Un corazn vaco pesa demasiado.
Publicado en Oct 10, 2011
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diesel, tienes 0 mensajes nuevos | has ya visto los últimos textos de tus amigos? Ultimos Textos Tags / Temas Textos Favoritos Buscar Info » por diesel » 0 comentarios Tags » reflexiones » sentimientos » pensamiento » conciencia » realidad » verdad » cristianismo El escritor Jaime Fernández Garrido, de Ourense, narra en uno de sus libros una historia basada en un hecho totalmente verídico y real que, por la trascendencia que tuvo, se hizo noticia en el mundo entero. La historia real (aunque parezca ciencia ficción) es la siguiente: "Era de noche. Una mujer permanecía de pie, sola en medio de un gran temporal de lluvia y frío, con su coche averiado en una de las carreteras del estado de Alabama, en los Estados Unidos. Completamente mojada, desesperada y casi enferma, esta mujer de raza negra hacía señales a los coches que pasaban para que pudieran socorrerla, pero parecía no importarle a nadie. Era al principio de los años 60. De repente, un joven blanco paró para ayudarla. Daba la impresión de que a este joven no le importaban las ideas de segregación racial de aquella época, ni los conflictos que existían entre las razas. Él paró, buscó un mecánico, y un taxi para que la mujer pudiese volver a casa. Ella se marchó muy deprisa, sin decir ni una sola palabra... sólo anotó rápidamente la dirección del chico para agradecerle su ayuda. Siete días después, llamaron a la puerta de la casa del joven, y le entregaron un televisor en color bien grande con una nota que decía: "Te agradezco muchísimo que me hayas ayudado... estaba realmente desesperada, y tú apareciste. Con tu ayuda pude llegar a donde estaba mi marido antes de que él falleciese. Estaba muy mal y sabía que le quedaban muy pocas horas de vida. Dios te bendiga. Sinceramente, la señora de Nat King Cole". La historia dio la vuelta al mundo porque el esposo fallecido era nada más y nada menos que el entonces muy famoso y célebre cantante de etnia negra Nat King Cole (famosísimo en el mundo entero en los años 50). Paso ahora a mi siguiente reflexión: Todos tenemos un "ego". Un "ego" que forma parte intrínseca de nuestra condición humana. Y es bueno alimentarlo bien y en su justa medida, porque para querer a los demás primero hay que quererse a sí mismo (con el equilibrio bien justo). Eso es, además, señal de buena autoestima. El problema existe cuando el "ego" se dispara enormemente y se convierte en la enfermedad del egoísmo que consiste en no querer a nadie salvo a sí mismo. El egoísta, entre otros muchos problemas, se queda con un corazón vacío. Y de todos es sabido que un corazón vacío pesa mucho, demasiado, y produce intenso dolor haciendo del egoísta un ser infeliz. Fue el mismísimo pintor de cuadros Vicent Van Gogh quien dijo en cierta ocasión: "Cuando más vivo, más me doy cuenta de que no hay nada más verdaderamente artísitico que amar a las gentes". Sé artista tú también. Quiérete a ti pero ama también a los demás y nunca tendrás un corazón vacío, enormemnte pesado e imposible de soportar. El joven blanco que ayudó a la esposa de Nat King Cole es un ejemplo vivo de falta de egoismo y corazón sano y ligero... Sigamos razonando. Reflexionar sobre las acciones que realizamos nosotros mismos, tanto si somos hombre como si somos mujer, significa, principalmente, dos cosas muy importantes. La primera de ellas es que tenemos conciencia y la segunda es que podemos saber usar dicha conciencia. Si alguien ve una necesidad ajena puede realizar tres actos de conciencia: la negativa (no ayudarle), la neutra (no le importa ni ayudar ni no ayudar y por eso pasa del problema) y la positiva (ayudarle sin tener en cuenta el color de su piel, o sea, su etnia). La conciencia domina nuestra manera de ser y no al revés (como piensan algunos sabios de este mundo tan ególatra y equivocado). Afirmo que es la conciencia la que nos hace nuestra manera de ser y no nuestra manera de ser la que hace que tengamos una de las tres conciencias antes citadas. Porque para tener una manera de ser es necesario, antes de ello, tener conciencia de quiénes somos. Y esto abarca a todos los seres humanos del planeta. Quienes carecen de base suficiente para tener una conciencia positiva se encuentran con un corazón vacío. Muchos pueden creer, quizás engañándose á sí mismos, que un corazón vacío se puede soportar fácilmente. Grave error. Se equivocan en la totalidad de su pensamiento sobre este tema. No existe un corazón más pesado y más difícil de soportar que el que se encuentra vacío... porque un corazón vacío, a la larga, siempre lleva a un callejón sin salida en nuestra forma de vivir y, por consecuente (ya que ambas cosas van unidas) en nuestra manera de ser. He visto a hombres bambolearse agarrados a las barras de los clubs nocturnos. Y eso se debe a que, al llegar las noches, aparece nuestra conciencia individual que nos dice qué clase de corazón tenemos. Quienes tienen el corazón lleno de positivismo no necesitan cargar su cuerpo de copa tras copa y tras copa de licor. Son quienes se encuentran con un corazón vacío quienes no ven otra forma de salir del callejón sino refugiándose en el club nocturno e intentar llenar su corazón vacío como si se tratara de rellenar su cuerpo de copa tras copa y tras copa. Esa manera... ¿conduce a llenar un corazón vacío?. Si usamos un sólo gramo de la inteligecnia humana descubrimos que no. Que el corazón vacío no puede llenarse sino a través del sentimietno amoroso. Algunos hay que se quejan de no tener, a su alrededor, ninguna persona que les ame. ¿Se han mirado primeramente cómo tienen su corazón?. Esa es la pregunta inicial que todo ser humano -hombre o mujer- ya en edad de comprender la síntesis de la vida debe hacerse. La respuesta siempre está en los demás o, mejor dicho, en cómo actuamos con respecto a los demás. La diferencia entre un corazón vacío y un corazón lleno es que el corazón vacío pesa tanto que no podemos llenarlo con nada... mientras que el corazón lleno puede ser de dos clases: lleno de odio o repleto de amor. Elige y sé feliz con lo que eliges... si es que puedes saber y distinguir qué es un corazón feliz y qué es un corazón desgraciado. Entre el amor y el odio está la diferencia shakesperiana, cervantina, o cualquier otra característica literaria y a la vez social con la que desees llamar a tu corazón. Pero, desde luego, el corazón vacío es el más pesado de todos
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