdadera patria es un pequeño rincón llamado Universo. - ¿Y su patria chica?. ¿Sabes cuál es su patria chica?. - ¿Existe alguna patria más chica que un pequeño rincón llamado Universo?. - Bien pensado es cierto. Bien pensado no puede existir ninguna patria más pequeña que esa. - Por eso es tan grande... - ¿Por eso?. - Sí. Porque a nosotros nos saca de los lugares más oscuros de la vida para hacernos ilustres gracias a las ilusiones que nos hace pensar que son verdad. - ¿Y son verdad esas ilusiones?. - Espera que haga un esfuerzo de memoria... - ¿Qué intentas recordar?. - Algo. Espera. A ver qué tal esto: Me gusta la palabra Silente por lo que contiene de armonía con la paz. Nacida de lo profundo del alma es su movimiento comparable al del suave oleaje que baña a una isla blanca y su calmante sueño viene a ser como refugio de lo íntimo; acogedora cabaña para el encuentro con las ilusiones. Y más allá de las dictaduras envolventes de un mundo que ruge tempestades la palabra Silente es la blanda almohada donde reposar el espíritu humano. Si somos sueño en gran parte de nuestras existencias es porque gran parte de nuestras existencias son solamente ilusiones. ¿Será posible que las ilusiones sean parte de nuestra realidad?. No sólo son parte de nuestra realidad sino la más completa, la más sincera, la más verdadera y por la cual merece la pena vivir. Sueño, fantasía, ilusión y esperanza. Me quedo con estas cuatro palabras para jamás morir. - ¿Y de verdad no está loco?. - Si está loco es por hablar del amor un día. Eso escribió una vez en un poema. ¿Qué te parece, condesita?. - ¿Es que además es poeta?. - Ni te imaginas la cantidad de poesía que tiene escrita en esas horas en que los demás duermen a pierna suelta... - ¿Me podrías regalar alguna?. - Me parece que tengo alguna por aquí. Espera que busque. ¡Ajá!.¡Aquí está!. ¿Te la leo antes de regalártela?. - Venga. Adelante. Sin miedo. - Yo no tengo miedo de ser amigo del poeta más grande que he conocido. - Pues entonces... ¿a qué esperas?. Taurus encontró el poema y volvió a la lectura. - El velo blanco de tu mirar silente / es sueño de medianoche en la senda / de mis caminos místicos de este paisaje / en donde entra tu torbellino amar. / Un sueño que se queda en mi memoria / de estos días en que soy recuerdo vivo / en la estela roja de tus labios dulces. / Noches. Noches vividas en el poder mirarte / siempre brotando en las esquinas de mi alma. / En torno a mí aparece y se mantiene / este amor de vida creciente y misteriosa. / Tu mirar es enigma profundo y emergente / que vive en mis latidos mientras vago / por los caminos de este soñar ardiente / que grita su canto de silencio con estrellas. / Soy una especie de sombra que se hunde / en tu cuerpo enlazado con mi vida amable / y entre versos que escapan de mis avenidas / en tu tálamo abierto de corazón caliente / soy todo fuego y todo volcán nocturno / que vibra y explota en este entero otoño / en que las rosas giran para besar tu cuello. / Hay un descubrimiento de recuerdos y de horas / pensadas en el silencio de toda tu materia / y yo, canción de ti, me entretengo / en tu profundizar de violetas inquietas. / Flor de viento, caricia de mis sueños, / te vuelves frescura de besos enzarzados / en una batalla sin final posible: / una especie de vivir brillando / en medio de la noche estrellada y azul. / Hay balcones donde los gorriones / se quedan mirando tus profundos ojos /y en ellos cobijo un horizonte bermejo / en esta batalla de amarte sobre la playa... / las olas baten a la fina arena / y me quedo anclado en la bahía de tu cuerpo. / Inmensa inquietud es tenerte entre mis brazos / en este ámbito amoroso de mapa con enigmas; / pienso en las violetas del campo abierto / bajo la luna que nombran las gaviotas. / Un vaivén de bosque llamado lecho / sobre la fina playa de la espumosa bruma / con tus senos volcados en esta fuente / en que bebo mis deseos inacabados. / Tus ojos me enamoran en el abrazo / de cuerpo a cuerpo y de boca en boca: / un afán de conquistar el hueco leve / de tus muslos convertidos en poemas. / Y las palomas de tus curvas enamoradas / me convierten en fugitivo atado a tus caderas. / Rosa amorosa en la que tanto te abres / como capullo de risa en el silencio oscuro / de la noche de tus ojos que desgranan / mis versos de combate en este loco intento / de arder todos mis años en tu boca / con el alborozo juvenil de nuestras presencias. / En todo lo existente son tus dieciseis claveles / un poema que surge como dibujo amado / que se hunde en el fondo de tus brazos / sin más fatiga que la de seguir entrando / en este brillar de nuevo en las alturas / mientras las estrellas quedan enlazadas a tu vientre. / En esta noche de momento inmóvil / donde el tiempo se ha detenido sobre la arena / de esta playa amada de espermas y de sangre / solamente el mar conoce tus sonrisas / que van más allá del horizonte intenso. / En las miradas de tu cuerpo mi locura / sólo es introducir mis horas en tu pura esencia. / Mar. Mar junto a tu boca ardiente / para calmar la sed de mis reposos / mientras abro tu cuerpo en luminar profundo / donde todo lo invisible se inunda de propuestas. / Así comprendo yo ahora el mundo / unido a lo báquico de tu pecho virgen / y repaso todo lo existente en la bahía / de tu primavera llena de canto borrascoso. / Son los giros de tu cuerpo en mi boca / donde el recuerdo se hace afán de adormidera / y tus sonidos son el latir de mis pulsaciones / en este nuevo mapa de tu bello nombre / en que escribimos del mundo un nuevo rumbo. / Vivo sólo en esta paz soñada / que llega hasta el crepúsculo naranja. / Dos pulsos anudados somos tú y yo / en estas cruces de materia y de espíritu / y sigo conociendo este anochecer sediento / mientras se rompe la atrevida ola de tu sonrisa en mi alma ya crecida. / Ya no siento nada más que tu mirada / clavando tus labios en mi corazón abierto. / En esta roja noche no me importa perderme / en las inconsciencias vivas de sentirte / dentro de mis horas de paisaje bravo / y como un rugir de silencio lento / voy penetrando suavemente en tus sentidos. / Hacemos un mundo de emergente luz / como volcanes henchidos de valiente voz / y una llama inmensa arde en el paisaje / de tu rosa, clavel y jazmín en flor. / Suave. Todo es una suave experiencia / de entrar más allá de los límites / de esta locura que es tu cuerpo entre mis brazos. / Mañana el día será sólo un recuerdo / de que esta noche vivimos como sueño / el enlace de tus ideas con mis versos / llenando de amor profundo nuestros cuerpos. / Ya sólo queda la música anclada / en el exterior de tus sabores en mi boca / y compongo un verso en tus labios plenos / cayendo en el color de todo lo infinito / que es sentirte dentro de mi sueño. / Ya sólo la última mirada que se clava / en la paz de tus curvas enloquecedoras / hacen que la brisa de la bahía entera / sea sólo un calor de mi infinito / seguir sintiendo tu cuerpo en el mío. / Para cuando los mirlos hayan regresado / de allá a lo lejos... de la colina... / estaremos dentro del amor simplemente. / Dos cuerpos sentidos penetrados / el uno en el otro como doble vida. / Morir no es vivir la existencia / de todo el camino andado por las sendas / del pálpito de tu corazón caliente. / Y siento tu voz cálida y firme / en mis entrañas de versos hechos esperanzas / porque poseerte hundido en tu cuerpo / es tener para siempre tu nombre en las arterias / de mi sangre mezclada con la tuya. / Dentro de la espuma de tus sentires / puedo seguir estando a tu cuerpo amado / que es el imán de todas mis vivencias. / Ya no queda más que vivir la Eternidad... - ¡Dios mío!... ¿todo eso de un sólo tirón?. - Puedo ser todo lo pirata y bandido que me quieras llamar, pero no soy nunca un mentiroso y yo soy testigo presencial de que lo escribió todo de un tirón. - ¿Eso va dirigido a una mujer virgen?. - Eso dice el poema. - Entonces... ¿La Cubana?... ¿No es La Cubana la amante secreta del Español?. - Posiblemente no. - Pero ella me ha dado a entender a mí que está locamente enamorada de él. - Pero... ¿has oído de la boca de él que La Cubana es su amante?. - No. Nunca. Y me dijo en nuestra conversación que no dijera nunca de él lo que él nunca ha dicho de sí mismo. - Eso es. Cuando lo desea es totalmente nítido y tajante. Si no le has oído decir que La Cubana es su amante secreta es que o no tiene ninguna amante secreta o la que tiene la oculta para que nadie lo sepa. - ¡Regálame ese poema por favor!. - Esta vez, por la importancia que tiene, te voy a pedir algo. - Lo que sea... Taurus... pide lo que sea... - Que cuando te dé la libertad piensa en su honradez. - Pero... ¿desde cuándo un pirata es honrado?. - Había una vez una bruja hermosa y un pirata honrado cuando el mundo era del revés. - ¿Una bruja hermosa y un pirata honrado?. - Si. Y también un lobito bueno y unas ovejas malvadas. - Eso me recuerda a San Francisco. - ¿Quizás San Franciso de Quito?. - ¡Dios mío!. Si eso es verdad... es que conoce Ecuador... - Exacto, condesita, exacto. Diste en el pleno de la diana. - ¿Alguna mujer llamada Diana?. Taurus sólo pudo soltar una carcajada. - Mejor te leo otro texto que acabo de encontrar por mis bolsillos. Mira. Aquí está. No es un poema. Es otra reflexión. Esta vez habla del amor. - Estoy interesada en saber quien esa tal Diana. - No le des más vueltas a la cabeza y escucha. - Te advierto que estoy tranquila. - Bien. Digamos que estás tranquila. ¿Leo?. - No. No soy Leo sino Cáncer. - Sólo decía que si leo el texto. Por cierto, él es Capricornio. O sea que estáis a la misma distancia del centro del mundo los dos. Tú en el hemisferio norte y él en el hemisferio sur. - No me lo compliques tanto y lee. - Dos sílabas compuestas. Rojiblanca. Blanquiazul. Dos sílabas compuestas formando un verbo vivo. Rojiblanca el alma. Blanquiazul el corazón. Dos sílabas unidas por la sencillez del pueblo humilde. Rojiblanca el alma. Blanquiazul el corazón. Jugamos a ser sinceros mientras ellos se pelean por las preseas doradas de la fama, por las preseas plateadas del honor y por las preseas bronceadas de la vanidad. !Qué nos importan a nosotros sus preseas!. Nosotros sólo somos pueblo... sencillo y humilde pueblo... Rojiblanca el alma. Blanquiazul el corazón. Dos sílabas compuestas que hablan de Paz y Amor. En este juego del vivir entre el Amor y las palabras compuestas podemos encontrarnos con el alma rojiblanca y el corazón blanquiazul de aquella nuestra infancia siempre recordada como el sueño de lo que quisimos ser jugando... jugando con la fantasía de que hacemos un pleno en la conquista del trofeo más amado. Una copa nada más. Pero que sea la copa del árbol donde los gorriones hacen sus nidos. Una copa nada más. Pero que sea la copa de la cima alcanzada entre el sentimiento del amor y las secuencias del amor fluyente; el amor que nos depara, cada día, una nueva sorpresa a través de los ojos de una mujer. Un sólo trofeo: el beso dado a la niña del Sueño mientras crecemos y nos hacemos un poco más niños cada vez para volver al mismo beso de entonces. - Caramba... eso sí que me está haciendo pensar. ¿A quién va dirigido?. ¿Sabes o no sabes a quien va dirigido, Taurus?. Soy capaz de regalarte mi catalejo de oro macizo si me lo dices. - El catalejo bien merece la pena porque vale una verdadera fortuna pero está visto que no nací para ser el afortunado que lo obtenga. ¡No lo sé!. - ¿No me lo quieres decir?. - ¡No lo sé, Liliana de las Mercedes!. El apuro de Taurus terminó justo cuando llamaron a cenar... Allí, todos ellos reunidos alrededor de ella, la hija de los Condes de Quito se sentía admirada por todos pero protegida por todos... pudiera ser que deseada por todos pero, a la vez, respetada por todos. Se quedó mirando fijamente al Español mientras éste sólo observaba el movimiento de las olas del mar y guardaba un total silencio. - Taurus... - ¿Qué quieres, condesita?. Pero no dijo nada...
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