Viviendo como en un dilema
Al no saber enfrentar la pena,
Experimenta en la adicción
Que lo consume y lo condena,
Ya no vive el amanecer
Ya no vive el atardecer,
Ya no disfruta el color azul
Ya no disfruta de las olas del mar
Pierde la luz que lo guía,
Consumiéndose en la tristeza
Perdiéndose en la melancolía.
 
En la oscuridad del túnel
Entre quejas y lamentos,
Le cobra a la sociedad su debilidad
Estado eufórico, curiosidad y resentimiento,
Ansias incontrolables y paranoia
En horizontes de abstracciones,
Sumergido en la depresión
Jugando a la realidad en ocasiones,
Soñando con el paraíso o el infierno
Fallando la memoria y la motivación
Vagando en las obsesiones.
 
Navegando entre nubes solitarias
Incandescentes llamas
Cegaron su inocencia,
Caminando entre mares insondables
En los desiertos rincones del abismo,
Hundiendo el piso de sus cordilleras
Envuelto en un cataclismo,
Tristes reflejos en su pupila
Se pierde en la lontananza,
Manteniendo en los recuerdos
Sentimientos de añoranza.
 
Camina entre sombras
 Absorto por los rincones,
En la penumbra sin rumbo fijo
Volando entre las estrellas,
Deambulan sus huesos
Confundido entre candiles,
Buscando una respuesta
Viviendo entre la maldad,
¿Dónde vive la verdad ¿
¿Dónde vive la mentira ¿
¿Dónde quedaron los valores ¿
¿Dónde habita la realidad ¿
 
Volviendo de la inconsciencia
Con destellos de realidad,
Lucha feroz en las tinieblas
Aletargado frente a los cirios,
Surgen figuras que lo desvelan
Manteniéndolo en el martirio,
Nervioso y taciturno
Busca la ayuda sin encono
Apartando la rabia y la maldad,
Se promete no hay retorno
En la búsqueda de su libertad.
 
AUTOR: BENIGNO RODRIGUEZ