por la ventana.
Publicado en Dec 19, 2011
La alegría tiene algo de narcótico.
Ese éxtasis raro y perturbador, que al igual que un borrachera luego te sume en la negrura de la bilis. La niñez llena de juguetes se asemeja en algo a este drogarse ¡Alegría! ¡Alegría! y luego a la cama. Bueno, realmente todo en esta vida es así, constantemente cambiando y transformándose en otras cosas. Nosotros, mis hermanos y yo, teníamos una pieza chica en casa, una ampliación, se suponía que alguna vez seria nuestro cuarto, pero durante mucho tiempo no se habilito, ni puerta tenia y para pasar a ella debíamos saltar por la ventana. ¡Era todo un mundo ese lugar! Lleno de juguetes, a medio construir, oscuro y húmedo, aunque suene cliché, allí la imaginación lo era todo: el escondite, las batallas, las reuniones con amiguitos y nuestros clubs. Durante un largo tiempo, medible en tiempo de niños, ahí vivió la maravilla. No recuerdo bien que edad tenia cuando aquello cambio, Cinco talvez. Iba al Colegio Adventista, estaba en primero. A la famosa pieza, se le hizo una puerta, y debimos cambiar nuestras camas, mi hermano y yo, y como por un encantamiento el lugar de nuestros juegos se transformo. Y ese lugar paradisíaco evidencio sus fallas o quizá se podría decir que mostró su otra cara. Mal construido, en el invierno se goteaba por distintos lugares, uno podía adivinar la cantidad de arañas que entre sus recovecos se escondían. Pero entre todo, como siempre, había algo para soñar. Una cortina, recuerdo una oscura cortina estampada, tenía barquitos y castillos. Ejercía en mi esta cortina, un efecto casi hipnótico. Me quedaba por las noches viéndola embelesado al trasluz de las luces externas o de la luna, ¡era extraordinario!, el viento se colaba por la ventana moviendo la tela, y entonces los barquitos flotaban entre los castillos, asi a través de ella yo viajaba a la “desconocida Kadath”; Nunca le he preguntado a mi hermano que pensaba de ese lóbrego lugar, pero tengo la impresión que a el le daba lo mismo… o talvez estoy muy equivocado. ¿Era muy temprano para entender que dentro de todo lo bueno siempre hay algo malo? ¿Qué la vida no es lo que parece? ¿Qué entre lo feo o lo más triste, existe en su interior la belleza y la alegría? Talvez era un poco mayor
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