Con esa manera de mirar de frente
las cosas se vuelven un mayor misterio
pues en tus ojos descubro lo serio
que es darte un beso no aparente.
Estás tan dentro ya de mi mente
que mirarte es más que un imperio
conquistado sin soltar un improperio
pues son sólo palabras de amor ardiente.
En esta sueño lo único existente
es tu boca tan roja y tan ardiente
besando un misterio que está sin dueño.
Y en todo lo que hay en la corriente
suave noche en la que soy durmiente
tu eres siempre ese mismo sueño.