AL ESPEJO
 
 
Miro mi faz al espejo
en la hora atardecida
y veo un trazo viejo
que viene de toda la vida.


Acaricio todo el trazo
hasta a mi piel de niño
y regreso, paso a paso,
por el degradado camino.



 
 
De nada que entiendo
sino mirarme,
veo que estoy viendo
yo a encontrarme.


Miro el espejo atento,
lo que él me enseñó,
y sonrío para el tiempo
que por mi faz pasó.


He aprendido que la vida
es todo este espejo
y que la hora atardecida
soy yo ahora a verlo…
 
23-12-2010
Orlando Faias