SUEO.
Publicado en Jan 15, 2012
¿Aún ríe tu cuerpo con la intensa caricia
de la mano o del aire y en ocasiones reencuentra en el aire otros cuerpos? Muchos de ellos retornan con un temblor de la sangre, con una nada. También el cuerpo que se tendió a tu flanco te busca en esta nada. Era un juego liviano pensar que un día la caricia del alba emergería de nuevo cual inesperado recuerdo en la nada. Tu cuerpo despertaría una mañana, enamorado de su propia tibieza, bajo el alba desierta. Un intenso recuerdo te atravesaría y una intensa sonrisa. ¿No regresa aquel alba? Aquella fresca caricia se habría apretado a tu cuerpo en el aire, en la íntima sangre, y habrías sabido que el tibio instante respondía en el alba a un temblor distinto, un temblor de la nada. Lo habrías sabido igual que, un día lejano, supiste que un cuerpo se tendía a tu lado. Dormías con ligereza bajo un aire risueño de efímeros cuerpos, enamorada de una nada. Y la intensa sonrisa te atravesó abriéndote los ojos asombrados. ¿Nunca más regresó, de la nada, aquel alba? AUTOR: CESAR PAVESE.
Página 1 / 1
|
LAPIZ ESCRIBE
Silvia
MAVAL
los sueños de pronto
se hacen realidad!
uno nunca sabe!
saludos cordiales!
Sayen
gracias por la buena lectura a mi me gusta lo variado que he leído
hasta este momento.
Saludos, Sayen
AMADOR