INDIGENAS - UN CUENTO VERDADERO
Publicado en Jul 12, 2009
Hoy quiero contarles, Preciosos frutos de mi sangre. Hijos míos, una parte verdadera, De la historia que ligeramente, La escuela habrá de enseñarles… El verdadero origen de esta tierra. Desde otro principio, Que proviene de miles de años, Inclusive anteriores al nacimiento de Cristo, De esta, nuestra tierra… Nuestra “Pacha Mama”. Mucho antes de los años que marcan, Los apuntes de vuestros maestros… Mucho antes de aquel 1492, Que impuso un supuesto “descubrimiento”, De un supuesto “hombre blanco Europeo”, Descubridor de una “raza nueva”. El alma de cada buena Madre, El alma de cada buen Padre, Y de cada poeta y de cada ser “bien humano”, Sufre al recordar la verdad, Que difiere totalmente de todo lo aprendido, A través de los manuales escolares. Repudien hijos de mi sangre, Todo aquello se signifique provenir De una “colonización”… Hoy mi sangre y alma es indígena. Y no desea invadirlos, sino instruirlos. Hoy quiero contarles algunas cosas, Que jamás nadie les contó, Acerca de lo anterior a 1492 Y también a lo posterior a aquella “colonización”. Chicos, nuestros antepasados, No comercializaban ni se dividían. Nuestros indígenas, solo vivían. América no tenía fronteras que la dividiese, Ni Pesos, ni Dólares, Ni moneda alguna que la ciegue. América no tenía guerras, Ni banderas que la dividan. Y tan solo una tela la representaba de punta a punta, Y esa tela contenía los siete colores, Creada casualmente en el sur de ella, Hoy llamado “Argentina”. El “dinero” no existía… La gente valía por si misma. Ya que gracias al desarrollo individual, Se establecía la posibilidad del crecimiento. Ese mismo crecimiento que solo se buscaba, Con el fin de llegar a ser compartido… Y aun habiendo existido, Verdaderos shamanes nativos y grandiosos, Nadie buscaba más que lo necesario. Nadie guardaba nada para si mismo, Sino tan solo para subsistir o para ser compartido. Eso fuimos, eso éramos… Esos aborígenes… Humanos verdaderos, Provenientes de culturas milenarias, Hermanados en comunidades amorosas. Ancestrales… Dignos de haber refugiado a Cristo… Para que nadie hubiese llegado a crucificarlo. Esos mismos indígenas que hoy, Se continúa intentando aniquilar. A esos mínimos sobrevivientes que aun existen. E intentan escapar o subsistir… Mientras que las maestras callan. Esos que nacieron tres mil años antes que Cristo, Y que desde ese entonces protegieron nuestra tierra. Y que aun hoy soportan, Desde hace mas de quinientos años, Una crucifixión que aparenta ser eterna. Exigiéndoles olvidarlo todo. Callarlo todo. Y sufrirlo todo en secreto de extinción Esos que solo saben estar: Sin banderas, sin monedas, Sin malas intenciones, Crucificados… Quizás por ser amante de la tierra… Por ser aborígenes… Por el simple hecho, De haber sido un primitivo morador de una tierra, En contraposición a quienes intentaron establecer, que descubrieron “algo” … algo nuevo solo para ellos. Que al menos justifique el gasto de aquel viaje que emprendieron… Imagínense hijos míos… Lo que hubiese sido al menos… Un tercio del mundo libre… Rico, extenso, fértil y unido… Llamado América. No olviden chicos a: Los nahuas… Los quechua… Los guadañes… Los aymará… Los yanomani… Los inguitas o esquimales… Y ni siquiera a los Indios de las praderas, Esos que habitaban en el norte, El norte que hoy se enfrenta al mundo, Resentido de haber sido indio. Contra el mundo que jamás habrá de disfrutar. Pero no importa, No se olviden de ninguno. Sean no solo americanos o argentinos, Sino mas bien humanos… Todo el porvenir esta en vuestras manos… Yo solo me despido, Contándoles un cuento verdadero… Los amo.
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MARIANO DOROLA
Claudia Riquelme
Acepta mis estrellas y cariño de siempre,
LaNegra
Julieta Torres
te dejo mis estrellas
julieta
Victor Carlos
Magnifico, extenso y muy bien producido tu trabajo, delineando la trayectoria de estos "hermanos nuestros" !
A proposito, yo tambien me he detenido en el tema y te invito a pasar por mi sitio.
Mis placemes, un abrazo.
Diego Lujn Sartori
Extraordinario. Te he dejado cinco estrellas, tu trabajo se las merece. Si me das permiso lo pongo en mis favoritos para pasarlo a algunos docentes.
Diego