el príncipe anarquista
Publicado en Oct 02, 2011
Prev
Next
p { margin-bottom: 0.21cm; }a:link { } Borís Wladimirovich se emborrachaba todas las noches en tugurios perdidos de la Buenos Aires de la segunda década del siglo XX. Un cochero amigo, el anarquista Luis Chelli, lo llevaba siempre en un estado de inconsciencia a su reducto, una triste pensión de inmigrantes en la calle Corrientes 1970. Borís tragaba vodka y ginebra y caña como buen ruso. Ahogaba así su tragedia, la muerte de su amor y el fracaso de la revolución rusa de 1905.
Borís era medico y biólogo, pero sobre todo un noble, el príncipe Borís Wladimirovich -igual que su camarada el príncipe Kropotkin- y muy rico, pero renuncio a su abolengo y dio su fortuna al movimiento anarquista al cual pertenecía. Borís sobrevivía pintando cuadros que vendía y con ese dinero se embriagaba hasta que Chelli lo transportaba de regreso a su habitación cantando canciones revolucionarias rusas, recitando poemas para un amor perdido.
Borís era un expropiador y quería editar un periódico en apoyo a la revolución bolchevique. Fue por el asalto frustrado a una casa de cambio que debió huir y más tarde fue capturado en Misiones donde desde el gobernador hasta los Ministros de la Nación querían charlar y fotografiarse con su presa, el príncipe anarquista -que como Kropotkin- renuncio a su fortuna y su abolengo para ponerse al servicio de la revolución, ser un hijo del pueblo, como reza el himno de los ácratas.
(el príncipe valiente
flamea
una bandera roja
una bandera negra
un amor plebeyo
un corazón herido
una bomba
para hacer saltar
por los aires
la sociedad burguesa.
el príncipe valiente
vomita
bilis
y venganza
en sus noches
de borracho
y prisionero.
Perez Millan
pago con su vida
por Kurt Wilkens.
el príncipe valiente
muere
lentamente
en una oscura prisión.
y este pobre poeta roba
una frase en su homenaje:
bomba, bomba,
el amor
es una atentado anarquista)
Página 1 / 1
Foto del autor facundo aguirre
Textos Publicados: 713
Miembro desde: Dec 24, 2008
2 Comentarios 685 Lecturas Favorito 1 veces
Descripción

Borís Wladimirovich se emborrachaba todas las noches en tugurios perdidos de la Buenos Aires de la segunda década del siglo XX. Un cochero amigo, el anarquista Luis Chelli, lo llevaba siempre en un estado de inconsciencia a su reducto, una triste pensión de inmigrantes en la calle Corrientes 1970. Borís tragaba vodka y ginebra y caña como buen ruso. Ahogaba así su tragedia, la muerte de su amor y el fracaso de la revolución rusa de 1905. Borís era medico y biólogo, pero sobre todo un noble, el príncipe Borís Wladimirovich -igual que su camarada el príncipe Kropotkin- y muy rico, pero renuncio a su abolengo y dio su fortuna al movimiento anarquista al cual pertenecía. Borís sobrevivía pintando cuadros que vendía y con ese dinero se embriagaba hasta que Chelli lo transportaba de regreso a su habitación cantando canciones revolucionarias rusas, recitando poemas para un amor perdido. Borís era un expropiador y quería editar un periódico en apoyo a la revolución bolchevique. Fue por el asalto frustrado a una casa de cambio que debió huir y más tarde fue capturado en Misiones donde desde el gobernador hasta los Ministros de la Nación querían charlar y fotografiarse con su presa, el príncipe anarquista -que como Kropotkin- renuncio a su fortuna y su abolengo para ponerse al servicio de la revolución, ser un hijo del pueblo, como reza el himno de los ácratas. (el príncipe valiente flamea una bandera roja una bandera negra un amor plebeyo un corazón herido una bomba para hacer saltar por los aires la sociedad burguesa. el príncipe valiente vomita bilis y venganza en sus noches de borracho y prisionero. Perez Millan pago con su vida por Kurt Wilkens. el príncipe valiente muere lentamente en una oscura prisión. y este pobre poeta roba una frase en su homenaje: bomba, bomba, el amor es una atentado anarquista)

Palabras Clave: Borís Wladimirovich se emborrachaba todas las noches en tugurios perdidos de la Buenos Aires de la segunda década del siglo XX. Un cochero amigo el anarquista Luis Chelli lo llevaba siempre en un estado de inconsciencia a su reducto una triste pensión de inmigrantes en la calle Corrientes 1970. Borís tragaba vodka y ginebra y caña como buen ruso. Ahogaba así su tragedia la muerte de su amor y el fracaso de la revolución rusa de 1905. Borís era medico y biólogo pero sobre todo un noble el príncipe Borís Wladimirovich -igual que su camarada el príncipe Kropotkin- y muy rico pero renuncio a su abolengo y dio su fortuna al movimiento anarquista al cual pertenecía. Borís sobrevivía pintando cuadros que vendía y con ese dinero se embriagaba hasta que Chelli lo transportaba de regreso a su habitación cantando canciones revolucionarias rusas recitando poemas para un amor perdido. Borís era un expropiador y quería editar un periódico en apoyo a la revolución bolchevique. Fue por el

Categoría: Poesía

Subcategoría: Poesía General



Comentarios (2)add comment
menos espacio | mas espacio

Eduardo Fabio Asis

con las bombas
que Borís ha arrojado
el pueblo entero está unido
y grita de corazón
viva Borón, viva Borón.

Imitemos el ejemplo
de ese varón ruso
y siguiendo su camino
gritemos de coracín... viva Borón, viva Borón.
Responder
October 02, 2011
 

facundo aguirre

jejejejejejejejejejejejeje
Responder
October 02, 2011

Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.

busy