Cultos Macabros desde más Allá:
Publicado en Oct 28, 2011
Un grupo de textos,
Que contienen ecuaciones, Capaces de conjurar, A ciertas naciones, Recobran vida, Y renacen en orbitas, A flor de piel, La alta magia renacentista…. Hechiceros y brujas, De altos rangos, Fueron reunidos, Para elegir por el mejor del grupo, Risas tenebrosas, Se saboreaban como prosas, Mientras sus almas se resecaban, Como naturales rosas… Unos se alababan como dioses, Mostrando sus recientes obras, Entre hechizos y rituales paganos, Se estrecharon nuevos regalos, Calaveras sangrientas, Desterradas en noches desiertas, De cuerpos desconocidos… ¡De pronto! Todo se silencio, ¿Acaso esperaban un buen invitado? Todos callados, Alguien se atrevió a gritar Que se haga mi voluntad Sus cabezas dieron u giro de 90grados Para recibir este nuevo relato… Danzando llego, Anno Satanás, Con su nuevo capataz, Velas blancas fueron opacadas, Velas negras fueron reemplazadas, De noche cambio a día, Empezaron a aplaudir, Mientras el libro de belial, Empezaba a todos convertir, En capos de la magia negra, Desplazando hacia el norte, La bebida del cáliz, ¿Y quien dice que Satanás no estaba feliz? Inciensos encendidos, Fueron rápidamente absorbidos, La maldad en tal ritual recobro vida, Y cada uno preparo su partida, Y así estremecer, A la humanidad… CERRARON TRATOS, Con unas aparentes copas, De vino tinto, Degustando la sangre real, De un gato fantasmal, ¡Zaceaban su sed! Chorreando la sangre por su piel…. A lo que cada uno, Pensaba partir, Huyendo sin sentir, Sus pieles desgastadas, Se revelaron ante las patadas, Que el viento resbalaba, Y cada pieza de su tribu, Se fue desboronando, La lluvia represento la ganancia, De sus fragancias, Empezaron a sentir temor, Todos estaban reunidos, Aparentemente en el ritual, Nadie falto por anotar, En el libro de la muerte, Quien deseo a Satanás. Su alma entregar… ¡Fue un momento implacable! Dejaron de reír, Para empezar a sentir, En porcentaje menor, A los seres que tanto hirieron, Hasta ahora sufrir, Ni sus fuerzas macabras, Los pudieron salvar, Y poco a poco se fueron al infierno, A sus cuerpos incinerar, Para así pagar, Por tantas vidas, Enviadas a sacrificar… Su destrucción no fue real, Sus almas se dedican a divagar, Por las cenizas de su culto, Se fueron a su pequeño refugio, Con buenas dosis de maldad, Empezaron a restaurar, La fachada de su recinto, Que por poco tiempo, Les dará libertad.
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Gustavo Adolfo Vaca Narvaja
Felicitaciones
Omar J