RESURRECCIN DEL ESCOMBRO
Publicado en Jan 09, 2012
Es domingo en la noche, ha pasado ya uno más en la temible soledad del alma. No es preocupante, es apremiante. Pero uno está hecho de letras, no de venas ni de arterias. Los párrafos de mi garganta se atoran como comida podrida, no salen. La sintaxis de mis manos está atada, más sin embargo, las imágenes pasan por mi cabeza y cómo me gustaría tener aunque sea un proyector de acetatos para mostrarte lo que tengo dentro de mi.
Ayer fue un buen día, noche de bohemia, canciones de silvio, joaquin sabina, milanés, (perdón por la ausencia de mayúsculas, es displiscencia), etc. y fui feliz cantando, diciendo con notas musicales lo podrido que traigo dentro de esta cisterna vieja. Pero, te digo, te confieso, la quiero purificar, ¿con qué?, ¿con Amor? Quisiera. Volver a empezar. Regresar no por el mismo camino porque lo conozco. Uno desconocido. Ya sé cómo quitar las piedras. El domingo amanecí a las once A.M. Quise ir a la playa, olvidar la cantaleta. Fuimos. Los mismos amigos. Amigos de verdad. Mientras vamos en el carro de Baquedano, escucho en emepetrés a Travis, la canción es "The Humpty Dumpty love song", me quiere hacer llorar pero le sostengo la rebelión al orgullo. Aquel momento marcó el resto del domingo. Me dicen que tengo el rostro melancólico. Y cómo carajo no lo voy a tener si el puto sol de las cinco de la tarde me sigue en toda la orilla de la playa... Y aparece la voz de mi abuela. Digo por dentro que no puedo más. Cómo deseo en esos momentos que el cerebro escriba en lo invisible y pasar un trapo y proyectar automáticamente las letras. Pero no es posible. Y me hundo en el mar, dejando que moje el enmohecido cimiento de mis años, esperando que al mismo tiempo lo restablezca. Pero supongo que debo ser (es decir, actuar como) un ser humano.
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Leticia Salazar Alba