Para el entremés y a ver sin entre mes y entre mes nos reparten algunas rodajas de mortadela y filemona... pues eso... unas rodajas de mortadela filemónica con su correspondiente palillo mondadientes para pasarlo mondo lirondo y abrir el apeto antes de votar a los botarates de turno y de oca en oca tiro porque me toca.
Como primer platillo volante no identificado todavía estamos a tiempo de cocinar una chaleta chalada con ensalada de pepinillos a la vinagreta con vinagre y pescados pesados (algo así como peces espadas cazados con espadas y todo eso) para que. mientras decidimos a quién votar abramos un poco las ganas de ganeta. Todo ello acompañado de gachas conquenses y puches de Valencia por aquello de que la valencia equivalente al peso atómico de 200 gramos de bicarbonato (pues es necesario el bicarbonato para poder digerir) es igual a 0'00000000001 kilocalorías ya que el kilo de calorías está, en estos históricos momentos, al igual que la prima de riesgo y sepamos que la prima está veraneando en Miami; o sea, que la prima es necesaria porque aporta algo de condimento salinoso para saber si esto es comestible o no.
Atención al segundo platón (muy bueno para filosofar con el palillo mondadientes en la boca tal como hacen en las películas andorranas) una andorga con lechuguinos y percebes tostados al rojo vivo. De esta manera lo acompañamos de trufas verduscas vegetarianas de Jululandia, que tanto come, por ejemplo, Julito Iglesias antes de ir a misa de domingo, con salsa de bésame bésame mucho como si fuera esta noche la última vez y, si es necesario, lo adobamos todo con polvillos de adoquín machacado en el almirez de la Vilanova o de la Geltrú porque adoquines es lo que más vamos a encontrar en las listas. ¡Listos! ¡Vamos a por el tercer plato!.
Tercer plato: pato, oca, ganso, cisne, anadón y papanatas (papas con natas) montado todo ello en caballo percherón y por favor hagan el favor de no sorber las grasas y dejen el sombrero en la percha; pero todo ello aderezado con calabacines, cebolletas y pescuezos de chorlitos. Podemos añadirle, para que se nos vitaminen bien los encéfalos antes de votar, sesos de pulpo y a ver si no tocamos tanto la bandurria a lo tonto porque para pulpos ya tenemos suficientes con los de Lavapiés. Por cierto, hay que lavarse los pies antes de llegar a los postres porque a muchos le jumean los tachines.
Una vez lavados los pies con asperón y tente tieso, vaciamos la cacerola del tercer plato y la llenamos de leche en polvo, movemos y removemos todo el polvo hasta que se produzca una polvareda que se nos caigan las lágrimas de los ojos y lo mezclamos con un par de huevos frescos a lo carnicero pero sin carne, a lo cual le añadimos el cabello de un ángel de Charlie de esas que están muy bien de ver y lo endulzamos con sofrito de sopicaldo maggi pero sin salpicar, por favor, porque tenemos que ir muy limpios a las urnas. A todo ello lo adornamos con un rape (o sea, que a raparse todos el pelo para no ir con greñas y a lo loco al colegio electoral) y, antes de comer el postre, una vez regresados de la peluquería, como se nos ha quedado excesivamente frío le ponemos una yesca de paloluz encendido y a ver si pagamos el recibo de la luz que nos van a dar un palo y nos la van a cortar (la luz se sobreentiende) de un momento a otro.
Café moreno agridulce pero más tirando a agrio, mientras escuchamos a José Luis diciendo tonterías con sus muñecotes; copa de ají mezclado con ajos y ajonjolí grueso o fino (a gusto del consumidor) para ir entonados en do-re-mi-fa-sol-la-si-do a las urnas y un porrito mentolado para tener aliento que nos llegue hasta los bronquios. ¡Por favor tener cuidado con la bronquitis que nos van a pegar en la Redacción!. Y no se olviden de regarlo todo con mermelada de merluzo masculino y los tropezones de gaznápiros al bajar las escaleras. Algún chorizo que otro también puede caernos.
Para los que no hayan quedado todavía satisfechos bien viene un lomo de burro, un poco de magro de cerdo más la carne de avispa que nos quiera servir el carnicero; todo acompañado de pan bimbero y cuidado con las espinosas raspas de las sardinetas y los salmonetes. Y también podemos probar algo de jineta (ginesita en pepitoria) pues es también apetecible, y para hartarse del todo se puede también zampar una maceración de macedonia compuesta de: castañas pilongas, rabilargos de lo Organización del Tratado del Atlántico Norte y gominolas robadas al alguacilillo de la fiesta taurina una vez que esté descuidado averiguando a quién va a votar. Patas de cabritos para quienes quieran, definitivamente, alimentarse como Gordito Relleno antes de votar. De cóctel viene bien una manganurria sasandra.
Y todo esto acompañado de un buen porrón con vino de moscardillas selectas y somormujo a la manera de la chulada de Fantini tiroliroliroliro la chulada de Fantini tirolirolirolirolá.
Buen provecho y si usan el baño por favor tiren el papel al cubo de la basura y no dentro del retrete. Y que no falte el retrato para la posteridad.