El Budo en la vida diaria
Publicado en Jan 13, 2012
Budo... ¿Qué es Budo? Según mi estimada Wikipedia, Budo es un término que engloba el conocimiento técnico de las artes marciales japonesas llamado Bugei (Bujutsu o "Artes de combate") y un conjunto de normas éticas para sus practicantes referidas a su aplicación. Sin embargo el Budo no es sólo para los Samurai, el Budo es una cosmovisión, una forma de ver y entender todo lo que nos rodea. Quien practica el Budo es llamado Budoka, este individuo no está exento de existir en el mismo mundo que todos los demás colegas seres humanos, sin embargo para él cada acto y situación del diario vivir pasará primero por un filtro filosófico y espiritual. Así el Budoka ve a las personas de una manera distinta: la persona que sabe menos que el Budoka, es un posible alumno; la persona que sabe más que el Budoka, es un posible maestro; la persona que desea el mal del Budoka, es su enemigo y por tanto debe ser vencido, pero no eliminado. Sutiles diferencias, pero sin embargo en los detalles está el verdadero arte, y espero que estemos todos de acuerdo en que "vivir es un arte". Sin embargo para desgracias de la humanidad, no todos los seres humanos somos buenos artistas, por lo cual hay quienes logran una vida verdaderamente plena y quienes pasarán sus vidas ahogados en las diversas miserias del devenir. Así el Budo es una forma de hacer arte, cuyas herramientas artísticas son sutiles, pero que sin embargo calan profundamente en la materia prima que llamamos realidad. Diferencias entre un Deportista y un Budoka El Budo es lo que distingue un arte marcial de cualquier otro deporte, se puede tener una musculatura envidiable, una gran agilidad, fortaleza y salud; pero el tiempo y el destino son enemigos implacables que finalmente nadie puede vencer ni evitar. Los músculos se debilitan, el cuerpo se vuelve lento, los brazos y la espalda pierden fortaleza y la salud eventualmente decae. Así cuando cualquiera de estas debilidades llega a una persona, nos encontramos en una desventaja física en contra de un posible adversario, especialmente al momento de enfrentarnos con una persona más joven. Este es el momento en que el verdadero Budo tiene sentido y en que el Budoka prueba que su entrenamiento y visión de mundo tienen algún sentido. El deportista al encontrarse con cualquiera de estos impedimentos, sea por la edad, un accidente, obligaciones académicas, laborales o familiares, generalmente optará por dejar de practicar su deporte, se verá obligado, por fuerza mayor, a dejar de lado lo que por hobby o pasión, llenó tantas veces sus ratos de ocio o recreación. Sin embargo el Budoka, jamás dejará de lado su arte marcial, pues el camino del Budo una vez que es abrazado, jamás puede ser desechado, es una luminosa llama que ilumina todos los aspectos del diario vivir, tanto en el dojo como en el hogar y el trabajo, al encaminar los pasos por la senda del Budo, nuestra vida nunca vuelve a ser la misma, y me apena decir que quienes no sienten esto al practicar arte marcial, simplemente aún no han encontrado esta senda; tal como el pedagogo de corazón que una vez que elige este camino, nunca dejará de enseñar; el verdadero policía que a pesar de no estar de uniforme no dudará en salir en defensa de la víctima que se encuentra en peligro; así mismo el buen bombero que sabrá llegar al incendio sea corriendo o sea volando; y el médico de corazón que con o sin su blanco uniforme no duda en levantar la voz y decir: ¡Yo soy médico! ¿En qué puedo ayudar? El Budoka no necesita de indumentaria, el deportista si Para el deportista la correcta indumentaria es esencial para el óptimo desempeño de su deporte y la minimización del riesgo al practicar. El futbolista requiere canilleras, calcetas, guantes para el arquero, etc. Ni hablar del golfista o del pescador. Todos ellos necesitan de una indumentaria específica para realizar su actividad. Sin embargo el Budoka se contenta con tener su cuerpo, todo lo demás es sólo un accesorio. Es verdad que en las escuelas de artes marciales se suele exigir un traje y que en muchas de ellas haya una gran cantidad de equipo destinado a la práctica y entrenamiento, pero he ahí el tema. Un arte marcial que no puede ser practicada en cualquier momento y lugar, no es realmente en todo el sentido de la palabra un "arte marcial", sino más bien un mero deporte. La ropa no es la apropiada, el piso es muy duro, no tengo el equipo apropiado; estas son todas escusas, pero la verdad es que el Budo es algo interno, proviene del corazón e irradia hacia el exterior; el Budo no requiere más que determinación y dedicación; el Budo es para guerreros, los cuales están dispuestos a luchar por lo que aman; el Budo es un concepto abstracto pero con aplicación concreta al diario vivir. Todo esto es mucho más que un deporte, el Budoka no es un deportista, el Budoka es un guerrero, un artista, un filósofo y un poeta. El Budo no teme a la muerte, pero tampoco la busca El artista marcial serio tiene siempre presente el recuerdo de que es un ser mortal, con un cuerpo de carne y huesos, cuya salud y existencia dependen de muchos factores que generalmente están fuera de su propio control. Por ello el Budoka entrena su cuerpo y mente, preparándose para una batalla que tal vez nunca libre, pero que a pesar de ello no escatima en esfuerzos para ser cada día más fuerte y sabio. Todo ese tiempo y trabajo dedicado para, tal vez, algún día aplicar lo aprendido y salvar la propia vida o la de los seres amados. El Budoka entrena con cuidado, pues él sabe mejor que nadie como destruir el cuerpo, por eso cuida y respeta el cuerpo de su compañero de práctica, quien confianzudamente pone su humanidad al servicio del aprendizaje del otro, para que cuando el Budoka preste su cuerpo a su compañero para que él pueda aprender, lo hace con serenidad y confianza de que no recibirá más dolor ni daño del exclusivamente necesario para que ambos aprendan, uno a provocar dolor y el otro a soportarlo. Palabras de un joven Budoka "No importa la fuerza física, peso, estatura, velocidad o destreza. Tales atributos son pasajeros y accesorios de lo realmente importante. El artista marcial, no practica por vanidad, avaricia, odio, fama o admiración; el verdadero Budoka entrena día a día para alcanzar la armonía cuerpo, mente y espíritu; y para intentar a fin de cuentas, ser mejor persona." (Erik Villegas - Artista Marcial)
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Umberto Senegal
No lo dudes: muchas personas tienen que sentirse aludidas cuando se les señala este camino. Y de una u otra forma, pueden aproximarse a él. Budo no llama. Budo está ahí, siempre como puerta abierta por donde no es necesario atropellar a nadie para entrar y encontrar al auténtico Sensei de nuestros combates interiores. Gracias por compartir inquietudes tan íntimas en tu vida. Me imagino que ya conoces la revista virtual El Budoka 2.0. Búscala en internet que es fácil llegar a ella. Encontrarás temas de formación en este arte de vida que, con seguridad, te inducirán a continuar compartiendo temas semejantes o iguales. Un abrazo budoka desde el Quindío, Calarcá. Budo no está lejos del sendero del Tao ni del sendero del Haiku.