Llegó, por fin, el otoño y ¡ha venido el Otaño!. Se acerca, a paso de estrambote, para convertir al 20-N en N-20. Acompañado del Iturat no sé qué pensará de todo esto el Iturralde. ¿Y qué le sucede a Valenzuela?. Laurita está triste porque su Valencia no carbura y lo tiene crudo como el petróleo sin refinar... y es que no andan muy finos lo de Mestalla ya que en goles casi no marcan ni al arco iris y a goles llevan ya un porrillo en el talego. Bien. No desviemos los tiros que luego el balón se va a los graderíos y nadie quiere devolverlo. No sé que pensará el Iturralde de todo esto pero ha venido el Otaño en este incógnito otoño, acompañado del Iturat y dispuesto a cambiar al 20-N por el N-20.
Mota prepara el desembarco de votos a favor del 15-M, del 15-N, del 15-O y del 15-P. Está bien pero mejor está la del As y no digamos nada de la chavala que tengo a mi lado para siempre, siempre de todos los siempres. A los lados no veo moros en la costa. ¿Habrán dejado ya de desembarcar más moros en el Puerto de los Cristianos?. Y es que los cristianos, incluído el famoso CR7, ya no vamos a dejar desembarcar más moros en la costa. Atención. Llegó, por fin el otoño, y ¡ha venido el Otaño! para cambiar todos los tejemanejes por manejos de todos porque todos tenemos derecho de manejar nuestros asuntos patrios. Absolutamente todos y todas y no sólo unos pocos elegidos según el capricho de los estándares. Y yo me pregunto... ¿qué culpa tenemos la mayoría de no ser de los del Standard de Lieja?.
Me cuentan que por Casas Bermejas (y no me pregunten por qué tienen las casas pintadas de ese color y no de sepia verde o sepia marrón como antaño) se están quejando de que los congrios no aparecen por ningún lado. Hablando de congrios seamos congruentes. ¿Quizás el Conde de Cagliostro (y no sé nada de la Duquesa de Alba ni me preocupa en absoluto) se habrá comido todos los congrios congelados?. Voy, un día de estos cuando tenga tiempo después del café con leche, a preguntárselo al encargado general (que a lo mejor es también general encargado) de Pescanova para saber qué pasa. Tenemos, por lo tanto y según el merchandising de Pescanova, pescado nuevo después de habernos atiborrado de medusas en las playas, pelusas debajo de las camas y reclusas que no quieren saber nada de nada de nada porque no les gusta estudiar la EGB. Bien... pero resulta que yo me estoy refiriendo al Nuevo Tratado de Pesca (ya sabemos que cada año se producen un total de 12 Nuevos Tratados de Pesca a ver si con alguno acertamos) con los marrones. ¿Es que son marrones los marroquíes?. Si miramos bien, sí. Si miramos mal, también.
Lo que no sé bien ni mal ni de ninguna forma es de qué color son los congrios. Preguntando al Conde de Cagliostro (y no sé nada de la Duquesa de Alba ni me preocupa en absoluto) me dice que son de color gris azulado tirando a rojizo malvasía. Y me lo creo porque el Conde de Cagliostro (y no sé nada de la Duquesa de Alba ni me preocupa en absoluto) es más cocinilla que Coccinella, una italiana enamorada de la pasta gansa. ¡Pasta!. ¡Eso es lo que queremos todos en España auque sea pasta gansa!. ¡Nada de Kalyse para todos como dice Iniesta sino pasta para todos aunque sea de licor del polo para ponernos los dientes más blancos que los de Blancaflor!. Por cierto, ¿recuerda alguien a Blancaflor y los siete enamorados de Blancaflor?. A mí me suena a canto de trovadores de esos de antaño, de cuando la mili se hacía con garrote, y que se ponían a cantar a todo pecho descubierto aquello de "¡Adiós con el corazón que con el voto no puedo y al despedirme de ti ya no vuelvas al congreso por favor por favor y por favor!". Por cierto, habrá que mover un poco el 20-N a ver si moviéndiolo desalojamos el pasillo y nos dejan pasar por sus despachos para jipiar (aunque ya no somos jipis como nunca lo hemos sido) un poco de tantos documentos secretos y ocultos porque si no estuvieran ocultos dejarían de ser secretos. Esto de los partidos políticos es para partirse de risa en dos partes: la parte seria y la parte jocosa. Porque la realidad es que escuchando a los peces gordos, y voy a ver si me lo confirma el encargado general de Pescanova, se parece al oscurantismo y ahora en verdad que oscurecen más pronto las tardes porque llegó, por fin, el otoño ¡y ha venido el Otaño repartiendo leña a los necesitados de no pasar tanto frio en la calle y a ver si cambia el 20-n por el N-20 porque ya estamos en el Siglo del Cambiazo de cromos!.
Quizás tengamos hasta 20 listas para votar (poco más o poco menos nos da lo mismo) así que tendremos que ser como "Águila Roja" por ver si tirando los dados al azar (como hizo Hawking para descubrir los agujeros negros) nos salen los diputados más convenientes. Y si es necesario plantearnos lo de las plantas, los plantamos a todos y quedamos en paz. Yo propongo que se presenten los árbitros de fútbol, con lista propia, encabezados por Iturralde que es el más famoso de todos ellos, para ser presidente de la nación. ¿Se imaginan a Iturralde como presidente de la nación?. Arbitraría los pactos con otras potencias europeas mejor que lo que hacen los de siempre. O sea, una lista denominada "Los Arbitruchos y su Aguiluchos" y en todo lo alto, porque alto es un mogollón, Iturralde. O sea, todo un bigardo cántabro o vasco o de donde sea; así que sí. Otra vez nos tendremos que conformar con ver "Águila Roja" y a alguna guapísima modelo en el As mientras seguimos esperando al 20-N a ver si cambimaos las casas impagables por casillas pagables (que menos da una piedra).
Yo, por mi parte, el 20-N estaré posicionándome mentalmente entre Madrid y Badajoz y para ser más exactos en Oropesa por ejemplo, y a ver si a pesar de los pesares, por haber trazado el punto medio, o mediocre o medianía solariega de casa a casa, consigo así un poco de oro aunque sea una millonésima parte de gramo de la línea ecuatorial del círculo imaginario terrestre (o quizás circo circense nada más para no andar siempre por la Luna como ando muy a menudo) cuyo plano es perpendicular a la línea de los polos. Licor del polo, señores diputados, a ver si les sale todavía más blanca sus sonrisas. ¡Eso es lo que necesitamos todos el 20-N!. Partirnos de risa ya que nos quieren partir en grupúsculos y aviso que llegó, por fin, el otoño ¡y ha venido el Otaño dispuesto a cambiar el 20-N por el N-20!. Voy a hablar del asunto esta misma noche con Mario an de broders. Por cierto... ¿quién me ha fingado las gafas de sol?.