Antes de que sonara el último campanazo que indicaba la mejor hora de la noche
ya me habia ido, sin dejarte zapatilla...
 
Estuve contigo pero estuve sin ti,
la magia de este cuento escrito por brujas 
acabo en la hoguera de la memoria olvidada.
 
Eclipsas cualquier pesadilla, cualquier acorde
y finges ser el caballero en via de extinción
 jamás pedi que cambiaras, no te exigí demasiado
un par de bestiales susurros combinados con la dulzura
de un buen trago de sangre,
Inocencia, ingenuidad, llamalo como quieras
¡nunca te quedo el color azul!.
 
Abrazos ahogados,
como arrancabas de mi ser la vida en un eterno
beso que no permitia la mas minima inhalación 
poque perdia su esencia...
Pero todo ha sido una máscara, una oscura máscara
que colocaste cuando aún dormia mi realidad a tu lado,
¿para qué? ¿con qué fin?
Dejarme de nuevo inmolada en la luna, cual loca
persiguiendo estrellas cautivas.
 
Cinderella vestida de cristal
¿cómo se quebro la tela de tu traje y perforo tu pecho sin clemencia?
¿cuándo la carroza se convirtió en calabaza podrida,
los corceles en ratas de alcantarilla?
¿en que momento tu demonio padrino te paso la factura?
¡Asqueroso cuento con final placentero, ojala no te reescribieras
en mi piel, en mi camino, en mi recuerdo!