Prometedor delirio
Publicado en Jul 18, 2011
Una noche oscura un trovador tropezó con una corneta. El hombre asombrado decidió cogerla; cuando la comenzó a tocar no podía creer los sonidos delirantes que de ella emergían, era como si se cristalizaran las emociones y las notas crearan colores semejantes a la aurora…
Con su trastornada mirada tomo el instrumento en sus manos y comenzó a bailar con el, ante los ojos de los presentes, ¿quien podría adivinar lo que veía en el objeto de su devoción?, la acariciaba tiernamente, inclusive, acerco sus labios enternecido cual si fuese su amante. La media noche se esfumaba y la gente al escuchar aquel hermoso canto comenzó a acercarse, “son las notas de la vida misma” decían. Luego de una hora el público se había amotinado en torno suyo dejando todas sus actividades, aún en medio de la madrugada la gente despertaba y salía de sus casas como hipnotizada por el canto de una sirena. Inesperadamente la música ceso y aún pese a las peticiones del público el trovador no continuo con su inusual concierto, siquiera fingió escucharlos, quedo embelesado... A la mañana siguiente lo encontraron muerto abrasando un sueño. Aun hay muchos que dicen oír la melodía de aquella noche, hay leyendas que relatan sobre el hombre y su corneta hablando de fantásticas apariciones y penares inciertos. Los presentes jamás olvidaron aquella música y aun hay quienes juran oírla emerger de entre la nada, cual si fueran ecos perdidos en su memoria.
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doris melo