Historia de Alison Lilian (Guión Literario de Cine) -7-
Publicado en Dec 28, 2011
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Ya en pleno vuelo a Joseph se le ocurrió una idea.
 
- ¿Pedimos un par de vasos de vino, Lilian?
 
- ¿Para qué?
 
- Para brindar por la libertad.
 
- ¿Y qué es, según tú, la libertad.
 
- Muchas veces me he hecho esta pregunta y no acierto del todo a contestarla con valores absolutos. Hoy pienso sobre aquel grito que lanzó, a manera de banderín de enganche, el ilustre revolucionario francés Rabaut Saint-Etienne (diputado de la Asamblea Constituyente de la Convención Francesa de 1792): ""Nuestra historia no es un código!". Quería decir, con aquello, que los seres humanos no debían ser prisioneros del Antiguo Régimen sino que, muy al contrario, podían liberarse de él e inventar otra historia (el acto revolucionario por excelencia). Saint-Etienne invitaba al ser humano a tener imaginación y creatividad para que, con ambas, poder alcanzar las libertades. Era una revolución verdadera. Era la filosofía del porvenir en aquel entonces. Al ser humano lo consideraba capaz de separarse de sus determinaciones naturales e históricas con las que había vivido encadenado. Efectivamente, desde su punto de vista, debemos pensar que la historia se conoce más bien como contraria a la libertad del ser humano porque es, en sí misma, un código. Saint- Etienne derribaba a la historia como creadora de libertades y a ésta la basaba en las liberaciones (liberación va más allá que libertad) de las clases sociales, de las familias, de las herencias naturales, de la genética incluso... pero para conseguirlo el ser humano debe poner una inmensa voluntad individual para superar al determinismo histórico. Yo me pregunto ahora por la famosa ecuación de las "circunstancias" de Ortega y Gasset y de todo eso de "las causas y las consecuencias". Si somos consecuencias de actos anteriores y estamos determinados por un "yo" lleno de circunstancias... ¿es posible la libertad?. Pienso que sí. Pero desde un punto de vista relativo. Las libertades las vamos consiguiendo a medida que vamos logrando liberaciones personales y las libertades (o mejor dicho las liberaciones) son siempre de orden revolucionario e individual.  Bueno. Dejo la interrogativa en el aire. Otro día te hablaré de lo que entiendo por liberaciones.
 
- Entonces... de acuerdo... pidamos un par de vasos de vino y brindemos por la liberación.
 
- Tú lo has dicho.
 
- Esas son palabras de Jesucristo.
 
- Cierto. Eso es lo que dijo Jesucristo cuándo le preguntaron si Él era el Hijo de Dios.
 
Joseph llamó a una azafata quien se presentó rápidamente ante ellos.
 
- ¿Podría servirnos un par de vasos de vino?
 
- Desde luego que sí. ¿Qué marca prefiere?
 
- Siendo vino me da lo mismo la marca que sea.
 
- Ahora mismo vuelvo.
 
- Joseph... ¿no podrías anticiparme algo más de lo que entiendes por liberación?
 
- Espera a ver si recuerdo. Ya está. Escucha atentamente. No comprendemos hoy bien cómo se ha podido llegar a tan alta anulación de la personalidad de los seres humanos. Esto se preguntan muchos hombres y mujeres de la Tierra. En su tremendo despiste existencial llegan incluso a afirmar que es el Final del Mundo. Es la tremenda ignorancia que tanto anida en las mentes de quienes se consideran los líderes políticos, económicos, sociales, educativos y familiares, de manera prepotente y despótica. Los regímenes democráticos fallan en muchísimas ocasiones a la hora de la liberación personal de los seres humanos.  Es por ello que yo vuelvo a repetir, una vez más que, aunque fui un luchador en las calles a favor de la Democracia y la Libertad en todos sus aspectos, declaro también una vez más, que la Democracia no es para mí el mejor sistema político cuando los Partidos imponen sus ideologías, basados en el voto de la mayoría, si es que esas mayorías están totalmente confundidas. En esos casos, que suceden muy amenudo y que han dado origen a muchas Leyes aberrantes, me aparto totalmente de la Democracia y antepongo a ella la Autocracia de Jesucristo. Y no me duelen prendas decirlo porque Dios no es deudor de nadie. Si la mayoría democrática está equivocada yo, desde luego, no tengo ningún complejo en denominarme antidemócrata (y lo hago sólo en esas ocasiones en que la mayoría se equivoca) y me declaro seguidor de la Autocracia de Dios, a través del Camino de Jesucristo. Reflexiono. Si por culpa de decir mi Verdad (que es la Verdad de Jesucristo) me llegan a llamar hasta dictador... no me importa en absoluto porque quienes me conocen (y sólo quienes me conocen lo saben) son testigos reales de que siempre fui un opositor a toda clase de Dictadura sea de derechas, sea de izquierdas, sea de los centristas o sea de cualquier ideología que sea. Porque jamás he sido ideólogo (aunque sí demócrata) sino, una vez más lo repito, "ideálogo", que significa seguidor de la idea libre que, en otras palabras, es lo que Jesucristo dice en la Biblia. A quien me entienda se lo agradezco. A quienes no me entiendan simplemente les digo una cosa: "Tengo mi propia liberación personal y no voy a renunciar a ella a pesar de que no entendáis o no querráis entenderme que sé muy bien que muchos saben oír pero no desean saber oír, que muchos saben leer pero no desean saber leer y que muchos saben sentir pero no desean saber sentir.... porque no les conviene a sus intereses egoístas y antisociales. Nada más. Mañana será otro día si Dios quiere... y quizás mañana sea el día en que muchos de vosotros y vosotras sepáis oír, sepáis leer y sepaís entender".
 
- Dios mío. ¿También es eso tuyo?
 
- Sí. Me baso siempre en las ideas y no en las ideologías. Desde niño.
 
- Creo recordar que...
 
- ¿Algo en contra?
 
- No. Totalmente de acuerdo contigo. Lo que sucede es que me parece que algo de eso me dijo un día Joe.
 
En esos momentos se encontró de nuevo ante ellos la azafata con los vasos de vino.
 
- Es buen vino, caballero... porque una compañera cómo esta que va con usted se lo merece.
 
- Está bien. Se lo merece sin duda alguna.
 
La azafata se retiró una vez servido el vino.
 
- Estaba dicciendo...
 
- No. Ahora no. Ahora sólo brindemos por nuestra Liberación con L mayúscula.
 
- ¿Con L mayúscula?
 
- Sí. Con L mayúscula de Lugar.
 
- ¿De qué Lugar ?
 
- Del  Lugar donde quiera que nos encontremos.
 
- Brindo por  nuestra liberación, Joseph.
 
- Yo brindo por nuestra liberación y por la de los que están sufriendo.
 
- ¿Están sufriendo en algún Lugar?
 
- Pronto lo verás con tus propios ojos y lo escribirás con tus propias manos. Quizás ese profundo sufrimiento te sirva para alcanzar el Pulitzer.
 
- ¿Es por eso por lo que vamos a Somalia?.
 
- Sí. Es por eso.
 
Ambos bebieron de sus vasos y ella continuó la charla.
 
- Antes quería decirte que...
 
- Sí. Ahora que ya nos hemos liberado estoy dispuesto a escuchar algo de Joe. ¿Qué te dijo a favor de las ideas y en contra de las ideologías?.
 
- No recuerdo con toda exactitud porque fue hace bastante tiempo pero sé que se refería a que las ideologías siempre terminan por encadenarte y por abortar tu libertad de acción. Creo que también dijo que las idealogías, un verbo que no está en ningún diccionario actual, nunca te encadenaban a ninguna clase de fundamentos ideológicos, ya sabes... todo eso de los principios de los partidos, todo esa jerga de teoría y praxis ideológicas... bueno... el caso es que me indicó que las ideas son libres, no pertenecen a nadie y todos podemos pensarlas, expresarlas y llevarlas a la práctica si no pertenecemos a ninguna ideología concreta.
 
- ¿Te dijo algo sobre si eso era abstracto?
 
- Todo lo contrario. Me dijo que todo eso era lo más concreto que él conocía y que por eso jamás creyó en ninguna ideología política de la clase que fuera sino en la política de poder ejercitar tu libertad de pensamiento, tu libertad de expresión y tu libertad de acción liberándote de axiomas impuestos por otros que te pueden gobernar alienándote el pensamiento.
 
- ¿Me dejas que añada algo más yo?
 
- Claro que sí. Te pareces tanto que es como si estuviera de nuevo junto a él.
 
- Espera que lea esto que llevo en el bolsillo interior de mi chaqueta. Lo he escrito precisamente para momentos como este.
 
- Observo que también eres muy previsor.
 
- Soy previsor aun cuando improviso. Escucha. Eduardo Inda titula su columna de opinión de hoy como "La inteligencia emocional al poder". No estamos hablando de "la imaginación al poder" sino de la inteligencia aplicada a la imaginación como sistema de poder. De ello se deduce que la inteligencia emocional nace en las ideas, en la calidad (y no en la cantidad) de ideas que cada ser humano posee privadamente en sus neuronas cerebrales. La aplicación de dichas ideas selectivas son las que forman una vida selectiva. Y es que el mundo se rige por razones que no se deben basar ni en la física ni en la química solamente (pues en ese caso solo somos animales nada más) sino que, a ello, hay que saberle aplicar las ideas selectivas. En estas relaciones humanas que se producen en el mundo las emociones pueden ser extensivas o pueden ser intensivas. Las emociones extensivas sólo son producto de nuestra animalidad, mientras que las emociones intensivas son las que nos convierten en animales racionales. Las ideas no nacen nunca de la materialidad, como dicen muchos pensadores hoy en día (por eso el mundo está tan confuso y confundido) sino que son un producto refinado de nuestra invisible espiritualidad. Lo que sí es material es el resultado de aplicar las ideas y llevarlas a cabo. De ahí el verdadero valor de las ideas libres. Las ideas son singulares, no tienen tiempo pues son inesperadas, como dice Miguel Angel Lara o intenta decirnos con palabras más o menos parecidas. Una visita inesperada nos contagia el ánimo (por esos las ideas están relacionadas directamente con el alma) y nos llevan a actuar de manera acertada, pudiendo cambiar de forma de pensar o de forma de actuar sin tener que contradecirnos al ser completamente libres. De ahí, repito, que las ideas libres son producto de la "idealogía" y no de las ideologías. Viviendo con las ideas libres somos autónomos (independiente no puede serlo nadie) y de esta manera autónoma, sin estar dirigido por líderes ideológicos podemos tomar cualquier decisión a veces en un sentido o a veces en otro sentido si vemos que este cambio sirve para mejorarnos. Por eso las ideas nunca traicionan al espíritu humano cuando son libres, mientras que cuando son libertarias (falsa libertad sujeta a cualquier tipo de ideología) son precisamente lo contrario; o sea, una esclavitud de quiene nos imponen sus ideologías.
 
- Menos mal. Por un momento creí que estaba siendo compañera de un libertario.
 
- Jajajajaja. ¿Un libertario yo? ¿Uno de eso que proclaman el amor libre en lugar del amor noble yo?. No. No soy anarquista ni lo he sido jamás ni tampoco lo seré nunca.
 
- Aunque lo parece...
 
- Aunque lo parezco. Pero también Jesucristo lo parecía y, sin embargo, siempre estaba sujeto al Padre. Nunca atacó a ningún poder establecido aunque aborrecía de ciertos poderes establecidos. ¿Sabes por qué?
 
- Quizás porque lo que buscó fue la liberación humana en lugar del libertarismo destructor.
 
- Exacto. Jesucristo fue el más respetuoso de las Leyes... pero sólo siguió las Leyes establecidas por Dios porque las otras Leyes, y tú me entiendes perfectamente a las que me refiero, no estaban en su Evangelio.
 
- ¿Algo más, Joseph?
 
- Podemos pasar todo el viaje hablando de ello. Ahí va lo siguiente: El valor de una idea libre es lo inconfundible de nuestra propia persona cuando un ser humano es persona y no gente. Ahora algunos están sufriendo ataques de nervios por intentar conseguir algo a través de la simple aplicación del materialismo; lo cual es totalmente opuesto a la idea libre e imposible de compaginarlo con ésta. Creer que somos seres humanos libres, cuando estamos sujetos a una ideología, es una falsa creencia. Ser libres es, simplemente, poder elegir la idea que deseas elegir, la que te hace ser tú mismo o tú misma con tu propio estilo personal que, luego, si deseas, lo puedes poner o no poner a servicio de la sociedad. Depende de si además de ser libre eres comunitario. Dudar entre ser o no ser es dudar de nuestra existencia. Somos sólo cuando somos libres. Quizás esto fue lo que no pudo explicar Shakespeare cuando se lo preguntaba a una calavera en vez de preguntárselo a sí mismo. Shakespeare quería una respuesta de un ser muerto iedológicametne hablando; por eso dejó la incógnita sin poderla despejar. El momento clave de nuestras existencias es cuando descubrimos que la vida se compone de ideas sustanciales e insustituibles pero sí evolutivas y no sujetas a la sujección de una ideologia o incluso a la involución de ciertas ideologías. Ese es el verdadero logro del éxito humano. Es mejor convencer que no querer vencer. Y para convencer sólo basta con saber aplicar a la vida humana la idea libre de ideología. Porque la vida humana debe ser siempre de un orden superior a la vida humana esclavizada por un orden inferior que es el impuesto desde fuera de nosotros. Sólo somos orden superior cuando desde nuestro propio interior sabemos elegir la idea y somos de orden inferior cuando la idea nos la imponen desde el exterior. De ahí el valor de las ideas libres y no las ideas libertarias... porque, aunque algunos no estén de acuerdo conmigo, si estudiamos la Historia Humana nos damos cuenta de que el Libertarismo es sólo una ideología más... mientras que la Libertad no pertenece nunca a una ideología sino a lo que yo llamo "idealogía". Eso es lo mismo que la Liberación cristiana.
 
Llegaron, por fin, a Mogadiscio y nada más salir del aeropuerto sonó el celular de Alison Lilian.
 
- ¿Hola? ¿Quién es?
 
- ¡Alison! ¡Qué alegría oír tu voz! ¿Estáis ya en Afganistán?
 
- Señor Morris, de momento no estoy en Afganistán sino en Somalia.
 
- ¡¡Cómo has dicho!! ¡Repiteme, por favor, porque me parece que no he oído bien!
 
- Que le digo, y a ver si se limpia los oídos al levantarse de la cama, que de momento estoy en Somalia. ¿Sabe usted dónde está Somalia o le tengo que explicar que forma parte del Cuerno de África?
 
- ¡¡Inmediatamente te ordeno que vayas a Afganistán!!
 
- Ya que estoy en el Cuerno de África que se vaya usted al cuerno con eso de Afganistán.
 
- Prefiero no haber escuchado lo que acabas de decir pero ¿de quién ha sido la idea de que os vayáis a Somalia?
 
- Espere un momento señor Morris y no se ponga de morros conmigo.
 
Alison Lilian tapó, con su mano izquierda, el celular y se dirigió a Joseph.
 
- Es el señor Morris y está muy enfadado así que dile tú por qué estamos en Somalia en vez de estar en Afganistán.
 
- Está bien. Pásame el celular.
 
Una vez con el celular en su poder, Joseph comenzó a hablar con el señor Morris.
 
- Señor Morris, que haga usted el favor de no ponerse de morros con ella.
 
- ¡¡Has sido tú el de la idea de iros a Somalia!!
 
- En primer lugar todavia no estoy sordo y en segundo lugar sí. Si tiene que decirme algo baje el tono de la voz porque no quiero que se enteren en Tailandia de lo que hablamos entre usted y yo. Debe saber que la buena educación no está reñida con la buena comunicación y si va usted a seguir chillando como un poseso en vez de hablar como una persona no le explico nada y, como ha dicho Lilian, se va usted al cuerno ya que estamos en el Cuerno de África.
 
- ¿Olvidas que soy el Jefe?
 
- Olvido lo que me interesa olvidar así que olvídeme usted a mí también.
 
- ¡¡Te ordeno que la lleves a Afganistán y cumplas con tu labor de corresponsal de guerra!!
 
- ¿Puede repetirme eso hablando como una persona en vez de como un animal?
 
- Te ordeno que la lleves a Afganistán y cumplas con tu labor de corresponsal de guerra.
 
- Eso está mucho mejor. Escuche usted ahora. Mañana nos vamos a Afganistán pero mañana no siempre es mañana porque debe usted saber que mañana es cualquier tiempo futuro.
 
- ¡¡He dicho que mañana estéis en Afganistán!!
 
- Repitame eso como una persona y no como un animal de cuatro patas.
 
- He dicho que mañana estéis en Afgansitán.
- Imposible. Mañana será cuando Dios quiera y no cuando quiera usted... pero no se preocupe usted más, no vaya a ser que le dé una angina de pecho, porque ya iremos a Afganistán.
 
- ¿Y el Premio Pulitzer de ella? ¿Y tus partes diarios de guerra?
 
- ¿Y los 500.000 dólares que nos va a pagar a cada uno de nosotros? ¿Qué pasa con los 500.000 dólares que nos va a pagar a cada uno de nosotros?
 
- ¿Vas a cumplir con mi orden?
 
- Voy a cumplir con su orden pero cumpla usted antes con la mía.
 
- Está bien. ¿A dónde os giro el traspaso de dinero?
 
- Inmediatamente quiero que el dinero esté ya mismo en La Banca d'Italia en  África.
 
- Lo puedes tener en un par de días.
 
- Nada de eso. Usted tiene el poder suficiente para dar la orden de que me den el millón de dólares de inmediato.
 
- Está bien. Ahora mismo doy la orden y puedes retirar el millón de dólares en cuanto quieras.
 
- Muy bien. Parece que tiene usted mucho interés en que nos vayamos a Afganistán.
 
- Es por el bien de ella.
 
- Supongo que es por el bien de ella... aunque yo tenga que ir al frente de la guerra...
 
- No es que quiera que te pase nada malo a ti.
 
- Eso se lo haré saber cuando menos se lo espere. Adiós. Corto la comunicación y que pase usted un  día algo mejor de cómo lo ha empezado.
 
Joseph cortó la comunicación y le devolvió el celular a ella.
 
- Ya está. Ya lo tenemos.
 
- ¿A  quién tenemos?
 
- No tenemos a nadie. Estamos solos. Pero en La Banca d'Italia en África tenemos un millón de dólares para nosotros dos.
 
- ¿Cómo lo has conseguido?
 
- Porque siempre tengo la costumbre de cobrar por anticipado antes de hacer un trabajo inmejorable.
 
- ¿Y el talonario de cheques de la CNN?
 
- Por supuesto que devolveré todo el dinero que he usado con ese talonario de cheques en cuanto retire el millón de dólares en efectivo.
 
- Pero Diana ya habrá sido despedida.
 
- Pero habrá encontrado a un hombre más interesante que ese tal Morris.
 
- Sí. Pensándolo bien eso es verdad. Es a otra a la que le has hecho un gran favor.
 
- Y que conste que no cobro nada por eso...
 
- ¿Sabes algo de lo que es la fidelidad?
 
- Por supuesto que sí. Un puñado de versos y poemas nos puede llegar a rozar la singularidad de nuestra piel: una presencia de armonías coloquiales dispuestas en forma de épica culturalista; una línea clara u opaca pero siempre dispuesta a diseñar la pasión que tenemos hacia la fidelidad de nuestros sentimientos. Poco importa, en esos momentos, la narratividad de los profesionales, porque lo importante, cuando estamos con la vida en llamas de nuestros problemas familiares y fundamentales es el ordenamiento de nuestras pasiones ligado al incesante deseo de sentir la vida. Dicen que hablamos claro cuando escribimos poesía prosaica y que la comunicación de nuestras vivencias no es más que la trasposición de nuestros conocimientos existenciales a un papel en blanco. No sé cuanto de cierto hay en ese dicho, pero puedo distinguir que conocer ávidamente lo que es la fidelidad es renunciar al mundo de las declaraciones teóricas y hacerse vida en sí mismo y en la persona, de género diferente, a la que se tiene fidelidad. En este sentido, en el ser fiel a la mujer que se ama, cualquier hombre puede ser poeta solamente con no falsear su propia vida, huyendo de las consignas de la banalidad y mostrando su vida en llamas en medio de las sombras de una filosofía propia y singular, expresando su verdad por medio de la fe en vivir las creencias populares de que ser valiente no es cosa de héroes corriendo a velocidad del relámpago sino de seres sentados, en medio del camino, en un jardín de eucaliptos y escribiendo versos a su ineludible deseo de reflexionar. El valor no es solo propio de los héroes de las leyendas sino, y sobre todo, la demostración palpable de que vivimos en medio de todas nuestras pequeñas batallas, formulando soluciones mágicas en el tratamiento de nuestras vidas cotidianas; las cotidianas vidas de cada uno de nuestros interiores. Dijo un famoso personaje, ahora no recuerdo bien quién fue, que las casas son más grandes por dentro que por fuera. Por eso cuando estamos sentados en un jardín de eucaliptos, o de cualquier otra vegetación factible, si sabemos serle fie a la mujer que amamos escribimos versos a la vida y nos hacemos valientes héroes de la existencia.
 
- Me parece que estás empezando a ser mi propio héroe.
 
- ¿Y Joe? ¿Dónde dejas a Joe?
 
- Supongo que será ya el héroe de otra chica. Conocía a muchas, así que me habrá sustituido por otra sin el menor esfuerzo.
 
- Yo creo que ese tal Joe no te podrá olvidar jamás. Si es cierto cuanto me has contado de él estoy plenamente seguro de que te sigue amando y no te cambiará nunca por otra chica. Además, no conocerá nunca a ninguna más guapa que tú.
 
- Y yo que sigo pensando que te pareces una enormidad a él...
 
- Bueno. Dejemos eso para otro momento más oportuno. Ahora lo más urgente es poder sacar el millón de dólares.
 
Pocos minutos después entraron en el Banco y les dieron el millón de dólares solamente mostrando sus pasaportes y sus credenciales como periodistas de la CNN mientras Joseph hacía un depósito en la cuenta bancaria de la CNN tras hacer el recuento de lo que había gastado con los cheques. Al salir del Banco ambos sonreían como niños con zapatos nuevos.
 
- ¿No te habrás olvidado de comprar la cámara fotográfica?
 
- No, Joseph. Tengo todo lo necesario para mi gran reportaje periodístico con fotografías incluídas.
 
- Pues entonces vamos a por el coche...
 
- ¿A por qué coche?
 
- A por el que más te guste.
 
- ¿A dónde vamos a ir?
 
- Vamos a recorrir toda Somalia.
 
- ¡Dios mío! ¡En menudo jaleo me has metido!
 
- Si quieres el Pulitzer compra un coche resistente.
 
- Entonces... un cuatro por cuatro... ¿es conveniente?
 
- Si te conviene a ti es también conveniente para mí... pero recuerda que sólo tú sabes manejar un automóvil y que quien vas a conducir siempre serás tú. Yo no tengo ni idea de lo que es cambiar de marcha.
 
- ¿Tú no tienes ni idea de cambiar de marcha?
 
- Me refiero a las de los automóviles y no a lo que estás pensando.
 
- Pues es necesario que lo aclares bien... porque ya te voy conociendo mejor... y estoy viendo que eres capaz de pasar de cero grados de interés a cien grados de motivación.
 
- No. De eso no pienso hablar a no ser que esté mi abogado delante.
 
- Bien. No hablaré más de eso pero seguiré observando de cerca. ¿Buscamos el automóvil?
 
- ¡Mira allí, al fondo de la calle! Es un cuatro por cuatro.
 
- Pero tendrá dueño.
 
- Un puñado de billetes hace que pase de tener dueño a tener dueña.
 
- ¿Tú crees?
 
- Te lo aseguro. Viendo a una mujer como tú bastará con poco.
 
- Entonces deja que vaya yo sola.
 
- Mejor. Si cree que no tienes compañía te lo dará casi regalado. Yo te espero encendiendo un marlboro.
 
- Se ve que entiendes de hombres.
 
- No. No entiendo nada de hombres pero entiendo de lo que hacen los hombres cuando ven a alguien como tú.
 
- ¿El tonto?
 
- Eso es. El tonto y algo más que el tonto.
 
- ¿El ridiculo?
 
- Exacto. Veo que cada vez nos compenetramos mejor. Ya hasta empezamos a saber lo que piensa el otro antes incluso de que diga algo.
 
- ¿Empatía?
 
- Sigues acertando.
 
- Pero no te creas que por eso...
 
- Yo creo lo que veo pero también creo lo que no veo pero se puede ver.
 
- Me voy a comprar el cuatro por cuatro antes de volverme tan loca como tú.
 
Ella se fue hacia el fondo de la calle y pocos minutos después el sonido de un claxon de automóvil sacó a Joseph de su ensimismamiento.
 
- ¡Vamos! ¡Sube ya!
 
- ¿Tan pronto lo has conseguido?
 
- Sí. Era un inglés de esos que se hacen pasar por gentleman pero a saber donde se habrá educado porque insistía en que me lo vendía si daba unas vueltecitas conmigo.
 
- ¿Y qué ha sucedido? ¿Dónde está ese tal lord?
 
- Era un loro más feo que un cacatúa con paperas y que no dejaba de hablar hasta que le enseñé unos pocos billetes. Efectivamente. Llevabas razón. Algunos que se las dan de gentleman son los primeros en hacer el ridículo.
 
- Jajajajaja. Sabía que lo ibas a conseguir pero no tan rápido.
 
- ¡Rápido! ¡Que no se pare el motor porque apenas sé cómo encender este cacharro!
 
Joseph ya no dijo nada y se subió como copiloto.
 
- ¿Y ahora qué? ¿Por donde empezamos?
 
- Vamos a ver. ¿Fuciona la radio?
 
- Eso espero. Sí. Funciona la radio.
 
- Pues coge la primera emisora que encuentres y como hablan en inglés tú me vas traduciendo lo que dice.
 
Efectivamente, Alison Lilian, consiguió encontrar una emisora que se escuchaba con claridad y fue traduciendo.
 
- Los países del cuerno de África se encuentran en estado de alerta después de que dos temporadas sin lluvias hayan dejado a diez millones de personas al borde de la inanición. La sequía y el desplazamiento de población, combinados con el aumento de los precios mundiales de los alimentos, han provocado que especialmente Kenia y Etiopía se enfrenten a lo que la Oficina de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas ha definido como la peor crisis de seguridad alimentaria registrada hoy en el mundo. Saber que diez millones de personas podrían estar al borde de una muerte cruel (¡por hambre!), o de sufrir secuelas físicas por el resto de sus días, impacta. Pero saber que la crisis no es nueva, sino que ha venido desarrollándose desde hace algún tiempo, y que su gravedad está aumentando rápidamente en toda la región, indigna. El año pasado, por estas fechas, el Sahel sufría también por hambre. Hoy, el nivel de desnutrición en algunas zonas de Etiopía, Kenia y Somalia es crítico. La gente está desesperada, y si no actuamos ahora y de manera eficaz, podríamos estar ante una de las peores situaciones humanitarias que el mundo ha visto en mucho tiempo. Miles de familias en Sudán, Somalia y Kenia se ven obligadas a emigrar en busca de agua y pasto para sus animales. Una evaluación reciente realizada por nuestra contraparte CCSMKE en el norte de Kenia, destaca que las familias no podrán cubrir sus necesidades básicas de agua hasta después de las próximas lluvias, que se esperan para octubre de 2011. ¿Cuántas personas habrán muerto para entonces? Por el momento, no tienen más remedio que recurrir al uso de agua de mala calidad o contaminada, lo que puede provocar muertes por diarrea y un aumento de enfermedades de transmisión hídrica como el cólera. Nuestros compañeros de la oficina en Kenia nos transmiten de manera apresurada, casi telegráfica, una trágica radiografía de la situación: "El sufrimiento de las comunidades es evidente. Muchos adultos están malnutridos, y hemos visto ancianos que apenas podían caminar o levantarse de la cama. La gente suplica por agua a ambos lados de la carretera. Las mujeres, débiles por la falta de alimento, se ven obligadas a viajar entre 30 y 40 kilómetros para conseguir agua. Los animales están muriendo en masa, incluso las especies más resistentes, como cabras, camellos, y burros. Muchas familias dependen del ganado para su subsistencia, por lo que la pérdida de los animales les pone en una situación desesperada. Las escuelas y los hospitales están cerrando por la falta de agua. Los precios de los alimentos suben cada día. La pérdida de vidas humanas en el norte de Kenia, será pronto una realidad." Mientras, en gran parte de los países industrializados, la población sufre por sobrepeso y según la FAO cerca de una tercera parte de la comida producida para consumo humano, es decir, 1,3 billones de toneladas, acaba en la basura cada año.
 
- ¿Qué tal, Lilian? ¿Sabes ya por qué estamos en Somalia? A los del Pulitzer les encantan estas cosas. Pero sigue traduciéndome lo que dicen ahora.
 
- Un nuevo campamento permanece vacío y cerrado mientras Kenia sigue recibiendo miles de refugiados somalíes. "Es trágico que las familias más vulnerables estén atrapadas, forzadas a soportar unas condiciones penosas, mientras existen servicios en funcionamiento a la vuelta de la esquina." Las decenas de miles de refugiados somalíes que han escapado del empeoramiento de la crisis alimentaria y el conflicto actual del Cuerno de África no pueden acceder a un nuevo campamento de ayuda humanitaria que permanece vacío y sin usar mientras las familias de refugiados viven en condiciones alarmantes a pocos kilómetros de allí, afirmó hoy Oxfam. Oxfam ha exigido que tanto el gobierno de Kenia como los gobiernos internacionales hagan caso al Alto Comisionado de las Naciones Unidas, que pide que se abra el campamento y que se ponga en marcha un proceso que garantice que estas personas tengan acceso a ayuda. La crisis de refugiados en la región está creciendo y el constante goteo de refugiados se ha convertido en un éxodo masivo, con una sequía grave y un conflicto continuo que ha forzado a 1.400 personas a buscar refugio en el complejo de Dadaab en el noreste de Kenia. Otros 70.000 refugiados somalíes han llegado a los campamentos de Dolo Ado en Etiopía. "Las mujeres y los niños han realizado unos viajes increíbles: caminando durante semanas a través del desierto, enfrentándose al hambre y a los ataques de animales salvajes así como a robos armados. Todo para llegar a Kenia." Cuando llegan están desnutridos y muy débiles: lo menos que podemos hacer es asegurarnos de que tengan agua, alimentos y que reciban el cuidado necesario cuando lleguen", según afirmó el Director de Oxfam en Kenia, Joost van de Lest. El nuevo campamento Ifo II fue construido para intentar aliviar la grave masificación en Dadaab, donde los campos que habían sido diseñados para albergar a 90.000 personas están ahora ocupados por más de 380.000. A pesar de la afluencia de nuevos refugiados, el Ifo II sigue vacío y el Gobierno de Kenia ha denegado el permiso para que sea utilizado. El sistema de agua, las letrinas y las facilidades sanitarias están listas para usar pero permanecen desocupadas. El plan para la nueva extensión del campo, Ifo III, también se ha estancado. Cerca de 60.000 personas recién llegadas están instaladas en tiendas de campaña básicas fuera de los límites del campamento, con un acceso limitado a agua potable y aseos, cosa que puede facilitar que aparezcan enfermedades. Las agencias están trabajando al máximo para ayudar a los recién llegados pero la manera más rápida y eficiente de ayudarles sería facilitándoles el acceso a los servicios que ya existen allí. "Es trágico que las familias más vulnerables estén atrapadas, forzadas a soportar unas condiciones penosas, mientras existen servicios en funcionamiento a la vuelta de la esquina. Se están ignorando sus necesidades básicas," declaró Van der Lest. Oxfam señala que el gobierno de Kenia merece una mención especial por involucrarse con la crisis de refugiados de Somalia durante años, permitiendo el acceso a cientos de miles de personas mientras otras naciones hacían oídos sordos ante la crisis. Oxfam exige que la comunidad internacional facilite más fondos para apoyar a Kenia mientras los refugiados siguen llegando y esforzarse más para promover una solución a largo plazo a la crisis humanitaria de Somalia, de la que tantos refugiados están escapando. Dado que no pueden asentarse en el nuevo campamento, los refugiados se ven obligados a buscar refugio en tierras comunitarias, agravando las tensiones que ya existen entre refugiados y la comunidad local. Esta comunidad es una de las más pobres de Kenia y sufre una grave escasez de agua y alimentos tras el año más seco de las últimas seis décadas en el norte de Kenia.
 
- Ya es suficiente. Tienes materia más que de sobra para escribir algo que les entusiasme a los del Pulitzer. Como información  complementaria pùedo decirte que el campo de refugiados de Dadaab fue fundado en 1991 como respuesta a la crisis de refugiados procedentes de la guerra civil de Somalia. Se ha convertido en el complejo de refugiados más grande del mundo, y está dividido en tres campamentos: Ifo, Dagahaley y Hagadera. En diciembre de 2009, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) consiguió la autorización para expandir el complejo de Dadaab, tras una consulta extensiva con el Gobierno de Kenia. La extensión del Ifo III tiene capacidad para albergar a cerca de 40.000 refugiados, lo que aliviaría notablemente la masificación existente en los campamentos actuales. El trabajo para preparar el Ifo II fue completado a finales de 2010. Dispuesta a realizar tu gran reportaje. A los del Pulitzer les vas a dejar con la boca abierta. Te vuelvo a repetir que les encantan estas cuestiones para dar grandes premios.
 
- ¿Y hacia donde vamos ahora, Joseph?
 
- Tengo un mapa completo de Somalia. Nuestro recorrido será el siguiente.
 
Joseph sacó del interior de su chaqueta un mapa completo de Somalia y trazó la ruta.
 
- Vamos a recorrer las regiones completas de Rahanuin y de Oltregiuba, siguiendo el siguiente trazado: salimos de Mogadiscio para internarnos en las tierras secas y desoladas. Pasaremos por Afgoi, Duca de Abruzzi y Bur Acaba para adentrarnos, por Bugda Acabe, en Tigiegló, Oddur, Ted, Iet y pasamos a la segunda región que ya te he citado por Lugh, Garbarrey, Ballei, Serenli, Salagle, Caboba, Sarori, Bidi, Mabungo, Afmadú, Colbá, Dibey y Colbío. El regreso a Mogadiscio lo haremos por la costa del Índico: Chiamboni, Bur Gavo, Chisimao, Yumbo, Jamâme, Cansuma, Macasi, Brava y Merca. ¿Estás de acuero o elegimos otra ruta?
 
- Estoy de acuerdo. Lo que no sé es cómo vamos a lograrlo hacer con este cacharro viejo que le he comprado al viejo inglés.
 
- No te preocupes. Funcionará porque eres una gran conductora de automóviles. Lo que te quiero pedir es que aceptes una condición.
 
- No acepto condiciones deshonestas. Ni tan siquiera te prometo darte un beso por ayudarme a conseguir el Pulitzer.
 
- No es nada de eso. Lo que quiero que admitas es que te guardes tus 500.000 dólares y no gastes ni un sólo centavo. Vamos a tener que comprar gran cantidad de comida y ropas adecuadas para las humildes familias que se han quedado sin nada y también quiero comprar regalos para los niños antes de que muchos miles de ellos mueran por culpa de las batallas, los señores de la guerra, las enfermedades causadas por el desorden y el caos en que viven estas pobres gentes, el abandono en que se encuentran, la desesperación con la que intentan sobrevivir... y quiero que todo ese dinero que vamos a gastar sea lo que resta de mis 500.000 dólares. Quiero salir de Somalia sin un sólo centavo en mi bolsillo... pero también quiero que tus 500.000 dólares queden intactos.
 
- ¿Y crees que no es posible que te llame mi héroe?
 
- Sobre los héroes tengo mis propias ideas.
 
- ¿Cuáles?.
 
- El problema de la mayoría de los jóvenes de hoy en día es que se creen demasiado listos como para drogarse y después superar la adicción. Es falso. Siempre llega un momento en que no tienen "salida hacia atrás" y terminan en algún callejón oscuro, muertos en completa soledad. O quizás suicidándose colgando del techo de su propia habitación. Tenemos todos una conciencia. No hay excusa alguna para caer en todos los vicios (sexo, droga, alcohol, juego, violencia, odio, racismo, xenofobia, homosexualidad, lesbianismo, travestismo, bisexualismo, transformismo (que no es lo mismo que Transformación), etcétera... y que luego digan "no éramos conscientes de lo que hacíamos". También falso. Sí se es consciente (desde que tenemos uso de razón) de que esos actos matan. Y matan de verdad. No es una muerte "imaginada" sino una muerte real. Con la mentira de que se evaden de los problemas (cosa que no sucede jamás a través de esos vicios) se intentan autoconvencerse de que van a ser inmortales. Sigue siendo falso. La inmortalidad existe pero no es propia de héroes de paja ni de ídolos de barro. Los héroes, Lilian, viven descalzos. Los verdaderos héroes no son los que nos hacen creer que son porque los verdaderos héroes son quienes nunca dicen que lo son. La inmortalidad existe, Lilian, la inmortalidad existe en esta misma vida sobre la Tierra pero sólo los héroes que caminan descalzos o con zapatos tan usados que están llenos de polvo, sangre, sudor y alguna que otra lágrima con que se bañaron bajo la luna, cuando apenas nadie ve llorar a un hombre, son inmortales.
 
- De acuerdo. No sé qué tienes en tu interior pero me convences con  gran facilidad y conste que yo soy muy difícil de convencer. ¿Empezamos ya?
 
- Si. Guía el cuatro por cuatro a algún lugar donde nadie nos vea.
 
-  Pero... ¿que estás intentando hacer conmigo?
 
- Confía en mí. Considera que eres mi hermana solamente. Lo que quiero es que los dos nos cambiemos de ropa y nos vistamos con camiseta de verano,  por el calor, y con pantalones cortos, por lo mismo.
 
- ¡Pero estaré demasiado sexy y provocativa y puede que alguno pierda la cabeza al verme!
 
- No te preocupes por eso. Estaré siempre tan cerca de ti que si alguno se te acerca a tan sólo un metro de distancia que se dé por hombre muerto.
 
Una vez cambiados de ropas, tal como ella había predicho, resultaba que Alison Lilian estaba excesivamente sexy y provocativa.
 
- ¿De verdad crees que voy segura así?
 
- Ni tan siquiera lo dudes ni un segundo. Si te dije que te consideraras mi hermana eso significa que soy capaz de dar la vida por defenderte. Pero no llegará la sangre al río... aunque estoy seguro de que veremos algún río teñido de sangre.
 
En esos momentos volvió a sonar el celular de Alison Lilian.
 
- Espera. No contestes. Apaga definitivamente el celular mientras estemos en Somalia.
 
- Pero es el señor Morris.
 
- Menos caso todavía. Recuerda que mientras estés en Somalia conmigo yo soy tu Jefe.
 
- ¿Y si piensan que hemos muerto?
 
- Que piensen lo que quieran. El pensamiento de los demás no es mi pensamiento ni tampoco el tuyo. En un momento cualquiera entras y sales de mi vida como si un pensamiento blanco se hubiese transformado en una idea de mundos sumergidos en el profundo afán de seguir latiendo este corazón de almanaque donde mi alma desgrana dias y fechas conmemorativas que son los recuerdos que dejas allí.
 
- Tierra llamando a la Luna. ¡Vuelve, Joseph!
 
- Lilian, a pesar de todo lo que vas a ver... también en Somalia se puede ser poeta. Para que no lo olvides
 
que el Amor es mi sentimiento y que todo mi pensamiento sólo se centra en ti.
 
- Tierra llamando a la Luna. ¡Vuelve, Joseph!
 
-  Si tú me dices ven lo dejo todo... y a su barca la llamó Libertad... y ahí están ahí están viendo pasar el tiempo... porque el final del verano llegó... y porque el amnor es una cosa donde no hay lugar para otra cosa que no sea amar. Si tú me dices ven lo dejo todo y me marcho contigo hasta el centro del corazón del Universo, allí donde anida la Existencia en su forma más Absoluta del Sentir; para que el Mundo sepa que no hay ni existe frontera alguna que pueda detener a mi corazón cuando se trata de ti,  que eres quien gobierna mi barca... Y a su barca la llamó Libertad mi propia Conciencia y me inundé de mar gracias a las miradas de tus ojos para sentirme mas poeta que nunca y jamás dejaré, contigo dentro de mí, de navegar con esa Libertad por todos los Mares de la Fantasía convertido en lo que tú desees: pirata de los amores tuyos, bucanero de los sentimientos tuyos, corsario de los pensamientos tuyos, filibustero de los sentidos tuyos o, simplemente, un marinero nada más, pero capitán del cuerpo tuyo... Y ahí están ahí están, viendo pasar el tiempo, la Puerta de Alcalá, el Reloj de la Puerta del Sol, la Estatua de Esparteros junto al Rastro, el Instituto San Isidro de Madrid, las Calles de Alcalde Saínz de Baranda y San Roberto, la Casa de Campo, el Real Parque del Buen Retiro, el Palacio Real de Madrid, la Cuesta de la Vega y todo un sinfín de caminos ciudadanos por todo el perímetro del Madrid-Madrid donde te conocí tantas veces que el Paseo de Pintor Rosales y la Estatua de Don Quijote en la Plaza de España se han convertido en los símbolos de mi amor por ti... Porque el final del verano llegó y tú llegaste a París teniendo como único equipaje mis charlas de café con tu alma y mis besos que llenaste, en mis sueños reales, con la fresa fresca de tus labios, el color trigueño de tu piel y el sabor rojo amapola de tu sangre. El final del verano nos encontrará siempre durmiendo en este Madrid que, en estos momentos, está despertando al alba del día de hoy, martes 10 de mayo de 2010, fecha inolvidable porque jamás olvidaré esta Promesa de Jesucristo ni el milagro 16 de tu edad y el 18 de la mía... Y porque el Amor es una cosa donde no hay lugar para otra cosa que no sea Amar; amarte a ti con la A de la Andadura infinita, con la M de la Mirada infinita, con la A del Arte infinito, con la R del Romance infinito con la T del Tránsito infinito y con la infinita E de la Esperanza sin ningún tipo de falsedad. Toda mía. Todo Tuyo. Porque en nuestro Amor no existe otra cosa nada más que el Amor.
- Tierra llamando a la Luna. ¡Vuelve, Joseph!
 
- Perdona, Lilian... ha debido ser el calor...
 
- Ya te avisé que no me vistieras así.
 
- Sé soportarlo, Lilian... no te preocupes por mí que para eso estoy yo, además de estar para lo que gustes.
 
- Me gustaría no hacer este viaje.
 
- Pero como te gusta mucho más el Pulitzer pues... ¡adelante!... ¡vamos a darle el gusto a los señores del Jurado! ¡Seguro que jamás te olvidarán!
 
- ¿De verdad que vas a gastar todo tu dinero?
 
- De verdad que usaré hasta el último de los centavos que me queden en poder paliar un poco la angustia de seres que verás con tus propios ojos apenas sonreír un poco antes de expirar.
 
- Está bien. Yo gastaré también mis 500.000 dólares en ello.
 
- No. Eso jamás lo voy a consentir. Tengo la orden recibida de protegerte y ayudarte a llegar intacta a tu destino. Así que ¡vamos ya al infierno y que Dios haga posible que salgamos de él!.
 
La duración del viaje por las regiones somalíes fue, tal como había matemáticamente supuesto Joseph, de un mes completo. Alison Lilian vio cosas que jamás había podido ni imaginar en su cómoda vida de chica bien. Aquello no era, precisamente, lo mismo que el reportaje sobre los elefantes blancos de Tailandia. Aquello era el reportaje de lo que jamás debería haber ocurrido en la humanidad. Hombres, mujeres, niños, ancianos decrépitos y con sólo huesos y pellejo como única vestimenta mientras escarbaban entre el barro de las calcinadas tierras para encontrar algo que llevarse a la boca; niños tan hambrientos que iban muriendo allí mismo, antes de alcanzar la frontera, con sus cabezas deformes y sus vientres abultados mientras las ratas esperaban para darse un festín con sus despojos, hombres sedientos de sangre que mataban por matar, por el gusto de cortar cabezas infrahumanas, hambre, sol, calor malsano que destruía la piel de quienes todavía podían caminar en busca de alguna salvación que jamás encontraban, enfermos tirados sobre el suelo en los hospitales abarrotados de quejidos, el espectáculo salvaje de las alimañas deambulando entre seres humanos que parecían fantasmas en busca de unas pocas gotas de agua para aplacar su sed... y, como predijo Joseph, ríos de aguas contaminadas que corrían teñidas del rojo color de la sangre de los inocentes. Escenas tan tétricas que hasta daba pavor fotografiarlas... pero mientras Alison Lilian escribía su historia, Joseph hacía esfuerzos increíbles para sacar las mejores fotografías posibles de aquellos dantescos espectáculos mientras se esforzaba por dar todos los posibles alimentos, ropas, medicinas... y hasta algún que otro juguete para despertar sonrisas en aquellos niños y niañs que no sabían ni tan siquiera jugar. Había que enseñarles a hacerlo y eso es en lo que se entretenía en las pocas horas de descanso que él tenía mientras ella seguía escribiendo... describiendo aquel infierno donde el calor hacía que las ropas se le pegasen a la piel resaltando, cada vez más, su escultural belleza. Hasta que volvieron de nuevo a Mogadiscio.
 
- ¿Qué tal, Lilian?.
 
- Jamás he visto algo más horroroso en mi vida. He podido escribir lo que nunca me había imaginado.
 
- ¿Cómo empieza yu historia? ¿Cómo empeiza la historia de Alison Lilian?
 
- Empieza así: ¿Dolor? ¿Qué es el dolor? ¿Quién sabe de verdad lo que el profundo dolor? Los grandes periodistas de los grandes medios de comunciación, sentados en sus mullidos y lujosos asientos, teclean ante las pantallas de sus computadoras bellas frases de amor, profundas historias literarias que luego se llevan al cine para el deleite de los espectadores; pero a mi me duelen los dedos de tanto escribir y describir lo que es el dolor humano. En las grandes ciudades de los grandes países, millones de personas acuden a los lugares de la diversión para entretenerse en los vicios comunes a todos los consumidores del placer; pero el único placer que yo puedo entender, ahora, en estos mismos instantes, es el de no poder llamarme humana cuando tengo que escribir lo que es el dolor, el profundo dolor que produce la impotencia de poder seguir llamándome Alison Lilian mientras veo miles y miles de personas que ni tan siquiera tienen un nombre con el que poder ser recordados. En el mundo del desarrollo algunos llaman dolor profundo al hecho de no ser amados por una bella mujer o al hecho de no poder conseguir una boda con algún señorito millonario; pero aquí, en este infierno dantesco donde no pueden sobrevivir ni los más fuertes y en donde los buitres carroñeros son los amos de la vida, el dolor no se puede definir jamás. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, de cualquier lengua que querramos consultar, los académcios de sillón y pluma de oro, se dan el lujo de señalar que dolor proviene  del latín dolor, doloris y hasta se permiten dar dos definiciones: sensación molesta y aflictiva de una parte del cuerpo por causa interior o exterior y sentimiento de pena y congoja. Yo aquí, en estos momentos del siglo XXI, he encontrado una tercera definición mucho más exacta: dolor es lo que no es, lo que existe pero no existe, lo que no vive más allá de la tragedia. Si tuviera que titular este reportaje que escribe con el dolor profundo de las huellas de mis dedos podría poner, por ejemplo, "El mundo que nadie quiere ver". Pero yo he tenido la oportunidad de verlo y, desde luego, lo que voy a seguir escribiendo nunca jamás lo podré olvidar.
 
- No sigas. Sé que los has escrito rozando la perfección y que dejarás con los ojos ardientes del deseo, el morbo, la ansiedad de leerlo todo, a los componentes del Gran Jurado del Pulitzer. Sólo te pido que escribas, al final de tu reportaje, lo siguiente: Yo he visto la tristeza semioculta en un hueco con los vestidos raídos y la esperanza al viento, los brazos extendidos, los labios entreabiertos, decir unas palabras que tienen sentimiento... Yo he visto la tristeza cruzar por las calzadas con ojos sin miradas y apoyada en cierzo;
con ojos lastimeros de luces apagadas mirando algo cansada por venir de lejos... Yo he visto la tristeza con capucha rala, con paso arrastrado por los años del tiempo; las manos temblorosas,los hombros encorvados,
la voz muy arrugada y los pies sin tiento... Yo he visto la tristeza envuelta en los periódicos, y en las hojas mustias que se lleva el viento; verse desnutridos senos atormentados con su fruto yerto... Yo he visto la tristeza sonar en la guitarra, silbar una tonada o recordar un cuento; aterirse de frío asomada a la ventana y enterrarse con ceniza en un oscuro huerto... Yo he visto la tristeza en los días nublados desnuda caminando
por el pensamiento, bajo una clara luna, vestida con harapos, notarse su presencia  como algo nuestro... Yo he visto la tristeza bajo luces de candiles dormida en el suelo bajo el cielo abierto y la he visto los domingos
caminar por los jardines disfrazada de lluvia, de rosales y de abetos...Yo he visto la tristeza en los ojos de un niño, en la risa de un hombre, en las barcas de un puerto. Yo he visto la tristeza por todos los caminos
y la he sentido, incluso, en mi cuerpo dentro...
 
- ¿Quieres que termine así mi reportaje?
 
- Sí. No habrá ninguna duda de que deslumbrarás a los del Pulitzer. Para quienes se gozan con dar grandes premios a la fotografía de una niña huyendo despavorida y desnuda de los gases del napalm; para quienes gozan con dar grandes premios a la fotografía de  una nativa amazónica salvajemente empalada por unos energúmenos que terminan siendo devorados por los enfurecidos compañeros de ella; para quienes gozan con dar grandes premios a una fotografía de un infrahumano niño africano, sólo huesos y piel, mientras agoniza por el calcinado camino y el buitre carroñero persiguiéndole a la espera de su último suspiro para saciarse con sus despojos; para esos grandes señores de los grandes premios y las grandes salas lujosas con las más ricas alfombras de color rojo donde se otorgan trofeos para celebrar el dolor humano, la tristeza humana, la sinrazón del sadismo... será muy fácil otorgarte el Pulitzer. Para eso he podido, soportando los quejidos de mi propia alma, sacar todo este lote de fotografías que te entrego para que adornes tu profundo y hondo reportaje.
 
- ¡Esto es demasiado, Joeph!
 
Él descubrió, de nuevo, el intenso brillo de los grandes ojos de Alison Lilian cuando las lágrimas comenzaban a salir.
 
- No quiero ni una sola lágrima. Recuerda que Jesucristo dijo: "Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen". Así que deseo tomar una última fotografía.
 
- ¿Para mi reportaje?
 
- No. Solamente para que la guardes como recuerdo.
 
- ¿Y qué quieres fotografiar?
 
- ¿Ves ese grupo de niños y niñas, junto a la tapia, que tienen la mirada perdida en algún extraño horizonte y el rostro triste? pues quiero que tomes este último balón de fútbol que me queda, te acerques a ellos y ellas y se lo regales. Pienso fotografiar tu sonrisa junto con la de todos ellos y ellas. Y quiero que ésta sea una fotografía que guardes siempre como recuerdo de haber estado juntos en este infierno y haber podido salir vivos de él. Todavía sigo siendo tu Jefe porque todavía estamos en Somalia.
 
Ella volvió a obedecer lo que él le dijo, mientras Joseph sacaba la fotografía.
 
- ¡Mira! ¡Ven! ¡No es la más perfecta pero es la mejor fotografía que he sacado en mi vida!
 
Ella se acercó y miró la fotografia.
 
- ¿Me la regalas?
 
- Cumplo siempre lo que prometo. Te la regalo. Guárdala siempre en tu lugar más querido.
 
- La llevaré siempre junto a mi corazón.
 
- ¿Qué lástima que no la puedas incluir en tu reportaje?
 
- Tampoco quiero yo. ¿Y ahora qué hacemos?
 
- Ir al campamento de la Cruz Roja Internacional y pedir que nos trasladen de inmediato hasta el campamento de refugiados de Jalozai.
 
Se acercaron al campamento de la Cruz Roja Internacional, se les presentó un médico y él volvió, de nuevo, a dar la cara por ella.
 
- No la culpen a ella de que vayamos vestidos de esta manera en medio de este caos. Lo único que queremos es que nos trasladen, de inmediato, al campamento de refugiados de Jalozai.
 
- ¿Dónde está eso?
 
- En Afganistán.
 
- Nosotros no podemos hacerlo pero las fuerzas armadas de los Estados Unidos sí.
 
- Pero necesitamos hacerlo ya mismo.
 
- Esperen un momento. Voy a avisar por teléfono a ver si puede ser ahora. ¿Quién digo que necesita esta ayuda?
 
- Digales que la periodista Alison Lilian y un compañero que no tiene ninguna importancia.
 
Pocos minutos después volvió el mismo médico de la Cruz Roja Internacional.
 
- Están ustedes de suerte. En cuanto les he dicho el nombre de ella han dicho que sí. Esperen aquí mismo a que venga un avión militar a recogerles. ¿Han sido ya vacunados?
 
- ¿Vacunados? ¿Era necesario haber sido vacunados? No tuvimos tiempo de hacerlo; pero como puede usted ver nos encontramos perfectamente y con la salud intacta.
 
- Ya lo veo. No comprendo cómo no han cogido una enfermedad mortal. Debe haber sido un milagro de Dios que estén ustedes en tan perfecta forma física.
 
- Pues digamos que ha sido un milagro de Dios pero no tengo tiempo de explicárselo.
 
Después el médico de la Cruz Roja Internacional salió de la tienda de campaña y volvieron a quedarse los dos solos.
 
- ¿Sabes qué es la soledad, Joseph?
 
- De eso sé un montón.
 
- Habla en serio.
 
- Que sí. Que he conocido muchas veces la soledad.
 
- No me lo creo.
 
- Pues te equivocas. Escucha esto: Todo era una oscuridad. Una niebla. Una penumbra. Una oscuridad. Un despedirme del amor sin más remedio que aquella extraña soledad. Una niebla del tiempo. Una penumbra de la vida. Una oscuridad. Sólo una oscuridad y mil silencios de ecos lejanos escondidos entre las horas... entre aquellas horas en que no había más que un vacío y yo dentro de aquella especie de despedida de todos mis sueños.
 
- ¿De verdad conociste la soledad alguna vez?
 
- Esa sólo fue la primera de ellas. ¿Verdadero o falso?
 
- Mirándote directamente a los ojos creo que es verdadero.
 
- Pues ya está. Si crees que es verdadero solamente es porque es verdadero.
 
Se produjo un intenso silencio roto por la sirena de un auotomóvil. Era un jeep de las fuerzas armadas de los Estados Unidos. El teniente bajó del jeep y entró en la tienda de campaña.
 
- ¿Es usted la famosa periodista Alison Lilian?
 
- Soy yo.
 
- No me la imaginaba tan bonita pero... en fin... no comprendo cómo mandan mujeres así a sitios tan peligrosos. Acompáñeme.
 
- Yo no voy con usted si él no viene conmigo.
 
- ¿Quién es él?
 
- Él es el corresponsal de guerra que me va a proteger mientras estoy en Afganistán.
 
- ¿Cómo se llama usted?
 
- Joseph.
 
- ¿Y qué más?
 
- Escuche, en tiempos peligrosos los periodistas de guerra no decimos nuestros apellidos.
 
- No pienso discutir con usted pero el comandante Mac Enroe está super enfadado.
 
- Supongo que más super enfadado estará el señor Morris cuando se entere.
 
- No me interesan esos chismes. ¡Acompáñenme los dos! ¡Un avión militar les está esperando!
 
En el pequeño viaje hasta el improvisado aeropuerto Alison Lilian apenas podía mantener la risa. Aquel tal Joseph era capaz de cualquier cosa con tal de convencer a los demás.
 
- Haz el favor de llamar ya al señor Morris y decirle que vamos a Afganistán.
 
Ella puso de nuevo en funcionamiento su celular y contactó con el señor Morris
 
- ¿Quén me llama a estas horas?. ¡No estoy de buen humor así que espero que sean buenas noticias!
 
- Señor Morris, soy Alison Lilian y voy camino de Jalozai como usted dijo.
 
- ¡¡Dios mío!! ¡Estás viva! ¿Dónde te has metido durante todo este mes?
 
- Consiguiendo el reportaje de mi vida. Sí. Estoy viva.
 
- Eso quiere decir que Joseph ha muerto...
 
- ¿Quién le ha dicho a usted que Joseph está muerto?
 
- Tú misma al hablar en singular.
 
- Lo que sucede es que he aprendido que dos unidos solo somos uno... por lo menos eso dice él...
 
- ¿Quién dice esa tontería?
 
- Joseph. Está conmigo.
 
- ¡¡No!! ¡¡No puede ser!!
 
- Sí puede ser.
 
- Pues que se ponga que se va a enterar.
 
- Pues resulta que para él usted ya no existe... lo cual quiere decir que el muerto es usted... por lo menos de envidia...
 
Ella cortó la comunicación y comenzó a reir.
 
- No te rías porque no es gracioso. El comandante Mac Enroe es capaz de enviarme a Guantánamo.
 
Ella se aguantó la risa y no dijo nada. Poco después ya estaban volando hacia el campamento de refugiados de Jalozai. Una vez llegados allí fueron instalados en un barracón con varios soldados norteamericanos.
 
- Cuidado con él que tiene avisado que el que se acerque a mí a un metro de distancia se puede dar por hombre muerto.
 
- Y no lo he dicho de broma aunque pongáis todos esa cara de alelados que parecéis salidos de una comedia de Woody Allen; porque no sé si os entran ganas de reír o ganas de llorar... como sucede con las películas de ese esquizofrénico, neurótico o las dos cosas a la vez, que no las entiende ni él mismo.
 
Cuando los soldados norteamericanos iban a reaccionar de alguna manera, no les dio tiempo puesto que se presentó otro jeep; ahora del ejército afgano. En el barracón hizo su entrada un capitán de dicho ejército.
 
- ¿Es usted Joseph?
 
- ¿Es usted un fantasma?
 
- ¿Cómo dice?
 
- Que lleva usted un muy bonito uniforme.
 
- No estoy para bromas. Salga de ahí que me tiene que acompañar.
 
Pero Alison Lilian salió con él.
 
- No. Usted no, señorita.
 
- Y yo le digo que yo sí... porque no me quedo ni un minuto sola con todos esos mirándome con ojos de sapo.. que como dice él se parecen a personajes de Woody Allen. ¿Ha visto usted los ojos de sapo que tiene ese tal Woody?.
 
- No tengo ni idea de lo que me está diciendo; pero bueno... quédese aquí afuera pero no puede venir con nosotros.
 
Joseph la hizo callar.
 
- Calla. Que ya me parece qué es lo que quiere decir este tipo con turbante a lo Mustafá.
 
- ¿Cómo sabe mi nombre?
 
- Porque sólo con mirarle un poco al turbante uno se da cuenta de que usted debe llamarse Mustafá.
 
- Pues sí. Pero me extraña que tenga tan buen humor si sabe que vamos al frente de combate.
 
- Pero resulta que yo no puedo dejarla a ella sola con toda esa pandilla de sapos al acecho. Así que, de momento, no me voy con usted ni con nadie a nigún frente de combate.
 
- ¡Me ha dicho el señor Morris que le ha contratado para eso!
 
- Pero mejor voy mañana.
 
- Está bien... pero cuando se entere el señor Morris también se va a enterar usted.
 
- Sí. Nos vamos a enterar los dos casi al mismo tiempo...
 
Mustafá subió al jeep del ejército afgano junto con sus tres soldados y salió ràpidamente de allí. A los 500 metros de recorrido la bomba estalló y el jeep quedó totalmente destrozado. Alison Lilian, totalmente aterrada, se abrazó al musculoso cuerpo de Joseph.
 
- ¡Querían matarte, Joseph!.
 
- Eso mismo me imaginaba yo.
 
- ¿Que te lo imaginabas? ¿Cómo pudiste saber eso?
 
- Era muy extraño que nada más llegar aquí no me diesen algún tiempo de descanso. Alguien estaba interesado en que yo desapareciese de la faz de la Tierra cuanto antes mejor. Y me parece que el problema eres tú.
 
- ¿Que yo soy el problema?
 
- Luego te lo explico por si no te has dado cuenta todavía pero ahora lo más urgente es acudir allí a ver si ha habido algún sobreviviente.
 
Ella se agarró a la mano derecha de él y ambos acudieron al lugar del siniestro.
 
- Espera aquí, Lilian. Puede ser muy peligroso que te acerques más no sea que vuelva a producirse otra explosión.
 
- ¡Ten cuidado, Joseph!
 
- No te preocupes. Dios me acompaña... pero si no te vuelvo a ver no dejes nunca de recordarme a través de la fotografía donde verás mi sonrisa reflajada en la de esos pobres niños y niñas.
 
Efectivamente, había un sobreviviente.
 
- Capitán Mustafá... ¿Puede usted oírme?
 
- Si... puedo oírte... pero... por favor... sácame de aquí pronto.
 
Joseph desatascó, con gran esfuerzo, el cuerpo vivo del teniente Mustafá y lo sacó de entre los hierros retorcidos.
 
- Lo siento por los otros tres.
 
Llevando a hombros al capitán Mustafá se alejaron lo suficiente antes de que una última explosión terminara de destruir al jeep del ejército afgano.
 
- ¿Qué ha pasado, Mustafá? Puedes contármelo todo sin ninguna clase de reparos. Somos compañeros de batalla.
 
- De verdad... Joseph... que no sabía que habían puesto una bomba... ¿Crees que llevaría a mis soldados a una muerte tan cruel?... no lo sabía... Joseph...
 
- ¿Quién te dio la orden inmediata de que me llevaras al frente de combate?
 
- Boniface Morris... pero... él también cumplía órdenes...
 
- Luego el Jefe de todo este asunto no es Boniface Morris... ¿no es cierto?
 
- Boniface Morris y Maxime Morrow sólo cumplen las ódenes que les impone Emilian Morrison.
 
- No me digas más. En cierto modo es lógico.
 
En esos momentos apareció en escena el jeep del ejército de los Estados Unidos del cual se bajó, totalmente descompuesto, el comandante MacEnroe.
 
- ¿Qué ha pasado aquí, Joseph?
 
- Me parece que el capitán Mustafá tiene mucho que hablar con usted. Les dejo solos para que se entretengan con la linda historia. Yo tengo prisa por decirle algo a quien prometí que se lo diría cuando llegase la ocasión.
 
Joseph se acercó de nuevo hacia donde se encontraba, totalmente naerviosa, Alison Lilian. Y la abrazó para calmarla.
 
- No te preocupes. Ya todo ha pasado. Eras la ansiada presa que codiciaba Emilian Morrison. Por eso dije que, sin quererlo, tú eras mi problema.
 
De repente Joseph sacó su carnet de corresponsal de guerra y lo partió en pedazos.
 
- ¡A la eme la corresponsalía de guerra!
 
- No sé qué es lo que sucede pero ya me lo avisó mi gran amigo tailandés Phranokorn.
 
Ella sacó de su bolso todas las hojas escritas y las fotografías del reportaje y las fue partiendo en pedazos.
 
- ¡A la eme el Gran Premio Pulitzer! Prefiero ser, como tú muy bien dijiste, una gran modelo de Publicidad y formar parte del Mundo del Arte.
 
- ¿Por qué has echo eso?
 
- Porque me avisaron que, contigo de compañero de trabajo, jamás ganaría el Pulitzer... por lo menos este año...
 
- ¿Y por qué te dijeron eso?
 
- Porque me avisaron y me aconsejaron que tú me harías pensar, reflexionar y sentir. Y basta ya de preguntas tontas. Por cierto, tienes todavía que cumplir una promesa que me diste.
 
- Lo sé. Siempre cumplo lo que prometo. Tengo que hacerte una pregunta fundamental.
 
- Ardo en deseos de conocer dicha pregunta.
 
- ¿De dónde eres, Lilian?
 
- De Madrid... ¿y tú, Joseph?.
 
- De Madrid.
 
- ¿Joe?
 
- Estoy deseando hacer un viaje a la Luna porque sé que las lunáticas son las chavalas más guapas del Universo.
 
- ¿Joe?
 
- En cuanto encuentre al gordo Anthony Parrish le voy a pegar tal paliza que no la va a olvidar jamás en su vida.
 
- ¡Joe!
 
Ella se abrazó al cuello de él y le dio un beso en la boca. Después, él sujetó la mano derecha de ella.
 
- Nos vamos a casa, Lilian.
 
- Nos vamos a casa, Joe.
 
En esos momentos, en su despacho privado de las oficinas del Daily New de Bangkok, el furibundo Boniface Morris escuchó el sonido de una flauta. Alguien estaba tocándola, no de casualidad, en la calle.
 
FIN.
 
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Categoría: Cuentos & Historias

Subcategoría: Relatos



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