Blancanieves, versin libre
Publicado en Aug 08, 2011
Blancanieves engañó, a varias generaciones,
una de ellas, fue la mía. Esa situación, me impone, desentrañar la verdad, evidenciar las razones del caso y exponer otras posibles versiones. La madrastra, no era cruel ni envidiaba su belleza, era una buena mujer, pero falta de entereza. Blancanieves, caprichosa, celosa de su papá, inventaba ¡cada historia! para hacerla quedar mal. Como no lo conseguía, entrada en la adolescencia, esa etapa de la vida que confunde la conciencia, se imaginó perseguida y una noche se escapó, La madrastra, preocupada, su marido había viajado, sin móvil, sin Internet, ni fijo, salió a buscarla. Se perdió en el bosque oscuro, tenía algunas manzanas en una cesta de mimbre, por si hambrienta la encontraba. En medio del bosque oscuro, tropezó con una rama y en un charco fue a parar, ella tan fina y tan blanca. Embarrada se durmió, a su cestita, abrazada, La despertó una canción que siete enanos cantaban apenas aclaró el día. Palas y picos llevaban, para sacar los diamantes de una mina clausurada, es lo que ella pudo oír, mientras se desperezaba. Marchó por la misma senda abierta por los enanos. Una casita pequeña, divisó, en medio de un claro. Por una ventana baja, la madrastra se agachó, y vio a su hijastra bailando sobre un pequeño sillón. Llamó a la puerta. Al abrir, Blancanieves, se asustó Llena de costras de barro, no era la que conoció. Salió dando alaridos. Una historia se inventó Que en una bruja malvada, la madrastra se trocó, la manzana envenenada que para ella preparó, Que un príncipe llegaría a darle el beso de amor Que la oportuna caída del ataúd, la salvó. Cuando el padre regresó, escuchó las dos versiones. La de su su mujer, creyó, no había muchas opciones. Sabía de Blancanieves, todas las fabulaciones. Ella cambió con el tiempo, como suele suceder. Hizo terapia grupal y fue una digna mujer.
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florencio