Comunicacin interpersonal en la pareja (Ensayo) -17-
Publicado en Oct 18, 2011
- Claves para el entendimiento de un proyecto común
Capítulo 17: Ejes prioritarios de la educación de los hijos. 17.1.- Expectativas paterna y materna. 17.2.- La primera ilusión. 17.3.- Vocación, orientación y decisión profesional. 17.4.- Familia y resultados escolares. 17.5.- Los irreparables daños de la escasa formación. 17.1.- Expectativas paterna y materna. Ante este asunto la primera pregunta que hago es, de carácter general y salvando las excepciones, ¿qué esperamos los padres y las madres de nuestros hijos?. Aquí la cuestión atañe tanto a los padres y madres que profesan el Cristianismo como los que no lo profesan. En este sentido... ¿estamos siendo justos con nuestros hijos e hijas cuando el padre desea que sus hijos alcancen el más alto rango militar o que sean de los principales banqueros del mundo mientras sus hijas alcanzan la fama y se hacen estrellas de Hollywood?, ¿estamos siendo justos cuando la madre desea, con toda ansiedad, que su hija se case con un príncipe para ser princesa y que su hijo alcance el grado religioso de arzobispo o cardenal por lo menos?. ¿Estamos proyectando nuestras aspiraciones frustradas en ellos?. ¿Nos estamos dejando llevar por el error de creer que nuestros hijos e hijas deben ser la prolongación de nuestros sueños o estamos dejando que sean lo que ellos y ellas aspiran a ser algún día en su futuro y que no tiene por qué ser, en todos los casos, el futuro que nosotros deseamos sin tener en cuenta lo que ellos desean?. Me viene a la memoria un trágico suceso acontecido en alguna parte de la Tierra y que llegó a ser el argumento de una película que conmovió a todos los que la vieron. Resulta que era una familia que de toda la vida habían sido, por generaciones enteras, famosos abogados todos los varones. El padre del joven protagonista del suceso se esforzaba en que éste siguiera, a como diese lugar, la carrera de Derecho para ser otro famoso abogado como era él y habían sido el abuelo y el bisabuelo. El joven se negaba a ser abogado y no quería estudiar otra cosa sino arte escénico porque su deseo más profundo era ser payaso de circo. Aquella idea era insoportable para el orgulloso padre de familia que le propuso a su hijo que, a cambio de que dejara de pensar en ser payaso de circo, si sacaba la carrera de abogado le compraba una moto de la mejor marca y actualidad del mercado. El joven veía cómo sus anhelos de ser payaso de circo se venían abajo por culpa de su padre y decidió estudiar en la Universidad la carrera de abogado. Durante toda la carrera universitaria fue el mejor en los estudios, el número 1 de su promoción, tenía una novia guapa, millonaria e inteligente, y multitud de amigos y amigas. Parecía ser el chico más dichoso y afortunado del mundo y, además, cuando terminó los estudios siendo el número 1 de su promoción el padre cumplió con su promesa y le regaló la moto. En esos momentos el padre y la madre tuvieron que salir a una fiesta y le dejaron solo en casa. Al regresar a su domicilio encontraron al muchacho ahorcado. Se había colgado de una viga subiéndose en la moto y había puesto una nota que decía: "Papá, muchas gracias por la moto pero a donde me voy no la necesitaré". Tragedia real. Esto puede ser factible en cualquier momento con alguno de nuestros hijos o hijas si les obligamos a renunciar a sus anhelos. Aquel muchacho sólo era feliz haciendo reír a los demás a través del noble oficio de payaso de circo pero el orgullo del padre, que pensaba que sería una "mancha en el honor familiar", le llevó al suicidio. Para meditar. Para pensar profundamente. ¿Qué opina el experto en psicología familiar Pepe López sobre este asunto?. De él he encontrado un texto muy interesante y lo acompaño con los comentarios que suscitó: "Cuenta una leyenda mitológica griega que el rey Pigmalión esculpió una estatua con la figura ideal de la mujer. A Pigmalión le gustó tanto su obra que quiso que se convirtiera en un ser real. El deseo fue muy fuerte e hizo todo lo que pudo para conseguirlo. Pidió ayuda a Venus Afrodita, la diosa del amor, la cual colaboró en que su sueño se hiciera realidad. Así nació Galatea, su mujer ideal. Cuando alguien anticipa un hecho, existen muchas probabilidades de que se cumpla. A este fenómeno en Psicología Social se le llama: "realización automática de las predicciones"; también se le conoce como "El Efecto Pigmalión, o la profecía que se cumple a sí misma". Existen muchos estudios de pedagogos y psicólogos que confirman este hecho, entre ellos el de Rosenthal. Éste dio a los profesores de una escuela una relación de alumnos y les dijo que tenían una capacidad superior, sin embargo, todos habían sido elegidos al azar. Este grupo realizó más avance intelectual que el resto. El profesorado esperaba mejores resultados y los tuvieron, con lo que la profecía estaba cumplida. "El Efecto Pigmalión" requiere de tres aspectos: creer firmemente en un hecho, tener la expectativa de que se va a cumplir y acompañar con mensajes que animen su consecución. Este fenómeno se da cuando hay relaciones de dependencia entre las personas: padres e hijos, profesores y alumnos... El por qué sucede, estaría relacionado con una energía sutil que las personas somos capaces de enviar a otras; también interviene la que pone en marcha el chico para adaptarse a lo que se espera de él y, así sentirse tenido en cuenta, positiva o negativamente. Conviene revisar nuestras expectativas, pues, a veces, actuamos de forma contradictoria. Por ejemplo, le decimos al hijo que estudie, pero creemos que no lo hará, dado que lo hemos intentado muchas veces. Ese proceso ha estado salpicado con frases del estilo: "Así no aprobarás; no haces más que ver la televisión". Sin darnos cuenta, estamos colaborando en que el hijo cumpla lo que pensamos. Lo que los padres y las madres esperamos de los niños y niñas tiende a cumplirse. Por tanto, necesitamos tener expectativas constructivas que les permitan sacar lo más brillante de ellos mismos y desechar las negativas, pues les llevan a la degradación y a la merma personal. Chema, 29 de marzo de 2011: "Creo que a veces no somos conscientes del gran efecto pigmalión que tenemos los padres sobre los hijos, tanto para bien, como para mal. El uso de las etiquetas del tipo "este niño es un poco malo", o "es muy vago", nos dan una idea de las expectativas que estamos creando". Juliana Gómez, 22 de julio de 2011: "Hola, Soy Juliana Gómez. Toda expectativa influye. Por lo cual hay que erradicar de nuestro léxico y aptitud la anteposición negativa que colocamos para llegar a algo positivo. No es fácil. Es más de crear este tipo de cultura, de corregirnos unos a otro cuando decimos o hacemos algo negativo como: ¡No, No tengo dinero!. Es mejor decir: El dinero que tengo me alcanza para.... Será en otra oportunidad" Mariana, 11 de agosto de 2010: "Estoy haciendo un trabajo sobre las expectativas que tienen los padres sobre los hijos y los hijos sobre los padres y qué es lo que sucede cuando se rompen... podrian ayudarme con mas comentarios o comentarios actualizados sobre lo que les ha sucedigo en este ultimo tiempo, ¡¡¡muchas gracias!!!. Victoria, 27 de agosto de 2010: "Hola ..te cuanto..soy de Chile y estoy haciendo mi proyecto de tesis estudio psicopedagogía y se enfoca en algo similar a lo que estás haciendo, el título es "Percepciones que tienen los adolescentes de sus padres hacia ellos y cómo éstas afectan el ámbito académico"; por ejemplo quiero investigar si los adolescentes entre 13 y 14 años sienten algún tipo de presión sobre ellos para sacar buenas calificaciones y cosas por el estilo, o si las expectativas de los padres influyen positiva o negativamente en ellos en cuanto a su rendiemiento escolar. Si tienes tiempo para darme datos de autores o algun tipo de investigación acerca del tema te lo agradecería mucho o cualquier dato que tengas sería genial. Espero que te vaya bien con tu trabajo igualmente. Mi correo esta adjunto a este mensaje. Adiós". Camila, 8 de septiembre de 2010: "hola, mi nombre es Camila, y estudio pedagogía general basica, estoy realizando mi tesis sobre la vulnerabilidad de la familia y el rendimiento escolar; uno de los puntos de interés son las expectativas de los padres hacia sus hijos, bueno en este momento estoy realizando un instrumento, y me gustaría saber si me puedes ayudar, con información o algo, de antemano muchas gracias y espero contar con tu apoyo, un abrazo y mil buenas energias para ti. Pepe López, 14 de abril de 2010: "La motivación es un elemento muy esencial, en el ser humano pues despierta el interés y lo incita a participar o desempeñarse cada vez mejor en su entorno. Es por eso que como seres humano y persona hay que animar a los niños, aplicando una disciplina asertiva y no reprochándoles y diciéndoles frases negativas, que solamente lo frustrarán". Maria, 30 de noviembre de 2009: " Mi caso es diferente en el papel de hija. Tengo 23 años y estoy muy marcada por las expectativas que tienen mis padres de mi vida. No se si se aplica a este caso porque habla más de niños. En mi caso particular no salió nada positivo del asunto pues esas expectativas fácilmente se tornan presiones y al final no logran hacer nada. En sí también depende de la familia mi padre es muy duro con el tema del estudio y toda mi vida "Maria ponte a estudiar" lo lograron si estudiaba pero a costa de mi salud mental, y creo que más importante es mi salud mental. A parte esas presiones implicaron en mi vida de no saber que quería hacer ni que quería ser y mientras más presiones menos sabía y encima me hacian sentir incapaz de hacer otras cosas. Hoy sigo en la misma situación y las palabras duras se convirtieron en humillaciones, y no me parece que sea lo correcto. Tengan cuidado, no es cuestión de crearles una vida a sus hijos, pretender que la sigan al pie de la letra. Saludos". José Luis, 8 de septiembre de 2004: " Una anécdota que le ocurrió a la hermana de una amiga puede "aportar" un poco más en alguno de los factores que hacen que se produzca el "Efecto Pigmalión". En este caso una niña de unos 8 años sorprendió a toda la familia porque de un desinterés habitual y tradicional hacia la escuela, los libros, el estudio,... pasó de repente a un interés desmesurado por todo ello. Mi amiga indagó qué estaba ocurriendo y también le preguntó a su hermana. Esta le dijo con total naturalidad que habían cambiado de maestra por unos meses; que la anterior los colocaba en el aula según "sus capacidades" y a la hermana de mi amiga siempre la situaba en los sitios de las "menos capaces" y que por ello no se molestaba en hacer nada de la escuela; que la nueva los había colocado según sus apellidos (la niña no lo sabía) y había coincidido que su nuevo sitio en el aula correspondía con el anterior de las "más capaces"; y que por todo ello la niña ahora sí que estudiaba, leía, trabajaba,... porque pensaba que la nueva maestra la estaba valorando como "muy capaz" de estudiar, responsabilizarse, trabajar...". Educadora de nivel primario, 15 de julio de 2007: " Es muy importante que como maestro y como padre no marquemos a un niño por sus habilidades, ya que si un niño es más hábil que otro no es porque es más inteligente, sino que aquí entra en juego la motivación que cada uno ha recibido, porque todos somos capaces de llegar a realizar muchas actividades. La motivación es un elemento muy esencial, pues despierta el interés del niño y lo incita a participar o desempeñarse cada vez mejor en su entorno. Es por ello que como padres o educadores debemos animar a los niños, aplicando una disciplina asertiva y no reprochándoles y diciéndoles frases negativas, que solamente lo frustarán. Recordemos que los hijos necesitan de una persona que los ayude y los anime a cumplir sus metas y quiénes mejor que los padres que les pueden brindan su apoyo, amistad y sobre todo su amor. Seamos asertivos y pensemos muy bien en las acciones y palabras que diremos a lo niños antes de hacerlo". Desde Méjico, una tal Caléndula escribe lo siguiente en Internet: "Las expectativas de los padres no siempre se cumplen. Todos los padres, de forma más o menos consciente, tienen expectativas sobre sus hijos. En principio, todas ellas positivas. La mamá mira al bebé y piensa en cuánto peso habrá ganado durante la semana, el papá en qué pronto se lo llevará a descubrir mundo. A no ser padres con mentes muy negativas, todos viven con ilusión la venida y crecimiento del hijo. Pero la realidad de la vida es otra; no es que la primera no exista, sino que también incluye situaciones imprevistas de todo orden. Los padres se sienten tristes si los hijos no cumplen sus expectativas. Puedo observar una y otra vez a los padres y madres cuando llegan a la consulta con sus hijos; sus caras reflejan esperanza o cansancio, desencanto o indignación y demás sentimientos relacionados con el problema que les trae. Quieren mucho a sus hijos y se han esforzado por ellos, pero ahora vienen buscando el manual de instrucciones para resolver alguna cuestión que les supera. Cuando aparece una situación no prevista, no tiene por qué ser un problema, puede convertirse en un problema dependiendo de cómo se maneje. El hecho es que suele generar disgusto porque no formaba parte del repertorio de expectativas asumibles por los padres. La actitud de los padres ante la situación sí es determinante para convertirla en un problema o en una oportunidad para crecer juntos. Las situaciones que presenta la vida, y en este caso los hijos, son las que son; al calificarlas como buenas o malas suele depender de lo que signifique para cada uno y de las consecuencias que se deriven de ella. Unos padres que contaban con titulación superior lamentaban que ninguno de sus cuatro hijos había tenido predisposición para cursar estudios universitarios. En la conversación me explicaron que contaban con unos ahorros para que los hijos pudieran estudiar en cualquier universidad que desearan, incluidas las de otros países. Se sentían desilusionados y pensaban de sus hijos que eran unos desagradecidos, ya que no sabían valorar la oportunidad que ellos les habían ofrecido. El hecho de que estos hijos no estudiaran en la universidad, en principio no es bueno ni malo; si acaso, sería más importante saber el porqué no continuaron sus estudios. Pero la cuestión es que los padres tenían unas expectativas sobre los hijos que les parecían lógicas y daban sentido a sus vidas, y éstas no se cumplieron. Cuando una expectativa no se cumple, se experimenta frustración, y los sentimientos que se generan siempre son negativos y nos llevan a sufrir algún tipo de consecuencias. Nos predispone a relaciones negativas. El trato de un padre frustrado con su hijo no es el mismo que si éste hubiera cumplido sus expectativas. Por regla general, las expectativas siempre condicionan la forma de relacionarse las personas. Si crees que tu hijo no es capaz de realizar una determinada cosa, muy posiblemente no se te ocurrirá proponérsela. Simplemente tenemos que observar una familia cualquiera con varios hijos para comprobar cómo los padres los tratan de manera desigual (aunque aseguren lo contrario). Al preguntarles por las expectativas que tienen sobre ellos, se pondrá de relieve que éstas se encuentran directamente relacionadas con el tipo de relación que mantienen con cada hijo. Responsabilizamos al otro de nuestros sentimientos negativos. Siempre está latente la tendencia de buscar un culpable al sufrir una frustración, haciendo juicios y valoraciones injustas hacia la otra parte. Después de lo dicho anteriormente, uno se pregunta: ¿es conveniente tener expectativas? Por supuesto que hay que tener expectativas, pero siempre que sean positivas para el desarrollo de nuestro hijo. Una expectativa de confianza en sus capacidades para enfrentarse a una situación nueva le reforzará la seguridad en sí mismo; en cambio, todas aquellas expectativas que esencialmente son proyecciones de los padres hacia sus hijos, están abocadas a crear conflictos en el hijo y en las relaciones de éste con los padres. Las expectativas que los padres tienen sobre los hijos no siempre se manifiestan explícitamente, pero en la mayoría de los casos se intuyen de forma subliminal, de tal manera que en los hijos se despiertan sentimientos y actitudes que les disponen a colaborar o a enfrentarse con las figuras de autoridad, a ser estimulados para superarse o a caer en el desánimo." Personalmente yo conozco un caso (no voy a citar nombres para no ofender su dignidad) en el que tanto el padre como la madre llegaron a creer, o a desear mejor dicho, que su primer hijo varón era un genio; uno de esos niños especiales que destacan tanto por su genialidad que hasta le pusieron a estudiar los primeros cursos de bachillerato con niños de uno o dos años mayores a él. Deseaban profundamente y con una ansiedad inusitada que ese primer hijo varón no sólo fuera un genio increíble sino persona de ejemplar conducta como líder de los otros hijos del matrimonio. El resultado final fue un fracaso... porque aquel primer hijo varón era un gran estudiante, sabía defenderse muy bien en la vida pero no era ningún genio precisamente y, por ello, desvió su camino hacia el abandono de los estudios (no llegó a terminar el Bachillerato), se dedicó a salir de farras y fiestas con amistades muy poco deseables, quería incluso ser un boxeador porque alguien le había mentido diciendo que sería el sucesor de Luis Folledo (púgil muy conocido entonces en Madrid)y su ego quedó en estado superlativo mientras fracasaba precisamente en lo que sus padres habían deseado, convirtiéndose en "rebelde con causa". El sentido opuesto era el de otro de sus hermanos al cual no le exigieron ser genio de nada pero tenía en su interior ciertos dones dados por Dios (todos los dones que tenemos nos vienen directamente de Dios y no de los deseos de los padres y las madres), terminó los estudios de Bachiller, se puso a trabajar mientras conocía el mundo y terminó por ser un alumno destacadísimo en la Universidad. No importa saber de quiénes me estoy refiriendo sino descubrir que en el interior de cada hijo y de cada hija existe un universo de pequeños sueños y, en algunas ocasiones, de Sueños Grandes. Es necesario, por tanto, saber hablar con nuestros hijos e hijas para conocer ese interior, esos pequeños sueños y Grandes Sueños y, de esta manera, saber aplicar bien nuestras expectativas sobre ellos y ellas para que consigan triunfar. Sólo de esta manera conseguiremos que, además de cumplir con sus sueños, también lleguen a esforzarse por cumplir nuestros deseos en la medida de lo que les es posible. 17.2.- La primera ilusión. Estando trabajando yo en el Banco Hispano Americano de Madrid, en su Oficina Principal, mientras estudiaba Periodismo en la Universidad Complutense madrileña, se me ocurrió llevar a cabo una Encuesta con mis compañeros y compañeras de trabajo. La pregunta que debían contestar era ¿qué querías ser tú en tu primera infancia?. Todas las contestaciones, tanto de los hombres como de las mujeres, daban a entender que la primera ilusión de cualquier niño o niña, antes de llegar a la pubertad, es siempre ser algo que tenga aventura, magia, interés... y por eso nadie me contestó con "empleado de Banca" sino cosas como torero, artista, astronauta, princesa, modelo, aviador, periodista, escritor, poeta o poetisa... incluso, como cité en el punto anterior, payaso de circo o hasta señora de pueblo. Nadie, absolutamente nadie, me contestó "empleado de Banco" cuando la Encuesta estaba dirigada solamente a los empleados y las empleadas de Banco. ¿Qué significa esto en cuanto a las ilusiones que tenemos cuando comenzamos a vivir la vida con uso de la razón?. Significa que, en principio, todos nacemos con la ilusión de ser algo interesante, algo que dé sustancia a nuestra existencia, algo que tenga componentes de aventura (sea cual sea el tipo de aventura que imaginamos). Y es que cuando somos niños y niñas la aventura es el primer factor de nuestras ilusiones. Después llega la realidad, esa relaidad que muchos toman como verdadero axioma, y la mayoría se someten a ser "cualquier cosa" con tal de salir adelante. En ese "cualquier cosa" se refleja la frustración, el desengaño, e incluso la cobardía de muchos y muchas que no quieren luchar por conquistar sus sueños infantiles. Sobre este asunto de ¿qué quieren los niños y las niñas ser de grandes? Vallester dice lo siguiente (citando incluso dos frases célebres): "Lo que se les dé a los niños, los niños darán a la sociedad"...Karl Menninger y "Los niños y los locos dicen las verdades"...Refrán. "Cuando somos niños vemos un mundo muy diferente al de ahora. Es innovador todo el tiempo y lleno de música y colores nuevos. Entonces qué ocurre cuando crecemos que todo se pierde. Quizás la respuesta esta en una palabra: MIEDO.....este crece cada vez más a medida que los años llegan y ya no creemos que lo podemos hacer todo, sino para cada cosa hay un "si pero"...Este es el ejemplo que le damos a los niños de ahora que se están preguntando: ¿Que Deseo Ser Cuando Grande?". Lean mi propia historia personal: eran cuatro niños luchando por el mismo amor. Había que ir hacia el Oeste en busca de la Princesa. Era importante saberla soñar. Era más importante todavía saber que para enamorarla había que renunciar a la comodidad de estar sentado ante la mesa de una oficina. Era necesario saber que había que dejar de ser mayor para convertirse otra vez en niño. Había que atravesar el mar y ninguno de los cuatro tenía barca ni sabía nadar tanta distancia. Era importante, además, no perder el Gran Sueño en los avatares de la realidad. Así que tres de ellos renunciaron a buscar a la Princesa para poderla enamorar. Para ellos el riesgo era demasiado porque después de tanto sacrificio... ¿quién les aseguraba que iban a conseguir su amor?. Tres de ellos renunciaron pero el otro siguió adelante... siguió soñándola a lo grande... siguió traspasando etapas creciendo pero sin crecer. Esta era otra cuestión importante para enamorar el corazón de la Princesa. Pero él siguió. Voló mucho más alto que los otros tres y ya dentro del avión seguía siendo "un gorrión rodeado de cientos o miles de gavilanes". Sabía que podía fracasar pero el fracaso, que estaba en la mente de los otros tres, no tenía cabida en su pensamiento. Cruzó el mar sin barca porque voló por los cielos y... después... ¡alcanzó su Gran Sueño de la infancia!. Cuando somos padres a veces, o muchas veces, olvidamos que existen niños y existen niñas -a pesar de que sean minoría- que nunca dejan de soñar con su Gran Sueño de la infancia. Quieren, desean y aman lo que en principio han soñado. Es necesario saber que muchos de los padres y las madres de la actualidad -tan prepotentes e ignorantes como son para decir que saben mucho sobre la vida y que lo han visto todo como si todo fuera posible verlo- se olvidan de este asunto fundamental para que un niño o una niña sea feliz. La cuestión no es darle en bandeja el sueño... sino apoyarle o apoyarla para que puedan conseguirlo. Lo contrario es producto de una mentalidad enfermiza con eso de "cuidado con soñar tanto que luego tienes que despertar" (infeliz frase esta para los oídos de los niños y las niñas). Cuando te enfrentes a un hijo soñador o a una hija soñadora no pienses en negativo y deduce que si lo está soñando, por muy grande que sea su sueño, es que está dispuesto a conseguirlo. Ponerle zancadillas para que no lo consiga no es produto de la prudencia (como intentan muchos padres decir para curarse de culpabilidad antes sus hijos/as frutrados de por vida), sino producto de la impotencia y, a veces, hasta de la envidia y el masoquismo. ¿Se puede entender eso de "yo quiero lo mejor para mi hijo o mi hija" mientras se le está prohibiendo que ejerza las liberadas manifestaciones de sus grandes sueños?. ¿De verdad aman tanto a sus hijos e hijas que no tienen ningún reparo en hacerles la vida imposible para que sepan "lo que es la realidad"?. ¿Qué es la realidad para un hijo soñador o una hija soñadora?. ¿Lo que dicen los padres que "es la realidad" o lo que ellos están soñando desde que tienen uso de razón?. ¿Qué se debe hacer?. ¿Frustarles poniéndoles obstáculos sobre todas las cosas o allanándoles el camino para que lo consigan?. La segunda parte es la respuesta pero si eres un padre o una madre que no está dispuesto a luchar para que tu hijo soñador o tu hija soñadora alcancen lo que aman desde que tienen uso de razón, por lo menos déjales que vivan su libertad y que elijan lo que más quieren para cuando sean mayores. Si no se está preparado o preparada para tener hijos imaginativos que creen en sus Grandes Sueños (productos de su Fe en lo que aman) es mejor no tener hijos. Traer hijos a este mundo para hostigar su libertad o permitir que sus hermanos o hermanas les hostiguen es propio de seres inmaduros además de inhumanos. Si os parecen fuertes estas opiniones mirad alrededor vuestro y contad cuántos son los verdaderamente felices porque no les cortaron sus alas de gorrión o sus alas de gaviotas... y pensad después si es verdad que los años 60 del Siglo XX fueron de verdad años de libertad o más bien años de esclavitud engañados por la falsa imagen de que los niños y las niñas deberían dejar de serlo a temprana edad. Sí. Parece una contradicción... pero no lo es... y no hablo por hablar porque aquella década fue la de mi primera juventud. Es falso que fue el "amor libre" lo que liberaba a los niños y las niñas. Al contrario, el famoso "amor libre" destruyó a muchos niños y niñas de generaciones siguientes (las famosas Generaciones X) derrumbando todo Gran Sueño de su interior. La respuesta era la consecución del "amor noble" y no la pantomima farsante que trajeron a la vida llamándolo "amor libre" cuando destruyeron los Grandes Sueños de los niños y niñas que tenían derecho a vivir en familias bien asentadas; familias de un solo padre y una sola madre donde podrían haber sido felices de verdad y soñadores de verdad y libres de verdad. Entremos a citar algunos datos concretos. Por ejemplo, la Agencia Europa Press dice lo siguiente: "El 21 por ciento de los niños españoles quieren ser futbolistas cuando sean mayores, profesión favorita de los pequeños seguida por la de policía, piloto de Fórmula 1 y bombero, mientras que las profesiones que más triunfan entre las niñas son la de profesora, con un 24 por ciento, la de veterinaria (15 por ciento), y la de médico (ocho por ciento), según una encuesta realizada por Adecco. "La profesión más deseada por parte de las niñas es sin duda la enseñanza, que está directamente relacionada con la benevolencia, con la ayuda a los demás, siguiendo además un modelo claramente significativo en su vida cotidiana que les aporta bienestar; mientras que los niños han optado por el reconocimiento: ser futbolista supone ser admirado por los demás e implica un renombrado reconocimiento por parte de la sociedad", expone la psicóloga Beatriz Becerro de Bengoa. Fuera de la tónica general, también hay niños que quieren ser lo que sus padres, mientras que a otros les encantaría ser trapecista, actor de efectos especiales, paleontólogo, pintor o criminalista. Por su puesto, también se encuentran casos propios de la sociedad actual como modelos, cantantes y actores, que se codean con informáticos de juegos de ordenador, chefs de cocina y decoradoras de interiores. Por otra parte, destaca la situación que se da cuando se compara lo que quieren ser de mayor con la profesión que, según ellos, les parece más 'chula'. La mitad de los niños coincide en la elección y quieren ser de mayor lo que en realidad más les gusta. En el caso de las niñas, el porcentaje es aún menor, del 43 por ciento. Mientras que ellos sueñan con ser futbolistas o pilotos de carreras, ellas sueñan con profesiones como domadora de caballos, modelo, cantante o presentadora de televisión, aunque, sin embargo, no es eso lo que quieren ser en el futuro". ¿Cómo poder entender el complejo sistema de pensamiento de los niños y las niñas?. Es una cuestión que deben saber analizar los padres, los profesores de las escuelas y colegios y los psicólogos profesionales; pero de este tema hablaremos en el punto siguiente. Ahora sigamos con más datos significativos de lo que es la primera ilusión en la vida de un ser humano. Veamos cómo un estudioso periodista ha razonado y desglosado la encuesta de Adecco titulada "¿Qué quieres ser de mayor?". "Los niños ya no quieren ser de mayor como sus padres. Por lo menos así lo ha confesado el 94,2% de los 1.300 niños encuestados por la empresa Adecco. En el informe "¿Qué quieres ser de mayor?" ellos buscan el reconocimiento en profesiones como la de futbolista y ellas se decantan más por ayudar a los demás con empleos dedicados a la enseñanza. A pesar de ello, ambos tiene un nexo común imprescindible en sus vidas: la familia. ¿Qué quieres ser de mayor? es la pregunta que Adecco, a través de la Fundación Ecomar, ha realizado a 1.300 niños de toda España con edades comprendidas entre 6 y 17 años. El resultado es revelador: el 94,2% de los niños no quiere seguir los pasos profesionales de sus progenitores. La brecha generacional hace que las preferencias profesionales se distancien: sólo el 4% de las niñas y el 6,6% de los niños aspiran a seguir los pasos de sus padres. Ellos quieren reconocimiento y ellas ayudar a los demás. Los empleos más habituales entre los padres son los relacionados con los oficios (32% del total), trabajo de oficina (15,15%) y de atención al cliente (9,35%), mientras que los oficios son elegidos como su futuro laboral por tan sólo el 6,3% de los niños encuestados, el trabajo en oficina por el 4,3% de éstos y el último por el 1,4%. El 31% de los niños quiere desempeñar trabajos afines con el deporte, seguidos de los relacionados con la seguridad pública (8,7%) y las ciencias (8%). En concreto, un 20,3% de los niños quieren ser futbolistas, siendo con diferencia la profesión más deseada por éstos, seguida por la de policía, con un 5,6%, arquitecto, veterinario y profesor, con alrededor del 4,5%. Analizando la misma diferencia entre las hijas y las madres, la brecha generacional se hace aún más aguda ya que el 38,25% de éstas son amas de casa, mientras que ninguna de las niñas entrevistadas afirma querer dedicarse a las labores domésticas cuando sea mayor. Los trabajos más frecuentes entre las madres son los de oficina (10,1%), atención al público (9,5%) y servicio de limpieza (8%), empleos mencionados por sólo el 6,3% de las niñas en el caso de los de oficina, por menos del 2% en el segundo y sin ninguna alusión en el último. El 23,4% de las niñas apuestan por los trabajos relacionados con la enseñanza, el 17,8% con los animales y una misma proporción de niñas desean desarrollar carreras relacionadas con la sanidad. Las cuatro profesiones más repetidas por ellas son la de profesora, elegida por el 20,4% de las niñas, veterinaria, escogida por el 13,8%, médico, por un 8,2%, y peluquera, por un 6,6%. Buscando entre las profesiones más curiosas, aunque no más frecuentes, encontramos niños que quieren ser agentes secretos, alcaides de prisión, trapecistas, magos o creadores de videojuegos, y niñas que aspiran a ser amazonas, pianistas, egiptólogas o modelos. Aunque algún niño ha afirmado que el enchufe, pelotear o ligarse al jefe son caminos para obtener el éxito profesional, la mayoría de ellos han dado otro tipo de respuesta a la pregunta de qué tres consejos darían a una persona que comenzara nueva en un trabajo. Un 15% de los niños aconsejaron que ser muy trabajador es lo más importante, seguido por la amabilidad (10%) y esforzarse (7,55%). Es curioso que un 6,5% de éstos piense que el trabajo es cuestión de suerte y se la deseen a los nuevos empleados como apoyo imprescindible a los consejos anteriores. Asimismo, hay algunos chicos que destacan la importancia de disfrutar haciendo su trabajo, de no mentir y ser buen compañero. En cuanto al desempeño laboral, los niños se muestran muy dispuestos a cumplir con sus horarios e incluso a hacer horas extras: un 33% de niños y niñas dicen que trabajarían más de 9 horas; en el caso de los chicos, casi un 50% asegura que trabajaría de 5 a 8 horas, frente al 66% de las niñas. Mientras, existe una diferencia de 6 puntos porcentuales entre niños y niñas que quieren trabajar menos de 4 horas, si bien hay más chicos que extenderían su jornada laboral todo lo necesario aunque superara las 8 horas. Por lo que respecta a los salarios, el análisis realizado es únicamente de los niños mayores de entre 12 y 17 años, ya que los más pequeños no tienen aún formada una noción del dinero de la que se puedan extraer conclusiones de sus respuestas. Estudiando, sin embargo, a los adolescentes observamos una importante diferencia de las aspiraciones monetarias entre ambos sexos. En concreto, un 15,8% de niños dice querer cobrar hasta 1.000 euros al mes, frente al 30,7% de niñas que quieren recibir ese salario. Por el contrario, otra misma proporción de chicos (15,8%) desea cobrar más de un millón de euros mensuales, frente al 2% de ellas que aspiran a percibir ese elevado salario. No obstante, cabe decir que la mayoría de los adolescentes tienen unas pretensiones monetarias altas pero alcanzables, más del 44% aspira a cobrar de 1.000 a 4.000 euros, mientras que sólo un niño de los 1.300 encuestados afirmó que "le daba igual el sueldo". Frente a la gran variedad de opiniones que expresan los niños cuando se les pregunta acerca de la cantidad de dinero que quieren cobrar y cuántas horas desearía trabajar, es importante resaltar la unanimidad expresada por los 1.300 niños si se les da a elegir entre un sueldo opulento o pasar tiempo con la familia. El 83% de ellos prefieren pasar más tiempo con la familia, siendo las chicas las que presentan un porcentaje menor que los chicos en el caso de los que eligen ganar más dinero, un 13% frente al 18% de los niños. Cuando a los niños se les pregunta qué harán cuando se jubilen, algunos no saben qué contestar, pero otros lo tienen muy claro. Y de nuevo las diferencias y similitudes entre ambos sexos se hacen patentes. A pesar de que la jubilación es algo que ven a años luz, la mayoría de los niños comparten sus planes de futuro a largo plazo: cuidar a la familia se constituye como su prioridad. Si fuera jefe del mundo... "Haría carreteras en el cielo para que no hubiera tantos accidentes y daría a todos los niños una Play Station", asegura un niño de 12 años. Ante esta respuesta, es obvio que si los niños fueran los jefes del mundo construirían otro mucho mejor. Sin embargo, ¿qué cambiarían? El informe Adecco revela una respuesta predominante, pues la mayoría de los niños españoles acabarían con la pobreza, la guerra y el hambre, por este orden. Sorprende que la mención al terrorismo aparezca en esta encuesta en decimotercera posición (mencionado sólo por el 2,4% de los niños), después de aparecer como la mayor preocupación de los más pequeños en el informe del año pasado. Y cómo no, los niños siempre soñando despiertos hasta el punto de que uno de los encuestados respondió que si fuera jefe del mundo haría que "todo fuera gratis y siempre hubiera vacaciones". Seguiremos soñando". ¿Qué os parece el asunto?. ¿Existen o no existen las grandes aventuras en los primeros sueños de los niños y las niñas?. Por supuesto que sí... pero la pregunta que nos debe retumbar en la conciencia a los padres y madres es ¿por qué no han podido cumplir, una vez ya adultos, con esos sueños mágicos e "inalcanzables"?. La mayoría de las veces no ha sido por renuncia de ello ni por su culpa ni porque son inalcanzables sino que han sido los padres y las madres, los maestros y las maestras, los curas y las monjas, los jefes de trabajo, los numerosos poderes "fácticos" que destruyen sueños para crear otras "ilusiones materialistas" fomentadas, por ejemplo, por los medios de comunicación, por la publicidad alienadora, por la presión de los padres y las madres y los profesores y profesoras para que "luchen por conseguir algo de provecho" en sus vidas. ¿Nos hemos detenido a pensar cuáles son las cosas de verdadero provecho humano para un niño o una niña?. Veamos algo que encuentro en Internet y que puede hacernos pensar un largo rato. Lo saco de la página Dinosaurio.com y es de la Agencia Efe: "Los jóvenes de Hong Kong lo tienen claro: cuando sean mayores lo que quieren ser es millonarios. De acuerdo con un estudio publicado recientemente por el Instituto de Contables de Hong Kong, el 75 por ciento de los jóvenes de entre 15 y 18 años que viven en esta ciudad china están seguros que serán ricos algún día. Una décima parte cree que lo será antes de cumplir los 25 años, aunque casi el noventa por ciento está dispuesto a esperar hasta los 37. Algunos, los más optimistas -y ambiciosos- se atreven a perfilar cifras: quieren ganar 10 millones de dólares de Hong Kong, equivalentes a 1,28 millones de dólares o 1,08 millones de euros, algún día. El 45 por ciento considera que ya ha comenzado a gestionar su asignación semanal de manera eficiente -incluso reservando una parte para obras de caridad- mientras que cree que vale la pena entrar en el sector turístico, que es donde se mueve el dinero. El nivel de vida de Hong Kong, una de las ciudades más ricas de Asia, donde la ostentación y el lujo están presentes a cada esquina, hace que el dinero sea la principal obsesión de la mayoría de ciudadanos. La habitual imagen de Rolls-Royce aparcados a las puertas de los hoteles de lujo, como el Península -considerado el mejor del mundo-, las multimillonarias mansiones de los hombres más ricos de Asia, como Li Ka-shing o Stanley Ho, y la alta tecnología han hecho de la actual generación de jóvenes un grupo muy competitivo. Los niños de Hong Kong crecen aprendiendo a leer los valores del índice Hang Seng de la bolsa de Hong Kong a tiempo real, que se pueden observar en cada esquina del barrio de Central. Su objetivo está tan definido que, mientras que en Europa el debate gira en torno a la semana laboral de 35 horas, estos aseguran que están dispuestos a trabajar 48 horas a la semana, si es necesario, para conseguir su objetivo. Lo que ha levantado la voz de alarma entre los expertos, sin embargo, es que el 73 por ciento de los jóvenes consultados para este estudio considera que el dinero es la clave para la felicidad. Y eso que la economía de Hong Kong no es tan boyante como solía ser en la década de los años 90 del siglo pasado, y que la ciudad cuenta con una de los niveles de paro más altos de la región. De acuerdo con el reverendo Andew Chan, decano de la catedral anglicana de Hong Kong, "la cosa más importante para ellos es el dinero, porque es lo único a lo que pueden asirse y que puede permitirles seguridad". Entre oficinas de bancos, exclusivos clubes al más puro estilo británico y un nivel de vida cada vez más caro, a los jóvenes no les queda más remedio que prepararse para entrar en el más competitivo de los mercados. Este sentimiento, que hasta hace poco parecía más propio de Hong Kong que del resto de China, está invadiendo al resto del país. Según investigadores hongkoneses, esta tendencia se repite ya en grandes capitales como Pekín o Shanghai, donde el materialismo y el libre mercado han sustituido a la utopía comunista. Los expertos aseguran que, de acuerdo con las costumbres asiáticas, en las que los jóvenes se comportan de forma gregaria, y donde el individualismo no acaba de ser bien visto, los jóvenes simplemente repiten el patrón heredado de la generación anterior. Los adolescentes actuales son los hijos de aquellos que hicieron que Hong Kong pasase de ser un puerto lejano y pobre, a ser un gran centro financiero, y son su único ejemplo. Estos, al menos, son algo optimistas, y hasta el 58 por ciento, según la encuesta elaborada por los contables, confía en un que el futuro de Hong Kong será muy próspero... y les permitirá ser millonarios". Sigan pensando largamente en el asunto mientras muestro otro ejemplo referido a los niños y niñas de España, traído a Internet por CEXT-Ciudadanía Exterior. Dice así (y es para seguir analizando seriamente): "¿Qué quieren ser los niños españoles? ellos Messi y ellas Hannah Montana. Todos de pequeños hemos querido ser en algún momento futbolistas, pues los niños españoles de hoy en día también, ya que quieren parecerse al jugador del Barcelona y reciente balón de oro, Lionel Messi; por su lado las niñas quieren ser Hannah Montana, según el estudio 'Crece con la vida' llevado a cabo por Tulipán. Así, la cantante Hanna Montana se sitúa en el primer puesto para las niñas con un 38,7 por ciento, seguido de Selena Gómez (13.5%) y Vanessa Hudgens (5.7%), mientras que los niños querrían parecerse al futbolista Leo Messi en un 20 por ciento de los casos, seguido del tenista Rafa Nadal (11.8%), y el madridista Cristiano Ronaldo (11.6%). El estudio, que también ha contado con la opinión de las madres de los niños participantes, muestra que ellas coinciden en todo con la elección de sus hijos aunque con el personaje favorito de los niños se debaten entre Leo Messi (9%) y Rafa Nadal (7%). Igualmente, el único deportista más mencionado por las madres que por los niños es Pau Gasol. Asimismo, los personajes que menos popularidad tienen entre los más pequeños son Shakira, Zack Effron, Kristen Stewart y Daniel Radcliffe. El estudio, elaborado por la consultora Quota Research se ha realizado con una muestra española de más de 1.700 madres y niños de toda España con el objetivo de conocer todos los aspectos relacionados con su crecimiento desde el punto de vista de los pequeños y de sus madres". ¿Habéis meditado largamente?. ¿Habéis comprobado si es verdad o es mentira que los medios de comunicación de masas, la publicidad, la ansiedad de los mayores por ser cada vez más poderosos en sentido de fama y dinero, influyen hoy en día tanto en los niños y niñas que les están quitando la imaginación propia?. Somos los padres y las madres los primeros que debemos darnos cuenta si nuestros hijos o hijas son verdaderamente libres para soñar como se soñaba cuando el mundo no estaba maldecido por las enfermedades de las ideologías políticas (léase comunismo entre otras) o por la ideologías económicas (léase capitalismo entre otras)... y todo eso debemos saber cómo poderlo combatir... cómo hacer que las nuevas generaciones de niños y niñas sean verdaderamente niños y niñas y sean sólo adultos y adultas cuando deben ser adultos y adultas y no quemando etapas como si la práctica del consumismo fuese la única práctica mental de sus cerebros (impuestas por supuesto desde fuera de ellos y ellas). ¿En qué se han convertido generaciones enteras de niños y niñas que, frustrados al saber que sólo una millonésima parte de ellos alcanza lo que desean (y observad que escribo lo que desean y no lo que sueñan), se dedican al llegar a la juventud, faltos ya de metas aventureras por las que luchar, al mundo de las drogas, del alcohol, de la sexualidad descontrolada. Piense si es necesario saber entender qué puede ser un niño o una niña feliz toda su vida o un niño o niña infeliz para siempre. Meditemos profundamente. España es un espejo donde el mundo se está asomando a vernos cómo actuamos hacia el futuro. ¿Debemos o no debemos replantearnos cristianamente todo el sistema de nuestros valores y reelaborar una nueva realización práctica -no teórica como nos están proponiendo los poderosos de siempre- tanto en lo político como en lo económico, lo social y lo cultural?. El próximo 20-N (20 de noviembre de 2011) tenemos la oportunidad. Y será cuestión de nuestra conciencia hacia el futuro saber que hemos aprovechado la ocasión para iniciar una nueva era vivencial o la hemos desaprovechado lamentablemente. Mientras termino esta reflexión didrigida a la conciencia de los padres y madres acerca del futuro de nuestros niños y niñas, aquí les dejo otra "perla" encontrada en Internet. Es de Vilma Medina, la Directora de Guíainfantil.com: "¿Por qué los niños no quieren ser como sus padres?. Leyendo una entrevista con Sergi López, actor de la película El laberinto del fauno, en la que dijo que a su hijo le gustaría ser futbolista, y su hija cuidar de niños o ser actriz, me hizo pensar que las afinidades y los intereses de los niños y de las niñas poco cambiaron en los últimos años. Hasta los diez años mi hija siempre nos dijo que quería ser profesora. Ahora, quiere ser actriz. Bueno, todavía le queda. La última encuesta que realizó la Fundación Adecco con los niños en Galicia, España, sobre qué quieren ser de mayor, concluye que la mayoría de los niños quiere ser futbolista, mientras las niñas se atraen por la docencia. Casi un 20 por ciento de los niños contestó directamente que quiere ganarse la vida como futbolista, aunque el 30 por ciento demostró que desea desempeñar trabajos vinculados al mundo del deporte en general. Otras profesiones que despiertan el interés de los niños son las de ingeniero, veterinario, policía, piloto, y médico. Según la encuesta que entrevistó a 200 niños de entre 4 y 16 años, la elección de las niñas es más clara y evidente. La mayoría se decanta por ser profesora, mientras las demás, por orden de interés, quieren ser veterinaria, médica, peluquera, actriz, y científica. Lo que más me llamó la atención en la encuesta es que casi un 93 por ciento de los niños y de las niñas dijo que no quiere ser como sus padres, aunque coinciden con ellos en que el destino de sus ingresos sea la familia. Aparte de eso, hay detalles curiosos en los resultados de la encuesta. Como medidas anti-crisis, los niños aconsejan que se bajen los precios, se cree más empleo, y que no se despilfarre el dinero. ¡Que tenemos que ahorrar! Además, a algunos les gustaría vivir en "Dubai-Abu Dabi", que "fuera todo gratis", y que "no hubiera máquinas tragaperras". Bueno, pienso que seguramente sus padres sabrán de dónde vienen estas opiniones e ideas, ¿no?". Eso es. Los padres y las madres tenemos la obligación de saber comprender y entender la psique interna de nuestros niños y niñas antes de lanzarles a la vorágine destructora de un mundo que ha perdido su rumbo y anda en medio de las tinieblas del mal y la perversidad. ¿Padres responsables?. ¿Padres culpables?. ¿Maestros y medios de comunicación de masas responsables?. ¿Maestros y medios de comunicación de masas culpables?. ¿Por qué existen niños y niñas que nunca dejaron de serlo?. A esta pregunta tengo yo una respuesta: Porque a pesar de todos los problemas que les pusieron, a pesar de todas las envidias que les rodearon, a pesar de todas las injurias que debieron de sufrir, no fueron tragados por "la masa de los inexpresivos" y siguieron siempre viviendo sus expresivos Grandes Sueños. Quizás muchos y muchas cayeron derrotados. Revisemos de nuevo qué sucedió con la famosa "revolución de los años 60" y sepamos analizar si fue realmente lo que queríamos para nuestros descendientes. 17.3.- Vocación, orientación y decisión profesional. Pasamos ya el momento de la primera ilusión de la infancia y nos encontramos ante el conflicto de saber cuál es la verdadera vocación de nuestros hijos e hijas. Primero debemos saber qué es la una vocación. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, vocación significa "Inclinación a cualquier estado, profesión o carrera" y, su antítesis se conoce como errar la vocación que significa "Dedicarse a algo para lo cual no tiene disposición, o mostrar tenerla para otra cosa en que no se ejercita". Reflexionemos un momento. ¿Existen o no existen millones y millonres de personas, tanto hombres como mujeres, que están trrabajando en lugares y oficios donde ni tienen disposición para ello ni tienen la más mínima vocación de ello?. Existen. Afirmo que existen millones y millones de seres humanos que no cumplieron jamás con su vocación. Pueden ser miles de causas diferentes pero la cruda realidad es que existen. Para explicar con mayor abundancia qué es la vocación veamos algunos textos: 1.- La Arquidiócesis de Monterrey señala 3 niveles de vocación: "El término vocación ha tomado diversos significados en la cultura contemporánea, poniendo siempre en el centro, con diversas modalidades, a la persona. Pro vocación se entiende en primer lugar el "proyecto de vida" que elabora cada uno sobre la base de sus múltiples experiencias y en la confrontación con un sistema coherente de valores que dan sentido y dirección a la vida del individuo. En el terreno religioso, vocación indica la llamada por parte de Dios, como iniciativa suya amorosa, y la respuesta de la persona en un dialogo amoroso de participación corresponsable. El problema de la vocación se presenta por tanto, como una realidad compleja. Para poder ser entendido completamente, debe considerarse por tanto desde un doble punto de vista: por parte de Dios y por parte del hombre. Vista desde la perspectiva de Dios, la vocación se presenta como la iniciativa de Dios que se da y que al darse llama. Por parte del hombre, la vocación es una invitación, una interpelación a la que hay que dar una respuesta. ¿Sabías que la vocación se da a nivel personal y comunitario en varios niveles?. El hombre ha sido llamado a la existencia para trascender como persona en un diálogo propio de aceptación y de cooperación con todos los llamados a la existencia (vocación humana); así mismo, es convocado en un proyecto de crecimiento en el amor mediante el llamado a la fe en Cristo Jesús (vocación cristiana), y se expresa de forma concreta y específica por la participación en la misión y vida de la Iglesia, para construcción del Reino de Dios (vocación específica). Primer Nivel: Vocación Humana.- Cada hombre es un ser único e irrepetible, llamado por Dios a la existencia en un proceso de maduración que se descubre como persona, lleno de posibilidades y potencialidades, con limitaciones y necesidades. Este proceso se realiza en relación consigo mismo, con Dios, con los demás y el mundo que le rodea. Segundo Nivel: Vocación Cristiana.- El hombre llamado a la vida, descubre además un llamado a la fe, que es adentrarse a la aventura de un Dios que se le revela en su caminar. Por este segundo llamado descubre que Dios es Padre y que le llama por Jesucristo para ser su hijo en una vida de santidad. Tercer Nivel: Vocación Cristiana Específica.- El llamado a la fe implica una adhesión consciente a Cristo, ya que el encuentro con Él transforma a la persona, de manera que el ser cristiano no puede darse de forma abstracta o etérea, sino que pide situarse en una forma de ser cristiano concreto: como laico, como consagrado, como misionero o como ministro ordenado. Así, el proceso de madurez humana y cristiana, se desenvuelve en un compromiso gradual dentro de la Iglesia para el mundo". 2.- He aquí lo que dice Wikipedia, primeramente como vocación profesional y en segundo lugar como vocación religiosa: "La vocación (del latín: vocāre; llamar) es una forma de expresar nuestra personalidad frente al mundo del trabajo, del estudio, y todos los ámbitos, que se manifiesta como disposición "natural" al realizar ciertas actividades y a preferir determinados ambientes y contextos de actividad. Sin embargo, la vocación no es algo innato. Se puede englobar bajo la denominación proyecto de vida.Tanto las experiencias familiares como la educación recibida en el seno de la familia son fundamentales en la vida de cada individuo y forman sus gustos y preferencias. También las expectativas de los padres influyen en la elección vocacional. Todas las familias viven en una sociedad que comparte una serie de valores y creencias. En cada tiempo y lugar existen diferentes profesiones que las personas desarrollan. Las necesidades sociales son factores muy importantes para tener en cuenta en la elección vocacional. Durante la infancia se va conformando una imagen de sí mismo ejerciendo algunas profesiones. Durante la escuela básica y la enseñanza media, cada joven se pone en contacto con distintas áreas de conocimiento determinando cuáles le resultan más atrayentes e interesantes. ¿Vocación, elección, decisión? ¿Se hace o se nace? Por ejemplo, es común pensar que existen profesiones que para ejercerlas requieren un talento particular con el que se nace. Sin embargo, aquello que parece innato responde en realidad al capital cultural que el individuo posee y que le permite destacarse en la actividad que realiza. No se nace, se hace. La vocación como categoría moderna expresa una certeza, un absoluto, que en la vida subjetiva puede descubrirse, vía revelación y/ o hallazgo o por el contrario, la vocación se encuentra a través de un proceso de construcción más o menos racional a lo largo de la vida. Desde autores como Castoriadis, Derrida, Foucault... la vocación conlleva la posibilidad de buscar, de explorar, de crear. La vocación más que una revelación o construcción de algo seguro categórico será una búsqueda. En este sentido, la metáfora del horizonte es la que mejor representa la dinámica de la vocación como proceso incesante y en cierta medida difícil. La vocación es un proceso abierto, es algo que se va construyendo-desconstruyendo, construyendo a lo largo de la vida, como algo que se mantiene pero también cambia, la vocación sí existe y podemos desarrollarla, reorganizarla" "En el catolicismo se reconocen diversas vocaciones en el ámbito de la espiritualidad que pueden agruparse en tres principales: Vocación de seglar.- En la vocación de estado seglar, existen también diferentes vocaciones como la de ser madre o padre de familia, o laico consagrado (soltero, soltera). La vocación seglar es a la que están llamados la mayoría de los católicos, en la cual se forma comúnmente una familia. La familia es la célula de unidad más importante en el catolicismo. Vocación religiosa: En la vocación religiosa se distinguen diferentes tipos: Entrada en la vida monástica (Monjes y Monjas, ejemplo Orden de San Benito) Vida de convento (Hermanos y Hermanas, ejemplo Orden de Predicadores) y Vida eremita. La vocación sacerdotal puede ser únicamente sacerdotal (sacerdotes diocesanos, Opus Dei), también puede ser religiosa misionera como sucede con los franciscanos, combonianos, marianistas, dominicos, jesuitas... y también puede ser más bien personal que pastoral como en el caso de los cartujos. Para los católicos todas las vocaciones llevan a la santidad, cada uno es libre de responder y según su propio llamado, cada quien tiene diferentes tareas y responsabilidades. Dios llama al hombre a la Felicidad, el hombre libremente responde. Con todas estas vocaciones, podemos llegar a la santidad". 3.- Según los evangélicos: "El significado del término "vocación", aún en el contexto de la iglesia, pero mucho más en el mundo en general, se ha estropeado en manos del hábito lingüístico. Al igual que muchas palabras otrora ricas en connotaciones religiosas, con el tiempo dicho término, primero, se ha estrechado por su asociación con sólo ciertas formas de vida religiosa, y luego ha sido secularizado. Mientras en la primitiva vida de la iglesia la enseñanza sobre la vocación por parte de Orígenes y Agustín habría atribuido el llamado a cada cristiano, incluso a cada ser humano, el movimiento monástico posterior afectó tan fuertemente la noción que la gente tenía sobre hasta dónde uno puede llegar en respuesta al llamado divino, que el concepto de "vocación" llegó a ser asociado únicamente con ese rol -el monástico- en la iglesia. Lutero y los reformadores protestantes intentaron introducir la enseñanza de que cualquiera, sin importar su ocupación, era objeto apropiado del llamado divino. Esta corrección había esperado mucho tiempo. Pero el efecto no buscado fue sugerir que la vocación tenía que ver meramente con la ocupación; así, se abría el camino a un uso del término puramente burgués y secular. Dietrich Bonhoeffer, el célebre joven teólogo alemán ejecutado en una prisión germana en la Segunda Guerra Mundial, pensaba que la típica enseñanza protestante tendía en definitiva a sugerir "la justificación y santificación de las instituciones seculares". El teólogo pensaba que en su raíz bíblica el concepto debía significar más que eso. Porque la vocación "en el sentido del Nuevo Testamento, no es nunca una ratificación de las instituciones terrenales como tales; su ‘sí' a ellas incluye siempre simultáneamente un extremadamente enfático ‘no', una extremadamente aguda protesta contra el mundo". El sistema monástico al menos había proporcionado el "no" que desafiaba la muerte, aún cuando había fracasado en proporcionar un adecuado "sí" de la vocación cristiana que respaldara la vida. Por lo tanto, el significado de "vocación" para la mayoría de los cristianos del mundo moderno ha estado situado entre "dos desastrosos malentendidos", siendo ambos, "el secular protestante y el monástico" inferiores a lo que la idea paulina y bíblica de vocación merece, y a lo que la iglesia ha visto en plenitud en ciertos tiempos. El familiar término vocación, utilizado ya sea en contexto religioso o secular, tiene su raíz en la palabra latina vocatio, que significa "llamado", "convocatoria", o "invitación", y está relacionado con las palabras de origen latino como "voz" e "invocar". El término griego es klesis, relacionado con nuestras palabras "clérigo", "eclesiástico", y que es la raíz de la palabra neotestamentaria para la Iglesia, ekklesia, un punto que puede estar sobre-ponderado, ya que la misma palabra se refería a asambleas de todo tipo. No obstante, decir que la iglesia está compuesta por los "llamados" es significativo por más razones de las que se pueden rastrear en el uso lingüístico: es la realidad de ser llamado por Dios, hecho que la iglesia siempre ha atestiguado. Con el propósito de desenredar el término "vocación" de su malentendido tanto religioso como secular, y restaurar un sentido de su misterio y fuerza originales, examinemos cómo, en varios aspectos, tendría que ser desligado de los supuestos modernos. Debemos comenzar de esta forma porque, en realidad, es un concepto que no encaja bien en las filosofías que han emergido en oposición a la visión sobrenatural de la vida, filosofías marcadas por la Ilustración (durante los siglos XVII y XVIII en Occidente) y su extensa sombra que llamamos pensamiento moderno. Tanto en el contexto judío como en el cristiano, el sentimiento humano de un llamado divino desempeña un papel importante, y concede a la sociedad en que está inserto cierto carácter distintivamente no moderno. Hay cuatro distinciones que debieran venirnos a la mente. Primero, la idea de un llamado implica un agente fuera de aquel que está sujeto al llamado. Uno no "elige" simplemente un curso de acción, sino que responde a una convocación. Una persona puede ser "libre" en cualquiera de los casos; pero en el caso de quien responde a la vocación, la libertad no es un impulso dirigido desde dentro, sino el uso de la libertad para responder a una realidad imprevista y tal vez desconocida. Este llamamiento es característico de varios recuentos, en una gran variedad de casos, desde el llamado de Abraham y la elección divina de Moisés, al llamado de Isaías, el bautismo de Jesús, la ceguera de Pablo, las apariciones espirituales de Juana de Arco, y las compulsiones divinas de Martín Lutero. Característico en cada caso es el llamamiento externo a la persona llamada. Segundo, el llamamiento es a menudo opuesto a la voluntad de quien es llamado al servicio. Abraham dudaba al principio que el pacto de Dios con él pudiera ser cumplido. Moisés alegaba que los israelitas, a quienes Dios lo enviaba, nunca lo habían escuchado y por lo tanto tampoco lo haría el faraón, "siendo yo torpe de labios" (Éxodo 6.12). Jeremías, el profeta hebreo, no sólo se resistía al llamado, sino que seguía reclamando que Dios lo había sometido y colocado en una circunstancia imposiblemente difícil, incluso protestando que el llamado de Dios lo había puesto "como cordero inocente que llevan a degollar" (Jeremías 11.19). Jonás intentó huir del Señor a Tarsis en lugar de ir a Nínive, a donde había sido llamado. Jesús ora por ser liberado de su llamado asignado. Por contraste, podemos pensar en la forma en que los primeros pensadores ilustrados enfatizaron la razón. El verdadero carácter de su énfasis hoy casi siempre se pierde. La falsa conclusión es que ellos (los pensadores ilustrados "modernos") enfatizaron la razón mientras épocas anteriores la habían abandonado, o preferido la superstición y la sinrazón. Sin embargo, ¿quiénes eran, en efecto, más devotos de las artes de la razón que los discípulos de Aristóteles en la antigüedad, o aquellos que, en el medioevo, sometieron todo a la razón en la forma más rigurosa, los escolásticos desde Anselmo a Aquino y los sucesores? La forma específica en que la Ilustración utilizó la razón fue como reemplazo de la idea de vocación. Uno entonces podía tomar decisiones razonadas. El verdadero lugar de la decisión personal se hallaba en el individuo que "piensa por sí mismo", como lo diría Kant, y que rechaza depender de la "tutela de otro". Mientras la vocación contradice la voluntad de la persona llamada, la razón es el instrumento por el cual la persona moderna pensaba que su voluntad podía ser fortalecida. La ciencia, como dijo Descartes, es lo que puede hacernos "los amos y poseedores de la Naturaleza" -¡una sentencia extraordinaria si no estuviéramos tan acostumbrados a estas exageraciones! Que la razón no tiene que ser pensada en esta forma individualista, lo mostró Gerhart Niemeyer cuando dijo que los "creadores de la filosofía nunca hablaron de la razón en el modo en que lo hicieron los pensadores de la Ilustración". De hecho, lo que aquéllos dijeron estaba más cerca de la idea de vocación: Parménides experimentó el Ser en una visión; Sócrates, Platón y otros experimentaron ser "atraídos", "tirados", incluso "arrastrados" a la verdadera realidad más allá del cosmos. Ellos respondieron a estas experiencias con algo que llamaron "la búsqueda", "el camino arduo", "la indagación", dando a entender claramente que la autoridad de la verdad no se encuentra en ellos mismos, ni en su método, sino en su participación en una realidad superior. Su actitud era de amor por el cosmos y por la sabiduría divina. ¿Dónde en la Ilustración se hace mención del "amor" para caracterizar la actitud hacia el cosmos o la divinidad? La Ilustración se enfoca en los objetos del conocimiento que la mente puede convertir desde la multiplicidad a la unidad, o de la unidad a las partes componentes, todo por causa del control humano y señorío sobre la naturaleza. La siguiente distinción consiste en que el llamado supone en casi todos los casos dificultades a superar con el fin de responder al llamamiento. Jeremías, Ezequiel y Pablo se hallaron bajo amenaza de muerte por parte de su comunidad. El hecho central acerca de la vida y el ministerio de Jesús es que él fue llamado a morir por causa de otros, y que él llamó a otros a seguir el camino de la Cruz. Al momento de vocación pública de Jesús, su bautismo, le sigue la tentación en el desierto. La vocación de Pablo va acompañada de afecciones físicas, prisión, azotes y exilio. En cuarto lugar, desde el punto de vista de la respuesta al llamado, el mayor peligro no radica en esta especie de resistencia, sino en la posibilidad de ser desviado o distraído del objetivo. Toda la reiteración del pacto con Israel por parte de Josué, luego de haberse establecido en la tierra de Canaán, estaba dedicada a la amenaza y las consecuencias de apartarse de la promesa de "servir al Señor" y a la advertencia contra la tentación de otros dioses. En toda la historia deuteronómica de Israel (la historia contenida en los libros de Josué, Jueces, Samuel y Reyes), el principal patrón por el cual las naciones de Israel y Judá y sus reyes son juzgados es su fidelidad a Dios, medida por su resistencia a la distracción causada por las religiones de sus vecinos. Y la última petición en la oración modelo de Jesús, "no nos metas en tentación, mas líbranos del mal" es una invocación contra aquella distracción. Los primeros teólogos cristianos vieron que la idea de vocación -el llamado de Dios al ser humano- tenía sus raíces en algunas de las primeras palabras de la Biblia: "Dios creó al ser humano a su imagen" (Génesis. 1.27). Los cristianos, especialmente a partir de Orígenes, han entendido estas palabras, no como una descripción estática de la constitución humana, sino una promesa dirigida a cada persona humana. Orígenes planteó lo anterior al indicar las dos formas en que estas palabras se utilizan en el Génesis. Primero, el texto dice "Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza" (1.26). Luego, cuando Dios cumple esta intención expresada, el texto dice "Y Dios creó al ser humano a su imagen, lo creó a imagen de Dios. Hombre y mujer los creó" (1.27). El respeto de Orígenes por las propias palabras de la escritura era tal que él creía que la omisión de "semejanza" en la segunda oración difícilmente pudo ser accidental. Debe haber sido intencional; y, por lo tanto, debe tener un significado. Orígenes concluyó que, aunque se puede decir que un ser humano está creado a imagen de Dios, la imagen no es aún perfecta. Esa perfección de la imago a medida que uno crece en comunión con Dios está representada por la palabra similitudo, semejanza. Así, la idea de una imagen confiere a los seres humanos un llamado fundamental que atañe a su plena historia de vida en Dios. A partir de la historia de Abraham, el interés del Antiguo Testamento por el llamado de Dios concierne generalmente a la comunidad. Israel está unido a Dios mediante su aceptación de un pacto, por el cual Dios se vincula irrevocablemente con la comunidad de Israel. El pacto ilumina la dimensión moral de la vida de la nación. El Señor le dice a Abraham "Yo soy El Shaddai; anda delante de mí y sé intachable". Y el pacto también vincula a Dios con este pueblo: "A ti y a tu descendencia les daré, en posesión perpetua, toda la tierra de Canaán, donde ahora andan peregrinando. Y yo seré su Dios" (Génesis 17.1, traducción propia; 17.8). El objetivo del pacto del Antiguo Testamento, y de los profetas de Israel que proclaman en virtud de ese pacto, está claramente ligado a la vida nacional de Israel. Aun así, cuando Israel es llevado al exilio, la continuación de la existencia de la vida nacional depende, al menos en parte, de la fidelidad de individuos y familias que rehúsan ser arrastrados por la cultura de su cautividad, primero entre los babilonios y luego los persas. El mensaje de Ezequiel, aunque su preocupación es claramente comunitaria, está dirigido, más de lo que fuera la profecía previa al exilio, al individuo. "Pero yo, israelitas," dice el Dios de Ezequiel, "los juzgaré a cada uno de ustedes según su conducta" (Ezequiel 33.20b). En esta transición desde la teología previa al exilio al judaísmo posterior, observamos el surgimiento de la orientación al individuo. El contexto es la respuesta. Un movimiento similar puede observarse en la historia deuteronómica (profética) cuando, por ejemplo, se relata la historia del encuentro de Elías con los profetas de Baal y su desenlace. Aquí vemos el contraste entre, por un lado, la portentosa demostración pública de un Dios Todopoderoso, quien -como antaño- respondía con fuego, evidenciando su presencia mediante demostraciones externas de su poder, y, por otra parte, su respuesta privada a Elías. Es en la cueva del Monte Oreb que encontramos el verdadero corazón del relato. Allí ya no es el Dios de las aguas divididas, las plagas en Egipto, y el altar consumido en el Monte Carmelo lo que está en evidencia. Hasta aquel momento en la narración, esa había sido siempre la naturaleza de los actos divinos entre las naciones: una demostración externa y pública que, en el sentido más común, era un acto colectivo, el acto de un Dios nacional. En el Monte Oreb, sin embargo, todas las antiguas señales, los enormes poderes naturales, son exhibidas. Primero viene el viento recio, luego el terremoto, y finalmente un fuego. Pero el texto revela que el Señor no estaba en ninguno de estos fenómenos. En lugar de ello, "después del fuego vino un suave murmullo". Fue solo en este suave murmullo que Elías pudo oír que el Señor estaba auténticamente presente (Primera de Reyes 19). Los actos públicos, externos e históricos de de Dios ahora se profundizan en un reconocimiento del llamado de Dios al individuo; con todo, el llamamiento se realiza por causa de la comunidad. En el Nuevo Testamento, ocurre una transición aun más destacable. Aunque es el individuo quien responde a Dios, ya no es, además, un avance hacia una nación del pacto en un sentido histórico. Es, en cambio, un movimiento hacia un nuevo cuerpo, una comunidad supra-nacional. El interés comunitario ya no es aquí nacional, sino ecuménico. Y no es más un legado del pasado, sino una promesa concerniente al futuro. Ésta conserva tanto un sentido de dignidad del individuo como el destino comunitario del individuo. Dietrich Bonhoeffer afirma que en ningún momento una persona está tan sola como cuando se vuelve cristiano, pero la alienación ocurre por causa de una nueva comunidad. Además, esta comunidad trasciende las divisiones usuales. Como lo expresó el apóstol Pablo, "Ya no hay judío ni griego, esclavo ni libre, hombre ni mujer, sino que todos ustedes son uno solo en Cristo Jesús" (Gálatas 3.28). No cabe duda de que es a Pablo a quien más le debemos por la riqueza y profundidad de la idea cristiana de la vocación. Él está "en varios aspectos...destinado a permanecer como el autor más memorable en la materia" como expresara un escritor. Hay dos características de los escritos de Pablo que debieran impactarnos en este respecto. Uno es el hecho de que su lenguaje refleja precisamente aquellos sentimientos que tuvo Gerhart Niemeyer cuando comentaba sobre el más amplio fenómeno de la "razón". Los fundadores de la filosofía, decía Niemeyer, pensaron en la razón como algo que los llamaba a salir de ellos mismos y experimentar dificultades y peligros. Toda su actitud difícilmente se compara con la de un "caballero ilustrado" reflexionando cómodamente en su sillón en base a cálculos superiorres. Él dice, por ejemplo, "Por el llamado de Jesús, los hombres se vuelven individuos. Quiéranlo o no, son obligados a decidir, y esa decisión solo la pueden tomar ellos. No es su elección lo que los hace individuos: Es Cristo quien los hace individuos al llamarlos. Cada hombre es llamado por separado, y debe continuar solo. Pero los hombres le temen a la soledad, y tratan de protegerse de ella fusionándose con la sociedad de sus pares y con su entorno material...Pero todo esto no es sino una capa para protegerse de tener que tomar una decisión". La vocación es más bien la actitud de alguien comprometido en una aventura. Su tono emocional refleja que ellos no conocen plenamente el resultado de semejante travesía. Nótese en Pablo, por ejemplo, el continuo recordatorio de su vocación a sus lectores. Yo soy "Pablo, esclavo de Cristo Jesús, llamado a ser apóstol, apartado para anunciar el evangelio de Dios, que por medio de sus profetas ya había prometido en las sagradas Escrituras" (Romanos 1.1-2 traduzco literalmente "esclavo" para enfatizar la ardua naturaleza del llamado). Escribo a aquellos que también son "llamados a ser santos" (Romanos 1.7). En la carta a los Romanos, este evangelio le tiene cautivo, le impone exigencias, y es un poder que lo obliga. El trabajo por él realizado, ha ocurrido "mediante poderosas señales y milagros, por el poder del Espíritu de Dios" (15.19). En su caarta A los Corintios, él se describe a sí mismo y a los demás apóstoles, llamados juntamente con él, como "sentenciados a muerte", que han llegado a ser "un espectáculo para el mundo", "insensatos por causa deCristo", "despreciados" Además, escribe, "estamos desnudos, somos abofeteados y no tenemos lugar fijo donde vivir...hemos venido a ser hasta ahora como la escoria del mundo, el desecho de todos" (Primera de Colosenses 4.9-13 passim). Por el llamado del evangelio, ha soportado hallarse "en tribulaciones, en necesidades, en angustias, en azotes, en cárceles, en tumultos, en trabajos, en desvelos, en ayunos" (Segunda de Colosenses 6.4-5). Y en la carta a los Gálatas, les recuerda a sus lectores que "yo llevo en mi cuerpo las marcas del Señor Jesús" (Gálatas 6.17). Una vez hojeé un libro que de hecho se titulaba ¡Cómo escoger tu vocación! Es importante reconocer que esta menguada noción de la vocación no tiene ninguna similitud con lo que Pablo estaba pensando cuando escribió que Dios "nos dio vida juntamente con Cristo...con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús". No se trata de que simplemente "sepamos" sobre nuestra vocación como ocurriría con un itinerario en el plan de un viaje. ¡Mucho menos podemos elegirla! En lugar de ello, la vocación es algo que nos sucede. Es una experiencia. La verdad sobre ella está capturada en las palabras "somos hechura suya" (Efesiso 2.5, 10). El otro punto de notable importancia para Pablo es el uso de la imagen corporativa del cuerpo, el templo, y el hogar. Encontramos estas referencias a través de toda la correspondencia paulina, y son similares en concepto, ya sea en Romanos 12, Primera de Corintios 12 o Efesios 2. La idea de cuerpo es muy disímil, y en modos que son importantes, a la adherencia de la Ilustración al estado organizado. A través de las ideas democráticas liberales (desarrolladas a partir de la idea de Thomas Hobbes sobre el Estado, que luego tomaron su propia forma democrática con la ayuda de los pensadores ingleses y estadounidenses, incluyendo a John Locke, John Stuart Mill y John Dewey), la característica más importante llegó a ser la igualdad. Desde luego, lo que hace significativos a los miembros de un cuerpo en la metáfora paulina original no es su igualdad, sino su diferencia. La mano es distinta al ojo y así pueden contribuir a la unidad del cuerpo en sus modos diferentes. Además, ellos existen, no para sí mismos, sino por causa del cuerpo. Este es un concepto orgánico. La idea moderna del estado es, en contraste, el concepto de una organización. Se lo concibe mecánicamente en vez de orgánicamente. La igualdad enfatiza la intercambiabilidad de las partes; mientras que la metáfora del cuerpo orgánico depende de la interdependencia de las partes. La igualdad vela celosamente por los derechos de los individuos; pero la membresía en un cuerpo enfatiza la contribución al todo. La democracia liberal valora la relación uniforme de las partes con el todo, mientras que el concepto "corporal" paulino valora la relación excéntrica y multiforme de los miembros dispares. Puedo decir que la igualdad ocupa un importante lugar en la visión cristiana de la vida: somos amados de igual forma por Dios y somos importantes de igual forma para él, y estamos hechos por igual a imagen de Dios; pero la igualdad ha sido utilizada en el lenguaje moderno en un modo que en efecto pierde su sentido cristiano original. En el contexto cristiano, en oposición al secular, la igualdad, más que disminuir, incrementa la importancia y la fuerza de la comunidad. Juan Calvino, a diferencia de muchos de sus discípulos posteriores, tenía el don de explotar el balance teológico, lo que en parte se debía a su apreciación de la paradoja básica del mensaje cristiano. Él utilizaba este vívido sentido de equilibrio en sus enseñanzas sobre vocación. Para él, este concepto poseía un doble enfoque, uno sobre los deberes terrenales y el otro sobre el destino celestial. De esta forma, las tareas comunes de los cristianos, como también aquellos roles de mayor honra en la sociedad, son objeto de una nueva estimación. En su Institución, Calvino describe aquellas labores como poseedoras de una cierta nobleza si la persona "soporta y acepta las incomodidades, vejaciones, cansancio y ansiedades en su forma de vida, cuando se ha convencido de que la carga le fue impuesta por Dios". De este modo, "ninguna labor es tan vil y baja, mientras en ella obedezcas el llamado, que no resplandezca y sea tenida en gran estima a los ojos de Dios". Podemos considerar la escena de Jesús resucitando a Lázaro como una rica imagen del más hondo significado de la vocación. Lázaro no es meramente sanado, sino levantado de entre los muertos. Es llamado por la poderosa voz de Cristo desde el aislamiento de la muerte a la comunidad de los vivientes. La mortaja que lo envuelve se suelta y él queda libre para responder como alguien que vive delante de Dios y por el poder de Dios. Cada uno de nosotros es llamado de igual modo. La vocación, vocatio, trata de ser levantados de entre los muertos, hechos vivir a la realidad de que no existimos meramente, sino que somos "invocados" para un propósito divino". Particularmente, debido a mi propia experiencia personal, coincido con el texto evangélico (desconozco ahora mismo quién es su autor pero se puede encontrar fácilmente en Internet) cuando dice que la vocación no se hace (como sí afirma el primer texto presentado). No. Es necesario comprender que los niños y las niñas no tienen una sola primera ilusión cuando están todavía en edades pre-pubertales, sino que tienen varias y hasta muchas primeras ilusiones y, entre ellas, hay una que después destacará sobre las demás. Esa es la vocación. Se nace con la vocación y luego la experiencia la puede hacer o deshacer... pero se nace con la vocación dentro de nuestras primeras ilusiones. Recuerdo que a mí me gustaba haber sido torero, por ejemplo, o futbolista, por ejemplo, o conquistador adentrado en las selvas, por ejemplo... pero entre esos ejemplos se encontraba el de ser escritor y periodista. Lo voy a explicar razonadamente. Siempre pedía a los Reyes Magos que me regalasen pequeños libros en los que leer miles de aventuras. ¿Qué significaba eso desde que tengo uso de razón y antes de dejar de ser niño?. Que mi vocación inicial, entre otras muchas ilusiones primeras más, era la de ser escritor. Nací siendo escritor. Y lo de periodismo fue posterior. Con la vocación de ser escritor se nace y no se hace... con la vocación de ser periodista se hace y no se nace. En mi caso particular, y reconozco que puede ser un ejemplo de excepción pero a veces ocurre con algunos niños y algunas niñas, la escritura y el periodismo nacieron casi al mismo tiempo en mis primeros años escolares. Nada más aprender a leer comencé a aprender a escribir y surgieron mis primeros pequeños poemas y mis pequeñas redacciones escolares donde ya se veía literatura en ambas variables culturales... pero también mucho antes de llegar a la pubertad ejercía como periodista en un periódico inventado por mí bajo el título de "Cerros Verdes". Pero hay algo que debo citar: tuve un padre totalmente indiferente ante mi vocación de escritor y periodista y, para mayor dificultad, tuve una madre que no sólo era indiferente sino que rechazaba abiertamente mis aptitudes y en cuanto me veía leyendo o escribiendo me echaba unas broncas monumentales e intentaba impedir que estudiara Literatura. Ni mi padre ni mi madre (pendientes sólo de la "falsa" vocación de uno de sus hijos mientras los demás éramos como ceros a la izquierda) me apoyaron lo más mínimo para que yo consiguiera ver cumplidas mis vocaciones en tiempos juveniles y, para ello, hasta me obligaron a estudiar Bachillerato de Ciencias (añadiendo que tuve yo que presentarme voluntario, a la edad de los 9 años, para estudiar el Bachillerato) en vez de matricularme en Letras como era mi deseo. Eso y, además, tener que trabajar durante 27 largos años en una entidad bancaria cuando, para mí, los números no eran nada agradables. Tuve que cumplir mis tareas como trabajador destacado pero nunca olvidé mis vocaciones y, en cuanto pude, dejé de divertirme sin ton ni son y me dediqué a estudiar lo que yo amaba: periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Todavía, después de haber obtenido el título universitario de Licenciado en Periodismo, me tocó seguir luchando por conseguir llegar a mis sueños vocacionales, pero yo seguía creando revistas literarias y periódicas (Salud, Tándem, Cigarras y Saltamontes, Atalaya) más todo un libro de viajes titulado "Galicia a través de sus ríos" que lo escribí, todo completo, sin salir del salón-comedor de mi casa para, entre otras cosas, olvidar la soledad en que me encontraba. Pero Dios (creo firmemente en el Poder de Dios Padre, en el Amor de Dios Hijo Mi Señor Jesucristo y en la Palabra de Dios Espíritu Santo) me acompañaba en todo momento haciendo mucho más ligera aquella larga carga de luchar no sólo contra la indiferencia de algunos sino contra la envidia de otros muchos... y al final... ¡logré ser la dos cosas!. Logré ser escritor y periodista profesional. Y ante esto ahora nos debemos preguntar lo de la orientación y cuál debe ser la postura de los padres y las madres ante la orientación de sus hijos e hijas para poder cumplir sus vocaciones. Mi caso, como bien han leído, fue luchar solo y nada más que con la ayuda de Dios y la fuerza que me impulsaba mi Gran Sueño. Primero sepamos qué dice el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española sobre la palabra orientación. Consultándolo podemos leer: "Orientar es dirigir o encaminar a alguien o algo hacia un fin determinado". Esa es la cuestión que vamos a razonar. ¿Los padres y las madres están preparados para dirigir o encaminar a sus hijos e hijas hacia los fines vocacionales que poseen dentro de su alma?. ¿Hasta dónde llega la ayuda que los padres y madres tienen que aportar para que sus hijos e hijas alcancen el momento emocionante de ver cumplidas sus vocaciones?. Algunos padres y madres ni se preocupan de esto (volvemos a "visualizar" lo que pasó en la famosa década de los 60 del siglo XX) y otros creen que con pagarles los estudios primarios ya es más que suficiente. De todo ello podría estar escribiendo horas enteras pero vamos a pasar al punto llamado orientación. Tengo mis bases razonables para hacer una crítica de conciencia positiva sobre el asunto pero primero voy a extraer algo que encuentre en Internet como punto de apoyo. Como preámbulo, vean lo que se escribe en Familia S21 Internacional: "Aunque haya sido dicho hasta el cansancio, vale la pena repetirlo: ser padre o madre es uno de los desafíos más difíciles que plantea la vida para cualquier persona y a la vez, una tarea en extremo gratificante. Ser padres es una opción tan importante, que puede darle sentido a la vida de una persona, al punto de que en condiciones de adversidad, seguir adelante y luchar "por los hijos" se convierte en el objetivo de muchos padres y madres. La importancia de las funciones parentales, reside en que no se trata sólo de nutrir y cuidar a los hijos, sino también de brindarles la protección y la educación necesaria para que se desarrollen como personas sanas, buenas y solidarias. Pero, una pregunta que se hacen últimamente los investigadores es: ¿acaso, tener un hijo convierte automáticamente a una persona en padre o madre? Para la ley, ser padre o madre es una condición que se asigna por el derecho que da la consanguinidad o la adopción; la misma supone el cuidado responsable y la satisfacción de las necesidades de los hijos; sin embargo, no todos los niño/as reciben de sus padres este tipo de atención en cantidad y calidad suficientes. La Dra. Solís Pontón, psicóloga de la Universidad de París, sostiene que tener un hijo no significa convertirse automáticamente en padre o en madre. Esto es algo que va mucho más allá. Explica Pontón: "la parentalidad tiene que ver con un proceso eminentemente psicológico que supone un trabajo que los padres hacen sobre sí mismos". Yo, particularmente, nunca he criticado ni la indiferencia de mi padre ni la persecución de mi madre por convertirme en "lo mismo" que mi hermano mayor. Nunca lo he criticado mientras lo he tenido que sufrir pero ahora, una vez superado todo, tengo la obligación de razonar mis meditaciones. De acuerdo que, a veces, el dinero es una obsesión para quienes creen que sólo con dinero se pueden conseguir los sueños y las metas que tenemos desde la más tierna infancia. Error. Grave error porque como dice el refrán "por todos los caminos se llega a Roma". Es decir que, en muchísimas ocasiones, no es la falta de dinero la causa de que existan hombres y mujeres frustrados y frustradas por culpa de no haber alcanzado a practicar sus vocaciones. No. Es falso que el dinero lo puede todo. Lo que es necesario para poderlo todo es algo mucho más grande que el dinero y que se llama Amor con A mayúscula de Autenticidad. Si somos padres y madres auténticos (y no "feriantes de amoríos" como muchos están llevando a la práctica) debemos ser capaces de luchar por todos los medios para que nuestros niños y niñas sean, en la edad juvenil, capaces de alcanzar sus objetivos y no hacer que lo consigan una vez rebasada la primera juventud porque eso hace daño, de verdad que hace daño para el alma de muchos jóvenes y jovencitas. Así que hagamos de nuevo el planteamiento de ¿por qué hay tanta drogadicción, alcoholismo, sexo indiscriminado y hasta desviaciones y aberraciones sexuales hoy en día?. Vamos a ver otro texto sobre la importancia básica y fundamental que los padres y las madres tienen para que sus niños y niñas logren alcanzar sus sueños vocacionales sean cuales sean dichos sueños, estemos o no estemos de acuerdo con ellos porque olvidamos que son realidades distintas a nosotros... Es suficiente con la muestra de un sólo texto para poder comprender y comenzar a entender cuáles son nuestras obligaciones, como padres y como madres cristianos y cristianas -el resto que aprendan si lo desean y si no desean aprender que sigan con sus ignorancias que luego vendrán las consecuencias- que no podemos olvidar. Este texto pertenece a la profesora de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas de la Universidad de Ciego de Ávila, en Cuba, Doña Odalia Llerena Companioni y se titula "El papel de la familia en la orientación profesional de los hijos": "Vuestros hijos no son vuestros hijos. Ellos son los hijos y las hijas de la Vida que trata de llenarse a si misma. Ellos vienen a través de vosotros pero no de vosotros. Y aunque ellos están con vosotros no os pertenecen. Una aspiración común a los padres en diferentes latitudes se refiere al logro por parte de los hijos -una vez alcanzada la adultez- del éxito en el mundo sociolaboral. Para el logro de este objetivo es menester que se hayan preparado con antelación de forma conveniente para insertarse en el mundo laboral y es aquí donde entra a desempeñar su papel la preparación para elegir un rumbo laboral compatible con las aspiraciones y posibilidades individuales. Puesto que la elección de una profesión u oficio es un momento de gran importancia en el logro del desarrollo de la personalidad, para llegar a él debe primeramente el individuo pasar por un proceso de construcción de su subjetividad que le permita tomar decisiones maduras, responsables y autodeterminadas. El trabajo de orientación a familias cuyos hijos en algún momento se han visto envueltos en los conflictos derivados de la elección profesional constituye la principal motivación para realizar este análisis. En la literatura psicopedagógica se observa que durante un buen tiempo la orientación profesional fue organizada principalmente en función del momento en que se debe seleccionar la profesión. En períodos más recientes la orientación profesional ha pasado a ser considerada como un proceso que transcurre a la par del desarrollo individual con cuyas modificaciones se haya relacionada. La orientación profesional es un proceso que transcurre en determinadas etapas las cuales no tienen que ver con la edad en años si no con el desarrollo alcanzado en cada momento por la personalidad y que puede expresarse en: Primera etapa: Se produce la formación vocacional general: Abarca las primeras edades y debe dirigirse al desarrollo de inclinaciones y aptitudes en los niños, conocimientos e intereses cognoscitivos que sirvan de base para acercarlos progresivamente a la formación de intereses profesionales en determinadas áreas del quehacer humano. Segunda Etapa: Inicio de la preparación para la selección profesional: La Orientación Profesional se expresa en el trabajo dirigido al desarrollo de intereses cognoscitivos, conocimientos y habilidades específicas relacionadas con aquellas asignaturas o esferas de la actividad humana en las cuales el sujeto muestra marcadas inclinaciones y/o posibilidades en el orden intelectual para su ejecución. Tercera Etapa: Comienzo de la formación y desarrollo de intereses y habilidades profesionales: Esta etapa coincide con el ingreso del estudiante al centro de enseñanza profesional (media o superior) y tiene como objetivo esencial la formación y desarrollo de intereses, conocimientos y habilidades profesionales que lo preparen para el desempeño exitoso de una determinada profesión. La Orientación Profesional adquiere en esta etapa características distintivas que se expresan en el "enfoque profesional" del proceso docente educativo. Cuarta Etapa: Los intereses, conocimientos y habilidades profesionales se consolidan en esta etapa. La misma se inicia en los años superiores de la formación profesional y su inicio será más temprano en los alumnos que alcancen un mayor nivel de independencia en la aplicación de los conocimientos y habilidades profesionales en la solución de los problemas de la práctica profesional (González Maura, 2002). En el trabajo con jóvenes profesionales se aprecia que esta etapa la cual habitualmente se ha descrito culmina en los primeros años de graduado, en realidad adopta una nueva cualidad. Cuando el nivel de integración de la motivación profesional es elevado, en el joven se produce una clara inclinación de sus intereses profesionales hacia la búsqueda de nuevos descubrimientos o aportes en la aplicación o ejercicio de la profesión u oficio seleccionado potencializando la autorrealización en el campo de la vida profesional, con lo cual no sólo se consolidan los intereses profesionales ya existentes sino incluso, pueden aparecer nuevos intereses en la exploración de nuevos campos de acción profesional(Llerena, 2007). Un momento que comporta especial significación a finales de la adolescencia es la selección de la profesión futura. En el mismo coinciden las preocupaciones por el camino futuro a recorrer con los cambios emocionales propios de la etapa, de ahí que con frecuencia sea este un lapso de tiempo difícil y que preocupa por igual a padres y maestros, de ahí que emprender acciones coordinadas entre la escuela y la familia puede conducir a que el tránsito por esta etapa revista menor dificultad. Luego de controvertidas y enfrentadas opiniones que primaron en el terreno de la Psicología educativa durante un período considerable de tiempo ya casi no constituye objeto de discusión la relación enseñanza-desarrollo y una buena parte de los psicólogos educativos coincidimos en que la primera, marcha delante y conduce el desarrollo psíquico, considerando sus características típicas en cada edad. De ahí que la escuela debe convertirse en el factor primario en la orientación para la selección profesional y en el asesoramiento especializado a los padres para que se sumen de forma conveniente a este proceso. Aunque ya he referido que este es un proceso que puede entrañar algunas dificultades, no transcurre igual para todo (a) adolescente. Es una realidad que existen jóvenes a quienes le resulta menos difícil hacer la elección de la profesión que a otros. En cada joven influyen factores individuales y sociales cuya interacción incide en la proyección de su vida laboral futura. Dentro de los factores individuales pueden destacarse en especial, las motivaciones de los adolescentes, sus aptitudes y actitudes. Los factores sociales por su parte se refieren a la influencia en las decisiones que debe tomar de sus grupos de pertenencia, dentro de los cuales la familia juega un papel fundamental y los patrones culturales estereotipados acerca de algunas profesiones y/u oficios existentes. Factores individuales: El desarrollo motivacional: En investigaciones desarrolladas en Cuba se ha demostrado la presencia de dos tipos de motivos ligados al estudio de la profesión, los intrínsecos ligados al cumplimiento de la misma y los extrínsecos que nada o poco tienen que ver con el contenido de la misma (González y Mitjáns, 1989; Domínguez, 1989; González Maura, 2002;). El desarrollo de las aptitudes: Este tiene que ver con las habilidades adquiridas hasta el momento de elegir la profesión y que pueden en determinados casos convertirse en factores que favorezcan-cuando se poseen- la selección de una profesión determinada, o en caso contario, lo obstaculicen. Las actitudes predominantes: Tiene que ver con la disposición para seguir una u otra selección e incluye tres componentes básicos: el cognitivo, que se refiere a los conocimientos previos que se poseen sobre la profesión u oficio; el componente afectivo, el cual tiene que ver con los sentimientos y vivencias que se implican en la selección y el conductual manifestado por el conjunto de disposiciones ejecutoras que se manifiestan en el momento de la selección, si se hace o no. Factores sociales: La influencia del macromedio social representada en los diferentes grupos en los que se inserte y por las cuestiones divulgadas por canales oficiales (medios de comunicación) o extraoficiales. Las creencias existentes sobre la profesión u oficio seleccionados: Existen profesiones que a lo largo de la historia de la humanidad se han rodeado de un halo de aceptación o rechazo por sus características, lo cual puede indudablemente influir en la selección de la misma para el futuro. La familia: Un lugar especial le corresponde a la familia, en su seno y bajo condiciones especiales de compromiso afectivo positivo o negativo crecen los seres humanos. Existen conductas que se reproducen en el seno familiar con respecto a la selección de profesión por los hijos, las cuales pueden ser estimuladoras de la toma de decisiones autodeterminadas o limitar estas. La familia y la selección profesional: Por su influencia en la orientación profesional de los hijos, la familia merece una reflexión aparte. Diversas son las formas en que puede influir la familia en la elección profesional de los hijos. Existen familias en las cuales alguno de los padres-o ambos-por circunstancias personales diversas no pudieron ver cumplidos sus sueños en relación con el estudio de una profesión determinada. Es frecuente en estos casos que trate de inclinarse al hijo(a) hacia el estudio de la misma con independencia de si se inclina personalmente hacia ella o si tiene o no desarrolladas habilidades que puedan conducirle al éxito en la misma. En otros casos que guardan alguna relación con el anterior, de generación en generación y sucesivamente los miembros de una familia han estudiado la misma profesión. El problema se produce cuando alguno de los miembros más jóvenes-quien se supone debía seguir el camino de sus antecesores- se niega a hacerlo por no poseer aptitudes ni actitudes en relación con el estudio de la misma. Existen casos en que se elige profesión sobre la base de una idea casi marcada en los genes de sus miembros de manera forzosa. Por otra parte existen también algunas familias en las cuales se considera a los hijos demasiado inmaduros para seleccionar profesión y asumen la tarea de seleccionar ellos mismos la profesión que consideran mejor para los hijos o las hijas. También hay familias que estimulan desde las primeras edades de forma organizada y coherente las inclinaciones de sus hijos que consideran pueden ser la base de un desarrollo profesional futuro, instando a los niños a manifestarse abiertamente en relación con sus intereses y a perfeccionar cada vez más sus habilidades. Estas son solamente algunas conductas que pueden asumir los padres ante el momento en que sus hijos deben elegir su futura profesión. Recomendaciones a los padres que deben enfrentar la orientación de sus hijos para la selección profesional: Atendiendo a que en el mundo laboral aparecen cada vez nuevas ofertas que demandan la mayor competencia de quién en él se desenvuelve. Una tarea de primer orden debe estar dirigida a propiciarles un conocimiento lo más amplio posible de las ofertas educativas existentes y que se hallen en correspondencia con sus posibilidades y aspiraciones individuales. De lo anterior se desprende que no puede esperarse a que el (la) joven se halle a las puertas de seleccionar profesión para investigar acerca de las diferentes ofertas existentes en su entorno y compartirlas juntos. Es bueno que los padres conozcan que en la escuela la orientación profesional se realiza bien sea de forma integrada al currículo o de forma extradocente, pues esto contribuye en gran medida a la selección profesional de los jóvenes. Sin embargo, es a estos últimos quien corresponde la máxima responsabilidad en dicha elección. En ese proceso los padres pueden brindar un fuerte apoyo individual, pues como todo proceso vinculado al crecimiento la selección de oficio y profesión puede generar crisis emocionales importantes. Un aspecto en el cual los padres pueden brindar una ayuda importante se refiere a la identificación por parte de los hijos de sus cualidades individuales en relación con determinada profesión, dado que en ocasiones sueñan con profesiones futuras que se conoce de antemano sus habilidades, conocimientos o características personales no le permitirán alcanzar de forma exitosa. Darle apoyo emocional y ayudarle a identificar sus mejores opciones puede ser una fuente importante para la toma de decisiones importantes. Otro elemento trascendente es la continuidad que se puede producir en la familia del trabajo de orientación iniciado en la escuela, por eso es conveniente que los padres se mantengan sistemáticamente orientados de los pasos que se dan en el centro escolar relacionados con la orientación vocacional-profesional de los hijos. En ocasiones la escuela trabaja en una dirección y la familia por desconocimiento de la línea de trabajo del centro escolar la entorpece o la desvía de su curso normal. La escuela y en especial la figura del maestro pueden ser importantes a la hora de conocer cuáles son las características del aprendizaje de los jóvenes y hacia qué rumbos profesionales atendiendo a las mismas puede dirigir su futuro. Por otra parte los padres pueden acudir a las redes de apoyo, formadas por los padres de los amigos de sus hijos quienes seguramente poseen similares preocupaciones y del diálogo conjunto pueden surgir importantes aportes colectivos destinados a la orientación de los jóvenes. En no pocas ocasiones los padres se preocupan porque en contra de todos sus criterios los jóvenes persisten en realizar una selección profesional contra todas las opiniones vertidas por los adultos. En este caso debe dialogarse y conocer los criterios seguidos para optar por esa decisión. Si son criterios firmes, sólidos y razonablemente maduros, cabe suponer que se trata de una seria decisión; de ahí que probablemente pueda tener un éxito futuro en su desempeño si se forma en esa profesión. Cuando la decisión acerca de la vida profesional que realizan los hijos no es apropiada, entonces la respuesta de los padres no debe dirigirse a la censura o el regaño que pueden llevar a obtener respuestas de rebeldía o inconformidad. Es más adecuado recabar ayuda profesional tanto para el joven, como para preparase como padres para ayudarles a encontrar buenas soluciones a la elección profesional. Es preciso que la familia comprenda que se halla en una posición privilegiada en la orientación profesional de los estudiantes ya que posee la fuerza afectiva necesaria para orientarles al logro del autoconocimiento, la valoración de las propias fuerzas y posibilidades y promover la madurez necesaria para enfrentar la selección de la profesión de una manera analítica y responsable. De todo lo aquí tratado desembocamos en el tema de la decisión profesional que toman nuestros hijos e hijas. Vean, lean y asimilen lo que nos aconsejan desde Educastur: "Educar para la toma de decisiones es uno de los aprendizajes más útiles. Las decisiones que los jóvenes vayan a tomar a lo largo de su vida les ayudarán a madurar, valorarse y apreciar el entorno, les harán más fuertes para afrontar situaciones de riesgo y les facilitarán la elección de su futuro académico y profesional. Probablemente pensemos que es fácil tomar una decisión simple, como elegir la ropa que me pondré por la mañana, qué hacer después de ir al colegio o qué merendar por la tarde. Sin embargo, el asunto se complica cuando hay que realizar una elección cuyo resultado puede tener consecuencias importantes, como el futuro itinerario académico profesional. A medida que los niños y las niñas se van haciendo mayores, han de tener la oportunidad de tomar sus propias decisiones. La familia no les debe dar las cosas hechas, ni tiene que estar siempre encima. Por más difícil que pueda ser al principio, los padres y las madres deben dejar que las y los más pequeños se equivoquen, incluso que cometan errores. Si se sobreprotege a los niños y a las niñas no llegarán a desarrollar la confianza en sí mismos, ni aprenderán a asumir responsabilidades o a tomar decisiones por sí solos. No hay que tener miedo, sino todo lo contrario, hay que animarles a ser independientes. Es necesario que la familia sea comprensiva en el caso de que las cosas no salgan bien a la primera. Hay que valorar su buena voluntad y animarlos a intentarlo de nuevo hasta conseguir el objetivo. Una buena idea es elogiar sus pequeños avances, pero sin caer en elogios excesivos porque éstos acabarán por perder su valor. Las críticas también son necesarias para que conozcan sus puntos débiles, pero nunca se deben hacer críticas personales del niño o de la niña, sino que hay que hacer críticas constructivas y sugerencias aludiendo a que se puede probar de nuevo a hacer las cosas de otro modo, u orientarles en cómo hacerlas para conseguir mejores resultados. De forma paulatina y al ritmo que establezca cada familia se debe ir asumiendo la participación e implicación de todos los miembros en la toma de decisiones y en la realización de actividades. Aceptar que los niños y las niñas tomen sus propias decisiones con sentido crítico fomentará, además, en ellos el espíritu emprendedor y la iniciativa personal; dos valores muy importantes para la vida adulta. Es esencial que los niños y niñas ganen en seguridad. Para que una niña o un niño se atreva a expresar su opinión cuando le pase algo, cuando vea algo injusto a su alrededor o cuando quiera participar en una conversación de grupo, es necesario que previamente haya tenido esta libertad en su casa. Para desarrollar la confianza en sí mismo, aprender a tomar decisiones y convertirse en una persona independiente es necesario que en el núcleo familiar se escuche a los hijos e hijas, se les deje acabar las frases y se les permita interrumpir una conversación de vez en cuando. Para obtener un buen nivel de autoestima es necesario que la familia transmita seguridad. Los psicólogos infantiles recomiendan recordar a los niños y niñas que son importantes y reafirmárselo asiduamente con frases como: "tienes tu propia personalidad, tu propia voz y tomas tus decisiones". Es importante acostumbrarles a que tomen sus propias decisiones y a respetarlas, eso sí, recordándoles que serán también responsables de las consecuencias que sus decisiones conlleven. Si los niños y las niñas ven que en su casa cada miembro se involucra en la toma de decisiones y se responsabiliza de sus actos será mucho más fácil que ellos y ellas también aprendan a actuar de esa manera. En los casos en los que la familia no esté de acuerdo con alguna de las decisiones que el menor o la menor ha decidido tomar es importante hacérselo saber y establecer entre todos un diálogo constructivo en el que el niño o la niña explique no solamente qué es lo que quiere hacer, sino también por qué lo quiere hacer, cómo justifica esa decisión y si ha pensado en las consecuencias que pueden producirse. Hay ocasiones en las que los niños y niñas necesitan ayuda para tomar decisiones que posiblemente tengan consecuencias en su futuro, como puede ocurrir a la hora de decidir qué asignaturas se quieren cursar o a qué clases extraescolares apuntarse. A la hora de escoger las clases extraescolares hay que tener en cuenta el horario de los menores a fin de evitar que se sobrecarguen. Lo mejor es que estas clases extraescolares sirvan como complemento a los estudios y atiendan a sus intereses. También hay que tener en cuenta que no es lo mismo elegir una clase extraescolar, donde no pasa nada si el niño o niña se cansan al segundo día, que ayudarles a elegir unas asignaturas optativas o unos estudios determinados. Lo mejor que se puede hacer para que los menores no tomen una decisión equivocada es sugerirles que piensen con detenimiento qué es lo que realmente quieren estudiar, que procuren asesorarse en los servicios de orientación, sopesen sus posibilidades y finalmente maduren si su elección les va a ser útil o prefieren explorar opciones cuando las cosas no están muy claras. Es bueno que las personas se equivoquen de vez en cuando para aprender de la experiencia y aunque no conviene que en la educación se tomen decisiones erróneas siempre hay posibilidades de recapitular y enmendar los errores. Las familias deben saber que en este campo pueden obtener ayuda de los servicios de orientación escolar. La orientación escolar es un proceso de ayuda al alumnado y sus familias para que estos sean capaces de resolver los problemas y dudas de su vida académica. Pretende ayudar a que la persona elabore un concepto adecuado de sí mismo y de su papel. No es un proceso puntual, sino continuo en el tiempo, que persigue como objetivo el desarrollo de la persona. La ayuda para la toma de decisiones es una responsabilidad compartida, dentro de cada escuela, por las familias, profesorado, tutores/as y orientador/a. Ahora bien, deben ser los hijos e hijas quienes tomen la decisión final para sentirse implicados en el logro de objetivos y para ello los padres y madres deben ayudarles a buscar su verdadera vocación, pero con mucha calma. También pueden involucrarse en la toma de decisiones buscando información sobre lo que ofrece el mercado en cuanto a instituciones educativas y su oferta formativa, duración de los cursos, en qué consisten y las posibilidades de futuro académico y profesional. ¿Cómo ayudar, entonces, a tomar decisiones?. Es importante que los padres y madres acompañen a sus hijos en este aprendizaje sin sustituirles, y respetando la decisión tomada, a fin de que puedan experimentar las consecuencias de lo decidido. Comenzarán por decisiones sencillas, para ir incorporando poco a poco otras situaciones más complejas. No podemos esperar que cuando sus hijos lleguen a ser "mayores" tomen decisiones adecuadas si no han ido incorporando paulatinamente esta destreza en su formación. Dejar claro que podrán tomar sus propias decisiones siempre y cuando respeten el marco de una normativa o un sistema establecido y consensuado por la familia. Hay que dejarles que se equivoquen. Cuando algo salga mal, no hay que criticarles, sino alentarles a repetirlo hasta que les salga mejor. Elogiarles sin caer en el halago excesivo y sin sentido. Hacer siempre sugerencias y críticas constructivas, nunca personales. Podemos contribuir a aumentar la capacidad para tomar decisiones si ayudamos a: Resolver los problemas que crea la necesidad de tomar una decisión, buscar más de una solución, seleccionar una de las alternativas mediante la valoración de sus consecuencias y valorar la eficacia de las decisiones por medio de una discusión posterior. Procedimiento para la toma de decisiones: Considerar todas las opciones posibles. Considerar las ventajas e inconvenientes de cada opción. Elegir.". Yo, a todo esto, añadiría algo que, aunque a primera vista parezca trivial, es muy importante para desarrollar una autoestima suficiente como para no tener complejo a la hora de luchar por las metas, los sueños y las vocaciones: tener un amplio sentido del humor. El sentido del humor bueno y generoso y no pérfido ni maligno, desarrolla una autoestima muy saludable. Es necesario que las vocaciones profesionales estén acompañadas de un sano buen humor que se traduzca en un "reír con los demás" pero no "reírse de los demás". Quizás alguien me reclame que esto nada tiene que ver con el logro de una vocación. Se equivocan quienes piensan eso. El buen humor hace que los fracasos no nos hundan y que los éxitos no nos envanezcan. Lean, por ejemplo, el siguiente texto titulado "La palomas traman algo..." (De J. Manu Serrano): "Apaga y vámonos: Palomabbey road. Y la respuesta es...Huelga General. El humor no riñe con la profesionalidad. Estamos en unas semanas no muy gratas para los estudiantes. ¡Mucho ánimo y fuerza para todos! Aún así, desde Las Palomas Traman Algo, sacamos algo de tiempo para escribir diariamente. Pedimos comprensión, ya que nuestras entradas no serán tan largas como habituamos, pero cumpliremos con las expectativas. Sin más dilación, bienvenidos al deporte. He pensado mucho el tema. Estamos en pleno Mundial de fútbol, pero de él hablaré tras el primer partido de España el miércoles. Así que hoy toca un poco de tenis. No nos vamos a centrar en los éxitos deportivos de un tenista, no. Para ser un "crack" con mayúsculas, debes ser respetado tanto dentro como fuera de la pista. Algunos son odiados por sus formas y otros aplaudidos por llevar a este deporte a un ámbito superior. Desde siempre, se ha considerado al tenis y al golf como las actividades más "serias" debido a su ritual. La concentración es la seña de identidad y es muy necesaria para quien lo practica. Pero es de agradecer que, de vez en cuando, esa monotonía se rompa y el sentido del humor varíe el pensamiento que se tiene. El gran culpable de ello es nuestro protagonista. Señoras y señores, recibamos con un fuerte aplauso a Novak Djokovic. El joven serbio de 23 años lo tiene todo: un estilo completamente definido en su juego, gran golpeo y carisma, un arma con la que está conquistando a diestro y siniestro. Y es que, desde los 4 años, Novak ha practicado este deporte con pasión. Y esa tenacidad que le es propia le llevó a ingresar con 13 años en una academia en Munich. Se desenvuelve perfectamente en italiano, español, serbio, alemán e inglés. Queda patente el control de dichos idiomas en las entrevistas que realiza por todo el continente europeo. Nunca pierde la sonrisa y se presta a todo lo que le pidan. Tiene una excelente relación con los tenistas latinos, por nombrar alguno, Nalbandian. Actualmente, es el número 3 de la ATP, que está encabezada por Rafael Nadal tras ganar Roland Garros. Como decíamos, Djokovic es un "personaje". Existen pocas personas que desconozcan una de sus pasiones: la imitación. Si, tiene un amplio repertorio en su haber. Hay algunos tenistas que no se toman de buena gana sus "réplicas", pero el público queda encantado. Sin ir más lejos, la de Nadal es muy famosa y en las gradas se aglomeran los fans para que sacien su demanda. Sharapova y su "grito" al golpear la pelota, Roger Federer y la forma tan marcada de realizar sus remates o el "tic" de la camiseta de Andy Roddick conforman su brillante palmarés. Una imagen vale más que mil palabras. A continuación, vamos a mostraros la entrevista realizada por Pablo Motos en "El Hormiguero" a Novak. Pensaba ensalzar la figura del Sr. Motos, pero realmente... sin un invitado como él, no tienes una pedazo de entrevista como la que consiguió: No hay mucho más que añadir tras verle en el papel de "Chiquito de la Calzada". Además, cantó grandes temas de la música española. Para concluir, no queríamos cerrar sin mostrar las imitaciones que realiza de sus compañeros de profesión. Pero hasta en mitad de una ceremonia de entrega de trofeos te puede salir una presentadora italiana con ganas de marcha". Y si lo desean, y lo digo con total modestia, pueden consultar cualquiera de mis textos de "El Chivatazo" publicados en este mismo blog (escritoreenlibertad.es, en vorem.com o en textale.com). Lo digo sin vanidad... pero se puede ser un buen periodista con gran sentido del humor o se puede ser un pésimo periodista a pesar de la muy excesiva seriedad que se tenga. 17.4.- Familia y resultados escolares. Algunos padres y algunas madres, para dolor de sus hijos o hijas, siempre están exigiendo, hasta de manera enfermiza, que dichos hijos o hijas sean los números 1 en la escuela y en los colegios en donde están estudiando. Para esos padres y madres lo único que les vale es que su hijo o su hija saquen una matrícula de honor (un 10 o un 20 según sean el caso, por ejemplo, de España y Ecuador respectivamente) y si el niño o la niña saca solamente un sobresliente, por muy sobresaliente que sea cogen tal disgusto que crean, en el ámbito familiar, una verdadera tragedia y en la mente del niño o la niña un verdadero caos. He visto casos así y los he visto demasiado cerca, tanto en España como en Ecuador. ¿Qué se produce cuando exigimos a nuestro hijo o hija que saquen en todas las asignaturas una matrícula de honor a como dé lugar y de manera imperativa?. Lo único que conseguimos es a crear un estrés tan elevado en el hijo o la hija que podemos hacerles desgraciados para toda su vida. Ellos pueden ser geniales pero la opresión a que están sometidos les hace esclavos de sus aptitudes y, en la mayoría de los casos, son incapaces de lograr llegar a los estudios universitarios; dándose casos verdadermaente trágicos en los que se puede llegar, incluso, hasta la depresión crónica o al suicidio del hijo o la hija en los ejemplos más exagerados. ¿Qué sentido tiene que un niño o una niña deje de ser feliz porque está siendo obligado a que saque las mejores notas de todo el colegio y que sea el número 1 de todo el colegio en todas las facetas estudiantiles e incluso de ocio recreativo?. El único sentido que doy yo a esa clase de acciones paternas y maternas es el de que están reflejando en sus hijos o hijas su propia frustración, se olvidan de los intereses de sus hijos e hijas y sólo proyectan en ellos el egoísmo propio. A dichos padres y madres, en realidad, no les interesa tanto que el niño o la niña saque todas las materias con matrículas de honor (aunque se conviertan en seres desgraciados) sino el orgullo, la vanidad, la prepotencia propia. Esos padres y madres son, simplemente, unos ególatras a los que no les importa su hijo o su hija sino lo que su hijo o su hija sirve para ellos. Sé de numerosos casos en que hijos e hijas que fueron criados con libertad y sacaron notas más o menos ajustadas (en España, por ejemplo, el 5 ya es suficiente para aprobar una asignatura) y se les dejó libres de toda presión, al llegar a los estudios universitarios destacaron sobre el resto de sus compañeros y compañeras. Nadie les forzó a que sacaran, en la escuela y el colegio, las notas más altas ni que fueran los mejores en todo. Nadie les obligó a ser los campeones en todas las áreas educativas y recreativas y, sin embargo, al llegar a la juventud dieron el salto cualitativo que les elevó a ser números 1 (sin importar cuántos números 1 había en su entorno) siendo, a la larga, siempre felices y dando un rendimiento altísimo en la hora de la verdad. La hora de la verdad. Ese es el punto. La hora de la verdad de saber si amamos o no amamos a nuestros hijos e hijas. La hora de la verdad de saber si queremos lo mejor para ellos y ellas o queremos lo mejor para nosotros abusando de ellos o ellas. Familia y resultados escolares. Ese es el asunto. Saber si la familia ayuda o la familia destruye en ciertos casos puntuales. El último punto de la Tesis Doctoral de una alumna de la Universidad Complutense de Madrid, cuyo nombre es Coral, dice así: "Características del Ámbito Familiar y Resultados Escolares: Tras la publicación del inestimable Informe de Coleman en 1966, el estudio de las características del ambiente familiar se ha venido realizando en torno a dos grandes dimensiones, la primera de carácter más estructural y la segunda más funcional: • Background. En esta dimensión ubican variables como el nivel socioeconómico, el nivel de formación de los padres, los recursos culturales, la estructura familiar, etc. • Clima. Esta dimensión acoge variables como las relaciones padres-hijos, la utilización del tiempo en el hogar, las demandas". Paremos aquí un momento y fijémonos en las demandas. ¿Cuáles son las demandas que exigen algunos padres o madres que sólo piensan en que sus hijos o hijas sean los mejores en todos los aspectos?. ¿Son demandas justas para los hijos y las hijas?. Desde luego que no. Desde lueqo que, en estos casos, los padres y las madres que actúan de esta manera egoísta están creando hijos e hijas rebeldes, hijos e hijas que abandonan sus sueños y los sustituyen por sus desgracias. ¡Jamás se me ocurriría a mí exigir las mejores notas a mis dos hijas porque resulta que tampoco a mí me las exigieron mis padres y, gracias a ello, fui un estudiante feliz!. No importa tanto la nota conseguida (un simple número nada más) sino saber que nuestro hijo o nuestra hija está siendo feliz en la escuela, está siendo feliz en el colegio, está siendo feliz en la academia, está siendo feliz en el instituto y está siendo feliz en la universidad. Les dejo el siguiente texto de una tesis que he encontrado publicada en Internet (Revista Científica Electrónica de Psicología): "En la presente investigación se tuvo como objetivo principal abordar la influencia familiar en el rendimiento escolar en niños de primaria. En el estudio participaron 60 niños (31 niñas y 29 niños) y sus padres, tomando en cuenta variables tales como: Los estilos de crianza o paternidad (autoritativo, autoritario, permisivo y negligente) y el modelo ecológico de Bronfenbrenner. Como primer aspecto se describen el ambiente familiar, compromiso familiar, nivel académico de los padres, estructura familiar y nivel socioeconómico y cultural de la familia. Un segundo aspecto que se abordó fue la influencia de los estilos de paternidad y sus repercusiones sobre el rendimiento escolar, nivel en que los padres se involucran en la formación académica así como la participación de la familia con la escuela. El instrumento utilizado fue un cuestionario de apoyo familiar utilizado por Domínguez (2009) en dos versiones uno dirigido a padres y otro a niños, para obtener información sobre el interés y el apoyo de los padres y/o tutores en el desempeño escolar de sus hijos. Los resultados obtenidos en esta investigación resaltan que los padres apoyan a sus hijos con las tareas escolares de manera poco frecuente, así mismo no destinan un espacio y tiempo a los pequeños para realizar sus tareas, como tampoco mantienen buena comunicación con los profesores pues solo asisten a la escuela a firmar boletas y no a preguntar sobre el desempeño escolar de sus hijos, a lo que respecta a las actividades complementarias los padres no proporcionan el tiempo a sus hijos para poner ejercicios extras, pero solo algunas veces repasan con sus hijos lo que estos ven en la escuela, así pues estas relaciones padres e hijos se encuentran inmersos dentro del estilo de crianza permisivo y negligente que son propuestos por Baumrind (2004), ya los padres son poco exigentes y no atienden a las necesidades de sus pequeños. Palabras clave: Estilos de crianza, modelo ecológico, familia, escuela, rendimiento académico. El estudio de las relaciones familia-escuela comienzan a suscitar interés a partir de la década comprendida entre 1950 y 1960, momento en el que las evidencias empíricas señalan el efecto que los factores sociales, que en general, tienen sobre el rendimiento educativo. Entre éstos, los factores relativos al entorno familiar explican las diferencias de rendimiento en mayor medida que otros factores, de tal manera que los logros escolares del alumnado estarían relacionados con aspectos sociales, culturales, experiencias de aprendizaje, actitudes y expectativas presentes en el contexto familiar (Gil, 2009). A. Dentro del medio familiar los individuos comienzan a construir su carácter y su personalidad, a través de los padres que son las personas más cercanas y se encargan del cuidado y la protección de cada uno de los miembros que integran la familia, al igual son los encargados de regular conductas por medio de limites y reforzadores positivos. Los agentes familiares son de suma importancia, ya que son parte del constructo de perturbaciones en el aprendizaje (Bima; 2000), dichas perturbaciones se ven reflejadas en el desempeño escolar. B. Diversos estudios (Anabalon; 2008, Baeza, 2000, Manterola, 1986, Valle Ruiz, 2006) manifiestan que la familia forma parte de los factores que van a intervenir en el desarrollo de habilidades académicas; asimismo se encuentran las diversas situaciones que se desencadenan dentro del ambiente familiar, todo esto con el fin de conocer si los padres realmente se involucran con el desarrollo de sus hijos. C. En la década de los setentas, en un estudio realizado en Santiago de Chile (Manterola, 1986), se manifestó que la adquisición de habilidades como la escritura, la lectura, la destreza en el área matemática van a depender de diversos factores, es decir, dicho estudio se centraba mucho en lo que es el nivel académico que los padres tienen; por ejemplo un pequeño no va ha adquirir de manera rápida conocimientos de lectoescritura si sus padres no saben leer, ni mucho menos escribir (Manterola, 1986). D. Ortega (1994) realizó un estudio donde exploro la influencia de tres variables (castigo, rechazo y aceptación) de los estilos de crianza maternos sobre el auto concepto de niños mexicanos. La muestra consto de 362 participantes (195 alumnos de 12 años de edad de 5º y 6º de primaria y 167 madres de 39 años de clase media y baja). Se aplico a los alumnos un cuestionario que determinan alguna de las tres variables (castigo, rechazo y aceptación) en los estilos de crianza de sus madres y un cuestionario de auto concepto a las madres se les pregunto acerca de su escolaridad e ingreso económico a la familia. Los niños que se ubicaron en la variable rechazo o castigo materno reportaron niveles bajos de autoestima moral y bajo auto concepto como hijos, por otro lado los niños que se ubicaron en la variable de aceptación materna reportaron buenos niveles de auto concepto. Otros datos adicionales es que se corroboro que la escolaridad materna tiene efectos sobre el estilo de crianza, ya que los hijos de madres con mayor nivel de estudios reportan con mayor frecuencia la variable de aceptación, por otro lado los niños cuyas madres solo cursaron la primaria recurren más al castigo; Así mismo el estudio arrojo que las madres con nivel de ingreso familiar bajo tienden a usar con frecuencia el castigo hacia sus hijos. E. Gil (2009), estudio las relaciones entre el contexto familiar y el rendimiento escolar con niños de 5º de primaria. El estudio se desarrollo en Anda Lucia habiendo participado un total de 3859 familias y arrojando resultados que confirman un mayor nivel de competencia en alumnos cuyos padres tienen mejor actitud hacia la lectura y declaran dedicar mayor numero de horas semanales a dicha actividad. Por lo tanto se puede afirmar el interés de estas variables para caracterizar el contexto socio familiar en que se desenvuelve el alumno y valorar, en función de este, los resultados de aprendizaje logrados en las instituciones educativas. F. Encontrando un estudio de tipo cualitativo realizado en escuelas básicas de la ciudad de Chillán, Chile (Anabalón, 2008), mostró descriptivamente el compromiso que las familias poseen sobre el desempeño escolar; considerando como variables 1) el entorno familiar del cual se desprende la conformación de la familia, el nivel socioeconómico, la convivencia entre padres e hijos, el apoyo que los padres dan a sus hijos para la realización de tareas escolares, entre otras, 2) familia y escuela, éste rubro se encuentra sustentada por la relación institucional, la comunicación docente-padres, el apoyo multiprofesional y la participación en actividades escolares, y 3) compromiso familiar; donde la familia debe asumir los deberes de forma responsable, debe mantener una presencia activa, debe mantener una preocupación por el proceso educativo de sus hijos, al mismo tiempo dedicar tiempo a dicho proceso, y mantener un lugar donde el estudiante pueda trabajar (Anabalón, 2008). Todas estas variables son de suma importancia ya que los padres son los que deben estar al pendiente de sus pequeños en sus actividades académicas. Dentro de las familias chilenas se mantiene una convicción de que el compromiso del desarrollo académico de los hijos es importante pero son escasos los padres que lo llevan a la práctica, por el hecho de que se preocupan más por el sustento económico a tal grado que les consume tiempo y esfuerzo del cual ya no tienen tiempo para involucrarse en la educación de sus hijos (Anabalón, 2008). G. En una conferencia denominada "El rol de la familia en la educación de los hijos" impartida por Baeza (2000) describe a la familia como una unidad o sistema donde el hombre participa en el proceso de socialización, al igual es donde se tejen los primeros lazos afectivos, los modos para expresar el afecto, es decir, la familia es donde existen campos afectivos profundos y esto va a ser el pilar de la identidad de una persona. Al considerar a la familia como un sistema se considera que cuando uno se encuentra mal el sistema rompe con su equilibrio por lo tanto se hace mención de que todos están mal, por ello dentro de la familia se debe poseer un ambiente positivo para el desarrollo de las nuevas generaciones y así permitir que el sistema fluya de manera adecuada, asimismo dicho sistema va a interactuar con otros sistemas como es la escuela. Pues dentro de cada sistema se generan normas para que la interacción entre sus miembros sea de forma tangible. Anabalón (2008) mantiene una postura similar a la de Baeza (2000), donde afirma que la familia constituye un sistema de interacciones complejas en la que todos sus miembros mantienen una relación recíproca, ya sea de forma directa o indirecta, se dice que este sistema es complejo ya que no importa el número de integrantes lo que interesa es el número de interacciones que se generan entre ellos. H. De acuerdo con la teoría Ecológica de Bronfenbrenner (1985) (citado por Santrock, 2006), la familia es parte de los contextos sociales, encontrada dentro del microsistema al igual esta en constante interacción con la escuela, esto se da a través de la interacción de experiencias que se tiene en la familia y son reflejadas en la escuela o experiencias reflejadas en casa que son obtenidas en la escuela (Meso sistema) (Bronfenbrenner (1987) (citado por Santrock, 2006). Esta perspectiva propone algo muy importante, a la familia hay que verla desde una representación sistémica para poder conocer cómo los miembros interactúan entre sí y cómo dicha interacción va a afectar el desarrollo de la identidad de los pequeños y al mismo tiempo como se mantiene una interacción con el ambiente escolar. I. También es importante considerar que la estructura familiar actualmente ha cambiado ya que se ha encontrado un aumento de desintegración familiar, la participación de la mujer en el ámbito laboral y el nacimiento de nuevas formas de agrupamiento (Anabalón, 2008). Por lo tanto, podemos decir, que la familia se encuentra en un constante cambio donde se deja atrás a la constitución de la familia nuclear dando paso a nuevos tipos de estructura familiar del cual repercuten en el desarrollo de los niños. J. En los nuevos agrupamientos podemos encontrar a las familias uniparentales, familias ensambladas, familias reorganizadas, hijos que no conviven con sus padres, convivencias de miembros que no poseen lazos consanguíneos denominados "parientes sin nombre"(el hijo de la novia de mi papá, ex consuegros o ex cuñados), padres del mismo sexo, hijos engendrados en úteros ajenos, hijos de un padre del que sólo se requirió su esperma y todas estas nuevas estructuras se deben a los cambios que ha generado la sociedad. Al igual que se han construido familias uniparentales donde la mujer es quien se encarga de la crianza, la manutención, el cuidado y educación de los hijos (Baeza, 2000). K. Arriagada (2007), en su texto, Familias latinoamericanas: cambiantes, diversos y desiguales hace referencia a las transformaciones estructurales que han sufrido las familias a consecuencia de la modernización y de la globalización. L. Así pues, la vida familiar en este siglo a cambiado radicalmente y estos cambios han repercutido en el desarrollo socio-emocional de los hijos y sobre todo son aspectos importantes que intervienen en el rendimiento escolar, ya que los hijos se la pasan solos o en un grupo de pares muchas horas del día pues con las nuevas exigencias sociales los padres tienen que laborar la mayor parte del tiempo para sostener a la familia económicamente. Otros aspectos importantes a destacar son que estos cambios han generado tendencias competitivas e individualistas, también las presiones publicitarias que crean falsas necesidades de consumo, la dificultad de conseguir trabajo y salarios estables, todo en conjunto llega a actuar con gran confabulación que impone ritmos vitales más y más acelerados. Esto implica que las familias manifiesten tantas dificultades para atender a los hijos (Edel, 2000). M. En otro estudio realizado en la Universidad de Sonora, México (Valle Ruíz; 2006), la estructura familiar se ha segmentado para conocer los factores de riesgo y de protección. Dentro de los factores de riesgo, la familia es quien se encarga de proporcionar las características culturales, mantiene una función socializadora, pero al conjuntarse con el nivel socioeconómico bajo puede repercutir en los miembros de la familia; en especial de los niños y fomentar el riesgo educativo, mientras que en el factor de protección se produce un adecuado rendimiento escolar, por el hecho de que los padres se encuentran interesados con el trabajo escolar de sus hijos, asimismo se cubren otras necesidades como son el afecto y la calidad de vivienda (Valle Ruíz; 2006). N. Dentro de la dinámica familiar los estilos de paternidad son de suma importancia para poder erradicar con los factores de riesgo que afectan el aprendizaje escolar; los estilos de paternidad o de crianza es una propuesta de Baumrind (2004). En dicha propuesta se hace mención de que "los padres no deben de ser punitivos, ni huraños sino que deben desarrollar reglas para los niños, siendo al mismo tiempo apoyadores y cálidos" (Baumrind, 2004; Santrock, 2006). O. Baumrind (1967) (citada por García y Sorribes, 1996) realizó un estudio basado en observaciones realizadas durante 14 semanas a tres grupos de niños con diferentes tipos de comportamientos. El primer grupo estaba formado por niños con conductas que implicaban curiosidad e interés a situaciones nuevas, tenían autoconfianza, autocontrol y buenas relaciones con sus iguales. El segundo grupo se conformo por niños mentirosos, hostiles, tristes, irritables, vulnerables ante situaciones de tensión y eran agresivos con sus iguales. El tercer grupo estaba conformado por niños menos auto controlados, con mayor confianza en si mismos, impulsivos, más alegres y se reponían de las adversidades. También se evaluó el comportamiento de los padres en el hogar por medio de una entrevista, un procedimiento de observación estructurada sobre la enseñanza de la madre al niño y observación del juego libre. La evaluación de las acciones paternas indicó que los resultados eran bastante congruentes entre los tres procedimientos. Así los padres del grupo uno de niños ejercían un control firme sobre sus hijos, demandaban madurez, responsabilidad, autodisciplina, solicitaban ayuda en trabajos de casa, cuidados de si mismos y consideración por los demás. Eran comprensivos, abiertos a la comunicación y al cambio ante las razones de sus hijos, no toleraban llantos y desarrollaban el sentido de independencia del niño (Padres autoritativos). Los padres del grupo dos de niños empleaban técnicas coercitivas hacían énfasis en el valor de sus normas ante la oposición del niño a cumplirlas, eran menos eficaces para dirigir el comportamiento de sus hijos. Los padres del tercer grupo utilizaban menos el castigo físico que los padres del grupo dos, eran menos exigentes de madures que los padres del grupo uno. P. Los resultados de este estudio mostraron que los niños más ajustados socialmente tenían padres que combinaban el afecto expectativas positivas hacia ellos, así como elevadas demandas de madurez, y transmisión al niño de razones y comunicación clara y consistente con el niño. Q. Gracias a este trabajo de Diana Baumrind, se logro identificar cuatro estilos de paternidad. R. Estilo de paternidad autoritativo: Donde los padres exigentes atienden las necesidades de sus hijos. Establecen estándares claros, son firmes en sus reglas y usan sanciones si lo consideran necesario, apoyan la individualidad e independencia de sus hijos, promueven la comunicación abierta, escuchan sus puntos de vista, dialogan con ellos y reconocen tanto los derechos de sus hijos como los suyos propios. Las características generales de los niños y niñas que han crecido con padres de este tipo son: competentes social y académicamente, con buena autoestima y un ajuste psicológico adecuado a su edad. S. Estilo de paternidad autoritario: Padres exigentes que prestan poca atención a las necesidades de sus hijos. Las exigencias de este tipo de padres no están balanceadas con las necesidades de sus hijos, la mayoría de las veces se relacionan con ellos para dictarles órdenes, éstas no pueden ser cuestionadas ni negociadas; los padres se esfuerzan por remarcar quién es la autoridad; cuando los hijos no obedecen se les castiga, no estimulan la independencia e individualidad de los hijos. Los hijos que son educados por este tipo de padres generalmente son muy obedientes, parecen carentes de espontaneidad, curiosidad y originalidad, generalmente son dominados por sus compañeros. T. Estilo de paternidad permisivo: Padres poco exigentes, que atienden las necesidades de sus hijos. Este tipo de padres tienen una actitud tolerante a los impulsos de los hijos, usan muy poco el castigo como medida disciplinaria, dejan que los hijos tomen sus propias decisiones, establecen pocas reglas de comportamiento, son afectuosos con sus hijos. Los hijos que crecen en este tipo de familias tienen falta de control de su impulsividad, lo que los hace ser inmaduros para su edad, pocas habilidades sociales y cognitivas. U. Estilo de paternidad negligente: Padres con poca exigencia y poca atención a las necesidades de sus hijos. Estos padres son muy parecidos al estilo anterior, pero la principal diferencia es la poca atención que ponen a los hijos y las escasas muestras de afecto que les prodigan. Los niños que son criados en este tipo de familias, suelen tener problemas de autocontrol, pobre funcionamiento académico y problemas de conducta tanto en la escuela como en la sociedad en general. V. Este enfoque ha sido ampliamente utilizado para estudiar la influencia que ejercen los padres en el desarrollo de diferentes áreas de la vida de sus hijos, aunque en sus inicios este planteamiento influyó principalmente en la investigación sobre familias estadounidenses, actualmente el uso de esta aproximación teórica se ha extendido a muchos otros países (Vallejo, 2006). W. Vallejo (2006) menciona que en México se ha dado un interés cada vez mayor en utilizar los planteamientos de los estilos parentales para el estudio de las familias aunque estas investigaciones no se han propuesto estudiar los efectos de los estilos parentales en el desempeño escolar, sin embargo, se han construido diversos instrumentos de los cuales en algún futuro podrán ser utilizados con familias mexicanas. X. García y Henao (2009) elaboraron un estudio que mantuvo como objetivo principal abordar los estilos de interacción de padres y madres de niños preescolares y su relación con el desarrollo emocional de sus hijos (235 niños y 169 niñas) entre cinco y seis años de edad. Las dimensiones que se consideraron para evaluar el nivel emocional de los niños fueron: autorregulación, comprensión emocional, y empatía. Como primer aspecto describieron los tipos de interacción con sus hijos y el desarrollo emocional de los niños evaluados. Un segundo aspecto que se abordó, fue el de explorar las asociaciones entre el estilo de interacción familiar y el desarrollo emocional infantil. Los resultados obtenidos en esta investigación resaltan el estilo autoritativo como generador de conductas adecuadas y adaptativas en el pequeño, al igual que rescata este estilo como el que más posibilita el nivel de comprensión emocional en los niños. Y. Por mencionar otro estudio como el de Aguilar, Martínez, Romero y Valencia (2004)(citado por Jiménez, 2009) que llevaron acabo un estudio transversal, con el objetivo de determinar las relaciones entre los estilos paternos y maternos con variables de desarrollo psicológico y variables sociales como son competencia académica, autoconfianza, morosidad, evitación al trabajo, autoestima, depresión, mala conducta escolar, consumo de alcohol y drogas, la muestra estuvo integrada por 236 estudiantes mexicanos de clase media, de entre 18 y 20 años. Estos autores clasifican los estilos paternos y maternos como positivos y negativos, los positivos lo integran el autoritativo o democrático y el permisivo, los jóvenes universitarios que se ubicaron en estos estilos de familia mantienen una buena competencia académica y autoconfianza. Los estilos ubicados como negativos fueron el autoritario y el negligente, los jóvenes que ubicaron estos estilos en sus padres mantuvieron baja competencia académica, altos niveles de morosidad, evitación al trabajo, baja autoestima, problemas de depresión y mala conducta escolar. Z. Así, las estructuras familiares y los estilos de paternidad van a tener repercusiones en el ámbito del aprendizaje, esto se encuentra aunado a las diversas situaciones familiares como son el divorcio de los padres, la relación con los hermanos, el clima familiar conflictivo, experiencias frustrantes en la infancia, situación del hijo único, entre otras múltiples situaciones (Papalia, 2005)". Sólo me resta añadir lo siguiente: no es un derecho el que tenemos los padres y las madres sobre el seguimiento de los rendimientos escolares de nuestros hijos e hijas así como apoyarles de manera natural tanto en los buenos momentos (altos puntajes de notas) como en los malos momentos (bajos puntajes de notas e incluso algún que otro suspenso) sino una verdadera obligación. Tenemos la obligación de que nuestros hijos e hijas desarrollen todo lo que Dios les ha dado para su cerebro pero no más de eso... porque del resto se ocupa el mismo Dios a lo largo de la vida. Y es que algunos padres y algunas madres se creen Dios cuando de la escolaridad de sus hijos e hijas se trata. 17.5.- Los irreparables daños de la escasa formación. Me refiero, en primer lugar, a la escasa formación de los padres. ¿Cómo pueden unos padres y/o madres de escasa formación académica, cultural, social... saber cuál debe ser la forma de acompañar a sus hijos e hijas en la ardua tarea de la formación académica, cultural, social de éstos?. Pueden haber sido muchos los problemas acumulados que han hecho que algunos padres y madres tengan una formación muy deficiente o apenas tengan formación suficiente, sobre todo cuando se trata de entender lo que es una familia. No me estoy refiriendo a la escasa formación de conocimientos (que puede ser fácilmente sustituída por el amor a nuestros hijos e hijas) sino precisamente de cómo la sociedad (sobre todo, y vuelvo a la carga, la sociedad de los años 60 del siglo XX) se ha encargado de destruír la unidad familiar y, teniendo en cuenta el verdadero galimatías "familiar" que han producido los "famosos" personajes de aquella década, ¿cómo puede un padre o una madre que se han realizado a través de la "voraz" demolición de lo que es una familia poder aportar alguna referencia de amor a los hijos e hijas a la hora de su formación?. La escasa formación (y aquí vuelvo a introducir los parámetros académicos, culturales y sociales) es una de las rémoras más difíciles de superar para poder educar a los hijos e hijas del presente siglo XXI que vienen ya con otras propuestas bien diferentes y que hay que saber comprender y entender para poder compartirlas con ellos y ellas. Me sirve de Introducción al asunto la de Diego Armando García San Juan que recojo de Internet: "El desarrollo del presente estudio tiene como objetivo brindar la información necesaria a padres y profesores para que sean capaces de lograr identificar a niños que tienen un bajo rendimiento académico a causa de la desatención de sus padres. Actualmente dentro de las familias es posible encontrar problemas de desintegración familiar, adicciones, infidelidad, hijos no deseados, u otras situaciones como las madres solteras, padres que laboran (ambos), familias grandes, hijos predilectos, etc. que no permiten que los padres presten la atención necesaria a sus hijos en edad escolar. Los niños que asisten a la escuela primaria, necesitan sentirse motivados por aprender, y esto se logrará únicamente si los padres prestan la atención a sus hijos, ellos deben apoyar y orientar al niño en el desarrollo de sus actividades para forjar una actitud positiva hacia la escuela. Dentro de la escuela, el maestro suele etiquetar al alumno como "burro", cuando este no trabaja en ninguna actividad, ni participa dentro de clases, y además no presta atención a la clase ni deseos de aprender. Pero sería importante que se identificara la razón de esta problemática, ya que seria más sencillo poder combatir esta situación, si se sabe que el comportamiento del niño es resultado de la falta de interés que los padres dejan de poner en el desarrollo académico de sus hijos. Los padres son los encargados de proporcionarle al niño amor, protección, educación, bienestar, salud, etc. En ese afán actual de buscar las mejores condiciones económicas posibles o por el simple hecho de prestar más atención en diversos factores externos, los padres suelen descuidar cada uno de los aspectos mencionados al principio. Esto también transciende al ámbito educativo, ya que desde el momento que el niño comienza su formación básica, los padres pueden llegar a traspasar la responsabilidad de la formación académica exclusivamente a la institución educativa. El problema dentro de las aulas comienza cuando los padres, pensando que el buen rendimiento académico de sus hijos dependerá única y exclusivamente de la escuela y los maestros, lo único en que se preocuparán será porque al inicio de clases sus hijos tengan todo el material que se les solicite, que cumplan con los trámites necesarios y de ahí en adelante es cuestión de la institución educativa que los niños puedan aprender de manera integral y alcancen su máximo desarrollo académico. Pero es, en ese instante cuando comienzan a presentarse los problemas con el niño, ya que desde ese momento sus calificaciones no serán las mejores, el niño será apático dentro del salón de clases, no tendrá la motivación necesaria para aprender y en algunas ocasiones habrá reprobación de por medio. ¿Pero a que se debió esa situación en el niño?. Hay muchos puntos y factores que se pueden tratar ante esta interrogativa pero voy a centrarme en el que corresponde a nuestro asunto a tratar. ¿Qué pueden hacer los padres y/o las madres que no tienen capacidad académica, cultural y social, como para poder transmitirles a sus hijos e hijas altas dosis de ello?. Se me ocurre algo fundamental. Dejar de hacer que la responsabilidad recaiga en las autoridades colegiales o universitarias y acompañar, desde el primer día de su nacimiento, a nuestros hijos e hijas en sus labores de evolución como seres humanos verdaderamente cultos. ¿Saben ustedes qué significaba cultura para los romanos?. Lo tomo de misrespuestas.com: "Para entender lo que es cultura, hay que mirar lo que somos nosotros, los seres humanos. Nosotros somos seres en constante movimiento, creación, desarrollo, etcétera. Pues es debido a lo mismo, que se han ido creado diferentes culturas. Asimismo, lo que llamamos cultura, palabra que proviene del latín cultum, que significa cultivar. O sea, cultivar lo propio". Si lo que estamos deseando es que se cultive el intelecto y la forma de ser de nuestros hijos, sabiendo que es una mayor preparación para el desempeño de sus roles en la sociedad actual, lo mejor es acompañarles, conjuntamente con ellos y ellas, a lo largo de todo su periplo formativo y, dentro de este periplo formativo, una de las más grandes porciones pertenece a sus niveles de preparación cultural. ¿pero qué es la cultura?. ¿Debemos saber, primero, lo que es la cultura para poder acompañarles en dicha aventura vital?. A continuación, para cerrar este asunto, aporto dos textos de mi propia cosecha; el primero como texto aproximativo de lo que debe ser el contenido cultural de los seres humanos y el segundo sobre lo que puede significar (entre otras mcuhas significaciones subjetivas) una objetividad del concepto cultura. 1.- Seres únicos e irrepetibles: Una de las características que más distingue y dignifica a todo ser humano (hombre o mujer) es su condición de ser único e irrepetible; y esto se pone de manifiesto por su absoluta distinción como especie, es decir como hombre o mujer orientado u orientada hacia el mundo para realizarse ante la historia como ser corporal y espiritual, distinto a los demás por su manera específica de ser persona. La manera de ser, de pensar, su color, su forma, peso, la manera de vestirse, sus creencias, la manera de relacionarse, caminar, hablar, actuar, etc. etc. Todo ello configura a un ser humano como persona antes que como un simple individuo. Basta la actitud de persona que todo ser humano lleva implícita para decir que todo lo que como hombre o mujer hace o dice es propio de esa única persona. Un hombre o una mujer es hombre o mujer único e irrepetible en sí mismo o misma, diferente a todos los demás. Ahora bien, al decir que es único e irrepetible no debe hacernos pensar que estamos solos refugiados en nuestro egocentrismo pues nos relacionamos con el mundo y vivimos en sociedad. Ítalo Gastaldi decía: "yo soy yo y no puedo ser habitado por otro, ni representado, ni sustiutido por nadie". Y siguiendo el pensamiento de José Ortega y Gasset llegamos a la conclusión de que nuestra unicidad es única, inconfundible, que nos parecemos a los demás pero somos diferentes. Pero volvemos a incidir en que vivimos junto a los demás y que la interioridad de cada uno de nosotros y nosotras es la que nos permite ser conscientes de lo que hacemos, lo que decimos y los que somos en relación con los demás que también poseen su propia unicidad e irrepetibilidad. La manera de gozar de la libertad (y hablo sólo de los que tenemos la fortuna de poseer cierta libertad porque existen muchos seres humanos que desgraciadamente no gozan de ella por imposiciones externas y ante eso hay que rebelarse) podemos ser responsables de nuestras opciones, pero no sólo para con nosotros puesto que al vivir al lado de los demás tenemos que pensar fundamentalmente en nuestra relación con ellos. Nuestro "yo" debe actuar con una actitud abierta y franca con los "otros" a los que debemos considerar hermanos o congéneres y procurar hacer del mundo un mundo mejor para mí y para todos a la vez. Porque el hombre y la mujer, siendo únicos, somos seres para el encuentro, para hacernos y enriquecernos culturalmente con los demás. La única forma de realizarnos como personas es cuando nos identificamos con los otros aún sabiendo que somos únicos e irrepetibles. Damos parte de nosotros a los demás y sólo de esa manera ayudamos a nuestra propia persona a crecer y lo que es mejor a ser libres y más humanos". Nota: Apliquen esto a las relaciones con sus hijos e hijas. 2.- Las culturas del Vorem (y permítanme, por favor, que sea un poco imaginativo pero no puedo remediarlo porque soy así desde que nací): La cultura, como fuente inagotable de vida o como esa tenue luz que vivifica el espíritu y engrandece el alma (tan rica y diversa como es ésta) le dota al ser humano, hombre o mujer de cualquier edad, de muchas formas de expresión y de múltiples caminos para manifestar sus vivencias que, todas juntas, forman un brillo perpetuo de la humanidad entera. Pero la cultura, y en este sentido las pluriformes culturas que se expresan en el Vorem son un ejemplo, es también una expresión humana que desborda cualquier concepto de intolerancia y nos permite ser auténticos visionarios (diferentes cada uno de nosotros y nosotras) idealistas de lo lógico y lo ilógico, lo terrenal y lo divino, lo trascendente y lo intrascendente... toda esa amalgama de sentires profundos que llevamos dentro y que nos ubica en nuestra propia identidad. La cultura, vista de ésta manera, es la certeza de nuestra sinceridad y la podemos expresar, fuera de los canales dirigidos por intereses ajenos, en palabras abiertas, con la frescura de nuestra propia sensibilidad. Cada uno de nosotros, hombres y mujeres del Vorem, podemos construir con nuestras identidades culturales (divergentes y profusamente colectivas a la vez), nuestras crudas interpretaciones de tristeza, dolor. soledad... y también de amor, solidaridad, familia humana... fuentes infinitas para mostrar nuestros sentimientos o quizás solamente, !para qué pedir más!, de puesta al día de nuestras mentes humanas. Las culturas voremistas son un sello de nuestro corazón y, como tal, se convierten en calor tenso, latente y acogedor, que cada uno de nosotros y nosotras alimentamos como visión cosmopolita de nuestro yo interior. La riqueza personal de cada ser humano es el mejor referente cultural de su propio estilo de vida. Dicho de otro modo, cada uno de nosotros y nosotras somos los creadores de nuestra propia cultura y por eso, por la firmeza de la expresión personal (sin las directrices cercenadoras de los canales oficiales que todo lo transmutan en intereses sociales de los grupos a los que pertenecen), todas las culturas como las voremistas deben ser altamente respetadas. Dueños de nuestra propia personalidad, con las culturas voremistas abrimos las fronteras de nuestras visiones firmes o dubitativas pero siempre auténticas y creadoras de un cosmos de luz que no abre sentires, a través de la comunicación interpersonal, en este caminar vitalista enque se ha convertido nuestra existencia. Por eso -brillo perpetuo de sensibilidad humana- las culturas del Vorem nos ofrecen musas personales con las que nos identificamos para conjugar nuestras facetas humanas. Esas que nos hacen transparentes y coterráneos sea cual sea el lugar donde están parados nuestros pies. Que viva el Vorem y todo lo que de culturas protyectivas hay en su síntesis creativa". Nota: Apliquen todo esto en la relación con sus hijos e hijas y obtendrán un verdadero resultado de empatía simbiótica con ellos y/o ellas.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|