Eterna Batalla
Publicado en Jul 11, 2011
En una arena insólita
de un coliseo corporal, se suscita una batalla, con espadas de pensar. Dos colosos, dos ases en una justa bestial; donde no existen reglas, ni mandato universal más que salir victorioso sin procurar fin mortal pues necesario es tener una lucha eventual, cuando se trate de amor en esa arena carnal. Los vítores se escuchan, anuncian quién ganará más nunca hay la certeza de quién ganador será entre los dos combatientes que se empeñan en lidiar cada vez que el amor viene con su orden agonal donde constan los dos nombres De quienes van a pelear El uno: El corazón, con su espada irracional; su armadura está hecha de gruesa ingenuidad y su dote es la fuerza para poder conquistar; El otro: Es la razón, con su hacha racional, su armadura está hecha de pura incredulidad y su dote es la astucia para golpes esquivar ¡Comenzad ya la batalla! ¡Que triunfe quién puje más! Y cuando hayan lidiado Desamor o amor vendrá.
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Francisco Perez