José + María = José María (Diario).
Publicado en Aug 16, 2011
Son cuatro tiempos diferentes, cuatro personas distintas, cuatro motivos singulares. Cuatro veces José más cuatro veces María supusieron cuatro instantáneas vivientes, fundamentales para conocer cuatro aspectos de la vida.
Primero fue José María "CE". Tiempos de Servicio Militar Obligatorio. Hablábamos del Teatro y de los significados del Teatro en las vidas de los seres humanos. Hablábamos, más allá del Teatro, de las diyuntivas de género. Para mi forma y manera de entender el estado natural es el deseable. O eres José o eres María es la única razón que yo esgrimía. Y en ese combate de espadas lo que no podía admitir -y aún sigo sin admitirlo- es compartir las indefiniciones. Por definición algo es algo y no lo contrario de algo. Yo sabía definirme con justicia en el espacio teatral y en el espacio real. Lo que realmente valía era la equivalencia de ser con querer ser. Un Ser Total como Dios me había significado. El otro era más bien escaso de conocimientos artísticos y por eso le especifiqué que en los tiempos de la mordaza yo me había atrevido a hablar bien alto y bien diferente a lo que entonces era la censura de las expresiones. ¡Quieto!. Expresión sincera. Desnudada la mordaza no tenía nada más que hablar con mi propia identidad autónoma e independiente -libetad condicionada siemrpe- salvo decir "quieto pues no iré más allá de la línea marcada por Dios". Sí. Claro que yo estaba de acuerdo con aquella expresión lógica; sabiendo la línea que a la vez separa y une al género masculino con el género femenino. No. La ambigüedad era un ofrecimietno como amistad y por eso dejé pasar los días sólo hablando de mitologías de aquellos dioses y aquellas diosas que se confundían en el Olimpo de sus existencias. Me dije a mí mismo que nunca jamás olvidaría que, en este mundo, el Sueño es mucho más importante que la ambigüedad genérica. Y que el Sueño de los ojos abiertos es mucho más valioso que el acto teatral de las inversiones. Por eso años más tarde escribí "El Juicio de José" y "La Carreta". Obras para explicar lo que significa el Cristianismo sin ninguna clase de equívocos de género. Segundo fue José María "PA". Ese tiempo significó la expresión firme y verdadera del buen compañerismo. Esa conducta que todos deberíamos buscar para crear un mundo mucho más perfecto y, desde luego, mucho mejor. Ya no era cuestión de Teatro ni cuestión de ambigüedad alguna; era, en medio de la música clásica de Chopin, Beethoven, Mozart y etcétera, una cuestiòn de plantear la amistad con la visión clara y rotunda de qué es lo que en realidad somos. Sin ceder el paso a las dudas, ser compañeros fue la mejor victoria que obtuvimos sobre los carniceros que acechaban a sus víctimas; tan carroñeros como para, por ejemplo, romper la armonía de una buena relación. Pero los dos nos manteníamos bien definidos: "para ser un buen compañero no sigas el paso a ciertos jefes siniestros". El día, la semana, el mes, los años... aquellos límites que deben respetarse para no ser traidores a la causa. ¿Cuá era la causa en aquel torbellino mundo de farsantes del sindicalismo pluridimensional, en technicolor, que tracionaba al amigo?. Mi causa era la de ser verdaderamente libre para saber elegir. Una u otra. Una era la Verdad y la otra era la Mentira. Y elegí la Verdad mientras el compañerismo seguía siendo el rumbo a seguir para mirar siempre al horizonte. Tercer José María. Él fue José María "FA". Tiempo de fe y de creencias. De ser cristiano sin capilla de separación. Las capillitas nunca fueron para mí signos de Cristiandad cuando el chismorrear de las palabras tracionan lo que debe sentir el corazón. Para mí el Cristianismo no se vive dentro de una ideología por muy sacra que la intenten disfrazar. Para mi amigo y yo (y ya no hablo de compañero sino de amigo) el Cristianismo es la propia vida, la propia esencia de nuestra existencia... en singular... siempre en singular... Y es por eso por lo que la dialéctica común la elevamos a las alturas con la máxima atención puesta al escucharnos. Pensamientos vivos donde las formas de incidir en las altas culturas pueden ser mucho más que simples conocimientos de culturas. Para ser mucho más que un número debemos prepararnos por si acaso esa esencia de nuestra existencia nos guía a los auditorios que se levantan para ejercitar el conocimiento más profundo de la amistad. Y el tiempo pasó para volver a empezar. El tiempo de ahora, el tiempo de hoy, el tiempo de siempre en presente. En este tiempo ubico a José María "PLE". Esa necesidad que me llega, de repente, a plantearme el sentir de esta lucha diaria que yo creo que es más, mucho más, que el simple sueño dormido. El nuevo Cristianismo es el Cristianismo de siempre. Rebasada la frontera del desconocimiento, muchos creen que dar señales de debilidad ayuda... y no... lo que ayuda es ser firme, fuerte, atrevido para no quedarse tumbado para siempre. Muchos creen que el ejercicio cristiano es una señal de ignorancia cuando ellos mismos no saben ni para qué vinieron al mundo. Se derrumba el compañerismo, se derrumba la amistad... pero no para destruír nada sino para crear el amor sin barreras y sin límites. El Amor de Jesucristo es ante todo Misericordia para con aquellos que necesitan. Seguir adelante. Ese el el eterno Principio de Vida que va más allá de las tumbas de quienes amaron más a la Muerte. Por eso desde ahora, desde este hoy que es siempre aquel ayer y será el mismo mañana, sigo predicando que el Amor es la Eternidad.
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