perdido en si
Publicado en Dec 14, 2011
Nunca me di cuenta… nunca mi corazón dejo de temblar, nunca mi lugar y estancia dejaron de cambiar, nunca nada fuera de él cambio… distinto de los demás, en silencio cambiaba mi verdad, aun lo que ocurriera… solo tomando mi mano me traía protección, aun cuando nunca me di cuenta… aun el pensar o el saberlo… nunca algo pareció cambiar… simple a la ingenuidad, distinta al compartir, sin palabras que decir, sin alguien a quien nombrar, amaba nuestra amistad, tal como siempre, hacia mí su mirar, su felicidad, lo diferente que era a todos… juntos fuimos la inspiración de una historia que no tubo camino por pintar, no tiene hecho escrito y que aun no tiene final… para mi aun no tiene sentido… paso que daba volvía a lo mismo, el mismo temor a lo desconocido, los pensamientos sin sentido… mi memoria se ocupaba de que fuera a olvidar… cada una de sus palabras, gestos, juegos y miradas… todas en aquel entonces para mí… Su plan que solo sabia envolverse más y más dentro de mí, hasta saber lo que pensaba sin tener que preguntar… como el cielo solo tenía que mirar… observando, vigilante de las llanuras perdidas en el dolor, como la luna que de noche ríe en vela acompañada de sus estrellas. Luz que junto a mí, solo añoranza invocó… la nostalgia aun no revocó… una vez más escribir la historia que ya pasó… aquella que escribimos una vez sin lápiz ni papel. Corteza del pasado, días, meses y años. Tiempo que transcurre, tú mi más anhelado deseo te me discurres entre los dedos y sin más temer… tan solo se dispone a seguir ocultando, ocultando lo que siente.... Como cuando éramos niños a como éramos grandes. Tal hoja del rio se ha hecho tan distante y entre las piedras y el fango ella sola se desapareció entre las claves de la voz, nuestra amistad solo fue lo que siguió prevaleciendo. Tal rayo de luz que nacía del horizonte, te aparecías y llamabas tras mi ventana… buscando el escondite que aun bien amabas… Oculta en la memoria que bien te ataba, distancia que se hizo, tras tanto agobió, dos o tres veces más distinto se hizo, desde pequeños a grandes hoy hemos crecido… y lo que nunca notamos hoy lo hemos obtenido, sin saber que encontrábamos, más cercanos cerca de este juegos nos encontrábamos de a risas, estrofas y palabras que con dulzura decías, sonrisas a discreción y solo de ambos un dulce tono de voz, tardes completas esperando la noche, soñar contigo es lo que siempre mi querido Daniel dispone y bajo la noche de otoño duermes tranquilo… llevas tal como yo el mismo sueño frio… aquella cálida tarde contigo, aun aquí desaparezco, aun ves lo que yo no veo, y aun veo lo que yo no tengo, cada uno tiene su algo dentro, como aquella vez, como ese nunca jamás, como la rosa al clavel, como la tierra y el mar, de miles a cientos de estrellas en el cielo de dulces rosas de tanto soñar cayeron sus pétalos, alegrías traídas por ti, se hicieron mis llantos y risas, cada uno vinieron y se han ido con tu adiós, dejaste caer tu vida en la mía y hoy vivo de tus antiguas risas, es eso y más, es eso y todo, es esto aquello lo que yo añoro, volver a hablarte como antes… escucharte quererme y decirme un te amo… sentir el temor a lo lejos, reír cuando lo amerita el momento… tal cual ayer el silencio, tal nostalgia del pasado, nuestro único secreto, cada día y noche lo recuerdo, el sol que caía del cielo, entre ese hermoso cielo, el crepúsculo de lejos… la soledad en tu compañía… llenando aun lo pasado en mi vida… tal callados como la tarde de invierno, silencio hallado entre tan poco tiempo… amistad que ha cambiado con el paso del tiempo… corriendo y avanzando por las paredes de la invención de mis anhelos… caminamos, subimos y bajamos con cada triunfar de los ríos… como la nocturna noche… risas como antes es hoy lo que siento, tus palabras trabadas en sucesos, el recuerdo perdura sin editar, los ruidos no acabaran jamás… que lo que querías decir su significado no descubriré jamás… como un vals sin nombre y una canción que con el tiempo se irá… junto a tu adiós y mi ida… lejos estas… sabiendo lo que sentías, nunca olvidare nuestros días, tiempo y pasado, clara luz que por una flor callo un día al suelo, una noche y varios días que cambiaron mi destino, las estrellas y la luna que vieron nacer mi luz, esperando en tu callar esta mi única razón y el lumbral que siempre estuvo en mi mira, sabiendo lo que pasa y pasara algún día, me iría tan lejos… desapareceré tan luego, sin evitarme todo el silencio, solo te dije hasta luego y el cielo me llevo entre las nubes… las estrellas… la luna te vio en la nada… pensó que tu serias quien se quedaría con el corazón anhelado… nunca fue la verdad la que se escucho… solo el silencio que entre los dos se oculto, no fue el sueño, no fue la timidez, no fue el sol… fue el corazón ansioso de aquel otoño… que solo a callado… quien quedo herido… solo fui yo… todo por querer tener tu amor…
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