Tenía yo entre 2, 3 ó 4 añitos nada más pero me aucerdo como si hubiese sucedido hoy mismo. El asunto es que mi hermano pequeño Máximo (al cual conociamos como Maxi para diferenciarlo de Isa, Emilín, Boni o yo que me llamaban Jose) tuvo una enfermedad realmente muy grave. La verdad es que estuvo a punto de fallecer por las altas fiebres que tenía; pero mi abnegada madre estuvo días y hasta semanas cuidándole con tanta entrega y amor maternal que no se despegaba de la cama donde yacía Maxi.
El médico venía todas las tardes a pincharle el fármaco necesario para devolverle la sana salud y mi madre llegaba hasta el esfuerzo de pelar las uvas para quitarles las pepitas y que de esta manera Maxi las pudiera ingerir sin peligro alguno. De verdad que es cierto que mi madre se pasaba horas y horas atendiéndole mientras pedía a Dios que no se lo llevara tan pronto. Me acuerdo que el médico (le decíamos practicante en lenguaje madrileño pues vivíamos entonces en la calle madrileña de Alcalde Sáinz de Baranda, número 56, 5-D escalera izquierda) le tomaba todos los días la presión para ver como evolucionaba la enfermedad... hasta que gracias a sus inyecciones y el enorme cuidado que tuvo mi madre para con Maxi, superando fatigas y cansancios, se salvó mi hermano pequeño.
Con el tiempo ¿qué sucedió para que Maxi se aliara con Emilín y Boni para dividir a la familia olvidando aquellos días de sacrificio de amor maternal de mi madre que consiguió salvarle de la muerte? Desconozco si Maxi tiene recduerdos vivos de aquellas escenas (yo sí que las tengo por supuesto) pero estoy seguro de que lo sabe porque muchas veces se comentó, a través de los años de nuestra infancia y juventud, esa historia verdadera en casa, cuando todos teníamos por costumbre sentarnos alrededor de la mesa donde mi madre y mi abuela encendían en los días de invierno el brasero para que estuviésemos calientes porque en  esas épocas invernales hacía mucho frío en la casa.
Desconozco por qué razón Maxi fue tan desagradecido con mi madre pero quizás sufra de amnesia o esté hipnotizado por Ëmilín o algo raro pasa.