Comunicacin interpersonal en la pareja (Ensayo) -18-
Publicado en Oct 25, 2011
- Claves para el entendimiento de un proyecto común.
Capítulo 18: Generalidades sobre los hijos y las hijas. 18.1.- Personalidad de los hijos. 18.2.- La herencia genética. 18.3.- Autoestima e identidad. 18.4.- Autonomía y libertad. 18.5.- Saber decir sí y saber decir no. 18.1.- Personalidad de los hijos. Ya he repetido varias veces que cada hijo y cada hija es un ser humano unívoco y único. No existen dos seres humanos iguales. Jamás han existido, ni existen ni existirán dos seres humanos iguales. De ahí la enorme trascendencia que tiene, para nosotros los padres y las madres, saber y conocer profundamente las generalidades básicas de nuestros hijos e hijas (en otro Capítulo del Ensayo hablaremos de las particularidades de diversos tipos de hijos e hijas) para poder compartir con ellos y con ellas el viaje mutuo de las relaciones íntegras entre el padre, la madre y los hijos de ambos géneros. Así que, para empezar a distinguir la generalidad de un hijo o una hija, hablemos de su personalidad. Esto es lo que dice el Doctor Hendrie Wensmger: "Los padres, en teoría, están dispuestos a poner todo lo que esté en sus manos para ayudar a sus hijos. Sin embargo, en la práctica, la mayoría de las veces actúan de forma contraria a la que sería conveniente para hacerlo realidad. Los padres arbitrarios que amenazan a sus hijos forman personalidades agresivas y socialmente inadaptadas. La familia autoritaria y rígida, produce personalidades mediocres pero sin traumas. La familia hiperproteccionista deja al niño desamparado ante la hostilidad ambiental dando lugar a personalidades sin capacidad para desenvolverse sólas en la vida. En las familias con padres mal avenidos o separados, los hijos son inseguros, inestables afectivos y sociales y están traumatizados. La personalidad se comienza a configurar en los primeros años de la vida porque en ellos se reciben los gérmenes que luego van a desarrollar la personalidad de cada uno. Pero también es oportuno añadir que no se debe tener una visión fatalista y creer que, en esa edad, queda troquelada totalmente la futura personalidad de cada individuo, puesto que ésta se va formando a lo largo de la vida y cada persona tiene capacidad para labrarse su propia forma de ser, rectificando los posibles influjos negativos. Es cierto que los primeros años de la vida son importantes y que la familia es la que más contribuye a la determinación de la personalidad individual de cada uno de sus miembros. Del tipo de estructura familiar en el que el niño viva, dependerá en un buen grado su personalidad futura. Nunca se puede generalizar porque todas las generalizaciones son erróneas, y ya hemos dicho antes que cualquier persona puede forjar su propia personalidad, pero el comportamiento de los padres y el ambiente familiar influyen poderosamente en la personalidad de los hijos. ¿Cuál es la estructura ideal para que los hijos desarrollen una forma de ser valiosa?. En líneas generales podríamos decir que aquella que pone a sus miembros en las mejores condiciones para madurar como personas libres y responsables. Y eso viene dado por las grandes metas a conseguir y por la forma de vivir los pequeños detalles de la vida cotidiana. Entre las grandes metas pueden señalarse la educación de los hijos en un concepto del mundo y de la vida, de acuerdo con las creencias e ideologías de los padres. Los niños enseguida se dan cuenta de la falta de autenticidad de sus padres, si predican una cosa y luego viven otra, pronto les perderán todo tipo de respeto. Y entre los pequeños detalles se pueden citar, además de muchos otros, la organización del régimen familiar, la decoración de la casa, la forma de disfrutar el tiempo libre, la cooperación de todos en la buena marcha de la vida doméstica, el afecto paterno-filial y entre los hermanos..., cientos de cosas que van formando la fisonomía propia de la familia concretada en unos hábitos adquiridos. Cuantas más costumbres propias tenga una familia y cuanta más categoría humana alcancen las mismas, mayores lazos de cohesión se forman entre sus miembros y mejor pertrechado estará cada uno de sus miembros con esas ideas-fuerza que configuran una auténtica personalidad. En la formación de la personalidad de cada hijo interviene también algo hereditario: las dimensiones temperamentales con sus aspectos positivos y negativos. Los padres deben conocer estas características temperamentales para, a la hora de educar, ayudar a cada uno a que quiera reforzar los aspectos positivos de las mismas y eliminar los negativos puesto que la personalidad es un algo que tiene que "ir haciéndose" sobre una base con la que se nace. El hombre es el único ser que existe en el mundo que es "como nace y como se hace". Durante la infancia y la juventud el "hacerse" adquiere la máxima importancia y a ello contribuye de manera fundamental la educación que se recibe. Los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar su personalidad y hacerse a sí mismos procurando que no se guíen por los impulsos-respuesta a los estímulos de la moda, de la publicidad o de la propaganda; sino llevándoles a que se rijan por la voluntad inteligente y asesorada por quienes tienen autoridad para proponerles ideales de vida que valgan la pena. Una persona que responde siempre a los impulsos primarios dificilmente consigue una personalidad, ya que al dejarse llevar por las circunstancias, sin plantearse exigencias, sin poner esfuerzo, sin hacer un proyecto de vida, no llega a madurar nunca. Los padres que desean ayudar a sus hijos tendrán que aceptar lo que son y, partiendo de esa base, planear lo que pueden llegar a ser. La familia educa la personalidad del niño y del joven ayudándoles a aumentar sus grados de apropiación intelectual, de lucidez, de racionalidad y de convivencia constructiva en sociedad". He aquí más visíón sobre el tema. En este caso es un texto del Instituto O'Higgins de los Hermanos Maristas de Rancagua: "La familia cumple una función esencial en el desarrollo de la persona humana desde el nacimiento hasta la muerte, porque es donde se forma la personalidad con todas sus características. Según nuestra constitución política, la familia es la base fundamental de la sociedad, en consecuencia son los padres los encargados de hacerse cargo de la educación de los hijos como lo expresa el artículo 19, número 10, inciso segundo: "Los padres tienen el derecho preferente y el deber de educar a sus hijos". En los padres recae la obligación de formar al hijo y de permitir el desarrollo de su personalidad. La personalidad tiene 4 características importantes a considerar: 1. Es diferenciadora, ya que distingue a cada individuo como un ser único, siendo una mezcla de factores internos y rasgos que la hacen diferente en cada persona. 2. Es consistente, al ser un rasgo distintivo del individuo, permanece más o menos estable durante la vida de la persona. El individuo, sin embargo puede cambiar su comportamiento por algún factor del ambiente o a las experiencias vividas. 3. Es evolutiva, pese a ser consistente y gracias a la interacción con el medio puede variar a medida que la persona va madurando. 4. No es predictiva y al ser tan complejos los factores que influyen en cada respuesta a un estimulo no podemos predecir como será la reacción de la persona; a menos que redujéramos estos factores a un mínimo. Existen diversas teorías que tratan de explicar la evolución de la conducta, y la personalidad, aquí resumiré la expuesta por el psicólogo Henri Wallon quien propuso una división en 6 estadios: 1º. Estadio impulsivo. Desde el nacimiento hasta los seis meses. Este es el periodo de actividad preconsciente, al no existir todavía un ser psíquico completo. 2º Estadio Emocional. Desde los seis meses y termina al final del primer año. Según Wallon, la emoción cumple las siguientes funciones: permite al niño el contacto con el mundo humano y por tanto la sociedad. Y posibilita la aparición de la conciencia de sí mismo, en la medida en que éste es capaz de expresar sus necesidades en las emociones y de captar a los demás, según expresen sus necesidades emocionales. 3º. Estadio Sensoriomotor y proyectivo. Del primer al tercer año. La actividad del niño se orienta hacia el mundo exterior, y a la comprensión de todo lo que le rodea. El lenguaje aparece a través de la imitación; mejora su propia comunicación con los demás. Se produce el proceso de caminar, el cual incrementa su capacidad de investigación. Aún no puede depender de sí mismo y se siente incapaz de manejarse por sí solo. 4º. Estadio del Personalismo. De los tres a los seis años. Se produce la consolidación aunque no definitiva, de la personalidad del niño. Presenta una oposición hacia las personas que le rodean, debido al deseo de ser distinto y de manifestar su propio yo. Toma conciencia de que él tiene expresiones y emociones propias, las cuales quiere demostrar, oponiéndose a los demás. Este comportamiento de oposición tiende a repetirse en la adolescencia. Es un estadio de autonomía y autoafirmación, necesario para que el niño sienta las bases de su futura independencia. 5º. Estadio Categorial. De los seis a los once años. Hay un avance en el conocimiento y explicación de las cosas. Hay dos tareas primordiales en este periodo: -La identificación de los objetos por medio de cuadros representativos. -Y la explicación de la existencia de esos objetos. 6º.Estadio de la Adolescencia. Se caracteriza por una capacidad de conocimiento altamente desarrollado y, una inmadurez afectiva y de personalidad, lo que produce un conflicto, que debe ser superado para un normal desarrollo de la personalidad. La adolescencia es un momento de cambio a todos los niveles; apunta este cambio hacia la integración de los conocimientos en su vida y hacia la autonomía. En esta tesis se tratará de demostrar que la influencia de los padres en la personalidad del hijo durante su proceso de crianza dentro de la infancia, tendrá repercusiones negativas en lo que será la personalidad formada del hijo. Esto no se refiere a un rasgo negativo que va a quedar marcado para siempre en el joven sino a que no podrá desarrollar su personalidad al máximo debido a "restricciones" impuestas por los padres. Lo que podría presentar problemas en la inserción a grupos sociales, vida universitaria y laboral". Sigamos investigando y reafirmando nuestras firmes convicciones cristianas. He aquí el texto de un grupo del Perú que firma como Armonía y que pertenecen de lleno al Cristianismo; por lo cual para nosotros es importante leer con suma atención: "Para formar correctamente la personalidad de nuestros hijos, hemos considerado cinco puntos esenciales que deben ser materia de investigación para que sea parte de UNA NUEVA POLÍTICA NACIONAL DE FAMILIA, donde se orientará a los padres de familia, para que formen bien la personalidad de sus hijos. Todo depende del concepto de la concepción original que tenemos del ser humano, para darle un orden a las facultades y cualidades que forman nuestra personalidad. Las diferentes disciplinas filosóficas que han formulado el concepto de "personalidad" están fuera de todo orden natural y como tal, todas sus teorías son erradas. La fuente de donde nace y se establece una personalidad sólida y estable, está en el hogar, que sirve como manantial que da vida a la integridad de la personalidad de los hijos. Estamos seguros que es importante formar bien la personalidad de los hijos, tomando como modelo la personalidad de Jesucristo, que desde niño mostró extraordinarias cualidades y virtudes, que trasciende todo entendimiento humano. El sistema para la formación de la personalidad, consiste en tres partes básicas. Una es antes de la concepción, después de la concepción y en el desarrollo del niño hasta la adolescencia. Después de esta edad la personalidad del joven queda afirmado. Esta tarea definirá la salud mental, física y espiritual del niño que va a nacer. Además, en la etapa de la niñez los padres tendrán que mejorar sus relaciones como esposos, con un buen trato de ambos, frente a los hijos, porque ellos copian todo lo que ven de sus padres, Porque "DONDE HAY ESPOSOS FELICES, HAY HIJOS FELICES". Solicitamos a los profesionales de la psicología, que hagan planes muy coherentes y adecuados para que los padres formen bien la personalidad de los hijos, todo esto dentro de una Política Nacional de Familia, de prevención y de alta calidad moral en nuestros hijos. Conforme se ha ido desarrollando el conocimiento, se habla mucho de la conciencia de la "vida", en todos sus campos de acción, pero poco se habla del hombre que es cuerpo y alma. Además, se ha escrito muchos libros sobre ciencia, pero poco se menciona sobre la estructura de la vida del hombre en sus dos dimensiones: material y espiritual. Como consecuencia, se ha venido deteriorando la personalidad del hombre. Por esta razón, los padres deben estar bien orientados para que formen bien la personalidad de sus hijos. El hombre que no logra formar bien su personalidad, fácilmente degrada a su conducta, a tal punto que hoy nuestras autoridades de gobierno caen en continua corrupción. Además por lo mismo mucha gente del pueblo cae en corrupción. Por esta razón se debe diseñar un sistema de cómo orientar a los padres de familia para que formen mejor la personalidad de sus hijos. Como parte de una Nueva Política Nacional de Familia, debe ser también Municipal y Regional, estas políticas de familia deben ser la columna vertebral de un Plan de Gobierno. Desde los albores de la historia, el término de la personalidad ha sido analizado desde que la filosofía floreció en Grecia; donde los grandes filósofos como Sócrates, Platón y su discípulo Aristóteles, formularon conceptos acerca de la persona humana y sus dimensiones, ellos aceptaron que el ser humano tiene cuerpo y alma, y en base a esto definieron la personalidad. Queda registrado una frase histórica, cuando Platón dijo: "El cuerpo es la cárcel del alma". Nuestro Movimiento Armonía Familiar Perú, considera ideal que sea a la inversa, es decir, que Alma sea la Cárcel Del Cuerpo. La base de la definición de la personalidad, está dada desde una perspectiva material y otra espiritual. Los conceptos de la personalidad están íntimamente ligados al campo de la ciencia o doctrina que sigue cada autor. Debemos buscar el mejor esquema que tenga el potencial de restaurar la formación de la personalidad del ser humano, es lógico pensar que con los conceptos polarizados jamás podremos formar mejor la personalidad de nadie, porque todo conocimiento dividido crea perturbación en las relaciones humanas y aun en la vida individual de cada persona. Nuestro Movimiento hace un llamado a todas las organizaciones de psicólogos y psiquiatras, para ayudar a definir mejor la personalidad y sobre esa base, plantear esquemas para orientar a los padres de familia, para que estos formen bien la personalidad de sus hijos, con el fin que las familias vivan en armonía familiar en sus hogares. Como un adelanto, para los psicólogos y afines, nuestro Movimiento está buscando definir un concepto más natural y realista de lo que es la persona humana, para que sobre esta base se pueda crear un sistema más efectivo que tenga las propiedades suficientes para que los padres formen bien la personalidad de sus hijos, desde la concepción o inicio de vida hasta la adolescencia. Nuestra definición no está basada en la psicología, ni en la sociología o antropología, sino que está basada en un orden moral y los valores de vida, que son: la verdad, la justicia, la unidad, la paz, la armonía, la vida, y también tomamos en cuenta nuestra experiencia en más de 21 años defendiendo a la familia, basado en los valores de vida manifestados. Para definir correctamente la personalidad del ser humano, necesitamos definiciones de la psicología, la filosofía, la antropología, la religión y la ciencia. Luego de conocer sus conceptos pasaremos a definir un concepto, desde una perspectiva netamente natural, que sean las bases para formar una buena personalidad en nuestros hijos. El concepto de personalidad ha ido cambiando, conforme el hombre de ciencia obtenía nuevos conocimientos. Ahora en nuestra sociedad moderna, el concepto de la personalidad, prácticamente se ha generalizado en una definición ética antropológica. Así mismo, los biólogos o especialistas en Bioética, respaldan este concepto, haciendo algunos añadidos. Sin embargo, estos conceptos de la ciencia antropológica y bioética son cuestionables, porque ellos están pasando por alto la realidad interna del ser, QUE ES EL ALMA, o sea la presencia espiritual que interactúa con nuestras facultades internas y externas. Para ampliar nuestra visión acerca de la realidad del ser humano, pasaremos a detallar el concepto de la personalidad que dan las diferentes ciencias: LA PSICOLOGÍA. En el campo de la psicología, el concepto de la personalidad, se extiende desde la búsqueda empírica, simple de las diferencias entre personas, hasta una búsqueda más filosófica sobre el sentido de la vida. Pero a los psicólogos que estudian la personalidad, les gusta pensar en su campo como una sombrilla que cubre todo el resto de las facultades que posee el hombre. Sin embargo, definen a la personalidad como una organización dinámica de los sistemas entrelazados de conducta, que está compuesta de elementos que califican las características que los distingue de los demás. LA SOCIOLOGÍA.- Define a la personalidad como una organización dinámica de ideas, aptitudes y hábitos que está edificada sobre las bases de mecanismos psicofísicos, biológicamente heredados de un organismo y socialmente transmitidas. LA FILOSOFÍA.- Explica más acerca de la personalidad, pero desplaza sutilmente todos los valores internos del hombre. Por ejemplo: Marx, definía: que la naturaleza humana no tiene realidad propia, si no que es un producto del medio ambiente. Los filósofos modernos ponen conciencia en el conocimiento de la personalidad, así como: Kant llega a decir, que una persona jamás debe ser considerado como un medio o producto, pues es rebajar su dignidad. En resumen, la filosofía llega a concluir, que la persona es un ser especial, dotado de conciencia, libre, dueño y responsable de sí mismo, con vocación abierta hacia el mundo y hacia los demás. LA RELIGIÓN.- El cristianismo reflexiona sobre lo que significa personalidad, desde una perspectiva más humana, abierto a Dios, aceptando lo que dice su palabra. Y define: que el hombre es creado por Dios, de acuerdo a su imagen y semejanza. Estas expresiones religiosas son bastante amplias, este hecho nos demuestra el deseo de Dios, para con los seres humanos. Es la existencia de una "ley natural", inscritas por Dios mismo en el corazón de todos los humanos. LA CIENCIA.- En el sentido más práctico, la ciencia reduce al hombre a una definición netamente materialista, conformada por una cantidad de elementos químicos, como son: fósforo, hierro, potasio, magnesio, carbono, oxígeno, calcio... también genes, células, etcétera. A partir de estas diferentes definiciones deberíamos preguntarnos ¿qué es el hombre y por qué es el ser más superior a toda especie de vida?. La respuesta eficaz la encontramos en la esencia misma de la vida, desde esa esencia debemos definir la personalidad, de acuerdo a las leyes naturales que rige la vida humana. Otros autores han intentado definir la personalidad, a partir de las cualidades externas del hombre, es decir, la parte superficial de las características del cuerpo, que se pueden percibir solo por nuestros sentidos. Las leyes de la naturaleza que rige la vida, nos van a dar una información mas certera y profunda, acerca de la personalidad auténtica del hombre. Se puede definir que la personalidad integral, real y pura se encuentra en la realidad interna del hombre; como fuerza vital del alma que genera conciencia y auto conocimiento de sí mismo. Esto significa que la personalidad real, contiene facultades, virtudes, atributos y valores de vida, que hacen del hombre un ser superior de toda la tierra, con mayor responsabilidad en el ordenamiento de la sociedad. Cuando hablamos de Valores de Vida, nos referimos específicamente a su jerarquía, que cualifica la vida humana, estos valores son: La verdad, la justicia, la unidad, la libertad, la paz, la armonía, la vida. Nuestra sociedad moderna, generalmente cree que la única institución donde nuestros hijos pueden recibir educación es el Centro Educativo, lo cual es totalmente equivocado. También existen otras fuentes que están educando a nuestros hijos, la mas importante es el hogar. Pero hay otras fuentes que no son bien usadas como los medios de comunicación, que entran en nuestros hogares distorsionando parte de la formación. El daño que producen los medios de comunicación será tratado en otro tema muy especial, porque los medios de comunicación desorientan nocivamente a nuestros hijos, creando mentes adictas a sus productos intoxicantes. De esta manera desorientan la formación de la personalidad de los niños. Sin embargo, la falta de conocimiento, ha hecho que descuidemos lo más elemental y básico, que es fortalecer la formación integral de los hijos en el hogar. Para que otras costumbres y los medios de comunicación nocivos no influyan en la vida de nuestros hijos y perjudiquen la formación de su personalidad. El Estado debe tomar muy en cuenta lo referido, haciendo un estudio adecuado, se debe programar en los medios de comunicación siempre temas educativos para los niños, y temas que ayuden a la formación de su personalidad. El hogar es la institución que provee una educación moral a los hijos, que se genera por las buenas relaciones que debe existir entre esposos, porque nuestros hijos captan nuestros comportamientos como esposos; también copian las buenas relaciones entre padres e hijos. Es decir, la escuela sólo brinda una educación intelectual como mínimo de tiempo de cinco o seis horas diarias, en cinco días a la semana. Está en una diferencia abismal entre el hogar y la escuela, por eso, los padres deben brindar una buena calidad de formación a sus hijos. Ejemplo podemos deducir que todas las personas de una región hablan igual, esto quiere decir que los hijos copian la forma de hablar de sus padres, así también copian todo el comportamiento de sus padres como esposos. Esto significa, que los padres de familia deben tomar conciencia, que ellos son los responsables directos de la formación de la Personalidad de sus Hijos. Cuando el hijo es un hombre de bien, culto, respetuoso, moral y con una calidad de vida solidaria, significa que sus padres viven en un ambiente de Armonía Familiar con sabiduría y prudencia como esposos frente a sus hijos. Pero si los hijos son unos desorientados, delincuentes, pandilleros, drogadictos, rebeldes y perversos, significa que los padres actuaron fuera de todo orden moral en continua Violencia Familiar. Aquí no se puede culpar a la educación recibida en la escuela, porque los culpables directos son los padres, debido a que el Estado no tiene una Política Nacional de Familia para orientarlos correctamente, por estas fallas forman a un hijo desorientado, que en adelante puede hacer mucho daño a la sociedad. Esto debe ser tomado muy en cuenta por el Estado, cuando planifique la NUEVA POLÍTICA NACIONAL DE FAMILIA. Esto quiere decir, "que la política debe estar al servicio de la familia y no la familia al servicio de la política." En el hogar son los padres quienes tienen la misión de guiar por el buen camino a sus hijos, no tanto intelectualmente, sino más bien moralmente, y con el buen ejemplo que dan los padres como esposos, más que como padres. Se debe cuidar en el hogar el buen comportamiento, no decir mentiras ni palabras mal empleadas, impropias y vulgares entre esposos, porque este comportamiento genera violencia. Por eso, es bueno saber que los hijos son como una esponja, que absorben todo desde lo más mínimo, es decir, que copian el comportamiento de sus padres e incluso imitan su caminar, hablar, comer, bailar y toda postura que los padres muestran con más relevancia. Esto nos enseña que, si los hijos absorben e imitan todo, los esposos deben actuar mostrando buenos ejemplos y usar el lado bueno, es decir: amarse, perdonarse, dialogar, integrarse, compartir, tolerarse, rezar, y sobre todo, dar gracias a Dios por todo lo que reciben, desde el primer despertar, la vida, la salud, un pan, hasta un regalo que le otorga la familia donde no es importante el tamaño o lo material sino la intención y el cariño. Resumiendo, debe ser muy buena la relación entre esposos y la relación entre padres e hijos, manteniendo siempre una buena relación y comunicación, entre la familia y DIOS. Estas enseñanzas parecieran no ser muy importantes, pero en el fondo contienen un gran potencial de calidad de vida, las mismas que elevan la buena personalidad de los hijos a una alta calidad moral. Si cumplimos con dedicación y cariño la formación de la personalidad de nuestros hijos, de seguro que nuestros hijos saldrán sin traumas con aptitudes especiales y con mucha habilidad mental, intelectual, física y espiritual. Es decir, hombres capacitados, perspicaces, diestros, listos, caritativos, maduros y seguros, para contribuir como buenos líderes en el orden de la sociedad y con la superación de la raza humana. En conclusión, definimos que el hogar es la piedra angular donde se forma bien la personalidad de los hijos, y como tal, se merece toda la atención y el respeto posible de los padres, a fin de que actúen con madurez y sabiduría como esposos. Porque si al formar la personalidad de nuestros hijos cometemos algún error, esto puede ser causal de muchos traumas o problemas psicológicos y podemos arruinar el futuro de nuestros hijos, incluso su futuro matrimonio, donde se reflejarían todos sus errores. Reiteramos que todos los planteamientos anotados, deben reflejarse muy nítidamente en la Nueva Política Nacional de Familia, buscando que las familias vivan en armonía familiar en sus hogares. Por eso, consideramos que la Política Nacional de Familia, debe ser la columna vertebral de un Buen Plan de Gobierno. Cuando hablamos de la personalidad, no se puede dejar de hablar del hombre que tiene la personalidad mas completa de todo los seres vivos, que es nuestro Señor Jesucristo, que debe servirnos como ejemplo y modelo para ser buenos líderes. No es tan difícil saber cómo se formó la personalidad de Nuestro Señor Jesucristo, porque todo está manifestado explícitamente en la Biblia. Además, está comentado en una forma muy simple y fácil de comprender. Primero, tenemos que saber que la Biblia nos enseña que la personalidad de un niño se forma desde antes de la concepción. Veamos cómo nos explica esto las escrituras: La virgen María, antes de concebir a Jesús, supo que venía de Dios, porque el ángel Gabriel le anunció que tendría un hijo, el cual sería el hijo de Dios, llamado Jesús (El Salvador) Mateo 1, 31. Así mismo, María sabía que el niño venía a cumplir los propósitos de Dios. En realidad, todo niño que nace en el mundo viene de Dios y es de Dios. El padre carnal sólo pone la semilla en el vientre de la madre, pero es Dios quien da la vida al que va a nacer. Por esta razón todas las madres deben estar agradecidas a Dios por el hijo que les ha dado. Por eso, es conveniente que los padres antes de la concepción se preparen física y espiritualmente, físicamente con muchos exámenes médicos para comprobar que sus órganos de reproducción y todo su organismo se encuentre sano, y espiritualmente estar muy cerca de Dios y con su ayuda vivir en Armonía Familiar en su hogar. La Virgen María pasó los nueve meses de gestación exaltando a Dios conforme está escrito en la Biblia, y esto se puede ver cuando María oraba exaltando a Dios (Lucas 1, 46) Esta también debe ser la actitud de toda mujer embarazada, de buscar en oración a Dios, pidiendo que fortalezca al bebé que lleva en su vientre y que le dé mucha sabiduría y salud. Jesús nace en la más humilde condición, formándose así su personalidad porque el vivió en humildad y obediencia a su padre celestial. Esta condición humilde tiene un significado muy grande, que nos enseña que toda mujer embarazada debe dejar que Dios ponga su buena voluntad en el niño o niña, luego ellos deben evitar la soberbia, altanerías vanas, que trae consecuencias graves para la criatura. Ojo, la humildad no es pobreza, sino que es vivir de acuerdo a la voluntad de Dios y vivir en el valor de la verdad. En la etapa de la niñez, se debe tener mucho cuidado y dedicación a la formación de sus hijos, esto se refleja en Jesús a los doce años, según la Biblia (Lucas 2,42) hace su aparición en el templo, en donde su madre María, lo encuentra conversando con los grandes hombres de la iglesia, versados en leyes y eruditos en las escrituras. He aquí uno de los grandes beneficios que obtiene la familia, por poner a su hijo bajo la voluntad de Dios. Y es que Dios es galardonador de quienes lo buscan. En este caso, el niño obtiene una sabiduría fuera de lo común. Jesús tenía una personalidad como la de su padre, lo obtuvo por su amor que tenía hacia su padre y que le impulsaba a imitar todo lo que su padre hacía. Porque Jesús dijo: "Quien me ha visto a mí, ha visto al padre" (Juan 8,19), "no busco mi voluntad, si no la del que me envió, la de mi padre"(Juan. 5, 30). Esto nos enseña que los hijos, en algunos casos optan por hacer lo que el padre hace. Y muchas veces optan por seguir la profesión u oficio del padre, así van formando su personalidad. Significa que los padres deben ser mas cuidadosos con sus actitudes y con las actividades que realizan, porque tienen que pensar que sus hijos van a imitar lo que ellos le transmitan. Jesús tuvo una personalidad con cualidades y características como la de su padre Dios, y aún con mucha autoridad fue veraz, bondadoso, humilde, misericordioso, solidario, justo y obediente hasta la muerte, estas son las cualidades mas adecuadas que debe tener todo líder. En resumen, su personalidad era firme e íntegra, esto se reflejó porque siempre defendió la verdad en su vida y lo crucificaron por decir la verdad. A los que tienen personalidad tibia e hipócrita, Jesús, les dijo: "Sepulcros blanqueados, que por fuera parecen bonitos y elegantes, pero por dentro están llenos de huesos muertos y de toda inmundicia" ( Mateo 23, 27). Agregamos que Jesús es justo y verdadero y todas sus palabras fueron, son y serán la verdad. Cuando le preguntaron qué es la Verdad, tuvo una frase muy célebre y dijo: "Yo soy la verdad", quienes queremos conocer qué es la verdad para tener una respuesta, tenemos que conocer a Jesús porque él es la verdad. Hemos reflexionado sobre la personalidad de Jesús en relación con Dios Padre. Jesús Hijo en el hogar con José y María ahí también se formó su personalidad, vivían junto a ellos. Jesús ayudo a José en el trabajo de carpintería y le decían ahí va el hijo del carpintero. Esto nos dice que la formación que reciben nuestros hijos en el hogar debe ser íntegra, sin engañar ni consentir errores, porque al final tendrán una formación débil con tendencia a pervertirse. No olvidemos que la formación de la personalidad de Jesús nos enseña que la personalidad debe ser formada desde antes de la concepción, en el embarazo, en el nacimiento y en todo el desarrollo de la niñez, adolescencia y hasta los dieciséis años aproximadamente. En el nacimiento de Jesús, encontramos un modelo perfecto, para la formación de la personalidad de nuestros hijos. Porque en la formación de la personalidad de Jesús, existe una formación moral, intelectual y espiritual, es decir, una formación integral y sólida, dado por la Virgen María y José, sus padres biológicos. Por eso, hemos tomado este ejemplo en Jesús, para que sirva de guía de liderazgo. La Política Nacional de Familia debe tener como punto más importante la orientación a los padres de familia, para que formen bien la personalidad de sus hijos, basados en los valores de vida que son: la verdad, la justicia, la unidad, la paz, la armonía, la libertad y la vida. De esto depende un gran cambio en la sociedad, para no tener hijos traumados, para salir de la extrema pobreza moral en la que nos encontramos, para tener una buena calidad de educación, para tener líderes auténticos, para tener una buena gobernabilidad, y para tener un buen ambiente y formar una cultura tributaria, donde todos paguemos impuestos sin excepción, con la finalidad de no tener deuda externa. En la Política Nacional de Familia, uno de los temas más importantes es orientar para que los padres formen a sus hijos con una personalidad de alta calidad moral, intelectual y espiritual. Más adelante se explicará mejor las tres etapas de la Buena Formación de la Personalidad de nuestros hijos. Un consejo para los esposos es que durante el tiempo de su matrimonio, cada año, deben tener un plan de seguimiento y fortalecimiento de su vida conyugal, si lo hacen así, tendrán las condiciones necesarias para tener un hogar bien constituido, sobre el cual se pueda edificar una vida familiar, libre de conflictos, lleno de paz. Porque nos casamos para ser felices, porque Dios quiere que seamos felices. Nos casamos para vivir en armonía familiar, porque la felicidad está en cosas sencillas de la vida. Nos casamos para toda la vida, porque, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. Los matrimonios deben estar convencidos de lo que hemos manifestado, si esto es así, tienen asegurado un hogar feliz con hijos seguros, maduros, bondadosos y pueden ser lideres en su comunidad. Por eso, es importante una Política Nacional de Familia, para orientar bien a los padres de familia y puedan formar la personalidad de sus hijos con un plan adecuado, que sea la columna vertebral del Plan de Gobierno. Para formar la personalidad de los hijos, se debe tomar en cuenta las tres etapas siguientes: 1.Antes de la concepción del hijo. 2.Después de la concepción. 3.En el desarrollo de 0 años al término de la adolescencia. Estas tres etapas son básicas para formar bien la personalidad de nuestros hijos, con una buena orientación a los padres. 1. - Antes de la concepción del niño. Como ya hemos mencionado las parejas que decidan tener hijos, deben hacer lo posible para que su unión sea de acuerdo a las leyes civiles y leyes de DIOS, basado en los principios morales. Antes de procrear hijos, las parejas deben estar preparadas física y espiritualmente. Físicamente, mediante exámenes médicos, la pareja debe estar físicamente sana, también sus órganos reproductores. Espiritualmente, deben estar muy cerca de Dios, y pedirle que los ayude, para que su hijo sea un modelo en el hogar, en la sociedad y esté al servicio de las mismas. De esta manera, existe un compromiso por parte de los cónyuges, para que velen por el niño que va a nacer. Además, los padres también deben comprometerse con mucha responsabilidad a formar Bien La Personalidad de sus Hijos en su hogar. Pero, para que se cumplan este compromiso, es indispensable, que el matrimonio se decida por un gran cambio. Quiere decir, si el esposo tiene un defecto, y este es motivo de crisis y violencia familiar, tendrá que cambiar, sacándose de lado ese defecto con mucha ayuda de personas entendidas, de igual manera, si la esposa tiene un defecto, tendrá que sacarse ese defecto de su personalidad, por supuesto, con mucha ayuda. Estos cambios les traerá muchas bendiciones a sus vidas por parte de Dios. Este será el comienzo de un matrimonio maduro y seguro. En estas condiciones, la venida de un hijo será de mucha alegría para el hogar. 2. - Después de la Concepción del hijo. La noticia de un hijo, debe ser motivo de alegrías y de regocijo de los padres. A partir de ese día, durante el embarazo la madre, buscarán por todos los medios encontrar protección para el niño, que venga de Dios, porque Dios tiene un plan para cada uno de nuestros hijos, sólo hay que descubrirlo. La madre debe darle mucho amor a su hijo, comunicándole todo lo que siente por él. Ella se cuidará física y espiritualmente, y cuidará a su hijo con toda su dedicación durante la época de su embarazo. Además, la madre deberá evitar involucrarse en problemas de violencia, discusiones, envidias, chismes, rencores, críticas y todo lo que pueda dañar la salud mental y física de su hijo. Esta dedicación responsable definirá la fortaleza moral y física del hijo. En el nacimiento, tener todos los cuidados para no maltratar al niño que va a nacer. Inmediatamente que la madre dé a luz, minutos seguidos, a su bebé debe darle más cariño, más afectividad, más acercamiento, para que el hijo sienta el amor que le tiene, y no pueda sufrir traumas que le puedan afectar en el futuro. 3. - En el desarrollo de 0 años al término de la adolescencia. Esta etapa es crucial en la vida de la formación de los hijos, porque en los primeros años se formarán las bases físicas y espirituales de su personalidad. Aquí juega un papel preponderante y trascendente la buena relación de los cónyuges como esposos, deben vivir en armonía familiar, así afirmarán su comprensión en su hogar, para formar la personalidad de sus hijos y por consiguiente la vida que llevará en el futuro. En esta etapa es importante que los municipios tengan una Política Municipal de Familia, contraten a los más entendidos o especialistas para que enseñen los mejores sistemas, con el fin de orientar a los padres de familia y estos formen bien la personalidad de sus hijos. Los orientadores familiares dicen: "a los niños hay que convencerlos y no imponerles", utilizando mucha paciencia, mucha tolerancia, y mucho diálogo y cariño, para explicarles lo bueno que deben hacer. También corrigiéndolos con dedicación y mucha voluntad lo malo que no deben hacer. Es decir, " hay que convencer y no imponer". En la etapa del crecimiento, el centro educativo, juega un rol secundario, porque sólo se limita a instruir en razonamiento mental, lógico y gramatical, mas no, en lo moral ni menos en darle un patrón de conducta que defina su personalidad, esto lo recibe en su hogar. A partir más o menos de los 10 años, el niño comienza una etapa de reafirmación de su personalidad. Etapa que el niño empieza a emanciparse en sus decisiones, y busca nuevas experiencias de vida fuera del hogar. Aquí es muy importante mucha comunicación de parte de los padres. Obviamente, si hubieran separación de los padres, esto si afectaría profundamente la personalidad de los hijos, por esto es importante una Nueva Política Nacional de Familia. Cuando los padres se separan es traumático para los hijos, y puede llevarles a tomar decisiones irresponsables. ¡Cuidado!, esto puede ser fatal. Por lo tanto reiteramos que la vida del niño o niña es sagrada y que debe ser tratado conforme la Virgen María trató a su hijo Jesús, poniéndolo bajo la voluntad de Dios. Esto no es religión, sino un conocimiento muy elevado acerca de la vida y el camino que debe seguir todo niño y adolescente tratado con respeto y amor. El diálogo y el perdón de los padres debe ser el mejor ejemplo para sus hijos, y la mejor lección para formar una buena personalidad en sus hijos, que puede cambiar el curso de la historia en la humanidad, como lo hizo Jesús, por eso se dice: Antes de Cristo (a.c.) y después de Cristo (d.c.)". También desde Perú llega el último texto, bajo enfoque clínico pediátrico y psicosocial, que presento al debate interno de cada pareja o de manera grupal reunidas varias parejas de un solo hombre y una sola mujer. Lo firma la Doctora Martha Leiva de Chamochumbi: "Hablar de la formación de la personalidad de un niño es enfocar un análisis de factores necesarios e indispensables en la formación integral de la niñez, hacia la determinación de conductas saludables. Quienes penetramos en el campo clínico, podemos apreciar que estos factores obedecen a todo un proceso de acciones y direcciones que se inician desde la concepción, pues un niño adquiere habilidades desde el momento en que sus células reciban información; ante el nacimiento y las formas como se establecen su lactancia, se van creando sus bases afectivas, materia importante en la estructura psicológica a desarrollarse. Estos aspectos afectivos emocionales centran además sus bases en maduraciones neurológicas que gobiernan sus conductas motoras, pues estas destrezas acompañados de un adecuado lenguaje facilitará a los padres organizar la conducta del niño, la formación de afectos mediante los toques afectivos y la formación de hábitos rectarán su conducta pues los métodos correctivos que los padres emplean facilitarán esa sensación de autogobierno que caracterizará su accionar. La socialización es uno de los elementos también significativos, pues el desplazamiento que el niño use en su interactuar esta regido en esa Inteligencia Emocional que adquirió de la sensibilidad de intercambios de ideas, acciones y sentir de los padres hacia él, ese mecanismo lo trasladará fácilmente en la interrelación grupal. Cabe señalar que el niño en etapa preescolar es uno de los acontecimientos que facilitan su seguridad psicológica lo que va a efectuar a través de su adecuada socialización. Pues llegar a este nivel requiere de una base estructural: Fuerza yoica, vida afectiva, vida emocional, vida social y vida sexual. Estando estos componentes organizados, su personalidad para su edad va a estar consolidada para enfrentar los embates que la misma situación escolar le va a exigir. Hoy en día los Programas de Estimulación Temprana favorecen mucho el desarrollo integral del niño, sobre todo para una adecuada adaptación en su mundo escolar. Quienes penetramos en el campo clínico podemos apreciar que dichos programas no son simples recetarios por edades si no por el contrario son un estudio profundo de todo lo que acontece en ese momento en el niño para la prevención y la organización de su desarrollo. Para tal fin se hace necesario tener como premisa base cinco aspectos fundamentales que norman el crecimiento y desarrollo del niño. La detección de factores de alto riesgo prenatales, natales y postnatales nos ayudarán a establecer el pronóstico, las deficiencias en el desarrollo que podrían aparecer durante su evolución. Por ello, la alerta permanente para su seguimiento, tratamiento y controles continuos. La lactancia es una relación multisensorial entre la madre y el niño, necesaria tanto para garantizar la salud física de éste como para establecer las bases afectivas primarias de su salud psicológica. Queremos llamar la atención hacia un factor importante de la lactancia y es que nos permite fortalecer o perturbar la maduración neurológica en el niño lo cual incidirá en su organización conductual y su disposición para áreas de aprendizaje. Sabemos muy bien que la lactancia desde el punto de vista pediátrico tiene bases nutrientes e inmunológicas y todos los elementos preventivos se dan a través de ello. La lactancia tiene bases afectivas primarias en la organización psicológica del niño y su desarrollo; este es otro elemento fundamental donde los psicólogos han dedicado muchas investigaciones relacionado a ello. La lactancia puede fortalecer o puede perturbar la maduración neurológica del niño en formación. Nosotros buscamos que la madre tenga un acunamiento perfecto como para poder establecer una lactancia con calidad. Para ello nosotros hemos creado una forma de realizar el seguimiento emocional a la madre. Empezamos en el período prenatal, para preparar a la gestante para su amamantamiento. Tenemos entonces primero un reconocimiento de la importancia de esto para ir concienciándola y poder así ver en qué situación esta el reconocimiento de sus afectos, y si vemos que existen problemas a ese nivel entonces entramos a usar técnicas alternativas de tratamiento para lograr que esos afectos estén en buena disposición La organización del sueño es uno de los aspectos poco considerados en el desarrollo del niño, quizás porque dejamos que se regule sólo por efectos de su maduración. Sin embargo, muchos hogares se ven afectados pues hablar de un bebé pasado lo cuatro meses que se despierta de tres a cuatro veces en la madrugada es hablar de un sueño fragmentado tanto para él como para los padres. La recurrencia de esta situación, al igual que la mala lactancia, ocasiona múltiples alteraciones en su organización neurológica tales como irritabilidad nerviosa, hipermotilidad y atención dispersa. Como ya es sabida la organización del sueño-vigilia forma parte de los ritmos biológicos del niño y a su vez viene a ser un factor clave para sentar las bases neurofisiológicas de la estimulación temprana. Esto es muy importante porque mediante un adecuado desarrollo del sueño estamos observando directamente cual va a ser la maduración neurológica que está teniendo este niño y también de acuerdo a las alteraciones que presente vamos a observar en qué nivel existen algunos indicios de inmadurez neurológica en él, a fin de poder corregirlo a tiempo. En muchos lugares existen muchos mitos respeto al sueño. En el Perú, por ejemplo, tenemos un nivel cultural y una geografía bastante variante lo que da lugar a costumbres, hábitos, mitos y creencias muy particulares respecto al sueño. Esto lleva a pensar que el niño no duerme bien porque es muy comelón o que el niño no duerme porque tiene hambre, etcétera. Esto ha generado todo un error de patrones conductuales en la criatura y un desfase entre su sueño y su vigilia. Esto en el ámbito de pareja, el trastorno de sueño de su niño les lleva también a tener el sueño fraccionado. Sabemos muy bien que el sueño es relajante y tonificante por lo que aquellas parejas que no consiguen su sueño normal es casi imposible que durante el día por su trabajo y sus actividades no recuperen su sueño en ningún momento. Esto hace que las parejas estén en estado de sobre tensión lo que ocasiona fricciones de pareja y coincidentemente estas fricciones se están dando en los primeros años de matrimonio donde se supone que están en una etapa de adaptación, entonces cuál va a ser la situación de esta familia si nos encontramos con un sueño fraccionado, pues lógicamente los problemas se incrementarán y se darán desajustes entrando de esta forma a otro compromiso más todo porque el sueño no está bien organizado en ello. Vemos entonces qué tan importante es una adecuada organización del sueño para la tranquilidad emocional de los padres, para una buena dinámica familiar y para la evolución neurológica del niño en buena disposición; elementos importantes para establecer los programas de estimulación. Es importante saber captar al bebé en su vigilia activa para poder ejecutar los programas de estimulación temprana de acuerdo a los requerimientos que su edad y sus deficiencias lo requieran. El niño en la medida que esté con un sueño reconfortable, con una lactancia bien establecida en calidad y cantidad, va a tener un buen estado de alerta, su nivel de vigilia va a estar mucho más remarcante. Es allí donde podemos enlazar con el niño utilizando técnicas de juego dirigidas a fortalecer funciones que pueden estar no muy bien organizadas y si está organizada habilitarla mucho más. No se trata de lograr niños genios sino de lograr habilidades en buena disposición. La socialización es un aspecto que se desarrolla desde el nacimiento cuando se garantiza la evolución de sus afectos a través de una adecuada lactancia, enlaces afectivos continuos con el niño y una adecuada organización en los métodos correctivos. Estos tres atributos son los que van a provocar que ese niño esté fortalecido psíquicamente y pueda enlazarse afectivamente y socialmente. Creemos necesario incidir en este aspecto porque es una de las dificultades que permanentemente encontramos en los niños no permitiendo su integración a los grupos de acuerdo a sus edades correspondientes siendo, por ejemplo, el ingreso al niño casi siempre rodeado de miedos y temores dados por la angustia de la separación. Este es un claro indicador de que sus áreas psicológicas no han estado bien fortalecidas, de que el proceso de individualización, de capacidad de enfrentamiento y de separación de la madre respeto a su criatura, no han estado muy bien desarrollado. Todo esto se desarrolla desde el momento que el niño nace, donde entramos en toda una secuencia de actividades que fortalezcan esta socialización. Esos pequeños paseos por ejemplo que tiene el niño son importantes pues a medida que se van incrementado van a provocar que el niño se anexe más con su ambiente y no tenga temores a situaciones nuevas porque ya está familiarizado con ello, dotado de sus enlaces afectivos primarios y sus procesos de programas de estimulación. Por ello es la importancia este aspecto que es uno de los puntos del desarrollo de su propia evolución. Sabemos que con la socialización, las buenas relaciones interpersonales que pueda tener, la facilidad de enlazarse... es lo que va a provocar que ese niño penetre a todo lado, a todo mundo y a toda realidad. "Si apruebas y comes toda la comida te compro un regalo", "No, hoy no juegas con tu pelota estás castigado". Son ejemplos de salidas que muchos padres de familia tienen cuando no saben qué hacer para que su hijo se comporte de determinada manera. Es entonces cuando recurren al premio o al castigo aunque no siempre son eficaces ni actúan de manera inmediata. En todo caso, se trata de recursos que se deben emplear con prudencia para que den resultados. Ofrecer premios a los hijos es como reconocer un fracaso, es como si, al fallar como educadores, tuviéramos que recurrir a la "ayuda" de los premios que, más que educar, adiestran. Los castigos, por el contrario, no suelen dar tanta sensación de fracaso incluso socialmente son aceptados como padres responsables aquellos que castigan a sus hijos. Los premios y los castigos son instrumentos eficaces en algunas situaciones críticas en las que el tratamiento habitual que se da en el proceso educativo (dosis de ejemplos, persuasión y reflexión) no surten efecto y es necesario restablecer un cierto equilibrio. Son recomendables y adecuados si se usan como medios temporales de obtención de logros y siempre de forma apropiada. Tipos de Premios: Premios Previstos.- Son las recompensas pactadas que se ofrecen si se presenta la conducta que se espera. El deseo de conseguirlas ayuda a regular la conducta. Premios Imprevistos.- Se conceden sin previo aviso como reconocimiento a una conducta deseable. Puede producir efecto en la persona que lo recibe y en las que lo observan. Premios por Entregas.- Son los que mantiene el interés mas vivo, al concederse puntos o vales acumulables cuando se producen pequeños logros. Al alcanzar una cierta cantidad, se logra el premio. Premios Liberadores- Permiten liberarse de alguna tarea desagradable Composición de los premios: De Base Afectiva.- Consisten en expresiones afectivas de los padres, como abrazos, felicitaciones, etcétera. De Base Material.- Consisten en posesiones materiales, como diversos objetos o dinero. Relacionados con la Autonomía.- Ofrecen más libertad o autonomía para gestionar el dinero, el tiempo, el espacio, etcétera. Los padres deben evitar su uso prolongado porque crean adicción y no se actuará si no es a cambio de premios. En algunos casos modifica la conducta pero no necesariamente las actitudes y motivaciones, por lo que hay que combinarlos con otras acciones educativas. Tipos de castigos: Castigos Previstos.- Son las consecuencias desagradables que aguardan como respuesta a una conducta inaceptable determinada. Castigos Imprevistos.- Son consecuencias desagradables que se otorgan sin previo aviso ante conductas indeseables. Tratan de evitar que se repita la conducta. Castigos con Oportunidades.- Se ofrece un castigo si se da una conducta, pero se concede la oportunidad de rectificar en dos ocasiones antes de recibirlo. Composición de los castigos: De Base Afectiva.- Expresiones afectivas negativas por parte de los padres como reprimendas, amonestaciones, alejamiento físico, silencio, caso omiso... De Base Material.- No poder usar algo (TV, equipo de música, bicicleta...) o quedarse sin alguna posesión. Relacionados con la Autonomía.- Restringen o privan de la libertad de salir, reducen el tiempo de ocio, prohíben algunas relaciones... Es muy importante que los padres elijan los castigos con prudencia. Los castigos deben cumplirse, por lo que un castigo absurdo o que no se cumple produce el efecto contrario. También ha de ser verdaderamente desagradable ya que si solo supone una ligera molestia, se pude acabar aceptando la molestia como un mal menor. Procurar que el castigo se acepte como algo merecido y se entienda que ayudará a mejorar. Los padres deben tener presente que puede aumentar la conducta indeseable. En algunas ocasiones, los hijos buscan llamar la atención de los padres y, al no conseguirlo con una conducta deseable, les basta con que les prestemos atención mediante castigos por las indeseables. Es este caso esta directamente contraindicado su uso. Si el castigo se ve desproporcionado, injusto o absurdo, puede generar sentimientos de aversión, venganza y resentimiento, como consecuencia, es probable que no se evite la conducta indeseable. También estará contraindicado su uso en estas circunstancias. A los niños tímidos no les gustan ir a fiestas infantiles, tienen dificultad para hacer amiguitos, no exponen en clase y cuando salen al recreo son incapaces de relacionarse con otros pequeños de su edad, solo quieren estar al lado de su madre para sentirse seguros y protegidos. Este comportamiento no es normal. Un niño no solo necesita interactuar con otros niños para desarrollar su personalidad y autoestima sino también para que no se convierta en un adulto temeroso y con trastornos de la personalidad. Un niño suele ser introvertido cuando tiene padres sobreprotectores y rígidos. Si tiene dificultades para socializar, los padres tienen que analizar su comportamiento porque quizá lo están cuidando demasiado. En caso que no sea una sobreprotección, se debe fortalecer su autoestima y confianza. ¿Cuán recomendable es inscribirlo en cursos de teatro, baile, pintura y música?. Son perfectos para que el niño se relaje y saque a relucir todo su ingenio y creatividad. Poco a poco se irán soltando y ampliará su círculo social. Debemos tener en cuenta que la timidez también afecta su rendimiento escolar puesto que les impide a muchos pequeños a repreguntar algunas dudas que tienen sobre un tema que no entiende. Y cuando llegan las exposiciones, no van a clases o si lo hacen, tienen dificultades para hablar frente a sus demás compañeros. A los niños les gusta jugar, por más tímidos que sean. Invitar a algunos de sus compañeros a su casa para pasar una tarde juntos. Sacarlos a pasear a lugares públicos en forma continua (al cine, al zoológico, a pasear al parque, etcétera), esto será un buen ejercicio para que observe el comportamiento de otros niños. Nunca hablar a los niños con insultos y palabras ofensivas, porque se sentirá torpe. Tampoco obligarlo a realizar actividades que no le gusten.¡La timidez es un problema que se supera lentamente! Si un niño pega a sus compañeros de clase, patalea cuando no obtiene lo que quiere y tiene reacciones violentas, es un niño agresivo. Este comportamiento va a ir creciendo y preocupa que se convierta en un problema mayor. La conducta agresiva, en la mayoría de los casos, se aprende. Pero si un niño ha aprendido a ser agresivo también puede enseñársele a dejar de serlo. Diversos estudios han demostrado que el comportamiento agresivo se aprende, a pesar de que mucha gente opine que es heredado. El modo más frecuente de hacerlo es a través del modelado. Un niño aprende a comportarse siguiendo modelos de personas o personajes que tienen éxito siendo agresivos. Veamos un ejemplo: "Es sábado por la mañana. Estamos leyendo el periódico mientras nuestros dos hijos juegan. De pronto, uno empieza a llorar porque el otro está cambiando continuamente de canal y no le deja ver la televisión. Al principio no hacemos caso pero los gritos y lloros nos empiezan a poner nerviosos. Finalmente nos levantamos y a gritos le decimos al hermano que tiene el mando a distancia que pare de cambiar los canales". Esta respuesta del padre o madre no solo no soluciona ni evita las conductas agresivas sino que las refuerza. Por un lado, el hijo que grita y llora ha observado que la rabieta le sirve para conseguir ver la televisión. De este modo le hemos reforzado, es decir, ha relacionado la agresividad con la obtención de lo que quiere conseguir. Por otro lado, ambos niños pueden ver cómo los gritos (que también son comportamientos agresivos) nos han servido para conseguir que se callaran y nos dejaran leer el periódico con tranquilidad. Es este modo, han aprendido que siendo agresivos se consigue lo que se desea y es muy probable que en situaciones parecidas se comporten agresivamente, reproduciendo la conducta que han visto en el modelo. Pero no acaba aquí el proceso. Si un niño tiene celos de un hermano y comprueba que cada vez que le pega, le fastidia o le hace llorar, le castigamos o le damos una reprimenda, seguirá siendo agresivo con más frecuencia. ¿Por qué? El niño ha aprendido que molestando a su hermano llama la atención. Poco le importa si le castigamos o no, lo que le interesa es que en ese momento estén pendientes de él y no de su hermano. Así pues, lo que se creía que era una buena solución para evitar que se volviera a pelear se ha convertido en todo lo contrario. Hemos visto que el niño ha aprendido a ser agresivo. Del mismo modo podemos hacer que aprenda a comportarse mejor. Definir la Conducta. Debemos pensar y observar cómo se comporta el niño y qué conducta agresiva es la que queremos cambiar por otra más adecuada, cuándo y con quién. Anotaremos en qué momento se muestra agresivo y contra quién descarga su agresividad (padre, madre, hermanos, visitas ...). Qué queremos Conseguir. Una vez analizada la conducta que queremos modificar, debemos marcarnos una meta y establecer un tiempo prudencial para conseguirla. Siempre que intentemos hacer desaparecer un tipo de conducta, pensaremos en una alternativa. Por ejemplo, si lo que pretendemos es que el niño deje de pegar a su hermano, debemos potenciar que juegue con él y comparta sus juguetes. Métodos para reforzar positivamente una conducta no agresiva: Premios. Se debe hacer un listado con aquellas recompensas que puedan ser importantes para el niño. En ocasiones, los halagos, las caricias y las alabanzas son más efectivos que una recompensa material. Premiar cada pequeño esfuerzo que haga, encaminado a cambiar su conducta, pero sobre todo nunca reforzaremos la conducta que estamos intentando hacer desaparecer. Métodos para Extinguir la conducta inadecuada. No prestar atención. Cada vez que el niño se muestre agresivo, llore, patalee, etcétera, debemos ignorarlo. Como ya hemos visto, presta atención a una conducta agresiva no hace más que reforzarla. Así pues, ignorarla hará que vaya debilitándose hasta desaparecer. Reprimenda verbal.- Es adecuada con niños pequeños. Nunca debemos gritar, pero sí mostrarnos serios y firmes. Si nos reímos o demostramos que nos podemos dejar convencer por lloros se transformará en un método ineficaz". 18.2.- La herencia genética. La genética es la parte de la biología que estudia los genes y la transmisión de los caracteres hereditarios. Las primeras leyes de la genética fueron establecidas por Mendel en 1865. Es necesario que los padres y madres sepamos lo que son las leyes genéticas. Voy a exponer a continuación lo que Wikipedia dice sobre el asunto: "Las Leyes de Mendel son un conjunto de reglas básicas sobre la transmisión por herencia de las características de los organismos padres a sus hijos. Estas reglas básicas de herencia constituyen el fundamento de la genética. Las leyes se derivan del trabajo realizado por Gregor Mendel publicado en el año 1865 y el 1866, aunque fue ignorado por largo tiempo hasta su redescubrimiento en 1900. La historia de la ciencia encuentra en la herencia mendeliana un hito en la evolución de la biología sólo comparable con las Leyes de Newton en el desarrollo de la Física. Tal valoración se basa en el hecho de que Mendel fue el primero en formular con total precisión una nueva teoría de la herencia, expresada en lo que luego se llamaría "Leyes de Mendel", que se enfrentaba a la poco rigurosa teoría de la herencia por mezcla de sangre. Esta teoría aportó a los estudios biológicos las nociones básicas de la genética moderna. No obstante, no fue sólo su trabajo teórico lo que brindó a Mendel su envergadura científica a los ojos de la posteridad; no menos notables han sido los aspectos epistemológicos y metodológicos de su investigación. El reconocimiento de la importancia de una experimentación rigurosa y sistemática, y la expresión de los resultados observacionales en forma cuantitativa mediante el recurso a la estadística ponían de manifiesto una postura epistemológica totalmente novedosa para la biología de la época. Por esta razón, la figura de Mendel suele ser concebida como el ejemplo paradigmático del científico que, a partir de la meticulosa observación libre de prejuicios, logra inferir inductivamente sus leyes, que en el futuro constituirían los fundamentos de la genética. De este modo se ha integrado el trabajo de Mendel a la enseñanza de la biología: en los textos, la teoría mendeliana aparece constituida por las famosas dos leyes, concebidas como generalizaciones inductivas a partir de los datos recogidos a través de la experimentación. La teoría de la herencia por mezcla suponía que los caracteres se transmiten de padres a hijos mediante fluidos corporales que, una vez mezclados, no se pueden separar, de modo que los descendientes tendrán unos caracteres que serán la mezcla de los caracteres de los padres. Esta teoría, denominada pangénesis, se basaba en hechos tales como que el cruce de plantas de flores rojas con plantas de flores blancas producen plantas de flores rosas. La pangénesis fue defendida por Anaxágoras, Demócrito y los tratados hipocráticos y, con algunas modificaciones, por el propio Charles Darwin. Las leyes de Mendel de la herencia fueron derivadas de las investigaciones sobre cruces entre plantas realizadas por Gregor Mendel, un monje agustino austriaco, en el siglo XIX. Entre los años 1856 y 1863, Gregor Mendel cultivó y probó cerca de 28.000 plantas de la especie Pisum sativum (guisante). Sus experimentos le llevaron a concebir dos generalizaciones que después serían conocidas como Leyes de Mendel de la herencia o herencia mendeliana. Las conclusiones se encuentran descritas en su artículo titulado Experimentos sobre hibridación de plantas (cuya versión original en alemán se denomina "Versuche über Plflanzenhybriden") que fue leído a la Sociedad de Historia Natural de Brno el 8 de febrero y el 8 de marzo de 1865 y posteriormente publicado en 1866. Gregor Johann Mendel envió su trabajo al botánico suizo Karl von Nägeli (una de las máximas autoridades de la época en el campo de la biología). Fue él quien le sugirió que realizara su serie de experimentos en varias especies del género Hieracium. Mendel no pudo replicar sus resultados, ya que posteriormente a su muerte, en 1903, se descubrió que en Hieracium se producía un tipo especial de partenogénesis, provocando desviaciones en las proporciones mendelianas esperadas. De su experimento con Hieracium, Mendel posiblemente llegó a pensar que sus leyes sólo podían ser aplicadas a ciertos tipos de especies y, debido a esto, se apartó de la ciencia y se dedicó a la administración del monasterio del cuál era monje. Murió en 1884, completamente ignorado por el mundo científico. En 1900, sin embargo, el trabajo de Mendel fue redescubierto por tres científicos europeos, el holandés Hugo de Vries, el alemán Carl Correns, y el austríaco Erich von Tschermak, por separado, y sin conocer los trabajos de Mendel llegaron a las mismas conclusiones que él. De Vries fue el primero que publicó sobre las leyes, y Correns, tras haber leído su artículo y haber buscado en la bibliografía publicada, en la que encontró el olvidado artículo de Mendel, declaró que éste se había adelantado y que el trabajo de De Vries no era original. En realidad, la idea de que los factores eran partículas físicas no se impondría hasta principios del siglo XX. Parece más probable que Mendel interpretó los factores de herencia en términos de la filosofía neoaristotélica, interpretando las características recesivas como potencialidades y las dominantes como actualizaciones. En Europa fue William Bateson, quien impulsó en 1900 el conocimiento de las leyes de Mendel. Al dar una conferencia en la Sociedad de Horticultura, tuvo conocimiento del trabajo de Mendel, a través del relato de Hugo de Vries; así encontró el refrendo de lo que había estado experimentando. Él fue, pues, quien dio las primeras noticias en Inglaterra de las investigaciones de Mendel. En 1902, publicó "Los principios mendelianos de la herencia": una defensa acompañada de la traducción de los trabajos originales de Mendel sobre hibridación. Además, fue el primero en acuñar términos como "genética", "gen" y "alelo" para describir muchos de los resultados de esta nueva ciencia biológica. En 1902, Theodore Boveri y Walter Sutton, trabajando de manera independiente, llegaron a una misma conclusión y propusieron una base biológica para los principios mendelianos, denominada "Teoría cromosómica de la herencia". Esta teoría sostiene que los genes se encuentran en los cromosomas y al lugar cromosómico ocupado por un gen se le denominó locus (se habla de loci si se hace referencia al lugar del cromosoma ocupado por varios genes). Ambos se percataron de que la segregación de los factores mendelianos (alelos) se correspondía con la segregación de los cromosomas durante la división meiótica (por tanto, existía un paralelismo entre cromosomas y genes). Algunos trabajos posteriores de biólogos y estadísticos tales como R.A. Fisher (1911) mostraron que los experimentos realizados por Mendel tenían globalidad en todas las especies, mostrando ejemplos concretos de la naturaleza. Los principios de la segregación equitativa (2ª ley de Mendel) y la transmisión independiente de la herencia (3ª ley de Mendel) derivan de la observación de la progenie de cruzamientos genéticos, no obstante, Mendel no conocía los procesos biológicos que producían esos fenómenos. Así, puede considerarse que las leyes de Mendel reflejan el comportamiento cromosómico durante la meiosis: la primera ley responde a la migración aleatoria de los cromosomas homólogos a polos opuestos durante la anafase I de la meiosis (tanto los alelos como los cromosomas homólogos segregan de manera equitativa o 1:1 en los gametos) y la segunda ley, al alineamiento aleatorio de cada par de cromosomas homólogos durante la metafase I de la meiosis (por lo que genes distintos y pares diferentes de cromosomas homólogos segregan independientemente). Mendel publicó sus experimentos con guisantes en 1865 y 1866. A continuación se describen las principales ventajas de la elección de Pisum sativum como organismo modelo: su bajo coste, tiempo de generación corto, elevado índice de descendencia, diversas variedades dentro de la misma especie (color, forma, tamaño, etc.). Además, reúne características típicas de las plantas experimentales, como poseer caracteres diferenciales constantes. Pisum sativum es una planta autógama, es decir, se autofecunda. Mendel lo evitó emasculándola (eliminando las anteras). Así pudo cruzar exclusivamente las variedades deseadas. También embolsó las flores para proteger a los híbridos de polen no controlado durante la floración. Llevó a cabo un experimento control realizando cruzamientos durante dos generaciones sucesivas mediante autofecundación para obtener líneas puras para cada carácter. Mendel llevó a cabo la misma serie de cruzamientos en todos sus experimentos. Cruzó dos variedades o líneas puras diferentes respecto de uno o más caracteres. Como resultado obtenía la primera generación filial (F1), en la cuál observó la uniformidad fenotípica de los híbridos. Posteriormente, la autofecundación de los híbridos de F1 dio lugar a la segunda generación filial (F2), y así sucesivamente. También realizó cruzamientos recíprocos, es decir, alternaba los fenotipos de las plantas parentales: ♀P1 x ♂P2 y ♀P2 x ♂P1 (siendo P la generación parental y los subíndices 1 y 2 los diferentes fenotipos de ésta). Además, llevó a cabo retrocruzamientos, que consisten en el cruzamiento de los híbridos de la primera generación filial (F1) por los dos parentales utilizados, en las dos direcciones posibles: ♀F1 x ♂P2 y ♀P2 x ♂F1 (cruzamientos recíprocos) y ♀F1 x ♂P1 y ♀P1 x ♂F1 (cruzamientos recíprocos). Los experimentos demostraron que: La herencia se transmite por elementos particulados (refutando, por tanto, la herencia de las mezclas). Siguen normas estadísticas sencillas, resumidas en sus dos principios. Las tres leyes de Mendel explican y predicen cómo van a ser los caracteres físicos (fenotipo) de un nuevo individuo. Frecuentemente se han descrito como «leyes para explicar la transmisión de caracteres» (herencia genética) a la descendencia. Desde este punto de vista, de transmisión de caracteres, estrictamente hablando no correspondería considerar la primera ley de Mendel (Ley de la uniformidad). Es un error muy extendido suponer que la uniformidad de los híbridos que Mendel observó en sus experimentos es una ley de transmisión, pero la dominancia nada tiene que ver con la transmisión, sino con la expresión del genotipo. Por lo que esta observación mendeliana en ocasiones no se considera una ley de Mendel. Así pues, hay tres leyes de Mendel que explican los caracteres de la descendencia de dos individuos, pero solo son dos las leyes mendelianas de transmisión: la Ley de segregación de caracteres independientes (2ª ley, que, si no se tiene en cuenta la ley de uniformidad, es descrita como 1ª Ley) y la Ley de la herencia independiente de caracteres (3ª ley, en ocasiones descrita como 2ª Ley). 1ª Ley de Mendel: Ley de la uniformidad. Establece que si se cruzan dos razas puras para un determinado carácter, los descendientes de la primera generación serán todos iguales entre sí fenotipica y genotipicamente e iguales fenotipicamente a uno de los progenitores. 2ª Ley de Mendel: Ley de la segregación. Conocida también, en ocasiones como la primera Ley de Mendel, de la segregación equitativa o disyunción de los alelos. Esta ley establece que durante la formación de los gametos cada alelo de un par se separa del otro miembro para determinar la constitución genética del gameto filial. Es muy habitual representar las posibilidades de hibridación mediante un cuadro de Punnett. Mendel obtuvo esta ley al cruzar diferentes variedades de individuos heterocigotos (diploides con dos variantes alélicas del mismo gen: Aa), y pudo observar en sus experimentos que obtenía muchos guisantes con características de piel amarilla y otros (menos) con características de piel verde, comprobó que la proporción era de 3:4 de color amarilla y 1:4 de color verde (3:1). Según la interpretación actual, los dos alelos, que codifican para cada característica, son segregados durante la producción de gametos mediante una división celular meiótica. Esto significa que cada gameto va a contener un solo alelo para cada gen. Lo cual permite que los alelos materno y paterno se combinen en el descendiente, asegurando la variación. Para cada característica, un organismo hereda dos alelos, uno de cada pariente. Esto significa que en las células somáticas, un alelo proviene de la madre y otro del padre. Éstos pueden ser homocigotos o heterocigotos. En palabras del propio Mendel: "Resulta ahora claro que los híbridos forman semillas que tienen el uno o el otro de los dos caracteres diferenciales, y de éstos la mitad vuelven a desarrollar la forma híbrida, mientras que la otra mitad produce plantas que permanecen constantes y reciben el carácter dominante o el recesivo en igual número". 3ª Ley de Mendel: Ley de la recombinación independiente de los factores. En ocasiones es descrita como la 2ª Ley. Mendel concluyó que diferentes rasgos son heredados independientemente unos de otros, no existe relación entre ellos, por lo tanto el patrón de herencia de un rasgo no afectará al patrón de herencia de otro. Sólo se cumple en aquellos genes que no están ligados (en diferentes cromosomas) o que están en regiones muy separadas del mismo cromosoma. Es decir, siguen las proporciones 9:3:3:1. En palabras del propio Mendel: "Por tanto, no hay duda de que a todos los caracteres que intervinieron en los experimentos se aplica el principio de que la descendencia de los híbridos en que se combinan varios caracteres esenciales diferentes, presenta los términos de una serie de combinaciones, que resulta de la reunión de las series de desarrollo de cada pareja de caracteres diferenciales". Gregor Mendel describió dos tipos de "factores" (genes) de acuerdo a su expresión fenotípica en la descendencia, los dominantes y los recesivos, pero existe otro factor a tener en cuenta en organismos dioicos y es el hecho de que los individuos de sexo femenino tienen dos cromosomas X (XX) mientras los masculinos tienen un cromosoma X y uno Y (XY), con lo cual quedan conformados cuatro modos o "patrones" según los cuales se puede trasmitir una mutación simple: Gen dominante ubicado en un autosoma (herencia autosómica dominante). Gen recesivo ubicado en un autosoma (herencia autosómica recesiva). Gen dominante situado en el cromosoma X (herencia dominante ligada al cromosoma X). Gen recesivo situado en el cromosoma X (herencia recesiva ligada al cromosoma X). El cromosoma X porta numerosos genes en tanto el cromosoma Y tan solo unos pocos y la mayoría en relación con la masculinidad. El cromosoma X es común para ambos sexos, pero solo el hombre posee cromosoma Y. En las herencias limitadas al sexo pueden estar comprometidos mutaciones de genes con cromosomas autosómicos cuya expresión solamente tiene lugar en órganos del aparato reproductor masculino o femenino. Un ejemplo es el defecto congénito septum vaginal transverso, de herencia autosómica recesiva, o la deficiencia de 5 α reductasa que convierte a la testosterona en dihidrotestosterona que actúa en la diferenciación de los genitales externos masculinos, por lo que su ausencia simula genitales femeninos cuando el niño nace. Una mutación puede estar influida por el sexo, esto puede deberse al efecto del metabolismo endocrino que diferencia a machos y hembras. Por ejemplo, en humanos la calvicie se debe al efecto de un gen que se expresa como autosómico dominante, sin embargo en una familia con la segregación de este gen solo los hombres padecen de calvicie y las mujeres tendrán su cabello más escaso después de la menopausia. Otro ejemplo puede ser la deficiencia de la enzima 21 hidroxilasa que interviene en el metabolismo de los glucocorticoides. Cuando esta enzima está ausente, la síntesis de glucocorticoides se desplaza hacia la formación de testosterona y esta hormona está comprometida en la embriogénesis de los genitales externos del varón, por lo que su presencia anormal en el desarrollo de un feto femenino produce la masculinización de los genitales femeninos, mientras que en el caso de un feto varón, solo incrementa el desarrollo de los masculinos. Una anormalidad de este tipo, permitirá sospechar un diagnostico clínico más rápidamente en una niña, basado en el examen de los genitales del recién nacido, que en un niño. Por tener un solo cromosoma X, a los individuos de sexo masculino no se les pueden aplicar los términos "homocigoto" o "heterocigoto" para genes ubicados en este cromosoma y ausentes en el cromosoma Y. Ya sean genes que expresen el carácter dominante o recesivo, si están situados en el cromosoma X, los varones siempre lo expresarán y al individuo que lo porta se le denomina hemicigoto. De lo anterior se deduce que, puesto que las hembras tienen un solo tipo de cromosoma sexual, el X, sus gametos siempre tendrán la dotación cromosómica 23,X, mientras los masculinos pueden portar una X, dando lugar a un individuo femenino (XX), o una Y, con lo que se originaría un individuo masculino (XY). Debido a esto se dice que las mujeres son homogaméticas (todos sus gametos tienen igual constitución) y que los hombres son heterogaméticos (tienen gametos 23,X y 23,Y)". Como esto no es un Ensayo de Biología no sigo desarrollando el tema y dejo a la voluntad de quienes estén interesados que la consulten si lo desean. Lo que a este Ensayo importa es la influenciua de la genética en el comportamiento de nuestros hijos e hijas y para ello expongo, en primer lugar y antes de seguir con Wikipedia, lo que dice la Doctora Mireya Flor de Pérez: "Los resultados señalan que la herencia genética determina el aspecto físico en un 78%, el intelectual en un 52% y, la personalidad (comportamiento) en un 29%. Esto quiere decir que poco se puede hacer por los rasgos corporales, las aptitudes o las limitaciones físicas heredadas. En cuanto a la capacidad intelectual se refiere, es alentador saber que puede potenciarse en un 48%. Y, resulta extraordinario conocer que en la formación de la personalidad (comportamiento) puede lograrse mucho, por medio de la educación de la voluntad que es susceptible de orientarse y fortalecerse en un 71%. La voluntad junto con la educación de las virtudes puede determinar la personalidad y el comportamiento de los hijos. ¿La influencia genética afecta el comportamiento de los hijos?. La formación de la personalidad y el comportamiento de los hijos, tienen dos influencias directas: La transmisión genética, por herencia y el aprendizaje y la influencia externa. Esto es lo que asegura Fernando Corominas, Presidente del Instituto de Estudios Familiares (IDEFA) de Madrid-España, quien ha realizado investigaciones en el campo de la educación familiar por casi medio siglo. En décadas pasadas se pensaba que la genética predominaba sobre cualquier otro factor externo. Sin embargo, los últimos estudios realizados en algunos centros especializados de EEUU, Japón y Europa revelan que el aprendizaje tiene una influencia definitivamente mayor en el proceso de formación de los niños. Los resultados señalan que la herencia genética determina el aspecto físico en un 78%, el intelectual en un 52% y, la personalidad (comportamiento) en un 29% . Esto quiere decir que poco se puede hacer por los rasgos corporales, las aptitudes o las limitaciones físicas heredadas. Sin embargo, si alguien quiere practicar un deporte, a pesar de no disponer de las cualidades innatas, puede superarse en un 22%, con esfuerzo, trabajo y tenacidad. De seguro no llegará a ser una estrella deportiva, pero podrá darse el gusto de practicarlo. En cuanto a la capacidad intelectual se refiere, es alentador saber que puede potenciarse en un 48%. Es indudable que para elegir una profesión, actividad o tarea económica, es mejor hacerlo tomando en cuenta las aptitudes que se requieren y las cualidades que se posee. Pero, si para lograrlo es necesario esforzarse en alguna materia que resulta difícil, existen buenas posibilidades de conseguirlo con decisión y trabajo arduo". Termino el asunto con lo investigado en Wikipedia bajo el epígrafe de Genética del comportamiento: "A lo largo de la historia se ha tratado de encontrar una explicación al comportamiento. En esta búsqueda surgió la llamada Genética del comportamiento que trata de explicar en qué medida actúan los genes en la conducta animal (incluido el hombre). Mediante el estudio de ésta se puede valorar que otros aspectos más o menos importantes pueden actuar sobre el comportamiento y ver hasta qué punto los genes afectan directa o indirectamente, en definitiva, ver qué indicios hay de que el comportamiento tenga una base biológica. Para poder explicar algo tan complejo como es la genética aplicada al comportamiento necesitamos saber qué es lo que se entiende por "comportamiento" ya que se trata de un concepto abstracto y difuso. El comportamiento abarca muchos más campos de los que nos podamos imaginar. Videntes, profetas, y los astrólogos de la antigüedad, han tratado de predecir el comportamiento. Escritores como Shakespeare y Jane Austen han tratado de describirlo. Freud, Jung, psiquiatras y otros han buscado la forma de explicarlo. Sin embargo, gran parte de la conducta sigue siendo un misterio. Por ello muchos científicos eligen estudiar el comportamiento. Todos los organismos vivos, se comportan: animales, insectos y amebas unicelulares. Incluso se comportan las plantas. Por ejemplo cuando una planta convierte sus hojas hacia la fuente de luz, se está comportando. Lo contrario también es cierto: cosas que no están vivas no se comportan. Rocas, océanos y planetas no se comportan. Los comportamientos son las acciones que una criatura hace, en su conjunto, en respuesta al mundo que hay a su alrededor. Por ejemplo cuando un niño persigue un balón, se trata de un comportamiento. Comportamientos son también las respuestas globales a estímulos desde el interior del cuerpo. Por ejemplo cuando una persona se siente agitada tras tomar una taza de café. Sobre todo, pensamos en el comportamiento como algo consciente, como cuando se decide hacer algo. Sin embargo, el comportamiento también puede ser inconsciente, automático, o instintivo. Por ejemplo hablar en un sueño es un comportamiento, la mente responde a los acontecimientos sin nuestro consentimiento, un estornudo es un comportamiento, porque es la respuesta del organismo. Manifestaciones físicas de la mayoría de las enfermedades son comportamientos también. Por ejemplo cuando un hombre tiene una crisis epiléptica o cuando una mujer con diabetes incontrolada cae inconsciente, muestran el comportamiento a pesar del hecho de que no se encuentran en control consciente de sus acciones. Algunos comportamientos son uniformes en toda una especie, tales como la forma que tienen de hibernar en invierno. Otros comportamientos son únicos para una persona individual. Muchos de los comportamientos son exclusivos de un determinado ser en una ocasión. Las acciones son un subconjunto de comportamientos, emociones y estados de ánimo. Esto no es evidente. Una persona puede estar enojada, sin que sea necesario hacer algo físico como golpes o gritar. Sin embargo, la ira se considera que es una respuesta a los estímulos. Una enfermedad mental pertenece a la categoría de comportamiento, aunque esto puede no parecer obvio, tampoco. La depresión no parece ser la respuesta de una persona al mundo, sino un estado emocional que desciende. De la misma manera hay una prueba o una serie de pruebas que explica por qué una persona desarrolla esquizofrenia. Sin embargo, los científicos creen que las enfermedades mentales surgen en respuesta a una serie de acontecimientos dentro y fuera del cuerpo. Otro no tan evidente al respecto, la personalidad es comportamiento. Esto tiene sentido si se considera que la personalidad es la suma total de características físicas, mentales, emocionales y sociales que distinguen a esa persona de todo el mundo. Las pautas de comportamiento nos llevan a referirnos a las personas como dóciles y dulces o bruscas y desagradables. Y, sin embargo, normalmente la persona tranquila a veces es muy ruidosa y generalmente al margen individual pueden a veces ser muy sociables, porque el comportamiento siempre depende del contexto. Desde el estado de ánimo a la personalidad se dividen en categoría de comportamiento. El tipo de pensamiento que implica conocer el comportamiento y la percepción se llama inteligencia o la cognición. ¿Qué es?. Cuando hablamos de genes-comportamiento estamos hablando de una relación bastante compleja puesto que no solo los genes afectan directamente a las conductas animales y humanas sino muchos más factores externos, por ello es importante encontrar el límite de la intervención de los genes en este aspecto. La información genética se transmite de generación en generación por tanto se observa una transmisión del comportamiento de padres a hijos, es decir, no todo el comportamiento es aprendido. Los investigadores en el campo de la conducta estudian la variación genética en el comportamiento como es afectado por los genes, que son las unidades de la herencia transmitida de padres a la descendencia. Pero se sabe que los genes por si mismos no controlan el comportamiento. Los genes permiten que los organismos respondan y usen lo que está a su alrededor en su medio ambiente. Al mismo tiempo, los entornos influyen en las acciones de los genes. Lamentablemente, el término "medio ambiente" a menudo lleva a confusión ya que tiene un significado diferente en la genética del comportamiento que el que habitualmente viene a la mente. Como un término ecológico, el medio ambiente significa el mundo físico. Como expresión genética, el medio ambiente significa todo lo que influye sobre los factores heredables. He aquí una breve lista de algunos de los factores medioambientales que en mayor o menor grado afectan a otro comportamiento: la familia y amigos, el hogar y el lugar de trabajo, y experiencias específicas de la vida cotidiana. Estos son aspectos externos, del mundo social. Otros factores ambientales pertenecen al interior, al mundo biológico: los nutrientes, hormonas, virus, bacterias, toxinas, y otros productos que afectan al cuerpo durante el desarrollo prenatal y en toda la vida. Las personas que trabajan en el ámbito de la genética del comportamiento, están de acuerdo en que los genes y el medio ambiente son esenciales, y, factores interdependientes en el comportamiento. El campo de la genética del comportamiento se llama, no porque se piense que los genes son más importantes que los entornos, sino porque los genes se usan como herramientas de investigación para resolver los factores que contribuyen a la variación en el comportamiento. Los investigadores estudian la genética del comportamiento en todos los tipos de formas de vida: simples y complejos; desde gusanos y moscas de la fruta (Drosophila melanogaster) hasta los chimpancés y los seres humanos. Este estudio se superpone y completa con ayuda de otros campos como son la biología, psicología, fisiología, medicina, genética, la ciencia evolutiva y la neurociencia, por nombrar unos pocos. El particular interés de los genetistas conductuales se encuentra en lo que hace que los miembros de una especie (sobre todo la especie humana) difieran en su comportamiento, prestando especial atención a temas de importancia social considerable como son: los trastornos del estado de ánimo, la impulsividad, y la inteligencia. La genética del comportamiento humano, es un campo relativamente nuevo, que trata de entender la genética y el medio ambiente, pero esto no es una tarea fácil por las siguientes razones: Es difícil definir la conducta en cuestión. La inteligencia es un ejemplo clásico. ¿Es la inteligencia la capacidad para resolver un determinado tipo de problema?¿la capacidad para hacer el camino con éxito en el mundo?¿la capacidad de tener una buena puntación en un test de coeficiente intelectual?. Se han hecho investigaciones en las que se mejoró la capacidad de los ratones para aprender mediante la inserción de un gen que codifica para una proteína en las células del cerebro que se sabe que están asociadas con la memoria. No hay un acuerdo universal sobre la definición de inteligencia, incluso entre aquellos que la estudian. Se debe medir el comportamiento con grados aceptables de validez y fiabilidad. Esto es especialmente difícil para los rasgos de personalidad, tales como la timidez o la asertividad, que son objeto de muchas investigaciones en curso. A veces hay una interesante fusión de definición y medición, como en el caso de pruebas de coeficiente intelectual, cuando la misma calificación en las pruebas ha llegado a definir el rasgo que mide. Un alto promedio puede indicar la capacidad, pero no define la esencia de la característica. Los comportamientos, al igual que todos los rasgos complejos, involucran a múltiples genes, una realidad que complica la búsqueda de contribuciones genéticas. Los estudios de los genes y el comportamiento requieren un análisis y comparación de las poblaciones que tienen el rasgo en cuestión con los que no. El resultado a menudo es una declaración de heredabilidad, estadística que estima la cantidad de variación en una población que es atribuible a factores genéticos. El poder explicativo de las cifras de heredabilidad es limitado, sin embargo, sólo se aplican a la población estudiada y sólo para el medio ambiente en el lugar y en el momento en que el estudio fue realizado. Si la población o el medio ambiente cambia, la heredabilidad lo más probable es que vaya a cambiar también. Pero las declaraciones de heredabilidad no ofrecen base para las predicciones sobre la expresión del rasgo en cuestión de un determinado individuo. A lo largo de la historia muchos investigadores se han interesado por la genética conductual: psicólogos, etólogos, etc. Afrontando este tema desde distintos puntos de vista y divagando supuestas hipótesis. Con los trabajos de Mendel y los conocimientos actuales que se tienen de genética nos han permitido descubrir cómo no solo existen genes para el color de ojos, el pelo, el grupo sanguíneo, etc. sino también genes que pueden llegar a controlar la forma de actuación de un individuo. Sir Francis Galton (1822-1911) fue el primer científico para estudiar el comportamiento humano y la herencia sistemáticamente. El término "genética" ni siquiera aparece hasta 1909, solo 2 años antes de la muerte de Galton. Con o sin un nombre formal, el estudio de la herencia ha sido siempre, en su núcleo, el estudio de la variación biológica. Galton se centró en las correlaciones de comportamiento dentro de las familias y desarrollado algunas técnicas de investigación todavía en uso hoy en día. Éste estaba convencido de la base hereditaria de comportamiento criminal, que no se había establecido hasta entonces. La dificultad persiste, a pesar de una explosión de información sobre los genes humanos y el desarrollo de herramientas moleculares y estadísticas. Los resultados preliminares de la influencia genética provocaron declaraciones engañosas acerca de "los genes para" un determinado comportamiento, como si la causalidad genética se hubiese establecido. De hecho, los genes no pueden hacer nada por sí mismos. Todas sus acciones y la influencia están mediadas por proteínas, genes y productos implicados en una multitud de medidas que producen un determinado rasgo, es difícil proponer una posible explicación biológica para la expresión del rasgo. De hecho, la singularidad generalizada sugiere que no se ha fijado en esencia el comportamiento humano, sólo la variación, un concepto central en la biología y que Charles Darwin, la utiliza para construir su revolucionaria teoría de la evolución por selección natural. ¿Cómo es estudiada la genética del comportamiento?- Se han hecho diversos estudios, los más tradicionales con descendientes gemelos y adoptados en humanos y por ejemplo en animales también se han hecho varios experimentos aislando a las crías de los cuidados parentales. El estudio del medio ambiente como factor influyente en el comportamiento también se contempla como posible opción y para comparar con el estudio molecular. Las estrategias tradicionales de investigación en la genética del comportamiento incluyen estudios de gemelos, (contrastando diferencias entre gemelos idénticos) y adoptados, técnicas encaminadas al análisis biológico de las influencias ambientales, ya que si dos gemelos tienen el mismo genotipo y difieren en sus comportamientos, esta diferencia no tendría otra causa que la influencia ambiental. Más recientemente, los investigadores han añadido la búsqueda de piezas de ADN asociadas a comportamientos particulares, un enfoque que ha sido más productivo hasta la fecha en la identificación de posibles ubicaciones para los genes asociados con las principales enfermedades mentales como la esquizofrenia y el trastorno bipolar. Sin embargo, incluso en este caso no ha habido grandes avances, no identificando claramente los genes que pueden atar a la enfermedad. La búsqueda de genes asociados con características tales como la preferencia sexual y rasgos de personalidad de base ha sido aún más frustrante. La genética y la biología molecular han aportado importantes conocimientos sobre los comportamientos asociados con trastornos hereditarios. Por ejemplo, se sabe que un cromosoma 21 extra está asociado con el retraso mental que acompaña el Síndrome de Down, si bien los procesos que alteran la función del cerebro no están todavía claros. También se sabe el efecto de genes en una serie de trastornos de un único gen que da lugar a un retardo mental, incluida la fenilcetonuria (PKU). En general, es más fácil discernir la relación entre la biología y el comportamiento de los cromosomas y un solo gen que los trastornos comunes. Son difíciles de definir los rasgos de personalidad, mientras que otros rasgos, como son la esquizofrenia y trastorno bipolar -enfermedades orgánicas cuyas biológicas e innegables raíces son todavía desconocidas y cuya aparición imprevisible, nos enseñan acerca de la importancia ambiental. ¿De qué modo influyen los genes?. Se sabe que los genes tienen importancia en el comportamiento pero ¿los genes influyen más o menos directamente sobre las conductas?. Además un solo gen no determina un comportamiento en particular sino que al ser algo complejo, está influido por multitud de genes que son afectados a su vez por otros factores. El comportamiento sin lugar a dudas tiene una base biológica, ya que hay una serie de indicaciones que lo verifican: El comportamiento de especies especificas. Algunos comportamientos de apareamiento son de especies específicas. Por ejemplo los pollos "Prairie" realizan un complejo ritual de apareamiento, una especie de línea de la danza con las alas y sincronizados movimientos de grupo. Algunos comportamientos son tan característicos que los biólogos los utilizan para ayudar a diferenciar entre especies estrechamente relacionadas. El comportamiento se reproduce en las sucesivas generaciones de los organismos. Cambio de comportamientos en respuesta a las alteraciones en las estructuras o procesos biológicos. Por ejemplo, una lesión cerebral puede convertir una amable, apacible persona en una desagradable y agresiva, y se puede modificar el comportamiento sistemáticamente de las manifestaciones de las enfermedades mentales con fármacos que alteran la química cerebral. Más recientemente, genetistas han creado comportamientos específicos del ratón -crianza de los cachorros- mediante la inserción o desactivación de genes específicos. En humanos, algunos comportamientos se presentan en las familias. Por ejemplo, existe una clara relación familiar en cuanto a las enfermedades mentales. El comportamiento tiene una historia evolutiva que persiste a través de las especies relacionadas. Los chimpancés son nuestros parientes más cercanos, separados de nosotros por un mero 2% de diferencia en la secuencia del ADN. Ellos y nosotros compartimos las conductas que son altamente sociales de primates, incluyendo el fomento, la cooperación, el altruismo, e incluso algunas expresiones faciales. Está claro que el comportamiento tiene una base biológica bastante fuerte y que ésta se encuentra en los genes, pero, ¿de qué forma y hasta qué punto éstos influyen en las conductas?. No hay un solo gen que determine un comportamiento. Son comportamientos complejos que participan múltiples genes que se ven afectados por una variedad de otros factores. Por ejemplo, un estudio publicado en 1999 afirmó que la sobreexpresión de un gen en ratones dio lugar a una mayor capacidad de aprendizaje, pero las mejoras observadas en este estudio fue a corto plazo, con una duración de solo unas pocas horas hasta varios días en algunos casos. En realidad el camino desde los genes a las proteínas para el desarrollo de un rasgo particular es todavía un misterio. En los trastornos de comportamiento, o cualquier rasgo físico, los genes son sólo una parte de la historia, debido a una variedad de factores genéticos y ambientales que están implicados en el desarrollo de cualquier rasgo. La presencia de ciertos factores genéticos pueden aumentar o reprimir otros factores genéticos. Los genes se activan y desactivan, y otros factores pueden hacer que un gen se vuelva activar. Además, la proteína codificada por un gen puede ser modificada de manera que puede afectar a su capacidad para llevar a cabo su función celular normal. Los factores genéticos también pueden influir en la función de algunos factores ambientales en el desarrollo de un rasgo particular. Por ejemplo, una persona puede tener una variante genética para aumentar su riesgo de desarrollar un enfisema por fumar, (fumar es un factor ambiental). Si esa persona no fuma, entonces no desarrollará un enfisema. Genética y comportamiento humano: un contexto ético. En este punto se tratan las implicaciones que tiene la investigación de la genética del comportamiento para la sociedad. Los investigadores en el campo de la genética del comportamiento están examinando cómo los genes y el medio ambiente influyen en los rasgos del comportamiento humano, como la agresión, la ansiedad, la homosexualidad, la inteligencia y el comportamiento antisocial. Aunque gran parte de la investigación se centra en características de comportamiento que todos compartimos en distintos grados, en lugar de los rasgos que se consideran anormales, insalubres o patológicas. Esta es una complicada y con frecuencia controvertido ámbito de la investigación genética. Así como preocupaciones acerca de la validez de las metodologías científicas implicadas, hay muchos aspectos éticos, legales, sociales y prácticos. Estos incluyen preocupaciones sobre que dicha información podría utilizarse para tratar de predecir, modificar o seleccionar tales rasgos. Cada creciente científica y popular se centra en los genes y el comportamiento lo que ha contribuido a un resurgimiento del determinismo genético de comportamiento - la creencia de que la genética es el principal factor de la determinación de la conducta. ¿Los comportamientos son innatos, escritos indelebles en nuestros genes como inmutables imperativos biológicos, o el medio ambiente es más importante en la configuración de nuestros pensamientos y acciones?. Estas preguntas a través del ciclo de la sociedad han hecho que los biólogos que reconozcan que los comportamientos solo existen en el contexto de una influencia ambiental. No obstante, el debate de nuevo estalla cada pocos años, en respuesta a análisis genéticos de rasgos como la inteligencia, la delincuencia, o la homosexualidad, cargada con las características sociales, políticas y de significado jurídico. ¿Qué consecuencias sociales tienen los diagnósticos genéticos de tales características como la inteligencia, la delincuencia, o la homosexualidad en la sociedad? ¿Qué efecto tendría el descubrimiento de un rasgo de comportamiento asociado con el aumento de la actividad delictiva en nuestro ordenamiento jurídico? ¿Si nos encontramos con un "gen homosexual", va a significar una mayor o menor tolerancia? ¿Va a dar lugar a propuestas que los afectados por el "desorden" deberían someterse a tratamiento para ser "curada" y que se deben adoptar medidas para prevenir el nacimiento de otras personas que resulten afectados? Hay varios obstáculos científicos para correlacionar genotipo (una dotación genética del individuo) y el comportamiento. Muchas investigaciones actuales sobre los genes y el comportamiento también generan sentimientos muy fuertes debido a la posibilidad de consecuencias sociales y políticas de la aceptación de estas supuestas verdades. Por lo tanto, más que cualquier otro aspecto de la genética, los descubrimientos en genética del comportamiento no deben verse como irrefutables hasta que ha habido una corroboración científica". Como verdaderos cristianos y cristianas que somos debemos ser conscientes y consistentes en algo fundamental que los no creyentes quieren relativizar. No debemos relativizarlo sino darlo como verdades absolutas. Me refiero a que los vicios como el tabaquismo, el alcoholismo y la drogadicción, así como las desviaciones sexuales (homosexualidad, lesbianismo, bisexaulidad) y otras aberraciones o conductas éticamente inmorales (transformismos, sadismo, masoquismo y bestialismo por ejemplo) no son productos de la genética sino del medio ambiente en que se vive. En otras palabras, los vicios, las desviaciones sexuales y las aberraciones sociales son productos de nuestras formas de vivir dentro de la sociedad y no proceden de ninguna cuestión genética. La Palabra de Dios es clara y rotunda. No podemos engañarnos a nosotros mismo ni a los demás diciendo que tales cuestiones proceden de genes hereditarios. Eso no es bíblico. Lo que sí existen son consecuencias espirituales que pueden alargarse hasta la quinta generación pero eso no quiere decir que sean de carácter genético-físico y tampoco quiere decir que no se pueda romper la secuencia. Somos lo suficientemente libres para elegir la clase de vida que deseamos llevar y es la clase de vida que llevamos la que produce el comportamiento humano que nos califica. Así que nada de decir que los genes hereditarios producen tales cuestiones. Es Palabra de Dios. Dios no se confundió al crear a los seres humanos debidamente separados en varones y hembras. La relatividad no existe en esta cuestión y la genética no contempla que tales formas de vida desordenadas e inmorales sean producto de caracteres hereditarios sino del medio ambiente social en que se convive con otros seres humanos y se desarrollan como costumbres sociales, no genéticas sino sociales. 18.3.- Autoestima e identidad. Vamos a comenzar este asunto haciendo una exploración por Internet. Empecemos con un poco de humor si es necesario, con lo escrito, en serio, por Emo Nofeo en Palabrasdelmono.es: "Se define el autoestima como el amor propio, el quererse a sí mismo; y la identidad como el sello personal que cada uno logra construir a partir de sus orígenes. La falta de autoestima y de identidad, se puede notar en muchas situaciones que ya hemos adoptado como naturales, por ejemplo: - el viajar doblado en una combi, - el hacer una cola en el patio de comidas, o - el mismo hecho de arrojar la basura en las calles, ¿díganme si eso no es renunciar al hecho de vivir en un lugar limpio y bonito? Una frase que tengo grabada en mente desde hace mucho tiempo es aquella que dice "sólo tenemos 5 años para educar a un hombre mientras que para su instrucción tenemos toda una vida". Son precisamente esos cinco primeros años, donde se construye el autoestima y se empieza a cultivar su propia identidad, los que desperdiciamos. Siendo el autoestima y la identidad dos valores importantes en toda sociedad y que debemos cultivar, ¿qué hacemos nosotros como padres y/o maestros?, nos dedicamos a golpear el autoestima de los futuros ciudadanos machaconamente. El primer golpe al autoestima del niño se lo damos incluso antes de nacer, cuando el bebé aún esta en el vientre de la madre ya sea por falta de planificación o por un simple capricho de "yo quería que fuera hombre" no le damos el cariño necesario; la psicología moderna nos dice que los bebés en el vientre de la madre son capaces de percibir esos desamores y que esos niños al nacer van a tener problemas de lenguaje, micciones nocturnas y de mayores serán persona con una baja autoestima. El segundo golpe se lo propinamos apenas nace, cuando hay que ponerle un nombre, ¿y qué nombre le ponemos?, en lugar de ponerle un nombre decente y contundente como Marco o José preferimos un huachafoso Yiamphier Alhexis, lo cual es una evidencia de la falta de autoestima de los padres, ¿qué se podría esperar de unos padres que no están orgullosos de lo que son y de lo que han logrado?, ¿qué autoestima pueden inculcar a sus hijos?. El nombre no hace a la persona, las personas hacemos nuestro nombre. Apenas aprende a caminar, le aplicamos el tercer golpe, en lugar de enseñarle a escuchar nuestra música y bailar nuestros bailes, le enseñamos bailar el meneíto o el curicuticuricuta, situación similar ocurre en la escuela. Ese niño va a crecer creyendo que es más cool escuchar música en inglés, va a anteponer lo extranjero a lo peruano y va a ser presa fácil de la alienación. Una vez que el niño aprende a hablar aprovechamos para aplicarle un golpe más en su precaria autoestima. Cuando recibimos visitas en casa, para demostrar que nuestros hijos son mejores, le reprochamos "saluda, ¿no sabes saludar", "¿no te enseñaron a saludar en el colegio?". Y no nos ponemos a pensar que el niño aún esta descifrando quién es el visitante, un tío, un padrino, un señor cualquiera, ¡qué distinto sería que se le dijera "ven una ratito te presento a tu tío Salvador"!. Lo que más daña es el escarnio en público, las llamadas de atención se deben hacer en privado, los elogios se hacen en público. Contaba Fredy Ternero, el entrenador más exitoso del Perú que el hijo de su preparador físico argentino con el que sacó campeón sudamericano al Cienciano, siempre lo trataba de "Che Fredy" nunca le decía Señor Ternero, eso no es falta de respeto sino tener el autoestima muy en alto y vaya que los argentinos si lo tienen. Por otro lado, los medios de comunicación ejercen una influencia perversa en la autoestima de los ciudadanos. En todas las películas norteamericanas que son la mayoría, el chino es cochino, el indio es traidor, el negro es ladrón, el latino es flojo y el blanco siempre es el bueno, lo cual es un insulto a la inteligencia, pero miren la cantidad de gente que va a ver esas películas. La prensa escrita y hablada repiten indolentemente los sonsonetes "el peruano es impuntual" (hasta nombre le hemos puesto, "La hora peruana"), el peruano es flojo, el peruano es pirata, golpeando el autoestima de los peruanos día a día. Sépase que los piratas tenían títulos de sir y los corsarios tenían patente de corso de sus gobiernos para cometer los saqueos y miren quiénes son los que lo dicen, son los medios de comunicación piratas que saquearon las arcas peruanas usando los dólares MUC como patente de corso y hoy lo hacen con la publicidad estatal. Si observamos a nuestro alrededor veremos que los países que cultivan mejor su autoestima son los países mejores desarrollados, es el caso de Brasil, Argentina, México y últimamente Chile. El peruano es inteligente, ingenioso, trabajador y sólo le falta quererse un poco más, creer en sí mismo y eso es lo que debe buscar la educación básica en el Perú, no llenarlo de conocimientos que puede adquirirlo a lo largo de toda su vida. Estamos destinados a ser ganadores, si Dios nos hizo diferentes no es para que vayamos comparándonos por la vida, sino para que cada uno pueda ser el mejor en su categoría. Y Dios lo quiso desde el mismo momento de la concepción, porque en la determinante carrera hacia el óvulo, no le ganamos a uno, no le ganamos a 11 de un equipo de fútbol, ni a miles de un examen de admisión, le ganamos a millones y millones en una carrera de vida o muerte". Una vez entrados ya en materia veamos, ahora, qué significa para la Real Academia de la Lengua Española tanto la palabra "autoestima" como la palabra "identidad" antes de consultar la página de algún experto psicólogo o psicóloga. La Academia define a la autoestima como: "Valoración generalmente positiva de sí mismo". Y a la identidad la define, en el contexto que estamos analizando, como: "Conjunto de rasgos propios de un individuo o de una colectividad que los caracterizan frente a los demás", "conciencia que una persona tiene de ser ella misma y distinta a las demás" y "hecho de ser alguien o algo que se supone o se busca". Ahora sí. Ahora ya podemos comprender que tener una autoestima alta es igual a tener una identidad propia bien definida y tener una autoestima baja es tener una identidad popia llena de complejos. ¿Cómo se producen tanto la alta autoestima como la baja autoestima o el tener identidad elevada o identidad acomplejada?. Vamos a ver, antes de que yo saque mis propias conclusiones, lo que dice algún experto en la materia. Esto es lo que analizan 5 psiquiatras en wikilearning: "Para alcanzar un buen nivel de autoestima, debemos descubrir nuestra Identidad. ¿Quién soy yo? ¿qué soy?, y más importante y decisivo aún, ¿qué quiero ser? Ya sea consciente o inconscientemente, todos albergamos opiniones y emociones respecto a nosotros mismos: seguridad o inseguridad, confianza o desconfianza, fe en nosotros mismos y nuestros proyectos o falta de entusiasmo. Todos estos elementos dependen directamente del nivel de autoestima que hemos desarrollado. Todo ello incide en la forma en que miramos las cosas, en cómo aprovechamos las oportunidades que la vida nos ofrece y en la manera en que nos relacionamos con los demás. Con una autoestima saludable, nos hacemos cargo de nuestra propia vida y asumimos una actitud responsable y activa en la búsqueda de nuestras propias metas. Pero, ¿qué es la autoestima? ¿Cómo se forma? ¿Cuáles son sus componentes?. Contestemos a tal cuestión con lo que dice Wikipedia: AutoestimaDe Wikipedia, la enciclopedia libre: "Los humanistas consideran que las artes tienen un papel importante en la psicología. La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos, y hacia los rasgos de nuestro cuerpo y nuestro carácter. En resumen, es la percepción evaluativa de sí mismo. La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, no puede menos de afectar a nuestra manera de estar y actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. Nada en nuestra manera de pensar, de sentir, de decidir y de actuar escapa a la influencia de la autoestima. Abraham Maslow, en su jerarquía de las necesidades humanas, describe la necesidad de aprecio, que se divide en dos aspectos, el aprecio que se tiene uno mismo (amor propio, confianza, pericia, suficiencia, etc.), y el respeto y estimación que se recibe de otras personas (reconocimiento, aceptación, etc.). La expresión de aprecio más sana según Maslow es la que se manifiesta «en el respeto que le merecemos a otros, más que el renombre, la celebridad y la adulación». Carl Rogers, máximo exponente de la psicología humanista, expuso que la raíz de los problemas de muchas personas es que se desprecian y se consideran seres sin valor e indignos de ser amados; de ahí la importancia que le concedía a la aceptación incondicional del cliente. En efecto, el concepto de autoestima se aborda desde entonces en la escuela humanista como un derecho inalienable de toda persona, sintetizado en el siguiente «axioma»: Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime. En virtud de este razonamiento, incluso los seres humanos más viles merecen un trato humano y considerado. Esta actitud, no obstante, no busca entrar en conflicto con los mecanismos que la sociedad tenga a su disposición para evitar que unos individuos causen daño a otros-sea del tipo que sea-. El concepto de autoestima varía en función del paradigma psicológico que lo aborde (psicología humanista, psicoanálisis, ó conductismo). Desde el punto de vista del psicoanálisis, radicalmente opuesto, la autoestima está relacionada con el desarrollo del ego; por otro lado, el conductismo se centra en conceptos tales como "estímulo", "respuesta", «refuerzo», «aprendizaje», con lo cual el concepto holístico de autoestima no tiene sentido. La autoestima es además un concepto que ha traspasado frecuentemente el ámbito exclusivamente científico para formar parte del lenguaje popular. El budismo considera al ego una ilusión de la mente, de tal modo que la autoestima, e incluso el alma, son también ilusiones; el amor y la compasión hacia todos los seres con sentimientos y la nula consideración del ego, constituyen la base de la felicidad absoluta. En palabras de Buda, «el budismo no es el camino hacia la felicidad, la felicidad es el camino». Y en cuanto a la identidad, la misma Wikipedia dice lo siguiente: "En psicología, la palabra identificación proviene de la raíz identi- ("identidad"). El término se refiere a la conducta, habilidades, creencias e historia del individuo en una imagen consistente de sí mismo. La identidad es una búsqueda de toda la vida, la cual se enfoca durante la adolescencia y puede repetirse durante la edad adulta. Erik Erikson enfatiza que este esfuerzo por encontrar un sentido de sí mismo y del mundo es un proceso sano y vital que contribuye a la fuerza del ego del adulto. Los conflictos que involucran el proceso sirven para estimular el crecimiento y el desarrollo. Así, para alcanzar un buen nivel de autoestima se debe, antes que nada, descubrir la propia identidad. Identificación hace referencia según Sigmund Freud, y dentro del contexto psicoanalítico, a un proceso psicológico mediante el cual un sujeto asimila un aspecto, una propiedad, un atributo de otro y se transforma, total o parcialmente, sobre el modelo de éste. La personalidad se constituye y se diferencia mediante una serie de identificaciones. Identificación proyectiva alude a un mecanismo de defensa psíquico. Se podría definir extensivamente como sigue: Término introducido por Melanie Klein para designar un mecanismo que se traduce por fantasías en las que el sujeto introduce su propia persona (his self), en su totalidad o en parte, en el interior del objeto para dañarlo, poseerlo y controlarlo". Ahora sí. Ahora estamos ya preparados para entender cuáles son los procesos que se producen, para bien o para mal, en nuestros hijos e hijas. Luisa F. Montero escribe lo siguiente: "He visto por años cómo los padres hispanos no sólo se esfuerzan, si no que se sacrifican por darles a sus hijos una buena educación. Muchos trabajan incansablemente para darles la oportunidad de educarse, por eso, estoy segura de que el éxito académico de niños y jóvenes es una prioridad que compartimos como comunidad. La educación, sin embargo, no tiene que ver sólo con la escuela y las calificaciones, tiene que ver también con lo que somos como personas, como individuos, como miembros de una familia con historia. Por eso, para empezar, debemos transmitirles a nuestros hijos el orgullo de ser lo que son, de venir de donde vienen, de ser hispanos. En la medida en que los niños valoren su origen, su raza y su cultura, construirán una identidad y una autoestima que los acompañará el resto de su vida y los ayudará a construir su propio éxito. "La recomendación más importante es que los padres se sientan orgullosos de lo que son, que transmitan -a sus hijos- el gusto por sus tradiciones y su cultura a través de sus conversaciones sobre ellos mismos, sobre sus familias, sobre el lugar de donde vienen y porque se sienten orgullosos de ser de mexicanos, guatemaltecos o salvadoreños y de sus valores", señala Antonia López, especialista en educación del Consejo Nacional de la Raza. López insiste en la importancia de que los niños hijos de inmigrantes hispanos, además, se sientan orgullosos del idioma de sus padres, que lo practiquen y lo estudien: "El idioma es muy importante para que los padres puedan seguir siendo los consejeros de sus hijos y puedan acompañarlos a la hora de tomar decisiones importantes", agrega López anotando que si los padres pierden la habilidad de comunicarse con sus hijos, los niños van a "quedarse solos, se van a educar solos y van a recibir consejos de otras personas en vez de recibirlos de sus padres". Y es que el idioma natal, de no practicarse puede perderse en un año, señala la experta recordando que cada momento en el que los padres y la familia en general tienen contacto con el niño, lo están educando; con cada gesto, con cada palabra, el padre tiene la oportunidad de transmitirle a su hijo una lección y de dejarle ver que es importante, que es querido y que es parte fundamental de la familia. Las sencillas actividades del hogar, como la preparación de alimentos, la limpieza o el baño diarios, son oportunidades de aprendizaje para los niños pequeños; en la cocina por ejemplo, si estamos preparando una ensalada, podemos irle enseñando al pequeño las diferencias entre las verduras, los distintos colores y texturas y la importancia de alimentarse sanamente. Compartir con nuestros hijos los cuentos y las canciones o versos que aprendimos de pequeños, la historia de nuestros padres, de nuestros abuelos, de nuestra familia... los ayudará a construir su autoestima y les dará confianza en sí mismos. Un niño sano emocionalmente, que recibe el cuidado y la atención que necesita en casa, tendrá una autoestima en la que podrá apoyarse para seguir aprendiendo". Y, por último, vamos a ver el asunto desde el punto de vista meramente cristiano. Vamos a ver qué se dice de todo esto en "La Perspectiva Bíblica de la Autoestima" de Jay E. Adams y traducido por Jaime Valdez en el año 2008: "1 Amarás... ¿como a Ti mismo?: Los cristianos que han propagado estas enseñanzas de la "autoestima" hacen una exposición poco convincente al encontrar prácticas y principios de autoestima en la Biblia. Mientras que admitimos que fueron los psicólogos incrédulos los que tomaron la delantera, han hecho todo intento posible por obtener cierto apoyo bíblico. Las Escrituras son registradas de arriba abajo y los versículos son torcidos con el propósito de dar cierta clase de credibilidad bíblica a la teoría. Pero la Biblia es usada no para descubrir lo que Dios tiene que decir o lo que debemos creer; sino que, la perspectiva ya ha sido llevada a la Biblia cuando la búsqueda bíblica comenzó. Esta metodología es siempre peligrosa. No obstante ha sido la especialidad de los cristianos que son psicólogos: adoptar un sistema pagano; luego se menciona la Biblia para apoyarla. Primero fue la perspectiva de Freud sobre la "identidad" que se suponía que se aproximaba a las enseñanzas de la Biblia sobre el pecado original. Luego, desde que Jung hizo declaraciones religiosas hoy y entonces, se dijo que él estaba "cercano" al cristianismo. (Por supuesto, que su pensamiento abiertamente se basaba en tales puntos de vista "religiosos" como aquellos encontrados en el Libro Tibetano de los Muertos fueron raras veces mencionados.) Luego, los puntos de vista de Carl Rogers sobre el escuchar y la aceptación fueron fácilmente comparadas a las ideas bíblicas (aun cuando declaraciones en Proverbios 18 y a otros lugares se oponían al pensamiento Rogeriano y a la práctica en ambas áreas). Luego el conductismo de Skinner fue conformado con declaraciones bíblicas acerca de la recompensa y el castigo (sin notar el hecho de que lo más reciente está condicionado por el programa de recompensa y castigo de Dios, y por consiguiente es totalmente diferente). Ahora, como la última moda pasajera, es el dogma de la autoestima que se dice ser similar o idéntico a la doctrina bíblica. Esta inclinación por "encontrar" las últimas ideas psicológicas en las Sagradas Escrituras es peligrosa para varias razones: 1 La perspectiva extrabíblica recibe autoridad bíblica a los ojos de muchos cristianos. Para contestar la pregunta con la cual este capítulo comenzó, la razón por la que tantos cristianos son conducidos a la aceptación de puntos de vista psicológicos es que a estos puntos de vista se les da un molde bíblico y son apoyados por pasajes bíblicos que han sido torcidos fuera de su contexto y los han obligado a dar un servicio que nunca se pretendió que hicieran. Desafortunadamente, muchos cristianos son conducidos engañosamente a pensar que la Biblia realmente enseña cosas así. 2 Dios es tergiversado. Esto, claro está, es el hecho más peligroso de todo. Que los psicólogos cristianos (pocos de los cuales toman tiempo para volverse competentes en una exégesis seria) puedan utilizar la Palabra del Dios vivo en una moda tan arrogante como algunas veces lo hacen, y que cristianos sin discernimiento acepten fácilmente sus interpretaciones es tanto aterrador como abrumador. Los pasajes son distorsionados y malversados con descuido; a las Escrituras se les hacen decir lo que el intérprete quiere que ellas digan; y la Biblia, como si estuviera hecha de cera, es moldeada para que se ajuste a la última moda pasajera. Hay una cierta falta de reverencia evidente hacia Dios mismo en este proceso. 3 Cualquier sistema que se propone solucionar problemas humanos sin la Biblia y el poder del Espíritu Santo (como todos estos sistemas paganos lo hacen, incluyendo el sistema de la autoestima) es automáticamente condenado por la Sagrada Escritura misma. Ni Adler ni Maslow profesaron una fe cristiana. Ni su sistema depende en alguna manera del mensaje de salvación. Amor, gozo, paz, etc., son tratados como si no fueran fruto del Espíritu sino meramente el fruto de correctas perspectivas del yo que alguien puede lograr sin la Biblia o la obra del Espíritu en su corazón. Por estas razones el sistema de la autoestima con sus correspondientes afirmaciones bíblicas debe ser rechazado. No proviene de la Biblia; los cristianos llamaron a la Biblia mucho después de que el sistema fuera desarrollado por otros que no tuvieron la intención de basar su sistema en la Palabra de Dios. Cualquier parecido entre la enseñanza bíblica y la enseñanza de los iniciadores de la autoestima son tanto inventados como accidentales. Pero, debido a que los cristianos han tratado de hacer un caso bíblico para este substituto no bíblico de la forma en que Dios ayuda a los hombres, debemos tomar una postura firme sobre los pasajes principales que han sido metidos a la fuerza a disposición. Hay tres: 1) Mateo 22:36-40, 2) Romanos 6/Colosenses 3, y 3) Santiago 3:9. Mateo 22:39b. Conjuntamente con estos versos, también tendremos necesidad de observar el pasaje paralelo en Lucas 10:25-37. Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas. - Mateo 22:36-40. Para los propósitos de nuestro debate, el verso más importante es Mateo 22:39b: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." Este es probablemente el verso más citado por los defensores de la enseñanza de la autoestima. Trobisch, por ejemplo, le llamó una "orden de amarse a usted mismo," y dice: El autoestima es así el prerrequisito y el criterio para nuestra conducta hacia nuestro prójimo. ¡Esa es una declaración asombrosa! ¡Trobisch no nos dice sólo que Jesús nos ordenó amarnos a nosotros mismos, sino que no podemos amar a nuestro prójimo correctamente a menos que primero aprendamos a amarnos a nosotros mismos porque el criterio, o estándar, por el que determinamos decidir cómo amar al prójimo es cómo nos amamos a nosotros mismos! Él tiene la temeridad para decir, "esto [el hallazgo de la psicología moderna de que el hombre debe procurar amarse a sí mismo] derrama luz nueva sobre el mandato que Jesús enfatizó colocándolo en el mismo orden de importancia que el amar a Dios". En otras palabras, ¡Trobisch piensa que hasta que los psicólogos modernos descubrieron la verdad en otro lugar: este importante mandato bíblico - en este aspecto nuevo muy importante - estaba escondido y que no estaba correctamente comprendido! ¡Por casi 2000 años la iglesia había estado en tinieblas!. En verdad, el verso no dice nada sobre eso. Considere los hechos. Primero, que no hay ningún mandamiento aquí (o en cualquier otra parte de la Biblia) de amarse a sí mismo. ¿Le asombra eso? Escuchando hablar a los líderes de la imagen propia, usted pensaría que la Biblia contiene algo de eso. Pero de hecho no hay ningún mandamiento aquí o en otro lugar en la Escritura de amarse a sí mismo. Cristo lo dejó perfectamente claro que Él hablaba acerca de dos, y sólo dos mandamientos. En los versículos 39 y 40 Él habla del "segundo" mandamiento y de "estos dos mandamientos". No hay un tercer mandamiento. Toda la Sagrada Escritura puede ser colgada en dos clavijas: Amar a Dios y amar a su prójimo. ¡Pero las personas de la autoestima crean tres mandatos de Cristo de estos dos! No hay absolutamente ninguna excusa para tratar las Escrituras de esta manera. Como si tal distorsión de la enseñanza francamente bíblica no fuese suficiente, van más allá y hacen los primeros dos mandatos depender de un supuesto "tercer" mandato. Según el grupo Adler/Maslow, las necesidades de bajo nivel deben ser satisfechas antes que las necesidades de nivel alto. Esto quiere decir que las necesidades de nivel 4 (la autoestima) deben ser suplidas antes que las necesidades de nivel 5 (auto-realización) lo puedan ser. O, para ponerlo en términos del versículo que está siendo forzado a entrar en el sistema Adler/Maslow, usted no puede amar a su prójimo (una actividad de nivel 5) hasta que usted primero aprenda a amarse a usted mismo (una actividad de nivel 4). Por esto es que Trobisch sostiene que "que el amor propio es así el prerrequisito" para amar a su prójimo. Él procede a decir: Usted no puede amar a su prójimo, usted no puede amar a Dios a menos que usted primero se ame a sí mismo... Sin amor propio, no puede haber amor para los demás. Esta forma de pensar no es limitada a Walter Trobisch. Recuerde la declaración de Crabb sobre el asunto: Para ser equilibrado, usted debe alcanzar la etapa de auto-realización. Para alcanzar esa etapa usted debe pasar primero a través de las otras cuatro etapas.... Ahora escuche a Philip Captain: Realmente nuestra habilidad para amar a Dios y amar a nuestro prójimo es limitada por nuestra habilidad para amarnos a nosotros mismos. No podemos amar a Dios más de lo que amemos a nuestro vecino y no podemos amar a nuestro prójimo más de lo que nos amamos nosotros mismos. Captain aun pule la jerarquía con una distorsión suya: El amor hacia Dios está bajo la dependencia del amor hacia el prójimo, lo cual a su vez está bajo la dependencia del amor hacia uno mismo. En cada una de estas construcciones el escritor está completamente convencido de que el amor hacia Dios y al prójimo es contingente en el amor hacia uno mismo. Pero en el pasaje bíblico no sólo no existe un tercer mandamiento, sino que ni siquiera existe una relación dependiente establecida entre los dos mandamientos. Ambas afirmaciones de la autoestima son llevadas al texto para cambiar la forma del mismo; entonces, en su forma cambiada, el texto es metido a la fuerza en el sistema. Jesús realmente presupone un amor propio en este pasaje. Él dice, "amarás a tu prójimo como a ti mismo." El mandato es amar a tu prójimo como tú ya mismo te amas. El verso podría ser traducido [del griego] literalmente, "tú debes amar a tu prójimo como tú ya mismo te amas". Ese mismo amor propio que es presupuesto por Jesús es asimismo presupuesto en el argumento de Pablo en Efesios 5:28, 29, dónde él insta a los maridos a amar a sus esposas "como a sus mismos cuerpos". Él procede a decir: Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia - Efesios 5:29. En otras palabras, todo el argumento de Pablo se conecta con el hecho de que ya exhibimos amor hacia nosotros mismos. Lucas 10:29. Comparando Lucas 10:29 con Mateo 22:36-40, aparece una adición contextual importante. Lucas nos dice: Pero él [el intérprete de la ley], queriendo justificarse a sí mismo, dijo a Jesús: ¿Y quién es mi prójimo? Después de esto Jesús contó la parábola del Buen Samaritano. ¿Cuál fue el problema del intérprete de la ley? ¿Estaba el sufriendo una baja autoestima? Todo lo contrario. Lucas dice que "queriendo justificarse a sí mismo". Esto es decir que la pregunta que él hizo, "¿Y quién es mi prójimo?" no fue realmente hecha para pedir información sino para confundir a Jesús. Y note que él quiso confundirlo a fin de que él pudiera justificar sus propios actos pecaminosos. Hizo la pregunta, por consiguiente, fuera de un interés propio. Él estaba a gusto en la condición en la que estaba y no quería dar su tiempo o dinero a su prójimo. Él deseaba permanecer absorto en sí mismo. La parábola del Buen Samaritano ciertamente no fue diseñada para fomentar un mayor interés propio, sino justo lo contrario. El mismo punto de la parábola es que uno debe amar a su prójimo - o sea alguien necesitado - como a sí mismo. Él debe cuidar de las necesidades de los demás y aun debe tomarse muchas molestias por los demás. Jesús no dijo que con el fin de involucrarse en tal actividad de alto nivel como el samaritano hizo, uno primero debe llegar a un lugar donde todas sus necesidades en niveles inferiores fuesen satisfechas. ¿Qué del sacerdote y el Levita? ¿Estaban deprimidos? ¿Tenían baja autoestima? Claro que no. Probablemente se consideraban mucho mejores que el samaritano. Su problema era el mismo del intérprete de la ley: Se amaban tanto a sí mismos que no se tomarían muchas molestias por alguien más. Trobisch nos dice que nuestro amor hacia nosotros mismos es el "criterio" así como también el prerrequisito para amar a los demás. Él explica esto diciendo: "es la vara medidora que Jesús nos da para amar a los demás. Lo Que él afirma es que cuando Jesús dijo: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo", él quiso decir "Haz las mismas cosas a los demás que haces para ti mismo". Pero eso no sería correcto por varias razones. Primero, los criterios para amar a los demás son los Diez Mandamientos que Jesús aquí resumía en dos: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo." - Lucas 10:27. Al decir esto todos los libros de la Biblia (la ley y los profetas) podrían ser resumidos en esos dos mandamientos, él también señalaba las Escrituras como el ejercicio de los mandamientos en la vida diaria. En efecto, entonces, Jesús decía que los criterios para amar a Dios y a los demás han de encontrarse en la Biblia - y no en nosotros. Claramente debemos amar a nuestro prójimo como la Biblia manda, y no haciendo las mismas cosas que hacemos a nosotros mismos. Fuera de un amor propio, no hacemos sólo buenas cosas, sino toda clase de cosas dañinas y pecaminosas a nosotros mismos: Cometemos adulterio, mentimos, cometemos robo, comemos demasiado, nos suicidamos, etc. Las cosas que hacemos para nosotros mismos, entonces, no son los criterios para amar a los demás. Entonces ¿Qué quieren decir las palabras de Jesús "como a ti mismo"? No hay pensamiento de criterio en ellos, puesto que, explícitamente, los criterios han de ser encontrados en Los Diez Mandamientos y en su ejercicio en toda la Escritura. El pensamiento tiene que ver con intensidad, fervor, y cantidad de amor. Note cuidadosamente que Jesús dice que el segundo mandamiento es justo como el primero (Mateo 22:39). ¿Con respecto a que son semejantes? Primero, que ambos hablan de amar; ambos son mandamientos a amar. Pero esto no puede ser la semejanza principal de la cual Jesús señalaba; es demasiado obvio hacer este punto. Hay una segunda forma en la cual los dos mandatos son semejantes. El mandamiento de Jesús de amar a Dios "con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente" quiere decir con todo lo que usted es y todo lo que usted tiene. Quiere decir amar a Dios genuinamente y sinceramente, fervientemente e incondicionalmente. Es en relación a esto que los dos mandamientos "justamente" se parecen. Cuando a usted se le manda amar a su prójimo como a "ti mismo," quiere decir ¡amar tan incondicionalmente como usted se ama a usted mismo! Ya tenemos un amor ferviente, dedicado, genuino, y sincero para nosotros mismos. Con los pecadores, este amor es casi siempre excesivo. Ahora, dice Jesús, extiende la misma cantidad de amor hacia tu prójimo: Ámele "como a usted mismo". El argumento equivale precisamente al argumento que Pablo hace para un marido amando a su esposa "lo mismo que" él ya ama su propio cuerpo. ¿Cómo debe hacerse eso? En lo misma actitud ferviente, sustanciosa, y de corazón con la cual un hombre cuida de él mismo (no necesariamente haciendo aquello mismo para su esposa que él se hace para sí mismo). Es claro que Mateo 22, supuestamente el pasaje más firme que apoya la autoestima, es de hecho el pasaje que realmente señala al movimiento mismo. Cualquier consideración seria de este pasaje completamente repudia el tipo de enseñanza de amor propio que vemos hoy. Para resumir este capítulo, debemos amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos. Pero Mateo 22:39 no contiene un mandamiento de amarse uno mismo, puesto que no necesitamos preocuparnos en amarnos a nosotros mismos si verdaderamente amamos a Dios y a nuestro prójimo. Puesto que el cumplimiento de estos dos mandatos es el cumplimiento de todo, siempre haremos lo correcto para nosotros mismos. El amor, en la Biblia, es cuestión de dar: "De tal manera amó Dios al mismo, que ha dado..." (Juan 3:16); "Él me amó y se dio ..." (Gal. 2:20); "Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella..." (Efes 5:25). Porque es de mayor bendición dar que recibir, los proponentes del autoestima (quiénes defienden el obtener de los demás y dar a si mismos antes que dar a Dios y los demás) substraen una bendición enriquecedora de aquellos que siguen su énfasis no bíblico. No hay necesidad de preocuparse en cómo amarse a uno mismo, por tanto tiempo como uno trata primero de amar a Dios y a su prójimo en un modo bíblico, todo el mórbido interés por sí mismo correcto aparecerá como un subproducto. Por esto es que la Biblia nunca nos ordena amarnos. Puesto que la Biblia guarda silencio al respecto, deberíamos hacerlo también. 2 ¿De un Valor Infinito?. Romanos 6:1-13/Colosenses 3:1-10. Ahora es tiempo de ver Romanos 6/Colosenses 3. Primero debemos pensar acerca de las secciones de las dos cartas de Pablo. En los pasajes paralelos encontrados en Romanos 6 y Colosenses 3 el creyente recibe instrucciones de "considerarse" a sí mismo muerto al pecado y vivo para Dios. A él se le asegura que él es una persona nueva a los ojos de Dios y que la vieja persona que él solía ser está legalmente muerta. Además, él es exhortado a ser, en la vida diaria, la persona nueva que él es tal y como es considerada a los ojos de Dios en Cristo. Los teóricos de la imagen propia se han dado prisa en atacar estos pasajes, volviéndolos hacia sus propósitos y dándole poca o ninguna consideración a los propósitos para los cuales fueron escritos. Es claro aunque en una lectura superficial de los dos capítulos que Pablo no tuvo intención alguna de enseñar una doctrina de autoestima. Y ningún cristiano alguna vez ha encontrado tal enseñanza en estos pasajes por un período de 1900 años hasta que los psicólogos humanistas les "alertaron" de los dogmas que ellos ahora profesan de encontrar tan explícitamente lo que allí enseñan. No obstante, los defensores de la autoestima toman consuelo en lo que ellos piensan que pueden decir estos pasajes. Un defensor celoso de las afirmaciones del sistema: Nuestra imagen propia como cristianos, por consiguiente, debe ser de nosotros mismos como personas que han rechazado decisivamente la manera de vivir antigua que es llamada el hombre viejo, y permanentemente han adoptado el nuevo método de vivir el cuál es designado el hombre nuevo. En apoyo a esto él se refiere a Romanos 6:11: "Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro." Luego, para establecer su punto, él insiste que: Ésta es una declaración bíblica tan clara de la imagen propia cristiana como uno puede encontrar en cualquier parte. Si el profesor que hizo esa declaración está en lo correcto, y si no hay una clara "declaración bíblica" de la doctrina supuestamente encontrada, entonces el movimiento está en un problema serio. La realidad es que no hay nada claro acerca de la imagen propia en el pasaje en absoluto. De cierto, Colosenses 3 y Romanos 6 nos dicen que Dios nos ve a nosotros "en Cristo" que nuestra posición ante Él como el Juez es perfecta; ninguna falla puede ser encontrada. Hemos sido completamente perdonados cuando creímos, y ahora Dios nos ve como personas completamente nuevas en Su Hijo. En Él todos los antiguos caminos se han ido y los nuevos caminos se han quedado para siempre. Todo esto es asombrosamente claro. Pero lo que es también claro es que Pablo no nos dice a nosotros esto para "hacer que nos sintamos bien acerca de nosotros mismos" o "para apapacharnos" o "subir nuestra autoestima". Su propósito es urgirnos a convertirnos en nuestro diario vivir lo que ya se nos es contado que somos en Cristo. En otras palabras, él quiere que nosotros veamos que en nosotros mismos nos quedamos mucho más cortos de lo que estamos en Cristo. Escuche Romanos 6:1-2: ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde? En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él? ¡El verso 2 suena más como una exhortación que como aun halago! El profesor que citó Romanos 6:11 fue selectivo; para dar el sentido completo, él debería haber citado los siguientes versos también. Versículos 12 y 13 continúan el pensamiento de Pablo: No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que lo obedezcáis en sus concupiscencias; ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Lo que es claro es que el propósito de Pablo al instarnos "a considerarnos" muertos al pecado y vivos para la justicia en Cristo debe obligarnos a vivir de una manera diferente. El "Así también" con el cuál el verso 12 empieza (en algunos textos griegos) introduce la conclusión a la que deberíamos llegar del hecho indicado en el verso 11. Pablo no dice, "por eso ustedes deben sentirse bien acerca de ustedes mismos". Él dice: "en la vida diaria comiencen a vivir a la altura del estándar alto de su posición legal en Cristo". Pablo, escribiéndole a los Colosenses, indica: Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios... Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría; Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno". - Colosenses 3:3,5, 8-10. Otra vez, se afirma el hecho de que la vida antigua ha sido reemplazada por la vida nueva en Cristo. Y otra vez, justamente como lo fue antes, lo que Pablo hace de esto es que: puesto que esto es cierto en Cristo, comiencen a vivir en esta realidad en sus asuntos diarios. No hay ni siquiera una ligera insinuación en estos pasajes acerca de mirarnos a nosotros mismos como personas de gran valor o acerca de ganar una mejor imagen propia. Todo lo que él está haciendo es sostener en alto el ideal (nuestra posición perfecta en Cristo) e instarnos a aproximarnos más plenamente a ello en nosotros mismos. ¿Nos autorizan estos pasajes a decir alguna cosa como lo que el siguiente escritor cristiano dice? ...Debemos vernos a nosotros mismos como excepcionalmente maravillosos, inherentemente valiosos. ¡Seguramente no! El propósito de estos pasajes es mostrarnos el gran vacío que hay entre lo que somos contados o considerados en Cristo (la justificación) y lo que somos en realidad en nosotros mismos en nuestro diario vivir (la santificación), para instarnos a cerrar ese vacío. Ellos son diseñados no para mantenernos satisfechos con nosotros mismos a fin de que nos podamos aceptarnos como lo que somos, sino para destruir cualquier autosatisfacción que pueda existir y para motivarnos a hacer un mayor progreso en la vida cristiana. ¡Nada podría ser mejor diseñado para reducir a fondo cualquier sentido de orgullo, valía, o satisfacción para la cual pudiésemos aferrarnos y retrasar nuestra perfección en Cristo y luego pedirnos que comparemos nuestra función real con ella! Romanos 6 y Colosenses 3 eficazmente atacan la enseñanza de la autoestima mas que reforzarla. Estos pasajes, entonces, no fueron escritos para hacernos sentir mejor acerca de nosotros mismos sino para mostrarnos cómo nos ve Dios en Jesús a fin de estimularnos a una vida cristiana más consistente. Hay un gran potencial en la vida nueva que tenemos en Cristo, pero nunca comenzaremos a darnos cuenta de eso si holgazaneamos pensando qué tan dignos somos. Santiago 3:9. Ahora iremos a Santiago 3:9 y su trasfondo del Antiguo Testamento encontrado en Génesis 1:27 y 9:6: Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios - Santiago 3:9Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó... El que derramare sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el hombre. - Gen 1:27; 9:6. Las palabras operantes en estos versos son "imagen" y "semejanza". Los pensadores de imagen propia se dan prisa en señalar (correctamente) que en estos pasajes se dice que el hombre es hecho a la imagen de Dios no sólo antes de la caída sino también después. Puesto que Efesios 4:24 y en Colosenses 3:10 se nos dice que la imagen de Dios y la semejanza están siendo renovadas en el creyente, es cierto que la imagen completa y semejanza no permanecen después de la caída; no obstante algo que los escritores de Génesis 9 y Santiago 3 pueden llamar "la imagen" de Dios y "la semejanza" aun permanece. No es importante discutir las distinciones entre que es lo que se podría llamar la semejanza moral e intelectual del hombre y su semejanza constitucional en este punto, puesto que no contribuyen a nada a la pregunta en estudio. Lo que es seguro es que, en algún sentido, el hombre aun tiene la semejanza de Dios. Más aún, nos deja observar que las penalidades y advertencias así como también las reprensiones y las exhortaciones son aducidas al hecho de que el hombre es el portador de la imagen de Dios. Aquellos que maldicen a otras personas o atentan contra sus vidas corren un gran peligro simplemente por ese hecho. Los proponentes de la autoestima han interpretado estas sanciones bíblicas en una manera inaceptable. Escuche para algunos argumentos de la autoestima: ¿Significa esto (la caída del hombre) que el hombre ahora se convirtió en un ser de ningún valor? Nada puede estar más allá de la verdad. Aun después de que la caída del hombre era todavía considerado un ser de un valor infinito...Las Escrituras... afirman que aun el hombre caído aun es portador de la imagen de Dios. Otro escribe: Aun los escritores del Nuevo Testamento reconocen la imagen de Dios en el hombre. Santiago advierte en contra de maldecir porque se hecho a la imagen de Dios. Él cree que esto es el fundamento para la autoestima. Somos creados por la mano de Dios y a Su imagen. Un tercero habla con entusiasmo acerca de la nobleza, la singularidad, el significado, la valía y el significado del hombre. Todos ellos, nos aseguran a descansar en el ser hechos a la imagen de Dios. Es verdad que el hombre todavía está a la imagen de Dios en algún sentido (aunque la imagen moral e intelectual ha sido tan deformada que debe ser restaurada), pero ¿Qué es lo que quiere decir esto? El hecho mismo no dice absolutamente nada acerca de la autoestima. En ninguno de los contextos en el cuál la imagen de Dios en el hombre es mencionada hace que el escritor utilice ese hecho para enseñar las cosas que hemos estado leyendo en las citas de arriba. ¿Cómo puede ser posible extrapolar la idea de que el hombre es "de infinito valor" del hecho de que él fuese creado a la imagen de Dios? El solo concepto no sigue lógicamente al otro. Además, la naturaleza del hombre, la cual lleva la imagen de Dios, no es nunca sostenida como una razón para tener una alta autoestima. Entonces ¿Por qué somos advertidos firmemente en contra de cometer agresión a Dios al agredir al hombre, el portador de imagen de Dios? Aquí está el punto crucial del asunto, y es aquí donde los escritores de la autoestima se pierden. Considere esto: Le muestro una foto de mi esposa. Si usted la maldice, se burla de ella, escupe en ella y la rompe ¡usted tendrá que responderme! "¿Por qué?" Usted preguntará. "Después de todo, es sólo una foto". ¡Sí, pero es una foto de mi esposa! Eso es lo que marca la diferencia. La foto misma - el papel y la tinta, etc.- no es de mucho valor. Vale sólo algunos centavos. Lo que me incumbe no es la foto misma sino lo que esta representa. Inherentemente el hombre vale poco; él no es ciertamente de un "valor infinito". Ningún ser finito creado, ya sea caído o no caído, no redimido o redimido, lo puede ser. Las advertencias de Génesis 9 y Santiago 3 no son debido al hecho del valor infinito del hombre; ¡Más bien, resultan del hecho del valor infinito de Dios! Deshonrar al hombre y maltratarle debe deshonrar y maltratar a Dios porque él es hecho a la imagen de Dios. Eso es lo que trae la advertencia y el castigo. Es la imagen y semejanza del Único o la que es portador lo que tiene importancia - no del hombre quien porta la imagen y semejanza. Él es meramente una foto. Recientemente un estudiante del seminario le dijo a un criminal en prisión quien pensaba que él era "nadie": William, usted es alguien. Dios le hizo a Su imagen. Usted tiene es de un valor infinito a Sus ojos. ¿Por qué no le dijo él que él es un pecador que esta en una condición desesperada, apartado de la gracia gratuita de Cristo, que el Dios infinito que se encarnó y murió en una cruz para pagar la pena de pecadores como él, y mediante la fe él ahora podría tener vida eterna? Puesto que hemos encontrado tales declaraciones como "valor infinito" aplicada al hombre en más de un lugar, sigamos esa línea de pensamiento un poco más. Se hacen afirmaciones extrañas hacia el hombre, afirmaciones que uno esperaría escuchar sólo de panteístas o humanistas que colocan al hombre en el trono de Dios. Aquí hay simplemente unas cuantas: ... el ser humano es una criatura gloriosa, digna de un valor infinito. Dios quiere que nosotros nos veamos como un regalo suyo hacia el mundo. Somos algo precioso que Dios ha hecho. Somos algo exquisito que él ha planificado. ¿Dónde está el precedente bíblico para usar tal lenguaje? Ciertamente nada como eso puede ser encontrado en toda la Biblia. ¿Esperaría usted que algún escritor, hablando en el nombre de Dios, que tuviese el cuidado de hablar como la Biblia lo hace? A estos escritores, y muchos más como ellos, parecen haberse quitado de encima toda cohibición en su deseo de glorificar al hombre. Aquí hay lo que un tercer escritor opina: Por la creación, cada ser humano es una persona única, de gran valor y dignidad. Dejaré estas declaraciones, todas hechas por profesantes evangélicos que están profundamente involucrados en propagar la enseñanza de la autoestima, hablar por ellos mismos. Cuando usted pueda encontrar alguna cosa como lo que están diciendo en las Escrituras usted debería tomarla en serio. Hasta entonces usted debería tachar sus palabras como totalmente equivocadas. Mateo 6:26, 10:31; Lucas 12:7 ¿Ocasionalmente el entusiasta de la autoestima se referirá a Mateo 6:26, "No valéis vosotros mucho más que ellas?" O Mateo 10:31, "más valéis vosotros que muchos pajarillos." O Lucas 12:7, "más valéis vosotros que muchos pajarillos." ¡El entusiasta luego establecerá el punto diciendo que "¡esta es una declaración acerca del gran valor del hombre!" Los pasajes se usan para mostrar el "el valor infinito" del hombre a Dios. ¿Pero es esto así? Examínelos de cerca; note lo qué dice Jesús realmente. Hagamos dos preguntas: 1) ¿Cuánto valor se dice que debe tener el hombre? 2) ¿A Quién dice que le es de valor? En los pasajes Jesús es explícito: Dos pajarillo son vendidos por un centavo, y cinco por dos centavos. Se dice que el hombre es más valioso que "muchos pajarillos". Esto quiere decir que si "muchos" pajarillos significan 500 pajarillos, usted vale $2.50 a lo sumo; ¡Si quiere decir a 1000 pajarillos, su valor excede a $5.00! El punto no es el gran valor del hombre sino el gran alcance del cuidado providencial de Dios. Si se extiende hasta pajarillos, los cuales valen tan poco, entonces seguramente se extiende hacia el hombre, quien vale más. La respuesta a la segunda pregunta, ¿A Quién dice que le es de valor? Emerge de la primera. Puesto que Jesús discute el valor en términos monetarios, es claro que él habla del valor del hombre (contra del valor de un pájaro) hacia otros hombres. El pájaro vale un tanto así para el hombre; un hombre vale más. El valor del hombre para Dios no está en cuestión. El argumento de menor hacia el mayor en la escala de la persona tiene que ver con la providencia de Dios y no con el valor del hombre. Si, en Su bondad infinita, Dios cuida pues de las aves del aire, ¿no cuidará El de usted?, ¿quién, a los ojos de los hombres vale más? Si los entusiastas de la imagen propia desean decir que Dios cuenta el valor del hombre para El de manera monetaria, y que este valor tiene importancia en comparación a los pajarillos, el hecho es que ¡a duras penas hizo un cálculo para alentar la autoestima de uno! La comparación sólo puede servir para enfriar el entusiasmo, y no para alentarlo. La realidad es que estos versos no enseñan nada acerca de la autoestima. 3 ¿Qué Enseña La Biblia?.- Hasta ahora he intentado evaluar el movimiento de la autoestima bíblicamente y mostrar que, colocándolo en la balanza de Dios, se encuentra deficiente. Usted podría pensar que el libro terminara en este punto, llegando a una conclusión natural. Sin embargo, si lo dejara hasta aquí, todo lo que he logrado sería en vano. No es suficiente incendiar una casa; también hay que erigir otro su lugar. Esto es lo que ahora trataré de hacer. ¿Cuál es la alternativa bíblica para el enfoque de la autoestima? En una sección anterior discutí Mateo 6, en donde Jesús mismo colocó por adelante dos formas de vida contrastantes: La forma pagana y la forma cristiana. La forma pagana tuvo como su prioridad volviéndose segura y significativo a través de la acumulación de "cosas" para satisfacer "necesidades". La forma cristiana pone a Dios y a Su imperio primero. Pero ¿cómo? ¿Qué es lo que marca la diferencia? La auto-negación: 2 Timoteo 3:2, Mateo 16:24-25 Jesús expone la auto-negación en vez de la auto-afirmación como la forma para entrar en una relación correcta con Dios. Rara vez nosotros leemos en la literatura de la autoestima acerca de la auto-negación, el único énfasis es en el ego que fluye a través del Nuevo Testamento. Echaremos un vistazo en algunos de los pasajes cruciales referente a este énfasis bíblico e intentaremos comprender lo que dice Dios, relacionándolo todo al enfoque de la autoestima. En 2 Timoteo 3:2 leemos de "amadores de sí mismos" (philautoi). Aquí esta la palabra enlistada junto con un montón de otras aberraciones pecaminosas que Timoteo tendrá que evitar durante los días de su próximo ministerio. La advertencia de Pablo es oportuna para los ministros hoy. Probablemente hay un tipo de amor propio que es claramente condenado en las Escrituras. Puesto que la palabra philautoi ocurre sólo en 2 Timoteo 3:2, en una lista, sin más explicación, no podemos descubrir nada acerca de su significado exacto en el contexto. Todo lo que podemos decir es que conserva una mala compañía con tales características: "avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios". Una consideración prudente de la lista en 2 Timoteo 3 le guiará a la conclusión de que cada una de los elementos en ella (y es mucho más grande lo que he considerado aquí) se podría mencionar ya sea para tener un enfoque egocéntrico o para aumentar tal enfoque. Es fácil de ver los peligros del egocentrismo estudiándolo. Y nos debería afligir pensar acerca de los niños en Grand Rapids o de otro sitio estimulándolos a pensar que merecen una "palmadita en la espalda" y darles a entender que se "sientan buenos" acerca de ellos mismos, con lo cual los introduciría en la misma senda egoísta que Dios condena. Muchos de los problemas señalados en la lista 2 Timoteo 3 podrían aparecer en sus vidas más tarde como resultado de alentar, en vez de reprimir, las tendencias pecaminosas que son propias en la naturaleza humana caída (cf. Proverbios 22:15). Lo correcto que se ha de promover, según la Palabra de Dios, es la auto-negación. El mandato para negar el ego ocurre seis veces explícitamente en los Evangelios, pero el concepto está en todas partes en las Escrituras. Eso es lo que el Señor daba a entender cuando El ordenó a Sus discípulos a olvidarse de sus intereses y poner Sus asuntos primero ("buscar primeramente el reino de Dios y Su justicia"). ¿Qué dice Dios acerca del ego? Él dice, "niéguese a sí mismo": Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará. -Mateo 16:24,26 Esto no quiere decir que una persona deba negar de sí mismo alguna cosa en particular, como algunos erróneamente suponen ("dejaré la goma de mascar "para la cuaresma"), sino que quiere decir negar su propio ego (Literalmente "para decirse que no a usted mismo" o "repudiarse uno mismo"). Si alguna cosa pudiese estar en contraste conciso con el mandato de Cristo a negar el ego que el énfasis de auto-afirmación, auto complacencia del que hemos estado leyendo en la literatura de autoestima, yo no sé lo que es entonces. Tal como Jesús puso por encima la forma Gentil en contra de la forma cristiana de la vida en Mateo 6, aquí también El contrasta dos caminos completamente diferentes e irreconciliables. El hecho interesante que no debería faltar es la forma antitética de Jesús de indicar este asunto: No hay lugar para el compromiso. Bastante opuesto de los integracionistas eclécticos, quienes quieren unir y mezclar tanto como se pueda lo que el mundo tiene que decir con las enseñanzas bíblicas, Jesús mismo se aparta de la forma de vida pagana (Mateo 6) y de aquellos que no niegan el ego y le siguen, sino que en lugar de eso quieren "salvar sus vidas". Esta antítesis ocurre en cada uno de los relatos del Evangelio (Marcos 8:34-38; Lucas 9:23-25; Juan 12:25). Jesús dice, "Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, la hallará" - Mateo 16:25. Es difícil de ver cómo pueden afrontar esto lo integracionistas. Las palabras traducidas "vida" y "alma" (beauton y psuche) ambos significan "ego" y se refieren a lo mismo. De hecho, son usados de forma intercambiable. (Cf. Mateo 16:26 con Lucas 9:25. En Mateo se usa Psuche, considerando que en Lucas es beauton.) Cristo nos dice a nosotros no sólo que digamos no a nosotros mismos y sí a El ("sígame"), sino que El afirma que le debemos hacer morir el ego "tomando nuestra cruz" (Lucas agrega "cada día"). Llevar la cruz no quiere decir hacer algún sacrificio en particular, ni se refiere a alguna carga en particular ("mi marido es mi cruz"). En aquel día, alguien que leyera esas palabras, sabría explícitamente que llevar la cruz quería decir una y solamente una cosa: La ejecución de un criminal infame. Jesús, por tanto, esta diciendo: "usted debe tratarse a ustedes mismos, con todas sus formas pecaminosas, prioridades, y deseos, como a un criminal, y hacer morir su ego todos los días". ¡Eso dice algo acerca de la imagen propia que Cristo espera que nosotros tengamos! Esa es una medicina amarga para todos nosotros, y especialmente para los proponentes de la autoestima. Pero es la única cura para una iglesia que progresivamente se vuelve enferma - de sí misma. La paradoja aparente es que la persona que enfoca la atención en sí misma perderá todo lo que él quiera conservar para sí mismo, mientras que la persona que pone primero a Cristo y Sus intereses es el que gana todo lo que el otro pierde. Ésta es la misma verdad que Jesús enseñó en Mateo 6. Allí los gentiles celosos buscaban con cautela y preocupación (y nunca realmente encontraban satisfacción en ello) las cosas que el cristiano, quien se olvida de sus "necesidades" y pone a Cristo primero, encuentra por "añadidura". Un Contraste: Juan 12:25. En Juan 12:25 leemos esto: "El que ama su vida, la perderá; y el que aborrece su vida en este mundo, para vida eterna la guardará." Aquí hay una advertencia fuerte. Ciertamente, la promoción de la autoestima es la misma advertida que se da en contra: "Cualquiera que ame el yo... lo perderá". En lugar de amarse así mismo, Cristo dice, que en este mundo deberíamos eliminar el yo, o, como él le dice aquí, "aborrecerla," para conservarlo para la eternidad. Las dos palabras "perderá" y "aborrece" significan realmente la misma cosa y nos ayudan a interpretar una a la otra. Significan poner a un lado los deseos, intereses, y preocupaciones propias (aun las legítimas) para hacer cumplir el mandato de Cristo. "aborrecer" su vida quiere decir "amarla menos," como explícitamente lo hace en Lucas 14:26: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Sabemos que la palabra "aborrece" en todos estos pasajes tiene tal significado de frase paralela en Mateo 10:37, donde en lugar de "aborrecer" leemos: El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí; el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. "Aborrecer" a otra persona o nuestro propio ser equivale a anteponer a Cristo y Su reino antes que a los demás ó a uno mismo. Este punto de negar el yo no es un asunto periférico. Golpea duramente el corazón del pensamiento de la autoestima y el amor propio. En la enseñanza del amor propio la idea no es meramente que tanto Cristo y el yo pueden ser puestos en el mismo nivel de prioridad (de las palabras de Jesús es claro que aun esto es imposible; Él nos llama a escoger entre los dos), sino que antes de que podamos amar y servir a Cristo primero debemos ser servidos y amados, y nos debemos amar a nosotros mismos. ¿Puedo haber alguna enseñanza más explícitamente opuesta a lo que Jesús dijo? Las consecuencias del dogma de la autoestima son muy serias. Estas palabras de Jesús dan advertencia de la privación eterna. Uno se pregunta cuántos jóvenes serán desviados del buen camino, guiado a apartarse del discipulado de Cristo, el cuál demanda que eliminar nuestro "yo," porque se les dijo que "se sintieran bien acerca de ellos mismos" en vez de decirles que haya un criminal adentro de ellos que necesita ser ejecutado diariamente. El peligro es obvio según las palabras del psicólogo que argumentó en contra de las palabras de su cliente, diciéndole a ella que el "colocar la prioridad de aceptarse a sí mismo es el primer paso que muchos de nosotros necesitamos tomar" en vez de primero buscar el reino de Dios. Dios quiere que nosotros "eliminemos" nuestro egoísmo en este mundo postrándonos mismos incondicionalmente a el servicio y amor de Cristo y de Su imperio. Habiendo realizado una obra teatral de niños satírica, "una palmadita en la espalda," y alentándolos a escribir ensayos sobre lo que les agrada de ellos mismo, son actividades que dirigen toda la atención al yo. Tal énfasis tan equivocado puede ser devastador para la educación cristiana. El discipulado: Lucas 14:25-27.- Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo: Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos, y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo. Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo. Déjeme decir una palabra más acerca del pasaje de Lucas 14:25-27. El discipulado, el tema en cuestión en todos los pasajes que hemos estado estudiando en este capítulo, significa el abandono de todas las ataduras - aun los seres más queridos y más cercanos en la vida. No siempre quiere decir que debamos abandonar a todos los demás para seguir a Cristo, sino que quiere decir que le debemos tener tal lealtad hacia El que debemos estar listos en todo momento, si nos llama a hacer eso. Jesús especialmente lo señala, como si ésta fuera la parte más difícil de todo lo que debemos hacer, que el discípulo debe renunciar "aun a su propia vida también". El punto más grande que se ha de señalar a las personas es el agradar a Cristo, seguirle, y cumpliendo con Su voluntad. ¡Eso no confundirá a los niños - o a los demás - o les inducirá al mal camino! Alguien, incluyendo yo, que se interponga en medio del camino está equivocado. No puede haber duda acerca del hecho de que Cristo se preocupó por el yo; no es como si El ignorara el tema. Ciertamente, él pensó que eso era tal importancia que El habló de ello en la conexión más cercana posible al discipulado y a las declaraciones definitivas hechas acerca de ello. Aún en todo esto El no dio indicación del gran valor del hombre, ni dio lugar para atenuar las circunstancias: "Usted puede renunciar a todas sus relaciones y me puede seguir después de que todas sus necesidades hayan sido satisfechas y usted haya aprendido a amarse a sí mismo". ¡La misma idea suena ridícula cuando usted la coloca en la boca de Jesús! Anteponga A Cristo al yo. 2 Corintios 5:15, Romanos 14:7-8. Y por supuesto hay también otros pasajes que hablan de anteponer a Cristo al yo. Tome por ejemplo, 2 Corintios 5:15: y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos. Allí lo tiene usted: Uno ya no debe vivir para sí, como él lo hizo antes de venir a Cristo. La forma de vida antigua fue postergada en Cristo, y ahora debe ser postergada en nuestras vidas. El centro de la vida ahora debe ser "para mí el vivir es Cristo" si bien una vez era "para mí el vivir es mi yo". ¿Qué podría ser más claro?. Ahora considere Romanos 14:7-8: Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. Pues si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos. Otra vez, el punto central del pasaje es que Cristo debe llevar el lugar de yo en la vida del cristiano. No es que éste suceda en algún sentido sustantivo, por supuesto, pero en términos de los deseos y la voluntad y cosas por el estilo. Comer y guardar los días (v 6) no son un asunto en particular; afecta a otras personas, a otros incluyendo nuevos convertidos. Ningún cristiano debe vivir en consideración a sí mismo. "¿Qué hay del bienestar del reino y del honor de Cristo?" Es el tipo de pregunta que él debería hacerse. Su respuesta debe ser, "viviré en tal camino, cuando haya que tomar una decisión, gustosamente serviré a Cristo y a los demás primero". Él debe vivir para Cristo, y, como Pablo dice: si fuera necesario, morir por El. Interesantemente, la última parte del verso 7 habla convincentemente del asunto del suicidio: "ninguno muere para sí." Liddon dice que estas palabras quieren decir. Para darle la bienvenida o buscar la muerte como un alivio a los problemas de esta vida. De este egoísmo en la muerte, el suicidio es la expresión máxima. Las palabras de Liddon son importantes. Todo el punto de Pablo es que no debemos hacer nada - vivir o morir - por nuestro yo; todo debe hacerse para Cristo. Un suicidio muere para sí mismo; ningún suicidio podría hacerse por Cristo. Es debido a este verso que se sabe que el suicidio es un acto del hombre antiguo, del pensamiento egocéntrico, que aún a veces (entre los estoicos y algunos existencialistas modernos) se ha motivado a hacer. Holliday, quien se pegó un tiro, y Wanda Williams, quien se ahorcó, ambos cometieron actos egoístas de homicidio. Le restaron importancia a los seres queridos, o los estudiantes, o a cualquier otro. Pensaban en ellos mismos como ciertamente sus notas suicidas indican. No fue la baja autoestima que los liquidó, sino una consideración demasiada alta por su yo. Dijeron, efectivamente, "soy demasiado bueno para ser tratado así. Ya no lo soportaré". Las Escrituras nos enseñan que los cristianos no poseen nada ni aun sus vidas, puesto que Cristo las ha comprado. ¡En el momento en que usted entienda mal ese hecho, y piense que cualquier cosa, aun su ego, es realmente suyo, usted no lo poseerá - sino que le posee! La conclusión.- El amor mismo es la misma cesación de la vida guiada por la voluntad propia, egoísta y egocéntrica. Por eso es que viviendo para Cristo y para los demás y amándoles nos alejará de nosotros mismos. Las búsqueda de la autoestima desvía la atención de uno hacia los demás y así destruir el amor cristiano. En vez de echar los cimientos del amor (estratos sobre los cuales edifican, como dice el esquema Adler/Maslow), erosionan todo lo que vale la pena. El amor - preocupación dirigida hacia los demás - a solas nos pone en libertad del yo. En contra del énfasis moderno que hemos estado estudiando: la Biblia enseña que usted correctamente no puede llevarse bien con usted mismo ("encontrarse" o "salvarse") hasta que usted aprenda a amar a los demás. Como siempre, el pensamiento pagano pone al revés el mandato de Dios. Jesús deshizo el mito de que podemos amar a los demás sólo después de que primero nos hayamos amado a nosotros diciendo: "Porque si amáis a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? Porque también los pecadores aman a los que los aman." (Lucas 6:32). En efecto, refiriéndose a los "pecadores" (i.e., los enemigos de Dios), él tipificó, de una vez por todas, la postura de "yo te amo a ti, si tu primero me amas" como impía. Para un cristiano, la alternativa para el amor propio, la autoestima, la valía propia, y cualquier otra enseñanza egocéntrica que pueda aparecer en el futuro es claramente la negación del yo. Cuando usted trata de ganarse a sí mismo, usted sólo lo perderá; cuando usted esté dispuesto a perderse para Cristo, usted se salvará. Es tan simple - y tan profundo". Descanso mi mente por un momento antes de dar mi opinión según mi propia experiencia. Que me perdonen los grandes pensadores y filósofos, así como los grandes psicólogos y psiquiatras de la posmodernidad, pero yo afirmo que tengo autoestima e identidad. Ahora bien, como cristiano que soy, sin ninguna clase de coercimiento exterior y piensen lo que piensen los demás (incluyendo los cristianos y cristianas que no estén de acuerdo conmigo) afirmo rotundamente que mi autoestima y mi identidad no provienen de mi propio yo, de mi propio ego o de mi propia capacidad cognitiva sino que me viene dada por Dios, gracias a la íntervención de mi Señor Jesucrito y a través del Espíritu Santo que está en mi interior. Eso es lo que yo llamo tener autenticidad humana. Los rasgos de mi personalidad (y todo ello se lo he transmitido, junto con mi amada y única esposa, a mis dos hijas en todo momento) no provienen de mí mismo sino de la acción divina en mí mismo. La presencia de Dios en mi vida pasada, presente y futura (y esto lo he transmitido siempre a mi familia) es la que hace que mi yo tenga esencia mucho más allá de su propia existencia. Sin Dios, sin Jesucristo y sin el Espíritu Santo, yo seguiría siendo el hombre viejo... pero ese hombre viejo murió en el bautismo en agua y nació el hombre joven con autoestima e identidad propia. Amar a los demás no se puede si antes no nos hemos amado a nosotros mismos como realización directa del Cristianismo. Más allá de las discusiones científicas, la obtención de mi autoestima y mi identidad (las cuales traspaso siempre a mi familia) es que Dios me ha reconvertido en algo mucho más valioso que mis propias facultades físicas, sociales e intelectuales, porque es Él quien transformó mi existencia y dio una nueva esencia a la misma. Porque creo firmemente en que la autoestima y la identidad sólo provienen, en mi caso al menos, de las tres Personas de la Divinidad (la Santísima Trinidad existe) es por lo que pienso que para amar a los demás es necesario amarlos en la misma medida que Jesucristo dice que me ame a mí o ame a mi familia; ya que para un verdadero cristiano la familia humana es lo que realmente debe ser valorada para sentirse hermano de la humanidad. Pero hay que especificar algo muy importante: sentir amor hacia los demás no quiere decir a todos los demás, porque hay quienes no desean otra cosa sino una autoestima ególatra y una identidad egoísta. Eso es imposible de ser amado a no ser que tú también seas ególatra y egoísta. Así que si lo que amamos es la Voluntad de Dios, nuestra autoestima y nuestra identidad es la autoestima y la identidad de Dios reflejada en nuestro ser. Es innecesario dialogar con los que no sienten la necesidad del diálogo sino la necesidad de hacerse escuchar solamente ellos (y aquí puedo introducir el caso de algunos cristianos que creen que su autoestima y su identidad son propiamente de ellos) porque tener autoestima no es sentirse a uno mismo, notarse a uno mismo o hablarse a uno mismo. La verdadera autoestima es aquella que, partiendo del carácter de Jesucristo, crea la suficiente empatía con los demás hermanos cristianos que, a la hora de entablar debate con los no creyentes, ponemos por delante la Palabra de nuestro Espíritu. Y esa es la verdadera autoestima y la verdadera identidad que preconizo o predico: la que me otorga el Espíritu Santo cuando actúa en mi interior y lanza sus reflejos hacia el exterior. Y es que la autoestima y la identidad no son las aparentes autoestimas e identidades de tantos y tantos que se creen haber alcanzado sus metas gracias al esfuerzo suyo y nada más que al esfuerzo suyo. Yo no pienso así. Yo no inculco eso a mi familia. Yo lo que predico, y predicar es la palabra exacta en este caso, es que mi autoestima y mi identidad no son mías ni las he aprendido de ningún otro ser vivo sino dierectamente de Jesucristo. Amarás a Dios por encima de todas las cosas y amarás al prójimo como te amas a ti mismo. Esa es la verdad de la autoestima y la identidad cristiana. Hablo de carisma. Sí. Hablo de carisma cristiano y el aprendizaje de nuestros hijos e hijas de dicho carisma. ¿Y qué es el carisma cristiano?. Para explicarlo transcribo el siguiente texto del Monseñor Ricardo Bázquez, Obispo de Bilbao, titulado "El carisma de la comunicación cristiana" "En la Iglesia, cuerpo de Cristo, Dios Padre por su Espíritu suscita los carismas para el bien común, para la vida y la misión de la Iglesia. Pueden verse diversas listas de carismas en el NT (Rom 12,3 ss; 1 Cor 12, 4-11, 27-30; Ef 4, 7-11; Act 14, 27 nota de Biblia de Jerusalén; 1 Pe 4, 10-11). Son suscitados por el Espíritu para utilidad común, animados interiormente por la caridad (cf. 1 Cor 13). El Vaticano II prestó una atención particular a los carismas (cf. Lumen gentium 4, 7, 12; Ad gentes 4, 23, 28; Apostolicam actuositatem 3, etc. ) ¿Se puede hablar del carisma de los comunicadores cristianos? Probablemente sí. En efecto, una persona que transmite el Evangelio en los medios de comunicación social, es doblemente agraciada, ya que actúa como apóstol del Señor y sabe utilizar unos instrumentos de comunicación con la complejidad que los caracteriza. El carisma del comunicador cristiano se especifica profundizando tanto en la eclesialidad de la transmisión de la fe como en la correcta utilización del medio de masas a través del cual comunica con las personas. Un carisma tiene siempre algo de síntesis creadora entre la fe y la vida, entre la fe y la cultura, entre la fe y la comunicación. Este posible carisma del comunicador cristiano se sitúa en la línea que en el Nuevo Testamento está relacionada sobre todo con el servicio a la Palabra de Dios: predicador, maestro, animador de la comunidad, etc... Este don de Dios parece actualmente tan necesario para la misión como escaso y difícil. Probablemente debe prestar más atención y ayuda la Iglesia a estos carismas, ya que en la sociedad marcada profundamente por los mass media, sin la actuación de los comunicadores cristianos, carecería la Iglesia de una presencia relevante y de un medio a través del cual el carácter universal del Evangelio se refleja especialmente. Los medios son areópagos, no templos de celebración o recinto de catequesis o aulas de teología. ¿Cómo se inserta el carisma del comunicador cristiano en la constelación de carismas de la Iglesia al servicio de la Palabra? Es bueno que el teólogo y el catequista, y el predicador y el profesor de Religión, aprecien y cuenten con el comunicador cristiano, y viceversa. Unas veces el Evangelio se adensa en la reflexión teológica y otras se sugiere algo en un artículo periodístico. Unas veces se proclama el Evangelio al vivo y otras veces se informa de hechos eclesiales; unas veces la forma pedagógica es muy importante, porque se debe facilitar a la posible multitud la incitación a la escucha o a la lectura, y otras la hondura no debe ser sacrificada porque el escrito se dirige a personas supuestamente preparadas, interesadas, esforzadas. Unas veces lo principal es la imagen y otras las palabras; unas veces lo principal es la argumentación y otras la sintonía cordial. Olvidamos más facilmente el contenido de un encuentro que la impresión que nos dejó. Es bastante claro, y nuestra experiencia cotidiana lo ratifica, que los grandes medios de comunicación social y la Iglesia no se entienden bien. En este contexto el comunicador cristiano tiene una misión muy importante. Contactar personalmente, abrir puertas, quitar prejuicios y miedos, ofrecer, solicitar respeto. Probablemente las dificultades mayores no proceden de las personas concretas sino de los intereses e ideologías en que sitúan los medios; en estos casos ya sería suficiente amortiguar el impacto negativo o buscar la clave por donde lo religioso puede ser presentado. Promoción social, el tercer mundo, obras culturales, etc. Siempre cabe levantar un poco el horizonte para situar cómo y por qué se mueven los cristianos en estos campos del servicio a la Humanidad. No es lo mismo que un comunicador cristiano trabaje en un medio de la Iglesia o lo haga en un medio del Estado o de iniciativa social. En el primer caso una serie de obstáculos desaparecen, que en los otros estarán siempre presentes. ¿De qué forma debe actuar un comunicador cristiano para que sea, al mismo tiempo, un cristiano fiel y un buen profesional? El doble factor de identificación puede introducir problemas personales de unidad interior, pero negar u ocultar la perspectiva cristiana es una equivocación que termina produciendo lástima por la actitud acomplejada. Un medio puede imponer selección de los temas religiosos, pero no puede exigir tergiversación de los datos o descalificación de las personas. Como en otras actividades de los profesionales, la formación permanente de los comunicadores cristianos es una de las exigencias prioritarias. Si cabe, es mayor en aquellos comunicadores con encomiendas eclesiales. La experiencia demuestra que muchas veces se produce un desfase entre los conocimientos profesionales, su compromiso cívico como comunicadores y una escasa, cuando no nula, formación religiosa, especialmente teológica, lo que a veces, con el tiempo, provoca una pérdida de identidad cristiana. Existe una amplia y rica doctrina de nuestra Iglesia sobre los medios de comunicación, especialmente a partir del pontificado de Juan Pablo II, que es de gran utilidad para los comunicadores cristianos. Son textos vivos que les ayudan a situarse ante la complejidad de sus problemas de profesión y, a la vez, les permite profundizar en su carisma específico. Interiorizar esos escritos, ponerlos en práctica en el trabajo diario es una tarea que realizan muchos comunicadores cristianos, unas veces en solitario y otras en grupo con el acompañamiento de organizaciones o de organismos de la propia Iglesia, como pueden ser asociaciones laicales específicas o las delegaciones diocesanas de Medios de comunicación social. El comunicador cristiano tiene que vivir en sintonía y comunicación permanente con su comunidad cristiana. El encuentro con los hermanos en la fe le fortalece en su misión de frontera o de intemperie; al periodista cristiano le ocurre lo que a todo cristiano en el mundo: Está presente en él, pero no es su hogar espiritual; está en él pero no es de él. Es un enviado, que retorna sin cesar a la comunidad que le envía" ¿Se puede inculcar en nuestros hijos e hijas el carisma cristiano?. Por supuesto que sí. No es que se pueda o no se pueda inculcar en ellos o ellas dicho carisma sino que es un derecho de ellos y ellas y una obligación de nosotros (el padre y la madre) para con ellos y ellas. En otras palabras, no podemos inculcar nuestros carismas cristianos a nuestros hijos e hijos sino que debemos (y observad que no escribo podemos sino debemos) inculcarles dicho carisma para que posean una autoestima alta y una identidad propia y unívoca. 18.4.- Autonomía y libertad. Este es otro tema muy interesante para las parejas cristianas formadas por un solo hombre y una sola mujer. En esto de la autonomía y la libertad vemos que son dos temas importantes derivados de la autoestima y la identidad de nosotros que se las transmitimos o nuestros hijos e hijas. Me vale, para explicarlo bien, el texto escrito por Luis Carlos Ochoa Vázquez, pediatra, puericultor y profesor de la Universidad Pontificia Bolivariana, en el Boletín de la Sociedad Colombiana de Pediatría de Colombia. "Todos los adultos que de una u otra manera participan en la crianza de los niños son, por definición, puericultores. Es decir, influyen, quiéranlo o no, háganlo consciente o inconscientemente, en la construcción que cada niño debe hacer de su propio desarrollo. Una de las metas fundamentales para alcanzar un desarrollo óptimo es la autonomía, entendida ésta como la capacidad de gobernarse, ser capaz de pensar y actuar por sí mismo, llegar a ser lo que se quiere para beneficio propio y de los demás. Pero los niños no nacen siendo autónomos; por el contrario, dependen casi que exclusivamente de los adultos que los rodean, tanto para sobrevivir como para desarrollarse en todos los planos: biológico, psicológico y social. Es claro entonces que la autonomía, como las demás metas del desarrollo, la debe construir cada niño. El cómo lo haga va a depender en buena parte del acompañamiento que le brinden los adultos significativos para él. Para comprender en su justa dimensión la trascendencia que tiene la autonomía en la crianza de los niños, veamos su enfoque desde distintos ángulos: Autonomía física.- Prácticamente desde el nacimiento mismo, los padres están buscando en todo momento que los hijos se vayan volviendo progresivamente autónomos, independientes: todos se esfuerzan para que lleguen a alimentarse y asearse por sí mismos, que caminen, que hablen, que aprendan a controlar sus esfínteres, etc. Esto es lo que podría llamarse la búsqueda de una autonomía física (valerse por sí mismo). Autonomía moral.- De igual manera, los padres también se esfuerzan, a través de todos los acontecimientos de la vida diaria, para que sus hijos aprendan a diferenciar entre el bien y el mal; lo que es correcto y lo que no lo es. Tratan de darles una crianza fundamentada en valores y esperan que vivan de acuerdo con los mismos, independientemente de que los vean o no, de que los premien o los castiguen. Esto es lo que significa una verdadera autonomía moral. Autonomía emocional.- Las emociones, los sentimientos, hacen parte de la vida de toda persona. La alegría, la tristeza, la ira, el entusiasmo, el amor, el odio, en fin, todas las emociones están presentes en la mayoría de nuestros actos. Estas emociones no son buenas ni malas en sí mismas. Están ahí, hacen parte de lo cotidiano, como ya se anotó. Así, uno debería odiar la injusticia, amar la solidaridad, etc. El asunto fundamental está pues en cómo las manejamos, cómo las canalizamos. Si las orientamos correctamente o si por el contrario son ellas las que gobiernan nuestro comportamiento. Desde este punto de vista el niño también nace sin este componente de la autonomía; son sus emociones y sentimientos los que mueven, dirigen sus actos. Basta sólo recordar sus pataletas ante una frustración o cuando no se hace o se le da lo que él quiere. El acompañarlo afectuosa y efectivamente en el manejo correcto de estas emociones para que vaya adquiriendo la capacidad de regularlas y evitar así conductas inaceptables, es a lo que se orienta el componente emocional de la autonomía. Se busca pues que el niño alcance unas relaciones maduras con todos los que lo rodean. Autonomía Social.- El niño debe también adquirir, en el contexto de su desarrollo, las habilidades para convivir con sus padres, con otros adultos, con sus compañeros y hermanos. El hombre es un ser esencialmente social; siempre tiene que relacionarse con otros. El cómo se comporte en este campo va a ser decisivo (éxito o fracaso) en su vida adulta. Es por ello que la crianza debe estar siempre orientada hacia la aplicación y cumplimiento de normas, de derechos pero también de deberes, de respeto por los demás, de aceptar y tolerar las diferencias, en fin, de vivir armónicamente en comunidad. Es hacia este campo al que se orienta la construcción de la autonomía en su componente social. Autonomía intelectual o cognitiva.- Los padres también se preocupan porque el niño aprenda, que conozca, que en su momento oportuno sepa leer, escribir, hacer las operaciones matemáticas, etc. Pero en este campo es también necesario ayudarles a que adquieran autonomía, que actúen por sí solos, que tengan sus propias ideas, las defiendan y las sepan expresar con la lógica y el respeto adecuados. No se trata de que memoricen datos y los repitan sin asimilarlos ("tragar entero" como se dice popularmente). Llegar a pensar por sí mismos pero con sentido crítico, atendiendo otras opiniones; saber diferenciar la calidad de un libro, una película o una obra por su propio criterio y no movido por la publicidad o por lo que está de moda: esto es autonomía intelectual. Es claro pues, por lo visto hasta aquí, que la adquisición de la autonomía es un hecho de la mayor importancia en el desarrollo del niño. Pero, ¿Cuál es la función de los padres en este proceso? Además del acompañamiento permanente, es indispensable el ejemplo. Los niños necesitan constantemente de modelos, de "espejos" en quien reflejarse. No es posible esperar, por ejemplo, que un niño no mienta, si ve que sus padres lo hacen, así le digan a toda hora que no se deben decir mentiras. Otro aspecto no menos importante es la manera cómo los padres tratan de criar a su hijo con el ánimo de ayudarlo a ser cada vez más autónomo. En este campo se dan dos extremos: Por un lado están los padres autoritarios, restrictivos, aquellos que todo lo quieren controlar; actúan como si sus reglas estuvieran escritas en moldes de concreto. Esta actitud puede generar niños introvertidos, temerosos, sumisos, dependientes, que actúan por miedo, es decir, niños no autónomos. En el otro extremo están aquellos padres permisivos o indiferentes; los que le hacen todo a sus hijos y no les permiten explorar, ensayar o tomar la iniciativa por temor a que se lastimen, porque no saben o porque los niños se demoran mucho en hacer sus cosas y los padres casi siempre están de afán. Esta posición a su vez conlleva el riesgo de criar niños convencidos de que "el mundo les debe todo". Son manipuladores, evasores de responsabilidades, incorregibles, siempre insatisfechos y esclavos de sus instintos y emociones. Es claro entonces que ninguno de estos extremos es una vía adecuada para que los niños adquieran una óptima autonomía. ¿Cuál es entonces la mejor opción? Buscar un equilibrio entre estos extremos de tal suerte que los niños tengan padres que sean buenos modelos para que sus hijos aprendan así a solucionar sus conflictos y problemas, a tomar decisiones y a asumir responsabilidades, tal y como lo hacen sus padres. Además, padres que sean consistentes y justos en la aplicación de normas y sanciones, que respeten gustos y opiniones y que vivan en un clima familiar armónico. Este punto ideal lo resume muy bien Baumrind cuando define lo que él llama el padre "autorizado": aquel que dirige las situaciones de la vida diaria de manera racional; valora tanto la autoexpresión del niño como su respeto por la autoridad; aprecia la voluntad independiente y ejerce un control firme en los aspectos en que hay divergencias con el niño, pero no lo acorrala con constantes restricciones. Afirma sus cualidades pero también le fija criterios y consecuencias para su conducta futura. Libertad y autonomía.- ¿Y cuál es la relación entre autonomía, crianza y libertad? El escritor Octavio Paz define la libertad como "un movimiento de la conciencia que nos lleva, en ciertos momentos, a pronunciar dos monosílabos: Sí o No". Ésta es tal vez la forma más sencilla, pero a la vez la más práctica de definir la libertad: la capacidad que tiene cada persona de hacer o no hacer algo, es decir, libertad es llegar a tener la capacidad de decidir por sí mismo, sin importar lo que piensen los demás, pero, como bien lo dice Octavio Paz, es una decisión que se debe tomar con conciencia, lo que significa que quien decida algo se dé cuenta de qué es lo que está decidiendo y asuma las consecuencias de su decisión, de su comportamiento. Entendiéndola así, es claro entonces que el actuar por costumbre ("si todos lo hacen, ¿por qué no lo puedo hacer yo?") o por capricho (ser libre es hacer lo que me venga en gana), es todo lo opuesto a la libertad. Comprendidos así estos dos términos, (autonomía y libertad), es fácil entender la estrechísima relación que existe entre ambos. La libertad es entonces el camino hacia la autonomía y ésta es el ejercicio, la puesta en práctica de la libertad. Tanto en la crianza de los hijos dada en el hogar como en la educación brindada en el colegio se debería tener siempre presente que libertad y autonomía van de la mano. Estamos ejerciendo bien nuestra función de padres si nos vamos volviendo progresivamente innecesarios para nuestros hijos, pero para ello debemos ser unos buenos modelos de personas autónomas y libres, si no somos sobreprotectores ni autoritarios. Y estamos ejerciendo bien nuestra función de educadores si obramos de tal manera que la finalidad de la educación sea la autonomía. La meta es pues bien clara: Debemos brindar una crianza basada en la libertad, asumiendo a los niños no simplemente como "objetos" de cuidado, sino como sujetos con derechos". Entonces tenemos que tener muy en cuenta que autonomía no es libertinaje y que libertad no es libertarismo. Pero de esto ya hemos hablado bastante... así que os presento, como recordatorio, un texto mío proveniente del Vorem: Eduardo Inda titula su columna de opinión de hoy como "La inteligencia emocional al poder". No estamos hablando de "la imaginación al poder" sino de la inteligencia aplicada a la imaginación como sistema de poder. De ello se deduce que la inteligencia emocional nace en las ideas, en la calidad (y no en la cantidad) de ideas que cada ser humano posee privadamente en sus neuronas cerebrales. La aplicación de dichas ideas selectivas son las que forman una vida selectiva. Y es que el mundo se rige por razones que no se deben basar ni en la física ni en la química solamente (pues en ese caso solo somos animales nada más) sino que, a ello, hay que saberle aplicar las ideas selectivas. En estas relaciones humanas que se producen en el mundo las emociones pueden ser extensivas o pueden ser intensivas. Las emociones extensivas sólo son producto de nuestra animalidad, mientras que las emociones intensivas son las que nos convierten en animales racionales. Las ideas no nacen nunca de la materialidad, como dicen muchos pensadores hoy en día (por eso el mundo está tan confuso y confundido) sino que son un producto refinado de nuestra invisible espiritualidad. Lo que sí es material es el resultado de aplicar las ideas y llevarlas a cabo. De ahí el verdadero valor de las ideas libres. Las ideas son singulares, no tienen tiempo pues son inesperadas, como dice Miguel Angel Lara o intenta decirnos con palabras más o menos parecidas. Una visita inesperada nos contagia el ánimo (por eso las ideas están relacionadas directamente con el alma) y nos llevan a actuar de manera acertada, pudiendo cambiar de forma de pensar o de forma de actuar sin tener que contradecirnos al ser completamente libres. De ahí, repito, que las ideas libres son producto de la "idealogía" y no de las ideologías. Viviendo con las ideas libres somos autónomos (independiente no puede serlo nadie) y de esta manera autónoma, sin estar dirigido por líderes ideológicos podemos tomar cualquier decisión a veces en un sentido o a veces en otro sentido si vemos que este cambio sirve para mejorarnos. Por eso las ideas nunca traicionan al espíritu humano cuando son libres, mientras que cuando son libertarias (falsa libertad sujeta a cualquier tipo de ideología) son precisamente lo contrario; o sea, una esclavitud de quiene nos imponen sus ideologías. El valor de una idea libre es lo inconfundible de nuestra propia persona cuando un ser humano es persona y no gente. Ahora algunos están sufriendo ataques de nervios por intentar conseguir algo a través de la simple aplicación del materialismo; lo cual es totalmente opuesto a la idea libre e imposible de compaginarlo con ésta. Creer que somos seres humanos libres, cuando estamos sujetos a una ideología, es una falsa creencia. Ser libres es, simplemente, poder elegir la idea que deseas elegir, la que te hace ser tú mismo o tú misma con tu propio estilo personal que, luego, si deseas, lo puedes poner o no poner a servicio de la sociedad. Depende de si además de ser libre eres comunitario. Dudar entre ser o no ser es dudar de nuestra existencia. Somos sólo cuando somos libres. Quizás esto fue lo que no pudo explicar Shakespeare cuando se lo preguntaba a una calavera en vez de preguntárselo a sí mismo. Shakespeare quería una respuesta de un ser muerto iedológicametne hablando; por eso dejó la incógnita sin poderla despejar. El momento clave de nuestras existencias es cuando descubrimos que la vida se compone de ideas sutanciales e insustituibles pero sí evolutivas y no sujetas a la sujección de una ideologia o incluso a la involución de ciertas ideologías. Ese es el verdadero logro del éxito humano. Es mejor convencer que no querer vencer. Y para convencer sólo basta con saber aplicar a la vida humana la idea libre de "idealogía". Porque la vida humana debe ser siempre de un orden superior a la vida humana esclavizada por un orden inferior que es el impuesto desde fuera de nosotros. Sólo somos orden superior cuando desde nuestro propio interior sabemos elegir la idea y somos de orden inferior cuando la idea nos la imponen desde el exterior. De ahí el valor de las ideas libres y no las ideas libertarias... porque, aunque algunos no estén de acuerdo conmigo, si estudiamos la Historia Humana nos damos cuenta de que el Libertarismo es sólo una ideología más... mientras que la Libertad no pertenece nunca a una ideología sino a lo que yo llamo "idealogía". Y termino este asunto con otras dos aportaciones mías también provenientes del Vorem. Aquí va la primera como preámbulo de llegar a donde quiero llegar para finalizar este asunto: En la Historia se realiza el ser humano. Dios creador de lo humano. En la historia el ser humano intenta dar continuidad de su autorealización existencial. Todo accionar humano nos remite a una continuidad de realización, cuya integración constituye el tiempo histórico. Si nos remitimos a la edad antigua de las culturas míticas, vemos que no hay propiamente una historia; pues el ser humano no se realiza en ella, sino fuera de ella. Las acciones humanas no se valoran por sí mismas, sino que se definen y valoran en función de los arquetipos míticos. Hay, por lo tanto, en el mundo humano mítico una carencia de autonomía para valorar la existencia. Los hechos y las obras no trascienden; no son más que el modelo de lo que siempre se repite, de aquello que siempre tiene que ser así y no de otra manera. En esta edad la historia no es entendida como un ámbito exclusivo del ser humano. Más bien, en la edad heroico-legendaria, que sucede a la cultura mítica, recién comienza a valorarse las acciones humanas; hecho que parte más o menos en el siglo IX antes de Jesucristo, con Homero; aquí recién se comienza a reconocer un mundo específico del hombre con la humanización progresiva de la cultura que se inicia con el antropoformismo de los dioses. En este proceso de desarrollo de la cultura los héroes, ahora hombres superiores más que semidioses, no son ya los meros ejecutores de un arquetipo trascendente del acontecer, sino los verdaderos autores de un modelo mundano de vicisitudes. Sus hazañas, que se las concibe cumplidas en un pasado remoto, en una edad de oro de la humanidad, constituyen ahora ejemplaridad inmanente, pues quedan insertas en el tiempo humano como prototipos que los seres humanos del presente y del futuro han de inmitar y continuar. Son hechos o acciones que, por haber sido de un modo tan conspicuo y excepcional, son hoy dignos de recordación, de conservarse en la memoria y de erigirse en paradigmas, en un auténtico "debe ser" para el humano del presente y las generaciones del porvenir. También debemos considerar una contribución importante a la humanización de la historia, dentro de la Antigüedad, la concepción hebrea del Pacto entre Jehová y el pueblo elegido; pues no obstante estar encuadrada en una cosmovisión de neta raíz trascendentalista, deriva en una estimación de la historia como tiempo eminentemente humano, para el cumplimiento, por el pueblo judío, del compromiso contraído. Dios ha fiado su palabra de salvación y el tiempo es el plazo de la fianza. La historia es, por consiguiente, destino, y Dios la ley de la historia, como suceso del ser humano, que será juzgado por su veracidad o falsedad, es decir, por su fidelidad o infidelidad a la alianza. Pero, propiamente, es en la edad del Renacimiento cuando cobra impulso la idea de la humanidad, es decir, de la historia entendida como ámbito exclusivo del ser humano. La reflexión sobre el hombre hizo posible que de un modo autónomo se pueda orientar la vida. El ser humano de esta edad va paulatinamente tratando de desechar cualquier instancia intermedia y busca la condición de su existencia a partir de sí mismo, sobre el dominio de su propia conciencia. A partir de entonces el ser humano ya no se dejará arrastrar por la fatalidad ni por la monstruosa oposición de la naturaleza. Su temple y personalidad se irán plasmando para construir una vida de conformidad con su libre pensamiento. El trabajo manual y la reflexión se convierten para él en la fuente de su liberación, y la libertad de conciencia en el principio de todas las libertades que puede reivindicarse para sí. Surge así, evidentemente, un nuevo espiritualismo, humanista e individualista... pues es el espíritu humano ante todo el que el ser humano del Renacimiento valora sin dejar de reconocer la existencia de otras formas de realidad espiritual, por supuesto, como la de Dios. Y humanismo individualista porque el hombre en sí, personal, es el que deberá destacarse con su espíritu de fortaleza para desplegar una vida auténtica y más plena en la naturaleza para someterla a sus aspiraciones e intereses. En estas condiciones y hasta nuestros días, el ser humano puede conocer su historia, porque es su propio actor; es el que con un nuevo espíritu se proyecta en el universo: lo conoce, lo escudriña. En efecto, el ser humano moderno consolida su libertad, dado que, gradualmente, puede compenetrarse hacia otras esferas del universo y del ser. Indiscutiblemente,el ser humano es un ser histórico... definitivamente creado por Dios. Sí. Dios es el Creador de la Humanidad y los hombres y mujeres son los que escriben la Historia. Entre ellos los que escriben la Verdadera Historia de Dios. Y, para terminar de rematar el asunto, he aquí mi siempre penúltimo texto: Si de la Libertad hablamos; si de la Sensibilidad hablamos. Si queremos de verdad saber lo que es la libertad de expresión debemos saber antes qué es la Libertad, para qué sirve la Libertad, por qué pedimos Libertad, qué función debe cumplir la Libertad y que no hay Libertad si no existe la Verdad dentro de dicha Libertad. Si de la Libertad hablamos debemos recordar aquel episodio sucedido cuando Galileo descubrió que era la Tierra la que giraba alrededor del Sol (heliocentrismo) y no el Sol el que giraba alrededor de la Tierra. Recordad cómo la Inquisición (que de Santa sólo tenía el nombre) le excomulgó y le amenazó con hacerle morir en la hoguera si seguía diciendo en público que la Tierra giraba alrededor del Sol. Él respondió que de acuerdo, que sí, que era el Sol el que giraba alrededor de la Tierra pero que la Verdad era que la Tierra giraba alrededor del Sol. Ante tal acto de fe y convicción la Inquisición (que de Santa sólo tenía el nombre) no le quedó otra opción que anular la excomunión y aceptarle de nuevo en el seno de la Iglesia. Si de la Libertad hablamos debemos recordar, ya que citamos a Galileo, que a Jesucristo le llamaban Jesús el Galileo y que jamás se retractó nunca, nunca jamás, de ninguna de todas las Grandes Verdades que dijo, aunque por ello lo crucificaron antes de volver a renacer. Si de la Libertad de Expresión hablamos hablemos de lo que es la Sensibilidad. ¿Qué sucede con la Sensibilidad?. ¿Acaso la Sensibilidad es sólo propiedad de quienes cometiendo actos antinaturales se ofenden cuando se les dice la Verdad?. ¿Acaso los que decimos la Verdad no tenemos Sensibilidad?. ¿Acaso debemos ser hipócritas y fariseos para no herir la "sensibilidad" (yo mejor diría sensiblirería de algunos) y callarnos y mantener silencio en vez de decir que están equivocados?. Yo, como los dos Galileos citados (Galilei y Jesucristo) no solo digo que la Tierra gira alrededor del Sol sino que proclamo que las Verdades que dijo Jesucristo si están cargadas de Sensibilidad, de tanta Sensibilidad que se scarificó por el Mundo entero. Y si alguien se siente "sensiblero" por todo esto quen lo exponga con razones suficientes para que entiendan que jamás callaré mis Verdades porque son las que he aprendido de Galileo Galilei pero, sobre todo, de Jesucristo. Esa es la autonomía y la libertad que, junto con mi esposa, hemos enseñado a nuestras dos hijas. Nota Adjunta: ¡Libertad: qué hermosa palabra cuando se trata de defender la nuestra pero qué difícil de aceptar cuando se trata de defender la de los otros!(pensamiento aprendido por experiencia propia que sufrí por culpa de llevarla a la práctica). 18.5.- Saber decir sí y saber decir no. ¿Cómo enseñamos a nuestros hijos e hijas cuándo deben decir que sí y cuándo deben decir no?. Esa es una ardua cuestión si tenemos en cuenta que siempre el mejor método es predicar con el ejemplo. Para un hombre cristiano y una mujer cristiana (matrimonio cristiano formado por un solo hombre y una sola mujer) la forma de aprenderlo y transmitirlo a nuestros hijos e hijas es fácil si seguimos siempre el ejemplo que nos dicen los Evangelios de la Sagrada Biblia. He aquí uno de los varios textos que podemos investigar sobre el asunto y que he entresacado de internet: "¡Que tu Si sea SI y que tu NO.....sea NO!La mayoría de nosotros tomamos la vida con ligereza, una mentirita por acá, una promesa no cumplida, una impuntualidad, considerando que esas cosas suelen pasar, pero después de tanta práctica el mal hábito crea una cultura de falsedad en nuestro ser, demostrando nada más y nada menos nuestra falta de integridad y sinceridad delante de Dios. Santiago 5:12 Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación. Estudiaremos más de cerca un ejemplo del cual haremos bien tomar en cuenta, sobre todo si estamos en el camino del servicio a Dios. Pablo lo aprendió luego de sufrir diversas pruebas, ya que con un temperamento tan inteligente y manipulador como el de nuestro amado apóstol, no dudamos que Dios haya tratado con él, hasta el punto de lograr la siguiente confesión:2 Corintios 1: 12 Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que con sencillez y sinceridad de Dios, no con sabiduría humana, sino con la gracia de Dios, nos hemos conducido en el mundo, y mucho más con vosotros. Pablo, apela gozoso al testimonio de su conciencia, la cual es un eco de la voz de Dios en nuestro interior, Pablo estaba seguro de su propia integridad y de la sinceridad de su conducta. La conciencia le daba buen testimonio de su comportamiento en general. Al hacer la mención en el mundo, no se refiere a que se comportase de diferente manera sino más bien que su comportamiento sencillo y sincero era más de notar entre los creyentes. La palabra "sinceridad" expresa una pureza de intención sin mezcla de otros motivos, de forma que examinada a la luz del sol podría resplandecer sin que escorias ni manchas empañasen su brillo. Pablo no era un hombre de dos caras, era un roble de una sola pieza, imagino que sus colegas siempre sabían lo que pensaba, pues así se describe a lo largo de sus epístolas, nunca era contrario lo que decía a lo que hacía, creo que Dios se encargó de formar en él este carácter para hacer de su trabajo un próspero y efectivo ministerio hasta el día de hoy. La sabiduría carnal no era una motivación para Pablo por el contrario nunca actuaba movido por ella, es decir no buscaba el engrandecimiento personal sino la exaltación de aquél que lo llamó, noten la última frase del versículo 12. Pablo resalta la Gracia de Dios por la cual es guiado y controlado. Sus cartas llevaban las mismas marcas de sinceridad que las que resplandecían en toda su conducta, por esa razón Dios lo tomó por fiel para este ministerio. 2 Corintios 1: 18 Mas, como Dios es fiel, nuestra palabra a vosotros no es Sí y No. 19 Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí, Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en él; 20 porque todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por medio de nosotros, para la gloria de Dios". Eso es mostrar templanza y consistencia en su palabra. Es necesario saber decir Sí a todo lo que nos favorece y es necesario decir No a todo lo que nos perjudica. Si estamos en esta categoría humana podemos hacernos entonces, con total confianza, ¿cómo podemos enseñar a nuestros hijos e hijas a saber decir Sí y a saber decir No?. Voy a ver si encuentro algún texto que no sea bíblico para confirmar lo que dice la Biblia. Pablo era un hombre que cumplía sus promesas, cuando decía que si, era si y cuando decía que no, era no, de eso Dios le era testigo fiel. Que Dios te bendiga". Ya sabemos cómo decir Sí y cómo decir No y que de esta manera somos ejemplos para nuestros hijos e hijas. Vamos a confirmar esta sugerencia bíblica con otros texto que no sea sacado de la Biblia para ver si confirma, precisamente, lo que dice la Biblia. El escogido es de Elena Roger Gamir, pedagoga del Gabinete Pedagógico Solohijos. dice así: "En muchas ocasiones, los padres olvidamos con mucha facilidad cómo aprendíamos cuando éramos niños. Da igual que en la cocina de casa nos describieran la mejor técnica para ir en bicicleta o que nos sermonearan sobre cómo conseguir no hacer caso a los compañeros de clase cuando se metían con nosotros. Todo parecía muy sencillo en teoría, en la cocina de nuestra casa, pero otra cosa era cuando montábamos en la bicicleta en la calle o cuando nos teníamos que enfrentar a los insultos de nuestros amigos en el colegio. Aprender a hacer lo correcto no es tan fácil como en ocasiones creemos. La teoría se la saben muy bien nuestros hijos pero la práctica ¡qué difícil es llevarla a cabo! A veces querer aprender no es suficiente para aprender. ¿Qué necesitan? Necesitan un poco más de apoyo de nuestra parte. Necesitan practicar, aprender a tomar decisiones y experimentar consecuencias. Explicarles a nuestros hijos lo que deben y no deben hacer, cómo y cuándo deben hacerlo es una parte del proceso de aprendizaje, pero insuficiente si no les enseñamos al mismo tiempo, a través de la práctica, a tomar decisiones y a solucionar problemas. ¿Qué podemos hacer para que nuestro hijo o hija sepa elegir la mejor opción entre varias alternativas? ¿Cómo ayudarle a que se enfrente a los problemas con seguridad? ¿Cómo le podemos enseñar a plantearse diferentes soluciones ante una situación conflictiva? Hay métodos que nos permiten ayudarles a conseguirlo, métodos muy sencillos y elementales que, inconscientemente, todos hemos utilizado a lo largo de nuestra vida. Vamos a repasarlos. Simular situaciones reales.- Imaginar cómo podría ser una opción hipotética y reproducirla en casa con nuestros hijos nos permite poner a prueba distintos enfoques sin necesidad de "estrellarnos" si algo sale mal. Se trata de practicar lo que nuestros hijos ya saben de manera intelectual pero que, por diferentes motivos, no saben o no pueden llevarlo a cabo. Por ejemplo: Alex, 10 años. Tiene un compañero en clase que a menudo le quita su bolígrafo rojo y no se lo devuelve. Su madre/padre puede adoptar dos posiciones y decirle: Incorrecto: "Te he dicho muchas veces lo que debes hacer. Deberías quitarle los suyos para que aprendiera la lección. La próxima vez le quitas el bolígrafo aunque esté escribiendo. ¡Es muy sencillo!" Correcto: "Te molesta mucho que te quiten tus cosas y te da miedo recuperarlas y enfrentarte a tu compañero ¿verdad? Vamos a hacer una cosa: si te parece bien, vamos a practicar lo que podríamos hacer la próxima vez que te ocurra eso". Ambos interpretan diferentes papeles. Al principio la madre es Pablo (el niño que le quita los bolígrafos). Le enseña cómo actuar y qué decir ante esa misma situación: "No lo cojas; lo necesito yo". También le enseña otras formas de decir "no" , ya que negarse es lo que más le cuesta a Alex: "Es mío, no lo cojas", "No te lo dejo; ya te he dejado otros bolígrafos y no me los has devuelto", "Lo siento pero no", "¡Cómprate uno! Yo también lo necesito", etcétera. Luego cambian los papeles. Alex hace lo que su madre hizo anteriormente en la representación. Dice con voz clara y firme: "No los cojas. Son míos y los necesito". Madre: "Muy bien Alex. Seguro que le quedará muy claro a Pablo". A medida que practican, Alex se siente más seguro. Se da cuenta de que decir "No, lo siento" no es tan difícil como pensaba. De hecho, nunca se lo había dicho a su compañero por miedo, por lo que éste aprovechaba para actuar de la misma manera una y otra vez. El hecho de imponer sus límites fue suficiente para cortar esta incómoda situación y devolver la confianza a Alex. Empezar de nuevo.- No os descubrimos nada nuevo con esta técnica pero os recordamos que es muy útil para corregir pequeños incidentes del día a día, no solo con niños pequeños sino también con adolescentes. Como su nombre indica, se trata de darles una segunda oportunidad para que puedan hacerlo de nuevo pero esta vez correctamente y colaborando. La operativa es la siguiente: Se le aclara al niño qué es lo que ha hecho mal, cómo se espera que lo haga y se le anima a hacerlo de nuevo, pero esta vez de manera correcta. Por ejemplo: Cristina, 15 años. Ha discutido con su madre por culpa de una camisa. Le "exige" que se la preste, con imperativos y malos modales: "nunca me dejas nada, no confías en mi, eres una egoísta" etcétera, son palabras muy utilizadas por Cristina cuando se trata de conseguir algo de su madre. Madre: "Con estas palabras, no te la dejo; si quieres, puedes volver a pedírmela de otra manera" Cristina: "¡Vaaaale!; ¿me dejas tu camisa azul esta tarde?" Otro ejemplo: Nacho, 7 años. Se le ha olvidado lavarse las manos al llegar a casa. Padre: "Lo primero que se hace al llegar del colegio es lavarse las manos" El padre le dice a Nacho que vuelva a llamar al timbre de la puerta y que "lo intente de nuevo". Si tu hijo no obedece, será necesario hacer cumplir las consecuencias. Por ejemplo, en el caso de Nacho, no podrá merendar hasta que se lave las manos. Analizar la opción elegida.- En muchas ocasiones los niños no eligen la mejor solución a un problema porque, sencillamente, no saben ver otras opciones o alternativas mejores. Acostumbrarlos desde pequeños a considerar varias opciones alternativas de conducta les ayuda a autodisciplinarse y a fomentar la responsabilidad. Mecánica: Analiza con tu hijo otras opciones para resolver el problema. Para ello, hazle preguntas que le ayuden a imaginar otras alternativas más plausibles. Si es muy pequeño, tendrás que sugerir tú esas ideas. Después anímalo a aplicar la opción más adecuada la próxima vez que tenga oportunidad. Por ejemplo: Ignacio (8 años). Le dice a su padre, cuando éste le pregunta por sus deberes, que ya los tiene hechos y comienza a jugar. Su padre lo comprueba y ve que gran parte de ellos no están hechos. Padre: No hacer los deberes no es una buena solución pues sabes que si no los haces no tendrás oportunidad de jugar y el profesor te reñirá al día siguiente. ¿Qué crees que puedes hacer para solucionar los problemas que tengas con los deberes? Ignacio: No se me ocurre nada, papá. Padre: Si no sabes cómo hacer los deberes o te resultan demasiado difíciles puedes pedirnos ayuda a mamá o a mí. También podrías telefonear a un amigo para que te ayudara por teléfono. Podemos poner una nota al profesor en tu agenda y decirle que te vuelva a explicar la lección. ¿Qué te parece? Ignacio: Os pediré ayuda. Padre: Bien. Eso será suficiente para que puedas llevar al colegio cada día los deberes hechos y te sobre tiempo para jugar. Buena elección. Dar opciones.- Ofrece a tu hijo dos o tres opciones (límites) de modo que sea él el que tenga que elegir una de ellas, y responsabilizarse de sus actos. Luis, 5 años. Puedes jugar con la jeringa de agua en el patio o en la terraza, pero nunca dentro de casa. ¿Qué quieres hacer? Inés, 9 años. Ha pegado a su hermana Esther, de 4 años. La madre le castiga a irse a su cuarto 10 minutos "a pensar". Irene se niega. Padre: Puedes irte a tu cuarto 10 minutos o te llevo yo durante 20 minutos ¿Qué decides? No son negociables estas opciones. De hecho, son los límites que ponemos a su comportamiento y estos no se pueden negociar. Si a pesar de dar opciones, tu hijo infringe estos límites, añade a las opciones la conciencia lógica: Irene, 15 años: Puedes coger mi camisa cuando quieras, siempre que me la pidas antes. Si no me la pides previamente, perderás el privilegio de ponerte mi ropa ¿Lo has entendido?Javier, 10 años. Puedes hacer los deberes antes o después de merendar pero recuerda que no podrás ver la televisión si no has acabado tus deberes. ¿Qué decides? Técnica de resolución de problemas.- ¿Qué pasa si a pesar de las opciones y consecuencias tu hijo no cambia de postura? ¿Hay que pasar directamente al castigo o hay alguna otra posible solución? ¿Por qué enfrentarnos contra nuestros hijos cuando surge un conflicto en lugar de buscar con ellos una solución que respete las necesidades de todos? Esta técnica de resolución conjunta de problemas permite encontrar entre ambas partes una solución satisfactoria tanto para padres como para hijos, sin necesidad de que haya vencedores ni vencidos. Tu hijo o hijos podrán participar en la elección de la solución, se sentirán respetados y comprendidos y se involucrarán en la decisión tomada. El mejor momento: Cuando todos estáis en calma, en frío, y podéis controlar las emociones. Método: 1. Hablar de tus necesidades y de las suyas, así como de vuestros sentimientos. 2. Buscar soluciones conjuntamente sin evaluarlas. Tan solo escribir todo lo que se os ocurra, sean practicables o no. 3. Decidir entre ambas partes cual es la solución o soluciones más interesantes, las que son más respetuosas con todas las necesidades y dificultades, desechando las que no interesen. Beneficios: 1. Tu hijo ha participado en el acuerdo y lo ha aceptado, por lo tanto es más probable que funcione que si la decisión la han tomado los padres unilateralmente. 2. Es un buen método para conocer las dificultades que tienen los hijos, dificultades que a menudo ignoramos o nos esconden los verdaderos motivos del conflicto. 3. Todos salen ganando: tu hijo no quedará frustrado porque ha de obedecer "porque lo dices tú" y no acabará ganando porque no cederás por cansancio a su tozudez. 4. La familia aprende a negociar, sin que ello sea sinónimo de perder la autoridad. El niño aprenderá a hacer concesiones, a proponer ideas creativas, a "ponerse en la piel de los demás", contribuyendo a su maduración y a la maduración de la familia en general. Veamos un ejemplo: Técnica de resolución de problemas. Enrique, 13 años. No consigue mantener en orden su cuarto. Las peleas son diarias con sus padres. La mejor manera para que cambie de actitud es involucrarlo en el problema. Madre: Me entristezco cada vez que voy por la mañana a tu habitación y me encuentro tu ropa sucia por el suelo, los libros desordenados, las camisas amontonadas en la silla, los zapatos con barro. Me siento triste al pensar que no eres considerado conmigo y con el resto de la familia. Enrique: ¡No está tan desordenado! Madre: También entiendo que estás cansado por la mañana y apenas te queda tiempo para ordenar tu habitación. Tienes muchas cosas que hacer y ordenar tu cuarto no es tu prioridad. Enrique: Es que me acuesto muy tarde haciendo deberes. Y los días de fútbol estoy muy cansado. Madre: Te entiendo. Sin embargo, para mi es muy importante. No solo porque es un hábito importante sino porque es una manera de respetar a los demás, de vivir en comunidad y de ayudarme con las tareas de la casa. Yo también estoy cansada y sin embargo mantengo ordenada, no solo mi habitación, sino también el resto de la casa. ¿Puedes ponerte en mi lugar?m Enrique: Tienes razón, mamá. Lo intento pero no siempre lo consigo. Madre: ¿Qué tal si pensamos en una solución que nos satisfaga a los dos? Enrique: ¡Vale! La mejor solución es que no entres a mi cuarto y así no te enterarás de cómo está mi cuarto. Madre: De acuerdo. ¿Qué más? Enrique: Podrías decirle a Miguel (su hermano de 10 años) que limpiara mi cuarto por mi. Madre: También podrías levantarte cada día 15 minutos antes para colocar todas las cosas en su sitio. Enrique: Vale. Pero el problema es que no tengo sitio en el armario. Madre: Entonces se me ocurre que podría ayudarte una primera vez a ordenar contigo el armario para conseguir el espacio suficiente. Enrique: Eso estaría bien. Ya que tú me ayudas con el armario, yo intentaré hacerme cada día la cama. Pero solo estirarla ¿vale? Madre: Creo que también sería una buena idea ponerte una estantería nueva para que pudieras tener los libros siempre ordenados. Enrique: ¡Eso es genial! Y que Miguel no entre sin mi permiso a mi cuarto. Muchas veces él es quien me desordena los libros. Madre: Yo podría hablar con él y convencerle de que te pida permiso antes de entrar. Seguro que si le pasas algunos de los libros que ya no lees se conforma y acepta. ¿Algo más? Enrique: ¿Qué te parece si coloco el cesto de la ropa sucia más cerca de mi cuarto, junto al pasillo? Así me acordaré de tirarla al cesto por la noche. Y si me dejas tener la caja de limpiar los zapatos en mi cuarto de baño en lugar del lavadero, también podría limpiar un día a la semana los zapatos del colegio. Tú podrías ayudarme con el barro de los deportivos los días de lluvia. Madre: Lo apunto. ¿Algo más? Enrique: Sí, que no me gustaría que vinieras cada día a mi habitación para controlar cómo la he dejado. Apunta que solo te pasarás los domingos. Madre: Vale, pero los martes también. ¿Algo más? ¿No? Pues miremos nuestra lista. Ahora lee en voz alta todo lo que han dicho, las valoran, eliminan las que no son operativas y hace una nueva lista con las medidas tomadas por consenso: Madre: * Hemos quedado que te levantarás 15 minutos antes cada día para ordenar tu habitación. * Yo te ayudaré una tarde a organizar el armario para que tengas espacio suficiente para mantenerlo ordenado y con la ropa en su sitio. * Tu harás cada día tu cama, aunque sea estirándola. * Colocaremos una estantería nueva para que puedas colocar todos los libros que ahora están amontonados en tu mesa y en la mesita de noche. * Hablaré con tu hermano para que no te toque los libros y tú le pasarás aquellos que ya no leas para que él tenga su propia biblioteca. * Colocarás el cesto de la ropa sucia cerca de tu cuarto y te limpiarás los zapatos en tu baño una vez a la semana. * Yo te ayudaré con el barro de los zapatos los días de lluvia. * Papá o yo supervisaremos tu cuarto dos veces a la semana, los martes y los domingos. ¿Qué te parece la lista? ¿Crees que podremos llevarla a cabo? Enrique: Ahora me parece "algo" más fácil mantener ordenado mi cuarto. Podemos intentarlo.¡Gracias, mamá! Técnica de resolución de problemas.- No siempre la resolución de conflictos requiere tanto tiempo. A veces, en el día a día, negociamos con nuestros hijos de manera espontánea una solución respetuosa para ambos, solo que no nos damos cuenta: Sara, 3 años:Madre: "Es la hora del baño. Vamos al baño, Sara" Sara: No hace caso en el momento. Acaba de pasar las páginas de su libro y entonces se dirige al baño, tal y como le ha ordenado su madre. Es su manera de decir: "De acuerdo mamá; primero acabo el libro y luego voy a bañarme" Jaime, 7 años: Padre: "Saca el fregaplatos, por favor". Jaime: "Vale, pero déjame que primero acabe la merienda" Puede que a unos os cueste más que a otros conseguir estas dinámicas. Los ejemplos de todas estas técnicas os muestran el camino, os ilustran sobre cual sería la mejor manera de poner en práctica la teoría, pero debéis tener en cuenta que cada niño es un mundo. Unos necesitan más perseverancia, otros más tiempo de práctica, más paciencia por vuestra parte, a otros tendrás que adaptarles la metodología a sus características personales, etc. Lo importante es que conozcáis las técnicas para poder elegir aquella/s que se acoplan mejor a la dinámica de vuestro hogar". Para temas mucho más profundos de cómo educar a nuestros hijos e hijas a saber decir sí y a saber decir no la respuesta es muy sencilla: si somos cristianos y cristinas de Verdad, por la Verdad y para la Verdad, y queremos que nuestros hijos e hijas comprendan cuando tienen que decir sí y cuando tienen que decir no LEED CONJUNTAMENTE CON ELLOS TODO EL LIBRO DE PROVERBIOS DE LA BIBLIA PUES ALLÍ ESTÁN TODAS LAS RESPUESTAS. Hay temas especiales (recogido en Proverbios también) para enseñar a decir SÍ o a decir NO. Son el alcoholismo, el tabaquismo, las drogas y el sexo fuera del matrimonio y, por ser de especial transcendencia, los expongo en otros capítulos de este Ensayo que son expresamente indicados para ello.
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