4.- Ausencia
Publicado en Oct 20, 2011
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Beatriz no llegó esa noche a la habitación. Carolina tampoco estaba, al parecer habían aprovechado las últimas horas del paseo para irse de fiesta.
Mara estuvo leyendo a Camus hasta alrededor de las doce de la noche. Carolina llegó, ayudada por dos de sus amigas, pues había bebido en exceso.
•-          ¡Gordita!- le gritó mostrando su encantadora y cruel sonrisa -¿Por qué nunca te diviertes?
•-          No será la única fiesta de mi vida- pretextó Mara -¿No has visto a Beatriz?
Las tres jóvenes, de escultural cuerpo y singular belleza, estallaron en carcajadas que denotaban el grado de alcohol que habían consumido.
•-          ¡Beatriz se fugó con Roberto! Menuda regañiza le espera en casa.
Mara no dijo más, aunque se mostró extrañada. En la tarde, Beatriz no parecía muy dispuesta a perdonar a Roberto. Aunque pensándolo bien... si ya se había escapado una vez, podía hacerlo nuevamente.
Carolina no dormía bien. Era una niña consentida y no estaba acostumbrada a cuidarse sola. A las dos horas de un sueño inquieto empezó a vomitar y tuvo que ser asistida por Mara.
Después de dejar su agradable pose para convertirse en un ser repugnante durante media hora, Mara le dio un analgésico y la ayudó a ducharse.
Cambió las sábanas y llevó a la tambaleante chica a la cama de Beatriz, que aún no volvía.
Carolina le miró con los ojos turbios aún por la bebida.
•-          Ahora entiendo por qué te insertaron en esta recámara Mara. Ibas a ser mi enfermera particular.
Mara soportaba los comentarios de Carolina con una paciencia sorprendente. Aunque era claro que de buena gana le habría sacudido las mejillas.
•-          Anda, duérmete ya... mañana nos vamos temprano.
•-          Pero... ¿y si vuelvo a vomitar?
•-          El peligro ha pasado. Te sentirás mejor con el analgésico.
Carolina tuvo un pequeño instante de remordimiento. Creyó pagarle a Mara sus cuidados con la siguiente información.
•-          ¿Quieres saber algo? Vi a Beatriz en la fiesta, pero no andaba con Roberto.
Aquella información inquietó a Mara.
•-          ¿Con quién estaba?
•-          Estaba sola en un rincón. Creo que lloraba...
•-          Pero no ha llegado- insistió Mara -pudo ocurrirle algo malo.
Carolina se acurrucó cómodamente en la cama y lanzó un estilizado bostezo.
•-          Ojalá no llegue o me moverá de su cama. Seguro Roberto le pidió perdón al final de la fiesta. Hablé con él, le dije que no actuara como imbécil. De todas formas, es un idiota y encaja perfectamente con ella.
Y se quedó dormida. Mara regresó a su improvisado lecho en la alfombra. Guardó su libro y se durmió no sin cierta inquietud.
Beatriz no apareció al día siguiente. Tampoco estaba Roberto. Todos los buscaron durante una hora.
Se tomó la decisión de enviar los autobuses de regreso a casa, ya que los directivos escolares y autoridades policíacas se quedarían a investigar el paradero de los dos chicos.
Mara regresó a su casa muy inquieta. Todo el camino estuvo pensando en las razones que habría tenido Beatriz para fugarse.
Entre los comentarios que circulaban por todo el autobús escuchó lo siguiente:
Marta M. y Lorena G. comentaron que Beatriz no se llevaba bien con su madrastra. Discutía a menudo con ella y había amenazado a su padre con irse de la casa
Janice T. y Pedro J. rumoraban que los padres de Roberto acababan de divorciarse. Roberto vivía de momento con su hermano mayor y nadie vigilaba si llegaba o no a su casa.
Alicia M. y Brenda Y. decían que Beatriz había salido con ellas, pero que había visto a Roberto rondando a Carolina y se había apartado de ellas. La buscaron pero no dieron con ella.
Juan Francisco S. la había visto llorando en una mesa. Se sentó con ella y le había comentado que odiaba a Roberto y que buscaría la forma en que pagara caro su engaño.
Addie H. se sentó con Beatriz cuando estaba allí Juan Francisco. Corroboró lo dicho por éste. Luego comentó que Francisco la había querido sacar a bailar pero que ella se había negado. La acompañó al sanitario pero se entretuvo en el baño discutiendo con otra chica. Cuando salió de allí, Beatriz ya no estaba.
Era la última persona que la había visto.
Haroldo M. había acompañado a Roberto durante la noche. Estuvieron bailando con Jéssica B. y Rosalinda J. hasta que Roberto vio a Carolina y se apresuró a buscarla para invitarla a bailar.
Haroldo comentó que Carolina (la que no venía en el autobús, pues a consecuencia de la resaca había pedido que la llevaran en auto particular de vuelta a su casa) fue muy descortés con Roberto, que lo llamó ‘imbécil' y se negó a bailar con él. Carlos J. y Héctor R., acompañantes de Carolina, lo sacaron a empellones de la fiesta y él tuvo que tranquilizarlo, pues estaba furioso.
Luego Roberto dijo dirigirse a su habitación para dormir. Cuando Haroldo llegó una hora más tarde a la recámara, él no se encontraba.
Algo había sucedido entre las once y la una de la mañana.
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Descripción

Extraos sucesos alrededor de Mara empiezan a acontecer. Mara regresa con cierta incertidumbre a su casa

Palabras Clave: habitacin cama vaco suciedad soledad

Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Terror & Misterio



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