Sin versos
Publicado en Jul 01, 2011
(Antes que nada me gustaría que lo leyeran escuchando "Clair de Lune" de Claude Debussy... Fue la canción que me inspiró y es muy linda)
¿Alguien robó mis palabras? Quizás la respuesta me la diga él —Sí, ese niño pequeño— porque Ella quizás no regrese… A pesar de eso, no la juzgo, todos nos terminamos alejando en algún momento. Aún algunos versos yacen enterrados dentro de mí y es muy probable que permanezcan allí por mucho más tiempo, porque sólo Ella —Sí, ella, la que se fue— podía desenterrarlos con sólo una palabra, un movimiento, un suspiro, o con simplemente su mutismo. Por ese motivo ahora escribo en prosa y sólo una pequeña y difusa voz escucho dentro de mi cabeza; sí, una. Durante muchas noches pensaba dónde podría Ella estar; en otras trataba de hallar alguien más; pero en la mayoría, solo permanecía en silencio tratando de hostigar un sueño —A veces podía escuchar sus pasos—; pero hubo una noche en la cual la vi por última vez; sí, solo una. Esa noche fue el primer día de invierno, donde el sol ilumina menos que la luna, yo diría la noche más fría y oscura, también. Ella estaba sentada lejos de mí, con sus brazos fríos cruzados en su pecho, mirando un punto fijo en el suelo. Yo miraba un pedazo de papel en mi mano izquierda y con la otra apretaba un lápiz. Más de una vez nuestra mirada se encontraba entre la tibia oscuridad y los dos respondíamos con una ligera mueca para luego volver al mismo punto de vista del comienzo: Ella en el piso, y yo en el papel. Esta vez fue diferente, no puede escribir su silencio, ni sus miradas, ni su quietud… ¿Quién sabe por qué? Quizás Ella —Mi musa— estaba algo enferma para desenterrar mis más ocultos deseos y transmutarlos en versos. Podía escuchar como el reloj consumía mi preciado tiempo… Era el momento —Me dije— debía romper el silencio… Deje de lado el lápiz y el papel y me levanté. Hice unos cuantos pasos y pronuncié su nombre. Ella me miró y sonrió ligeramente; yo torcí la boca y mientras un suspiro inquieto y desesperado se escapaba le dije: —Te quiero. Ella se levantó y yo permanecí inmóvil congelado a sólo un paso. Su traviesa mirada observaba cada movimiento de mi cara asombrados por mis dos últimas palabras —Quizás las primeras—. De pronto se solidificaron en mis ojos. Pude ver su interior, su corazón y su alma… Sus múltiples capas eran inmunes a los ojos de un simple curioso, pero ahora no… Quité mi miraba bruscamente, no podía resistirlo más, mi cara se bañó en sal en el momento que dos brazos me aferraban contra su cuerpo. Me sentí paralizado y mi puño estaba firmemente oprimido. Ella era cálida —Como siempre lo había pensado—, lo pude sentir, sólo cerré mis ojos y deslicé mis brazos encerrándola en mí… —Adiós —Susurró a mi oído. Abrí los ojos y vi su lejana silla vacía y yo aún aferraba firmemente mi lápiz con mi mano diestra y con la otra sostenía un papel aún blanco… Sí; vacío, con ningún verso y sin una palabra… Desde entonces ya no escribo en versos, ya que nadie me los dicta, pero espero que este pequeño niño crezca y aprenda hablar por sí mismo, y cuándo ese momento llegue… Volveré escribir en versos…
Página 1 / 1
|
Cristian
Sir. William
Violeta
yo tambien lo hago y da mucho significado a las palabras.
Redactas muy bien , me gusto laparte de : Sí; vacío, con ningún verso y sin una palabra…
saludos ¡¡¡