Ni pudo seguir ni quiso seguir... (Refelxiones)
Publicado en Jul 21, 2011
Esta madrugada "Minicho" se fue al paraíso de los gatos, allí donde se quedan para la eternidad... porque estaba dan destrozado "por dentro" que ni pudo ni quiso seguir... viviendo. A veces, cuando uno es testigo de cosas así, se piensa en la estupidez humana. Fue Albert Eisntein quien dijo: "Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana. Y del Universo no estoy seguro". Y Mark Twain declaró: "La palabra precisa tal vez sea efectiva, pero ninguna palabra jamás ha sido tan efectiva como un silencio preciso". Y sin embargo, a veces, hay que usar la Palabra de Dios para combatir a la infinita estupidez humana...
Dios creó la Vida y el hombre inventó la muerte... y hasta hay (no me atrevo a decir existen) "señores" que tienen la vanagloria y la pretenciosa prepotencia de auto denominarse, ellos a sí mismos para mayor estupidez, "lo señores de la guerra". Entre la Palabra de Dios y las muertes inventadas por los seres humanos sí que existe el infinito. El infinito entre existir eternamente o morir para siempre. ¿De dónde vino "Minicho"?. ¿A dónde se ha ido "Minicho"?. Preguntas que no pueden ser respondidas con el silencio porque hay que hacer entender a ciertas gentes que para ser personas es necesario tener conciencia. Convivir con él desde el mes de mayo pasado me ha servido para aprender algo: "la distancia entre un ser vivo de otro ser vivo es, precisamente, la distancia que existe entre la Eternidad y el Silencio". No. No busquen esta frase en ninguno de los más famosos libros de la ciencia, la literatura, la filosofía, la sociología, la historia o el arte. Es mía. Se me acaba de ocurrir pensando en "Minicho", pensando en quienes abandonaron a "Minicho", pensando en quienes declaran que son humanos cuando, en realidad, son rescoldos de humanos (no me atrevo a llamarles seres). "Minicho" vino hacia nosotros procedente de la soledad del abandono. Ahora ni pudo seguir ni quiso seguir viviendo más su agonía. En el paraíso de los gatos quizás haya encontrado la compañía de otros seres vivos que saben que sí... que la Verdad está precisamente en estas ocasiones en que la muerte inventada por la estupidez humana suplanta a la Vida creada por Dios. Quizás muy pronto los seres humanos, incluido las gentes que no saben ser seres humanos, puedan viajar entre las galaxias. Posiblemente entonces habrá muchos que puedan encontrar la respuesta de por qué "Minicho" ni pudo seguir ni quiso seguir... y, si Dios lo quiere, hasta podrán entender, quizás ya para siempre en algunos casos o quizás ya para nunca en otros casos, que cuando se tiene la compañía de un amigo (como "Minicho" por ejemplo) traicionarla con el abandono es todavía más atroz que la muerte misma. Por eso "Minicho" nos dio su despedida con un ligero maullido de agradecimiento por haberle podido dar un refugio cualquiera, aunque sea el refugio más humilde para un gato entristecido, y para decir adiós a quienes le quisieron hundir en el abismo de la soledad. Posiblemente eso mismo esté ocurriendo con millones de seres humanos. Lo cual hace cierta la idea de Eisntein: la estupidez humana no tiene límites.
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