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Punto de encuentro de Escritores en Libertad. Queremos compartir nuestros poemas, relatos, reflexiones y demás textos con todas aquellas personas que nos visiten. Agradecemos el que vengan a vernos y estaremos satisfechos de que sea de su agrado.jueves 23 de junio de 2011A rayas (El Chivatazo).Elena, la motorista del Circo Universal, se ha empeñado en pintar rayas en el Audi que le ha regalado su tío de Argentaria... ¡y es que esta chica mimada, parienta de tíos banqueros, ya no sabe qué hacer para dar la nota!. Por cierto, estamos en época de exámenes finales y muchos "and" muchas "in company suspense" se van a llevar la sorpresa de que el próximo puente sea colgante; en otras palabras, que se han quedado colgados y colgadas de tres o cuatro materias primas y, por eso, las vacaciones en Honolulú se ha convertido en descansos en el sofá de sus casas paternas y/o maternas. 

Está bien que suspendan un par de asignaturas como Educación Cívica (porque incivilizados e incivilizadas hay un montón hoy en día) y en Ciencias Sociales (que insociales e insocialas hay un mogollón por estos años que corren más que vuelan) pero... ¿cómo se les ocurre suspender la Teoría de la Comunicación?. ¿Cómo nos vamos a comunicar si no hemos aprendido que la comunicación empieza por tener la cabeza para algo más que pensar en Katerine Zeta Zeta y Mel Gibson?. 

En fin, que este verano más de uno y más de una se van a comer un par de roscos si es que intentan llegar a la playa (¡esas playas se defiendan que no han de llegar a ellas quiénes no estén más limpios que lo está el sol etcétera!) tan de pardillos y pardillas que para comunicar con una chavala guapa o con un tío más o menos rico hay que olvidarse ya de lo del "Comuniqueison" de The Beatles porque los "cucarachas de Liverpool" están más pasados de moda que un melón de la cosecha del 68. ¿Cómo se les ocurre para ligar con alguna o con alguno invitarla o invitarle a un melón tan pasado y tan pesado?. ¿No saben, acaso, que un melón, por más que le gusten las rayas a Elena, no es apetecible si está ya más rancio que el rancho que salía en la serie televisiva de Bonanza en la época de los Cartwrigth?. 

Bonanza en lontananza y las longanizas se han convertido en calabazas para algunos y algunas que intentan tener suertecilla con la Teoría de la Comunicación esperando que caiga el aprobado como guindilla picante porque los profesores y las profesoras no van a picar este año. 

Sigamos con Elena. Además de que quiere pintar a rayas el Audi que le ha regalado su tío de Argentaria (¡a saber que lío será ese del tío de Argentaria!) se ha propuesto rayar la chaqueta verde del primer "gentleman" golfista (quizás hasta golferas) que se ponga a su alcance. ¿Estamos ya en la época de la nueva prehistoria o es que ahora a los "gentleman" golfistas (quizás también golferas) de las chaquetas verdes les da por querer ligar con chavalas guapas cincuenta años más jóvenes que ellos?. Explico. En primer lugar hoy vivimos con tantos aullidos que esto en vez de comunicación parece la jungla de Adán y Eva riñendo a los chorlitos de sus hijos (y me refiero a los chorlitos de sus hijos) que van de nabo en nabo comiendo a destajo todas las hortalizas que encuentran a su paso y se está quedando la citada jungla más pelada que una peladilla de Navidad. Y en segundo lugar... pues sí... pues resulta que con sus pedanterías mojigatas, que parece que no han matado ni a una mosca, los citados "gentleman" golfistas (y algunos hasta quizás golferas autodenominándose tigres) están a ver cuál es la que se cae y, con el timo de querer levantarlas, poder tocarlas un poco. Que tontos no somos los hispanos de Europa y de América. Y es por eso por lo que están picados... pero picados de viruelas y otras cosas que salen de las picaduras de moscos y mosquitos trompeteros y no como nosotros, los escritores de a pies juntillas, porque nos están arrinconando de tal manera que no nos dejan más que unos pocos centímetros cúbicos para nuestras crónicas para no dormir. Los citados "gentleman" de las chaquetas verdes (tan golfistas ellos ganando pasta gansa y hasta alguno golferas también ganando millones de pasta gansa) se están poniendo moscas con esto de que les hacemos salir, entrar, volver a salir y volver a entrar en las páginas deportivas de los diarios españoles. ¡A lo mejor es que Elena lleva razón cuando quiere pintarles rayas en sus chaquetas verdes porque son un poco viejos verdes quizás!. O sea, pintarles rayas verdes hasta en sus trajes de pingüinos amojamados con pajaritas. ¡Para pajaritas las que se ven por ahí en las cenas de alto copete y alto "standing merchandising in the rock" de los del Ministerio de la Vivienda que parecen los del Misterio de la Vida!. Y todo ello a ver si cae algún maromo y les suelta la tela. Y hablando de tela, Elena quiere también pintar rayas en el telar de Don Borja Olaizola. Total que éste, que es periodista de plantilla (¿quizás pueda ser de los de los pies planos y por eso usa plantillas?) de grandiosos reportajes "made in Murcia and Mazarrón y Calasparra" parece que ha corrido más que un galgo o un podenco (¡vaya usted a saber si eran galgos o podencos los de la Fábula de Samaniego que devoraron a los conejos por discutir tonterías!) a guardar toda su tela ante las amenazas de Elena que quiere dejarle más limpio que la cristalería de Nikoletta (que no se sabe si es una mujer o un tal Niko con coleta porque se lleva mucho eso de despistar para que no sepamos quien es hombre y quien es mujer o ambas cosas a la vez).

A rayas rojigualdas (como visten los futbolistas del San Andrés y que sigo recordando que el culpable de aquella derrota en fútbol sala contra Santa Engracia la tuvo mi amigo Andrés por hacer el vaina y poner, durante unos minutos, a su primo Javier en mi puesto natural) para ir a lo español y así que las extranjeras no nos confundan con algún que otro patatero que se hace pasar por español. Vamos a llevar rayas rojigualdas en las camisas de manga corta tipo hawaiano, en los pantalones cortos de estilo bermudas que está confeccionando un tal Bermúdez y hasta en los bañadores tipo tángana porque va a ver más que palabras para conseguirlos en las tiendas 21 que las tienen en rebajas de saldos más o menos actuales.

De momento no cae ninguna extranjera en nuestras redes pero sí que cae un Lorenzo que abrasa con su carburador a todo escape en las Motos Ge Pé Olé Olé y Olé y no sé que cosas más decir... mientras Elena, no solo quiere seguir pintando rayas (cosa que le viene desde la primera infancia en la guardería para niños y niñas donde se inició en todo esto) sino situarse a la altura de Lorenzo, subida por supuesto en la moto, para sacarle la lengua y decirle algo así como !Que no te enteras, Contreras!.