LA PIEDRA EN TU ZAPATO (capitulo 2)
Publicado en Jul 15, 2011
La piedra en el zapato no debe ser necesariamente una piedra, no todo material que se encuentre en ese ámbito de vestimenta muchas veces lo sea, por ejemplo el oro, es un metal blando, brillante, amarillo, pesado, maleable y dúctil, y antes de entender su cualidad sustentamos lo valioso que es,
La historia que le voy a contar es precisamente sobre él y la forma en que normalmente se lo utiliza, un anillo de oro, este es una mezcla de 75% de oro, 12.5% de cobre, 12.5% de plata, una mixtura exquisita y necesaria para moldearlo de forma más práctica. Durante el reinado de Elizabeth, había un joven llamado William que había contraído matrimonio con una bella cortesana, su anillo de compromiso era de oro, ambos lo tenían, pero un día el joven tuvo que viajar por asuntos de negocios, y en un momento de sus paseos por la nueva ciudad conoció una dama, para disimular su condición social de casado escondió su anillo de oro en su zapato por el temor de que si lo dejaba en alguno de sus bolsillos lo perdiera, en esa época los zapatos eran de cuero lustroso, muy adherido al pie con lengüetas laterales que se unían en el centro del empeine alto, usándose para tal fin cintas simples, rosetas muy elaboradas, moños, perlas o joyas, el joven vagabundeo todo un día por el parque con esta joven y con la incomodidad del anillo, cuando volvió a su descansado hospedaje, descubrió que anillo había lastimado su pie. Al regreso al hogar el pie no había curado, la mala higiene y todo lo que derivaba de esa mala postura provocó que el joven comenzara a cojear. Este hombre recordó siempre el anillo, pero no en su mano sino en su zapato, un juramento o un compromiso dado debe ser respetado sino las consecuencias suele ser drásticas, ¡si lo sabrá William! Por eso como consejo les diría, sino quieres un piedra en tu zapato o un anillo en este caso, que te haga recordar que tienes un deber de antemano... no pienses en usar un zapato más holgado, más bien piensa en una conciencia más ajustada.
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G. Sarmiento
Antonio Umbral
con los sueños. excelentes relatos ( 1 y 2) nos dejan una enseñanza clara, bien escritas,felicitaciones.
un abrazo ANTONIO.