hopeless
Publicado en Jul 23, 2011
Llovía, y era como si el cielo se desquebrajara, se rompiera, sollozara.
Ella se sentía como el cielo, tan pequeña entra tanta magnitud, tan rota y destruida como las gotas que se estrellaban contra el suelo. Creyó que viendo las estrellas, encontraría el calor que tanto anhelaba, pensó que el también las estaría observando, tan soñador y soberbio como ella, pero solo encontró lluvia. Las estrellas no le sonreían, y el a ella tampoco. Seguramente dormía bien abrigado en los brazos de una muñeca. Se masacro pensando que aquello era lo mejor, que su felicidad tangible es el mejor obsequio que podría tener en su vida. Pero no le sirvió de nada entender que era feliz, ella lo quería a su lado, aunque tuviera que secuestrarlo y atarlo a un poste de hierro. Rió, ante su egoísmo, ante su pobre e inconcluso deseo, que nunca podría cumplirse. Estallo en lagrimas y ya no se sentía como el cielo, se sentía como esa persona que ha perdido todo. Volvió a mirar al cielo, rogando que un rayo le cayera encima. Grito que el mundo no era justo con ella. Les contó a las ramas de los árboles lo mucho que ella lo amaba. Pero el rayo nunca cayo, el mundo se rió de ella y las ramas no le contestaban.
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florencio
daih