Mi Dulce Condena
Publicado en Dec 26, 2011
Tu dulzura, martillo que silenciosamente dicta mi pena.
Tu ternura, cadena que, sin quererlo, el corazon me apresa. Inevitablemente, y con tu gran sorpresa, Has sido Juez en esta, mi dulce condena. Si se me permite defensa quisiera aclarar Que no busque nunca que esto llegara a pasar. Pero si de algo el destino me ha de culpar Es de anhelar con locura tu corazon conquistar. Con temor y angustia, quiero seguir Sin pensar en mañana voy a intentar de, con palabras simples, poder explicar lo que mi sentir puro, quiere decir y pedir. Al pensar en estos ruines y pobres cuartetos, no son palabras las que violentamente espeto. Son mis sentimientos los que dulcemente entrego, a causa de los tuyos, que me han robado el sosiego. Quisiera conservar tan solo una de tus miradas de tus ojos negros, piedras azabache engalanadas O una sonrisa de tu boca hermosa, inmaculada Consuelos vanos para mi alma triste, atribulada Ridiculo es querer escribir una oda a tus cabellos. Insensato componer sonetos a tus ojos bellos. Letras amontonadas, insulsas, queriendo ser versos. Cuando lo que mas en el mundo deseo, son de tus labios dulces besos Ahora el tiempo es mi enemigo La añoranza, mi cruel castigo Si bien la esperanza es mi compañera, solo espero que no me abandone a la primera. No oigo aun tu martillo bramar condena Ni te escucho siquiera dictar sentencia Si quieres aun librarme de todo cargo traigan ponzoña, para terminar el encargo Pero si quieres ceñir aun mas mis cadenas, no dudes un momento de mi voluntad suprema, de quedarme embelezado en tus preciosas estratagemas. Pero hazlo pronto, y libra a mi corazon de sus penas.
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