Te dir De: Abraham Arreola
Publicado en Nov 07, 2011
Yo no digo mentiras, si no, tu te darias cuenta, ¿no crees? Que te diré estimado: estas sobrevalorado. Ella no, bueno, cómo te lo digo. Tú sabes ¿cúal es la diferencia entre el triunfo, la pasion y el honor? Deja de leer ya las cinco lineas que has escrito y suerte amigo estimado estimado en desilución ¿Porque no sonries? Te faltará algo seguramente. Si no es ella, me pregunto que rayos será. Y dime que es lo que tus ojos pervertidos buscan en mi si ya la tienes a ella. El mundo los unió, o quizá una bendición celestial. Que esperas ver en mis ojos solitarios amigo tal, pareciera con tu mirada, que ella me besa a mi, cuando en realidad dice que te ama a tí. ¿Crees que te odio? ¿A ti? ¿Tú quién eres para semejante privilegio? Yo me enamoré de ella, no de tí. Y si a ella, le respaldo su desición de no aceptarme por ser el amor cuestión de dos... tú, que no me has hecho nada. ¿Esperas que te guarde rencor? Y si no es eso, dime, que ves en mi que te causa ira miedo fustración todo al mismo compás. ¿Estás enamorado de mi? No lo creo. Quizá sea por que todo lo que ella hace, yo lo hago mejor, creandote un temor de que ella a mis brazos se lance. No, eso es gracioso hasta para el tetrico final de este versar. Debe ser... Algo más. ¡O quizá es la representación de ella lo que buscas!, pues sin mi pretención ella ya no enciende tu pasión. Y si yo no la quiero: ¿ella ya no es bonita, y si no es bonita, no la besas, no le amas, no la miras y me admiras? Comprobaré este punto, ya no le hablaré más. Veremos si le cumples o le dices la verdad. Escribir poemas de amor estando con la mujer amada es morir de sed teniendo una jarra de agua. Vaya amigo triste que eres. Dices que mezclas ritmos para lograr bellas melodias, mezcla tu vida con la de ella, y olvidate de mi toda tu vida. Lo que vi hace que no me arrepienta de lo que diré que esa mujer son de las que ya conquisté que esa dama con cualquiera que tenga fama de traer lana y gafás café se entrega y sonrié aunque sean fracasados los que la hagan reir y cobardes traidores quienes le hablen de usted. Pues son los más manejables, ¿no te parece? Esta es una jugada, entras, quiza dejes de ser tú, quiza, y sólo quiza, ella aprecie lo que le des. Pero jamás la querrás a ella como yo, dictan las clasicas rancheras de amor. Yo agregaria, que a ella yo la queria, por ser quien es, asi como tú la quieres por que la quise yo una vez. Cuando me aleje de su mundo, ¿de quién la celarás? Permiteme decirte: Pendejo, ¿no habeís pensado en eso? Pero que tonto eres, si de verdad la quieres, deja pues de mirarme como si me la fuera a comer. Porque asi solo demuestras lo que tanto ocultas en tus mensajes de amor que en su relación te falta algo algo que extrañamente tengo yo. Mira que la gente se da cuenta, y quizá un vivo quiera aprovecharse de tu poca autoestima. Créeme, alguien se esta dando cuenta y tiene diez años más que tú. Alguien se la esta ganando con fantocherias y deja vu's. ¡Abusado amigo! Como si no conociera a esos. Creo que no. Pues sí. Aun la quiero. Y él no la merece. Si tan sólo dejarás de ser tan cobarde, ella veria tu seguridad y la preferiría por encima de ese, viejo, que al verla: en pasión arde. Si ella cae con él, tu caerás con ella. Y yo... te lo dije.
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