Estimado caballero o estimada dama: muy buenos días tengamos todos y todas. He de señalar que los mozos de cuadra tienen todo el legítimo derecho de participar del mundo de la Literatura. Lo que es digno para un señor completo y para una completa señora es digno para un humilde que se encuentra, obligatoriamente, trabajando de sol a sol en las cuadras de algún marqués o algún señorito de esos de los grandes terratenientes. Mientras escribo para los mozos de cuadras también me siento parte de la sociedad humana.
Me despido de usted hasta siempre. Un cordial saludo.