Gabriel Ferrater
Publicado en Jun 16, 2011
"Em vaig treure les ulleres i vaig posar la cadira
enmig de la cambra". Era tiempo de despedirse y basta. De abandonar para siempre el juego maléfico, estúpido, enfermizo, agobiante, exterminador... de aprender de las letras, de ahogar mi cabeza en un libro, de dejar empeñada mi razón en un colgante donde se iba a pudrir antes que yo. Y Sant Cugat era el sitio idóneo para tachar la última palabra. La convertí en simio grotesco con aromas de tinta. "Però no era res més que un gargot, un gargot".
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Maria dels ngels