SÈ COHERENTE, POETA.
Publicado en Jan 11, 2012
Publicado en noviembre 16,2009
Coherencia, amigo... la honestidad es una cualidad de honor. Es honesto quién toma la pluma y escribe con sinceridad, con crudeza. Es verdad que el ser humano necesita la adulación, ser aprobado Amado, idolatrado...pero si quieres ser respetado, entonces respeta, Respétate a ti mismo, date valor en tus escritos, escribe y encanta. Que ellos hablen por ti, no busques la gloria aquí y allá, en banalidades, No busques el reconocimiento constante, se nace con gloria, no se hace Cuanto más la busques, más esquiva te será... Afiánzate en tu decir Guarda relación entre lo que quieres transmitir y lo que escribes. Y si lo que recibes te es adverso, no busques la aprobación, indaga en ti, Replantéate a dónde quieres llegar, si es que llegar a algún lado quieres, Y si pides que tu musa te inspire, dilo, no falsees la verdad, no lo niegues. El poeta necesita a su musa, y la musa al poeta. No finjas tu sentir. No siembres confusión, malos entendidos, no alientes falsos desvaríos... Coherencia, amigo... arranca de ti tu mejor tú, tu potencial dormido Aquello que está erosionando y que intenta salir...Las vocales están Las consonantes, las rimas aún dormidas, las sonantes, las asonantes. Deja al poeta grandioso fluir y acertar y equivocarse, y volver a fluir. Pero dando todo de ti...Con honestidad, con coherencia, con dignidad...
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oscar
Un saludo
Aquí está Elvira
María Ester Rinaldi
Abrazos!!!
Marcelo Sosa Guridi
Saludos.
María Ester Rinaldi
Un abrazo, Maritè.
Cristian
No tengo palabras
Cada vez escribe mejor
Saludos
Cristian.
ELIAS NB
María Ester Rinaldi
Tiene que haber un fin último, querido por sí mismo y que sea el fundamento de todos los demás. Si esto no sucediera, y los fines siempre fueran medios para otros fines, y así hasta el infinito, nos encontraríamos con la paradoja de que los fines son fines de nada, lo cual les haría absurdos e innecesarios (ineficaces). Y como, de hecho, hay fines, por lo tanto, debe haber uno que sea fin en sí mismo y no sea medio para ningún otro.
Este fin último o bien es "la felicidad" (eudaimonía), y por eso, se dice que la ética aristotélica es eudemonista, porque considera que el fin (bien) último que persigue el hombre es la felicidad.
Ahora nos encontramos con el problema de definir qué sea la felicidad y qué es lo que la procura.
Para unos, la felicidad se alcanza con riquezas; para otros con honores y fama; otros muchos creen obtenerla a través del placer.
Sin embargo, dice Aristóteles, todos estos no son más que bienes externos que no son perseguidos por sí mismos, sinó por ser medios para alcanzar la felicidad. Es ésta la única que se basta a sí misma para ser: es autárquica y perfecta. Los demás bienes externos se buscan porque pueden acercarnos más a la felicidad, aunque su posesión no implica que seamos felices.
La virtud.
Distingue Aristóteles entre dos clases de virtudes, de acuerdo con las funciones del alma: racionales o irracionales.
" la virtud se manifiesta en un doble aspecto: uno intelectual, otro moral; la virtud intelectual proviene en su mayor parte de la instrucción o educación...., mientras que la virtud moral es hija de los buenos hábitos; de aquí que, gracias a un leve cambio, de la palabra costumbre -ethos- , viene moral, ética". (ibid., 1103,b.)
Existen dos clases de virtudes: virtudes éticas y virtudes dianoéticas. Ambas expresan la excelencia del hombre y su consecución procuce la felicidad, ya que ésta última es "la actividad del hombre conforme a la virtud". A través de las virtudes el hombre domina su parte irracional.
Las virtudes éticas
Son adquiridas a través de la costumbre o el hábito y consisten, fundamentalmente, en el dominio de la parte irracional del alma (sensitiva) y regular las relaciones entre los hombres. Las virtudes éticas más importantes son: la fortaleza, la templanza, la justicia.
Las virtudes dianoéticas
Se corresponden con la parte racional del hombre, siendo, por ello, propias del intelecto (nous) o del pensamiento (nóesis). Su origen no es innato, sino que deben ser aprendidas a través de la educación o la enseñanza. Las principales virtudes dianoéticas son la inteligencia (sabiduría) y la prudencia
1. LA VIRTUD COMO HÁBITO O DISPOSICIÓN DEL ALMA
La virtud no es innata al hombre, como lo son las pasiones, instintos o tendencias. Si fueran propias de nuestra naturaleza, todos seríamos virtuosos por el mero hecho de ser hombres, y esto, desde luego, no ocurre. pero aunque no es un don de la naturaleza, la virtud tampoco es una ciencia, como sostenían los socráticos y Platón. No por conocer qué es el bien o qué es la justicia somos buenos o justos. No realizamos la templanza por el mero hecho de tener conocimiento sobre qué sea ella.
La virtud implica voluntad, obrar a sabiendas, con conciencia. No pertenece ésta sólo al orden del lógos, sinó también e inevitablemente al ethos, la costumbre, el hábito.
Las virtudes se adquieren a través de la costumbre, el ejercicio y el hábito.
Nos acostumbramos a algo cuando repetidamente obramos de tal manera que se covierte en un hábito de nuestra conducta. No podremos ser justos sólo conociendo qué es la justicia. Debemos ejercitarla y a practicarla hasta convertirla en un hábito de nuestro comportamiento. Únicamente practicando la justicia, se puede llegar a serlo.
Aquí está Elvira
Aparte he leído este comentario tuyo, el cuál bien merecía ser un texto a publicar ya que me parece muy interesante.
Este mundo lleno de ruido y de cuestiones inmediatas no nos deja pensar en lo trascendental, la esencia humana. Tal vez muchos pensadores y filósofos han escrito sobre esto, pero ¿de qué sirve si nadie se interesa en leerlo y practicarlo?
Es por eso que tus reflexiones son tan valiosas, no en sí porque deban ser novedosas, sino porque necesitamos recordar a menudo nuestra condición humana.
Mis felicitaciones.
María Ester Rinaldi
Gracias por tus palabras, no habìa visto el comentario, me llenas de luces, gracias!!!
El...vi...ra
CEMENTO.-
PERO ME INTERESARÍA DEBATIR SOBRE ESTE PUNTO, QUE ES EL MÁS PICANTE DE ESTA PARRAFADA:
''se nace con gloria, no se hace''
LA SUPOSICIÓN, DE VIOLENTÍSIMA INTRANSIGENCIA, DE QUE UNA VIRTUD -POR TANTO TODAS- ES INNATA Y NO PUEDE ADQUIRIRSE NOS REMITE A DEBATES TAN INTERESANTES Y TRASCENDENTES COMO EL DE PELAGIO CON SAN AGUSTÍN, Y DE HECHO, HASTA LA MISMA DOCTRINA NAZI.
SI LAS VIRTUDES NACEN Y NO SE HACEN ¿ENTONCES NO ERA COMO DECÍAN LOS NACIONALSOCIALISTAS? ¿NO ESTARÍA JUSTUFICADO EL ASESINATO SISTEMÁTICO DE PERSONAS A LAS CUALES ELLOS LLAMABAN ''CARENTES DE VALOR'', O ''PORTADORAS DE PLASMA GERMINAL DEFECTUOSO?
SUERTE.
CEMENTO.-
María Ester Rinaldi
María Ester Rinaldi
Virtud: ètica, moderaciòn, integridad, entre otros.
Me pareciò interesante la propuesta, en realidad la frase apunta a buscar fama o notoriedad
pero ya q lo propones, tratarè de encontrar un nexo, o no.
ELIAS NB
Marité, te admiro... y admiro este mensaje que tanta enseñanza refleja a quien sepa interpretarlo.
Besos, y un fuerte abrazo.
ELIAS NB
Verano Brisas
María Ester Rinaldi
Gracias, querido amigo.
Un abrazo.