Msica y Libertad (Reflexiones).
Publicado en Oct 04, 2011
Muchas personas buscamos, al escuchar una música que nos llega al sentimiento, el alcance de lo que podríamos señalar como la libertad de las emociones. ¿Existe alguna otra libertad más grande que la libertad de las emociones?. No es necesario ser un divo o una diva de la música para poder sentir dicha libertad... e incluso, a veces, nos hemos atrevido a tocar la guitarra o el piano para construír nuestro propio estilo de libertad. Esos acordes que nos salen del alma, que no tienen registros ortodoxos ni se someten a ninguna partitura musical concreta o académica. No digo yo que, en esos casos, nos transformamos en músicos... pero sí que nos convertimos en artistas de nuestra propia alma.
Recordando a Kurt Cobain, el cantante, compositor y guitarrista de la prominente banda grunge Nirvana, muerto el 5 de noviembre de 1994, me viene al pensamiento la frase que estoy leyendo mientras tomo café: "La música es sinónimo de libertad, de tocar lo que quieras y como quieras, siempre que sea bueno y tenga pasión, que la música sea el alimento del amor". Me ha sucedido en algunas ocasiones que, sintiendo el deseo de amar la Libertad, he encontrado en mis caminos una guitarra o un piano y he tenido ganas de expresarlo a través de la música. Sé que no he estudiado nunca música pero en esas ocasiones la música se me ha introducido tanto en el alma que, fuera de todo contexto academicista, he sacado algunas notas como mejor me ha dictado el corazón. Y es que, aunque algunos crean que el Arte se debe medir por el total de conocimientos teóricos que tengas sobre el Arte, la mejor manera de expresarlo es intentar introducirte en su alma. La música es Arte como lo es la pintura, la literatura o el teatro por poner algunos ejemplo. Y lo mismo que pintamos tal como sentimos, escribimos tal como pensamos y actuamos tal como somos (si es que deseamos ser verdaderos) la verdad de la Música se encuentra en la Libertad que tengas para sentirla dentro de ti. Existen canciones que se quedan para siempre ne nuestro pensamiento (a veces hasta recordamos parte del contenido de sus letras) porque, en su momento, despertaron en nuestra alma un sentimiento de amor, de soledad, de alegría, de tristeza, de una especia de sentido superior que nos ha hecho soñar con que somos los héroes de nuestras propias existencias. ¿Y cuál es la máxima realidad de nuestras existencias?. Para mí, y lo digo sin complejo alguno, la máxima realidad de mi existencia es seguir siendo siempre el mismo que soy, y lo digo en presente aunque algunos no quieran comprenderme -lo cual a mí no me interesa discutir- a los 18 años de edad. Sé que he crecido pero sé que sigo siendo el mismo cuando entro a formar parte de mi Sueño. La Libertad de ser lo que deseamos ser es la máxima experimentación que tenemos a lo largo de nuestras existencias cuando nuestras existencias dejan de ser el polvo del pasado y se convierten en la realidad de un presente que va mucho más allá de las apariencias y que te transforman no sólo en lo espiritual sino incluso en lo físico y lo material. Quizás alguno crea que ese tipo de Libertad es una locura ilógica. Pero yo les diría a todos los escépticos si no es locura haber envejecido el alma hasta el grado de haberse convertido en seres desubicados de la verdadera vida creativa. La creatividad es eso: por ejemplo sentir el Arte (en este caso la Música) como la expresión fija y constante de nuestra manera de ser. Quien sonríe es quien mejor vive. No hablo de la música sin sentido -de la cual mucho ha abundado incluso en grandes cantantes o grupos musicales y no quiero nombrar ahora a ninguno de ellos porque da igual nombrarlos o dejarlos en el olvido- sino de esa música que nos hace tomar la guitarra y rasgar sus cuerdas hasta expresar lo que estamos sintiendo, o sentarnos ante el piano y tocar sus teclas hasta decir quiénes somos o, incluso, arrancarse a cantar cualquier letra espontánea o cualquier letra nunca olvidada para explicar la cantidad de juventud que estamos viviendo. Leo otro pensamiento de Kurt Cobain: "Creo que puedo, sé que puedo". Supongo que esta misma frase la han dicho muchos otros seres humanos, muy famosos, poco famosos o incluso nada de famosos, pero yo, ahora, casi a las once de la noche -mientras las estrellas ya lucen en el firmamento- la hago mía propia para decir que sí... que puedo ser artista y sé que puedo ser artista. Y a falta de guitarra, a falta de piano y a falta de trompeta... me libero de las ataduras de los envejecidos prematuramente escribiendo... sólo escribiendo... nada más y nada menos que escribiendo... mientras me resuena en la mente una canción lejana: "
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