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Un cario hermoso...
Publicado en Jun 23, 2011
 Ya te tengo aquí, muy adentro… no te diré que fue lo correcto… Ya te quería allí, muy adentro… no te diré que es incorrecto… Pero… amiga, te siento, en los latidos del tiempo de mi vos… Y te vivo, cuando miro a donde se escucha la melodía del instrumento sin nombre… te veo en el cielo de la X celestes… Allí mismo, donde aparentare toda la vida no estar, allí, es donde más noto tu presencia… me hace feliz, aunque tengo miedo… Miedo de que me ames, miedo de que me necesites, de que no permitas que camine lejos, cuando solo en realidad será una costumbre la que tengas, una costumbre de mi… Te lo dije hace tiempo, no nace el amor por mí, no nacerá, no es el verdadero, por mas amoroso que sea… Pero aun así… yo no tengo más deseos de tratarte como a una amiga, como a una persona en mi mente, quiero ser más que ese trato, quiero siempre darte algo diferente, algo nuestro, un cariño bello… Algo que te de, la salida, de una de las gotas de tu vos… Algo que le dé una arteria nueva, al corazón de tu corazón… La esperanza siempre aporta algo cuando el miedo es consejero de los días… ¿o es al revés? Ya paso algún tiempo… al final, estos poemas son jóvenes aun… no son del todo poemas, ni del todo no lo son… Así que amiga, recuerda, que te amo… y que te abrazo, siempre… Algo muy distinto a lo primero escrito, pero, igual… La paternidad, siento que la llevo en la venas, como todo hombre… Pero por muchas causas, el ser humano ha cortado las alas de sus pasos, de su mismo corazón y otras veces, es solo naturaleza de la inexperiencia… a mi edad, podría estar pensando en mi pareja, en mi alma gemela y sueños que se hacen, reales al soñarlos sinceramente, haciendo planes en otras palabras… Tengo en mi certeza, que la paternidad, está en mi alma, como en la de mil ángeles… tengo esa certeza, superando el tiempo… Quiero ser algún día, como un padre pingüino rey… ¿Por qué específicamente un pingüino rey? Porque se, que quien sepa de ellos, recordara muchas facetas de los hombres, que merecen ser admirada, y mirara en el pingüino, cosas aun mayores… Un amigo me dijo una vez, que su novia, le dijo que el tenia, alma de pingüino… ella sabrá porque lo dijo… Luego el comentaba tener la de un Pegaso… sinceramente no veo la diferencia… no veo lo que diferencia a ambos, de sí mismos, y al humano de ambos, somos, más que ecosistema en ese sentido… Pero cada quien con su alma y espíritu, no? Yo no tengo alma de animal, no tengo alma de hombre, tengo algo muy diferente, que sigue evolucionando aun al involucionar… Pero veo, tengo buenos ojos… son aun, sinceros… Tengo en mi alma ciertos poemas que no escribiré, como todos en la vida… Tengo cosas que pensar, veo que personas vienen y van, no me llevo bien con las personas, logro sacarles una sola línea: “eres esto, crees esto” al final, las veces que yo dije eso, acabe por notar que no valió la pena… me pregunto, por cuanto tiempo, seguiré siendo un algo, destinado a ser humano, escuchando a los pegasos, aprendiendo de los pingüinos… que mira el mar para compensar los días que pasa sin verlo y sin vivir su vida al máximo… ese mismo que escribe, porque duelen cosas aun, y otras veces, porque necesita mostrar su amor en las líneas… pasa mucho tiempo ya, me pesan los pesos que nos pesan a todos… y sigo… en el aire de los tiempo, y el agua de los corazones… Aprendiendo de un simple momento donde juega un padre con su hija, así es haga el ridículo o simplemente le saque una sonrisa… veo tantas cosas hermosas… Pero más allá, igual se sienten muchas más… Donde el corazón se ríe y alegra al ver un cuadro, llamado amor, unicidad… familia… naturaleza, y más… Aun ahora, cuando me siento solo, cuando noto que lo mejor, es lo peor… cuando veo que duele lo que más necesito… es cuando veo al cielo, y noto que la soledad, marca los zapatos, pero el corazón, es el cuero de los mismos… La suela es la vida, y al final, todos caminamos, hasta los seres alados… y vivimos, hasta los muertos o inmortales… Tengo un solo momento, se me acaba el infinito… te amo, amiga mía, a quien de nuevo, sigo sin nombrar, no quiero amarrarte… Y sigo en el tiempo, como todos los desconocidos del mundo, para todos… porque me conocieron, sin ver, al pingüino que yo mire… si lo hubieran mirado, tal vez, abriendo sentido el amor de mi alma… Pero al final, el pingüino, yo, y mi alma, y espíritu, como el de todos… siguen en el planeta tierra… Pero, creyendo estar alejados… Yo incluso, noto, que fui feliz… yo también noto, que fui amado… y veo que en el tiempo… el corazón sigue latiendo, con una luz, color infinito, tiempos y silencio y amor… una x, de color, x… Espero tenerla por ojos y vida, algún día.
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