El cancerbero de Vallehermoso. (Relato)
Publicado en Jul 21, 2011
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Aquel domingo canicular, la mañana se había vestido de fiesta y de toda la barriada de los Cuatro Caminos había acudido un gran gentío para ver jugar al Club Deportivo Vallehermoso contra el Real Madrid Castilla en el estadio de fútbol situado dentro de las instalaciones de la Avenida de Filipinas número 54. Allí, en medio del sofocante calor, las blancas camisetas de los aspirantes a jugar en el equipo de aquellos ya míticos Juanito Alonso; Marquitos, Santamaría, Lesmes; Muñoz, Zárraga; Joseíto, Pepillo, Distéfano, Rial y Gento... lucían como recién lavadas por el tan famoso detergente que se anunciaba por las emisoras de radio. Y es que Elena lavaba más blanco.

Pero en el terreno de juego no sólo existía el Real Madrid-Castilla sino todo un conjunto de muchachos con ansias de jugar, quizás algún día, en el equipo de Carabanchel. Muchos de ellos habían conocido los reformatorios juveniles y ahora, ya adultos, o eran carne de cañón para la cárcel carabanchelera o fichaban por el Club Fútbol Carabanchel Bajo para poder salir adelante como jóvenes con futuro. Allí, en el cìrculo central, el árbitro Lozano, uno de los más distinguidos jueces futboleros de la Regional de Madrid, daba ya el primer silbatazo. ¡Jueguen muchachos, jueguen!. Y los primeros pelotazos ya fueron señal de que los chavales del Deportivo Vallehermoso sufrirían un duro asedio. ¿Quién era capaz de soportar aquel fusilamiento que se parecía a la venganza de los falangistas contra los comunistas del final de la Guerra Civil del año 1939?.

Habia alguien que sí. Había alguien muy especial que estaba dispuesto a salir triunfador de aquella masacre futbolística. Era el cancerbero de Vallehermoso; un muchacho más bien bajito, algo pasado de peso para ser un portero como mandan los cánones del fútbol, pero con una gran esperanza de poder triunfar algún día.

En esto estaban sus pensamientos cuando el primer disparo a puerta llegó, lanzado como un bombazo de stuka, desde el eje central del área grande. El balón tomó impulso desde la misma bota derecha del número 8 rival y mientras hacía su parábola en el aire con destino a las redes del chaval, éste quedó por unos segundos indeciso. No sabía si lanzarse al vacío o esperar a que el esférico llegase a sus manos. Sus recuerdos eran ahora lo único que llenaba sus pensamientos. Aquellos días gloriosos jugados en el Deportivo Olímpico y aquel joven número 8, de tan sólo 17 años de edad, que siempre sonreía simplemente mientras el balón besaba, suave y templado, las redes del Estrella Olímpica.

¡Gol!. ¡Gol!. El número 8 del Deportivo Olímpico había abierto ya, una vez más, el camino de una nueva victoria sobre el eterno rival de los del Estrella Olímpica. Y mientras esto pasaba como un rayo de luz por la mente del cancerbero de Vallehermoso... un balón disparado por el 8 del Real Madrid-Castilla se acercaba... se acercaba... se acercaba...
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Foto del autor Jos Orero De Julin
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Descripción

Relato.

Palabras Clave: Literatura Relato Ficcin Realismo Conocimiento.

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Fanfictions



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