10.- El pozo (FINAL)
Publicado en Sep 23, 2011
"Esta tarde llamé a la puerta. Se acercaba el concierto y Ben no salía de la habitación. Era un momento clave para él, ya que sería el solista en la mayor parte de los cantos.
Por fin, en vista de que nadie abría, entré a la celda y lo encontré bajo la litera. •- Ben... ¿Qué sucede? •- No quiero ir.- declaró Ben con su voz infantil -no quiero cantar. •- Vamos, hoy es un día grande para ti. •- Por lo mismo, no quiero hacerlo. •- ¿Por qué? Es algo que esperaste todo este tiempo. Eugene no será el solista esta vez. Lo ayudé a salir de la cama con dificultades. Ben me dijo, muy afectado, y con lágrimas en los ojos. •- He visto a Alistair... dice que hoy voy a morir. Me sentí muy turbado al oír estas palabras. •- No es cierto Ben. Alistair no existe, ya te lo dije. •- ¡Aún lo veo! •- No le prestes atención. Nada va a pasarte. •- ¿Lo prometes? •- Lo prometo. No sabía cómo sentirme. Hace una hora, acababa de hablar con Eugene al respecto del pobre Ben. Hablamos junto al brocal del pozo en el segundo patio. •- Escúchame bien- me dijo -a la mitad del concierto, voy a arrojarme en este pozo. Intenté disuadirlo, pero me explicó. •- No va a pasarme nada, pero es preciso que lo haga. Para evitar la intervención de Alistair seré yo mismo quien complete el rito. Ben actuará como si se ahogara, le faltará la respiración y se desvanecerá. No hagas nada, impide que alguien intente reanimarlo. Cuando despierte, no podrá hablar, no te preocupes. •- ¿No tienes miedo Eugene? Puedes ahogarte. •- Vendrás a buscarme en cuanto Ben despierte. Si hemos hecho bien las cosas, saldré de ésta y habré logrado mi objetivo. Entonces dejaré todo esto de los Inmortales para siempre. Te lo juro. Llevé a Ben al concierto. Me coloqué a su lado y esperé el fatídico momento. Apenas me concentraba y no lograba cantar de forma debida. Vi a Ben ser aplaudido y ovacionado. Su voz era hermosa, no cabía duda. Hasta empecé a creer que nada de lo que había anticipado Eugene sucedería, pues todo marchaba bien. Fue entonces, que Ben calló de pronto. Se quedó allí de pie, inmóvil, y dejó de cantar. Se hizo un profundo silencio en el auditorio. Usted y todos los demás le llamaban pero yo sabía que él no los escuchaba. Vi claramente en su rostro, una mirada de terror fija en algún punto del auditorio. Sabía que estaba viendo a Alistair M. Escuché cuánto le costaba respirar, se volvió hacia mí y me clavó una mirada de angustia. Lo traté de sujetar pero cayó al suelo y todos lo rodeamos. Empezaba a amoratarse mientras intentábamos por todos los medios de que respirara. Fue el momento que usted llegó con los primeros auxilios para ayudarlo. Pero yo no estaba tranquilo. Eugene me había prometido que Alistair M. no intervendría... ¡pero Alistair estaba allí! ¿Acaso Ben iba a morir? Me abalancé hacia el chico y los aparté a todos con desesperación. Lo tomé por los brazos y lo sacudí, hablándole. •- Ben, despierta. No te rindas... no te desmayes. El chico parecía escucharme. En su mirada podía ver una violenta lucha interna. Me negaba a dejarlo ir. Con todas mis fuerzas grité en mi interior. ‘No permitiré que te lo lleves Eugene. No harás más daño, no tendrás su voz... ¡Antes tendrás que pasar por mí!' Entonces sucedió el milagro. Ben... empezó a respirar. Luego le sobrevino una tos que hizo a los paramédicos acercarse. Todos le veíamos con ansiedad. Por fin, Ben habló con voz trémula: •- Aquí estoy... Isaac. Me sentí profundamente aliviado. Ben estaba bien, nada malo le había ocurrido a él ni a su voz. Pero transcurrido el susto, me vino a la mente algo que me sobrecogió. Si Ben estaba bien ¿Qué había sucedido con Eugene? Fue cuando le insistí a usted que debíamos ir al pozo. Al principio no me hizo mucho caso, pero insistí tanto que me siguió con los paramédicos. El pozo era profundo y muy difícil subir por las paredes. Cuando vi cuán complicado fue preparar el rescate de Eugene, me pareció que todo aquello no había sido más que una locura que le había costado cara. Desolado, los vi sacando su cuerpo inerte. Me arrodillé junto a él, en un apagado sollozo. ‘¡Estúpido!' le gritaba en mis adentros ‘Mira lo que te has hecho'. Curiosamente, Los ojos de Eugene estaban abiertos y parecían mirarme, aún cuando ya no tenían vida. Se me clavaban como puñales, más decepcionados que indignados. Entonces me di cuenta de algo espantoso. ¿Y si hubiera simplemente obedecido sus palabras? Quizá Ben no podría hablar nunca más pero nadie habría muerto. Creo... que traicioné a mi mejor amigo." Isaac calló, como en espera de un castigo. El padre Juan, recuperándose de su impresión, lo miró apesadumbrado. •- Isaac, has estado mucho tiempo en un mundo de tinieblas. No eres responsable de los actos cometidos por Eugene, quien sin duda, fue influido por el Maligno. Sin embargo, has cometido grave falta al ser su cómplice y guardar silencio respecto a su conducta. •- Lo asumo. •- Isaac, debes permanecer en tu celda hasta que todo esto haya transcurrido. Estarás en ayuno; a pan y agua. Orarás lo que voy a indicarte. Estarás aislado dos semanas. •- Sí, padre. Confío en que con ello Dios me perdone. •- Por favor, no hables con nadie. Ni con Ben ni con Isaías, con nadie acerca de esto ¿Está claro? •- Lo prometo. El padre le dio una palmada en la espalda y lo invitó a salir. Luego lo vio alejarse por el convento, visiblemente preocupado. "Isaac, Eugene te abrió una puerta que jamás volverá a cerrarse. ¡Dios te proteja, Isaac, de todo lo que viene!" FIN
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Aquí está Elvira
MAVAL
tiene el sentido ideal para hacer de este relato un texto mas complejo
ahondando en su temática que pueden tener muchas aristas
donde siempre se da el choque de lo que se da en la linea del mal y el bien...y que de ello
es en realidad el motivo del que escribe...
bueno, pero al parecer quiene scribe lo tiene mas claro...que debe seguir haciéndolo
bien por eso!
abrazo!
Aquí está Elvira
Anna Feuerberg
Un saludo afectuoso,
Anna
Aquí está Elvira
Agradezco infinitamente tu visita, me has alegrado el corazón con tu llegada, amigo mío. Qué bueno tenerte de regreso.
Besos.
Antonio JImenez Villa
Hoy saque tiempo suficiente para leer todo lo que has publicado, me siento felis de serme participe de una buena narracion, eso si, espero que tu regreso sea definitivo.
ABRAZOS FINALES POR HOY.
ANTOIO J.
Aquí está Elvira
Aquí está Elvira
Abrazos mi querido amigo. Gracias mil.
Verano Brisas
sartre