Como un Cuento (Poema y Análisis Literario, Gramatical y Social)
Publicado en Jan 15, 2012
INTRODUCCIÓN
Como un cuento de pleamares y sonrisas es tu ligero despertar en mi aposento. Como un cuento sin barreras ... sin premisas que nieguen a tus labios mi acento. Como un cuento encendido de frágiles sumisas amapolas rojas en el viento. ANÁLISIS SOCIOLITERARIO (DESARROLLO) Con 3 isas y 4 entos (sonrisas y encantamientos adecuados al contexto propio de este poema) se poetiza todo un sentimiento. Es un despertar ligero al contacto de los labios amorosos: los pleamares significan el término creciente del beso encendido que deja su grabación plasmada (su acento) en los labios de la mujer enamorada (besos como frágiles y sumisas amapolas rojas). Y, como es ligero y sostenido, rompe con todas las barreras de las prohibiciones ajenas a nosotros mismos y todas las premisas impuestas por las falsas amonestaciones pseudomoralistas que, por esa razón, no pueden impedir que yo la bese en sus labios. Mi acento es el sello particular de mi personalidad, transmitido a través de ese beso que me funde en un solo cuerpo con mi propia esposa. Si os dáis cuenta, la mujer enamorada está encendida en el aposento privado y particular y de ahí que el acento concuerda con ese acto amoroso de la intimidad matrimonial, cristina y cristiana a la vez. Es como un cuento porque tiene un planteamiento (la escena del despertar siendo besada ligeramente para no conturbar su profundo sueño), para luego entrar en un desarrollo de beso deshinibido, sin censuras clericales ni laicas, que, al final, presenta un desenlace en el encendido frágil de las amapolas pero profundo por su color rojo que, en este momento, significa sus labios entrando en mi persona como viento vivificador (son labios ardientes pero frescos) del alba. Es un cuento porque presenta a una protagonista principal (Ella) que gira alrededor de un eje central (yo a través de mi beso) y esa protagonista es implícita (mi esposa) siendo yo un protagonista explícito o viceversa si se quiere cambiar de posición visual o incluso ambos somos implícitos y explícitos a la vez según nos ubiquemos en el interior de los personajes o estemos observando la escena desde afuera (como si de cine se tratase); porque el poema es completamente una historia cinética en su ritmo: ritmo de quietud en continuo movimiento como ocurre numerosas veces en las escenas cinematográficas. Sus labios no pueden ser censurados porque es mi boca la que los busca destruyendo cualquier prejuicio y la huella que se queda en ellos (en los míos por supuesto) es la parte sustancial de mi acento propio que, esta vez no es palabra oral sino que está escrita a través del verso en sí mismo, que viene a ser acción premeditada para hacerla despertar sin estridencias. Mi mujer se sitúa en un plano de sumisión porque no sólo acepta libremente el beso sino que lo acompaña y lo prolonga con el término creciente (el pleamar in crescendo acompañado de sus sonrisas). Las sonrisas son señales de aprobación total y voluntaria al acto de ser besada sin permiso previo y la acción de Ella es, por eso, participativa y activa en este mismo hecho de ser besada y besar a su vez. Frágiles sonrisas es totalmente coherente con la imagen que quiero dar a entender en este sentido del beso encendido y el encabalgamiento con amapolas rojas completa perfectamente el sentido del beso encendido por la mutua correlación de dos fuerzas centrífugas complementarias: mi acento (voz transmitida en un acto silencioso profundamente gestual que la invita a despertar y sonreír) y, a la vez, su encender el momento participando y prolongando la secuencia. Es el mejor momento que puede existir para despertar a una mujer amada con la que se ha dormido placenteramente y el hecho, fehaciente y oportuno, de las sonrisas, viene a significar que la noche ha estado llena de acto sexual amoroso que Ella recuerda, al despertar, porque ha formado parte de su sueño profundo; ese sueño profundo en que se encuentra y que tiene un fin (un punto y seguido exactamente) en el despertar de los pleamares siendo besada y, al mismo tiempo que dura el beso sostenido, siendo incitada a la prolongación del acto sexual amoroso a través de esa significación metafórica inicial de los pleamares (ya que de amor estamos tratando) y que los hago marinos porque son el conjunto global de una sensación ardiente pero fresca a la vez (el frescor de la mañana tras la caliente experiencia vivida a través de las relaciones sexuales anteriores al sueño). De ahí que el beso se realiza en mi propio aposento, como dando a entender que toda Ella me pertenece sólo y únicamente a mí y que por eso es parte intrínseca e inviolable de mis propiedades privadas (particularidad exclusivista de un matrimonio comprometido y cristiano). No es un régimen de machismo sino un régimen de posesión absoluta, sin ninguna clase de renunciación a Ella ni de intromisión de extraños o ajenos a los dos: Ella y yo solamente. Como una exclusividad de derechos de autor en la que Ella participa plenamente con su entrega libre pero total. Imposible que pueda ser compartida con ningún otro ser vivo o muerto. Esto no es un hecho de posesión forzosa, sino de posesión voluntaria en la que Ella entrega toda su voluntad y confianza al único hombre que ama y es por eso por lo que sonríe, ya que su entrega la hace enormemente feliz. Sueño y realidad se conjugan en un único cuadro que es esa manera de cuento (ya que todo el beso inicial enciende una historia que comienza en el acto presexual amoroso realizado anteriormente y se continúa en los actos sexuales derivados de ese acto presexual). La noche ya vencida, dentro del contexto matrimonial, se continúa con el despertar, y el recuerdo que trae ese despertar de enamorados, significa que habrá una continuación del acto sexual amoroso; o sea, una invitación a repetir el acto ya celebrado anteriormente. E ahí que se rompan todas las barreras impositivas y prohibitivas del mundo exterior y toda clase de premisas dubitativas. Hay que tener en cuenta que las premisas son proposiciones silogísticas formuladas para inferir y sacar conclusiones pero, en este caso concreto, al hilvanar los dos actos sexuales (el ya realizado y el que se va a realizar) a través del ligue que significa el beso intermediario, no estamos pidiéndonos ninguna meditación filosófica sobre la trascendencia o no trascendencia de nuestro acto, ni ninguna cuestión previa ni, por supuesto, ningún plateamiendo de si es adecuado o no es adecuado al llevarlo a cabo o de qué manera hacerlo. En este caso concreto lo natural es perfecto, sin prótesis de ningún tipo que coarte nuestra propia voluntad de ser tal como la naturaleza nos ha hecho. Por el contrario, el acto sexual matrimonial, en este sentido en que lo plantea el poema, es una decisión consciente (inconsciente al mismo tiempo porque no se para en divagaciones de ningún tipo) para seguir amándonos sin discusión previa, dado que damos por supuesto y aceptamos como tal que el hecho lo podemos realizar sin pedir permiso a ningún supuesto interpretativo, dubitativo o mediativo, que frene, aunque sea momentáneamente, la ruptura con cualquier postura dialéctica (pues no hay palabras posibles que nos puedan detener ya que hemos dialogado lo suficiente al comienzo de la noche anterior). Sólo el acento en forma de gesto incitativo, que Ella acepta sin palabras igualmente, es el que confirma que lo dialogado se mantiene en pie y por eso sus sonrisas son placenteras (para Ella y para mí al mismo tiempo) y resultados de una posición libre, liberada y voluntariamente sumisa (que no sometida), tranquila pero potente a la vez; para satisfacer al esposo amado. ¿Qué encontramos aquí de machismo dominador o de femenismo recalcitrante e intelectualista? Absolutamente nada. Aquí, en el momento poético del despertar y la posterior incitación a celebrar el acto sexual, lo único que encontramos es a un hombre y a una mujer, tal como la Naturaleza Divina (hecha por Dios) los ha creado, que están de mutuo acuerdo y que se entregan a una mutua aceptación. Las premisas, por lo tanto, han desaparecido para dar paso a un hecho muy concreto que damos por válido desde la noche anterior. El diálogo ya no existe porque se había producido y agotado antes del primer acto sexual amoroso. Aquí lo único que hay es una continuación natural de aquel primer acto que, totalmente de acuerdo ambos, deseamos prolongarlo sin injerencias de ningún tipo que vengan a romper el encanto del poema. Es un encadenamiento de reacciones propias de lo efectuado durante la noche anterior y que vamos a prolongar (tras el beso despertador) buscando sólo un motivo de satisfacción mutua y nuestro propio impulso creativo. Todo ello, por supuesto, tras pedirle a Ella su entrega amorosa y su aceptación inquebrantable y sin límites (excepto los que nos ponemos nosotros mismos de mutuo acuerdo). Una libertad absoluta que mi esposa me otorga sin ceremonial alguno salvo el instintivamente amoroso. ¿Por qué el viento es precisamente el que juega papel importante en el contexto de este poema? Porque el viento es caricia sobre su piel y la mía y el beso es, asímismo, caricia igualmente y ambas sensaciones vienen al mismo tiempo que los cuerpos están calientes bajo las sábanas (cuento encendido y escondido, latente pero impenetrable para los demás ya que es un relato de acción amorosa privativa que se despierta intuitivamente para, una vez refrescada la memoria viento del alba, transformarse en ardiente entrega de Ella y ardiente posesión mía, libres ya de cualquier encubrimiento aunque las sábanas sigan teniendo plena vigencia porque sirven para dar suficiente calor y color a todo el contexto del poema. Color de palabras y calor de síntesis de dichas palabras. Si contáis el número de sílabas que he empleado en los versos que componen el conjunto total del poema, observaréis que, más o menos exactamente (porque hasta de esas discusiones academicistas me he despreocupado) obtenemos una serie consecutiva de 12, 13, 4, 8, 10, 15 y 9 sílabas (un total global de 71) lo que quiere decir que, manteniendo un fuerte y profundo ritmo y una completa y rica gama de rimas en consonantes (3 isas y 4 entos como os decía al principio), me salto voluntariamente y con total intencionalidad (propia de poetas valientes y decididos) cualquier regla matemática que enfríe el sentimiento de lo que deseo expresar y que viene impuesta por los frígidos pensadores de la poesía matemática (absurda imposición para la Poesía en general y más aún para aquella Poesia que saca sus ritmos y sus rimas desde el mismo hondo corazón y sentidas por el alma del poeta libre) y huyo de la también absurda posición de los cientifistas (que no científicos) de toda clase de Arte. Construyo un pentámetro (5 versos) símplemente porque sí (salvo que en esto de los actos amorosos hay que aplicar, al menos, los 5 sentidos más reconocidos) y cierro el poema con total y entera libertad sin cortapisa alguna a través de un par de versos (no pareados porque sería entonces demasiado artificioso) porque me sirven de ligazón entre el beso y lo que propongo después: algo así como una antesala poética y articulada con propósito premeditado no consciente sino simplemente surgido de mi espontaneidad creativa (punto cero vorémico), propio de cualquier artista que huye de los academicismos anticuados y determinativos que cercenan el verdadero arte de la libertad poética de los soñadores. Sin barreras... sin premisas (si os dáis cuenta) es el verso central del conjunto de un pentagrama más un pareado (no rimado entre sí). ¿Qué significa ese verso central dentro del contexto general del poema? La intencionalidad inconsciente pero plenamente lúcida y lucida de un poeta que sabe perfectamente qué es lo que busca con sus versos y cómo manejarlos inteligentemente en la búsqueda de ese Gran Sueño de su alma un poco trovadoresca y un mucho bohemia. El eje central de toda mi creación artística elaborada desde un inicial "como" que, al final, dejo que lo resuelva el viento. Observemos ahora los verbos empleados en el poema. Si ponemos atención suficiente encontramos primero un despertar en mi aposento. ¿Qué significa un despertar cuando de amor tratamos?. Un ligero pleamar de sonrisas (palabras anteriores al uso de este verbo). Después vemos nieguen del verbo negar. Si observamos bien, antes de su uso he empleado el eje central (sin barreras sin premisas) lo cual rompe lo negativo del verbo y lo convierte en positivo (que es manera muy usada por mí en la literatura en general). Y terminamos por ver, si nos fijamos bien, en un encendido (del verbo encender) que es la verbalización definitiva del poema (amapolas rojas en el viento) manera genialmente metafórica (más allá de su perfección o imperfección) que da el verdadero color al poema. Porque si tuviésemos que usar un color para pintar el poema en un imaginario lienzo, tendríamos que utilizar el único que existe, en principio (y ya hablaremos de este aspecto en otro momento) en sus versos: rojo (rojas amapolas exactamente). ¿En qué tiempo verbal está escrito el poema?. En un presente indicativo de que es una realidad actual que se cumplirá en el mismo segundo exacto en que se llegue la conclusión del tiempo soñado. El Gran Sueño del que os hablo continuamente. Es el verbo ser (es). Primero de los tiempos verbales que he usado y que lo he dejado para el final de este análisis para demostrar la veracidad del milagro poético . Sigo el análisis con la dualidad ¿violencia o pacifismo?. El tema es hondo, profundo y fuerte , pero todo él está automáticamente lejos de cualquier verso violento sino todo lo contrario; ver ligero despertar (no violento despertar) y frágiles sonrisas (no duras sonrisas). Esto demuestra el carácter y la personalidad pacíficamente firme de los dos protagonistas (Ella y yo) En cuanto al equilibrio estructural del poema podemos observar algo muy curioso e interesante; sucede que de los 7 versos de que se compone el poema, los 2 primeros son de arte mayor (más de 10 sílabas con rima isas y ento)... y los 2 últimos son también de arte mayor (más de 10 sílabas con rima, asimismo, isas y ento) mientras que los 3 versos centrales son de arte menor (10 o menos de 10 sílabas) y tienen otra simetría más en la rima: isas-ento-isas. Luego es un poema completamente equilibrado escrito por un poeta totalmente lúcido y equilibrado... además de lucido... Veamos algo más: resulta que a lo largo de todo el texto del poema sólo existe una metáfora, pero de tal trascendencia para el tema de que se trata (un beso profundo y rotundo que da pie a todo lo relacionado con el sexo hombre-mujer) que se refiere a los labios de la mujer ("amapola rojas" es metáfora de los labios de mi esposa) y como es tan trascendental dicha metáfora la sitúo en el último verso para dar, al final del poema, la máxima fuerza e intensidad posible. También podemos sacar una conclusión bastante interesante igualmente. Que de los 7 versos de que consta el poema (5 más 2) son los 2 últimos donde he volcado toda la sensualidad permitida a la clase y estilo del poema y resultan, efectivamente, los 2 versos que más sensualidad poseen en todo el poema y debemos observar, igualmente, que es una sensualidad de tipo ascendente. ¿Qué quiere decir este ascender la tensión sensualista del poema en la parte final? Pues, ni más ni menos, que al final del beso, el hombre y la mujer están totalmente en "caliente" para entrar a realizar el acto sexual. Esa es, al menos, la que debe ser la manera de besar más efectiva si queremos amar a una mujer como hombres pero no como machistas. Observemos otra curiosidad que demuestra la gran genialidad con que está escrito el poema. Si os dáis cuenta existe, en su contenido y en una sola ocasión, el signo de los tres puntos suspensivos. Y vemos que se encuentran, justamente, en el centro matemático del eje del poema ("sin barreras... sin premisas") pues bien, contemos las sílabas anteriores a los tres puntos suspensivos y las sílabas posteriores a los tres puntos suspensivos. Vemos algo realmente extraordinario y es que antes de los tres puntos suspensivos hay 4 sílabas (sin barreras) y después de los tres puntos suspensivos hay 4 sílabas igualmente (sin premisas) lo cual sólo puede hacernos exclamar: !equilibrio asombroso tanto del poema como del autor del poema! En cuanto al aspecto gramatical, en el análisis de las oraciones y sin tener en cuenta la normas academicistas (castradoras muchas veces de la libertad de expresión), está claro que son dos personas los sujetos activos a través de dos tús (tu ligero despertar y tus labios) más dos yos (mi aposento y mi acento) y en este sentido siempre el yo (el mí) va inmediatamente siguiendo a los tú (relación de unidad directa y radical para demostrar una unión expresa de la mujer y el hombre dentro del poema). Una especie de entrega voluntaria del yo al tú que ejerce la labor de administrar adecuadamente la serena composición lírica. Observando, los predicados verbales se sitúan (despertar, nieguen y encendido más el carismático es) en una ordenación que se compenetra con facilidad. Como complementos directos vemos a de pleamares y sonrisas y de frágiles sumisas amapolas rojas) porque los dé suponen dependencia directa dentro del sintagma general del poema; en cuanto a los complementos indirectos encontramos a tus labios mi acento (el a es manera indirecta de llegar a los acuerdos verbales entre ambos sujetos) y como complementos circunstanciales pueden valer como un canto (de modo general en todo el poema) y, de manera parcial, en mi aposento (de lugar), en el viento (de espacio) y de manera muy especial y libre sin barreras... sin premisas que podemos nombrarlo complementos circunstanciales de mayor categoría superior (el verdadero, central y fundamental eje lingüístico de todo el poema y la justificación social de todo el lirismo poético de los versos). Sin este eje fundamental quedaría el poema quebrado en dos mitades sin conexión pero sin barreras ... sin premisas da el enlace primordial y básico para que todo el poema tenga una coherencia inaudita. Porque la coherencia es importantísima para escribir un genial poema en verso. Sin este eje circunstancial no existiría ligazón alguna entre despertar en mi aposento y encendido de frágiles sumisas amapolas rojas. Analicemos ahora desde el aspecto cultural propiamente dicho. Respecto a este tema yo afirmo rotundamente que es un ejemplo sencillo pero lleno de cultura natural y espontánea y de muy alto nivel universitario y académico. Si observamos bien, su lenguaje es, sin perder nunca la sencillez, un lenguaje limpio, con uso rico de palabras muy elegantes y cultas. Ninguna palabra rompe la armonía del lenguaje ni hay ni una sola palabra estridente en el poema. Palabras abiertas y nunca oscuras como lenguaje limpio, noble, correctamente adecuado al lirismo sin perder nunca la sencillez. Observamos el uso del idioma español sin ninguna clase de vulgaridad ni chabacanería literaria, llamando a cada cuestión por su verdadero nombre. Existen palabras de tan alto nivel universitario y académico como pleamares, aposento y premisas que sirven de contrapunto a todo el resto de palabras que, además de ser finas y elegantes, son firmes y profundas. Verdaderamente de una gran riqueza fonética y semántica; porque poseen la cualidad de tener sonido limpio y construcción léxica impecable, a través de una fina textura expresiva. No existe ninguna palabra que distorsione todo el discurso poético. Así tenemos palabras tan finas y elegantes a a la vez que profundas como cuento, sonrisas, ligero, labios, frágiles, sumisas y viento que están genialmente complementadas con las firmes y profundas sin barreras, encendido y rojas. Un genial poema de estilo fino y hondo a la vez. Con extraordinaria calidad y calidez al mismo tiempo. Propio, únicamente, de un poeta lúcido de escribir lucido. Adentrándonos en el asunto de lo meramente cultural es, decididamente, un poema lleno de humanismo cristiano (que supera a lo místico de los llamados Siglos de Oro español para adentrarse en una especie de neoromanticismo que se eleva y sale del conservadurismo y tradicionalismo de Bécquer y Espronceda y supera, igualmente, al ya decadente postmodernismo de Leopoldo Panero y Luis Goytisolo). En cuanto al calor y color del poema podemos decir dos puntos interesantes: existe, de manera explícita, el rojo (amapolas rojas) y de manera implícita el gualda (el dorado de su autor, Orero, que es derivado de oro). Así que es poema completamente español porque posee solamente los colores líricos rojo y gualda. Y rojigualda es la bandera española. Determino, por tanto, que este poema forma parte de la Literatura Española en uno de los lugares cimeros de la misma (mucho más allá de lo que quieran decir de él los envidiosos críticos). El poema demuestra que existe el humanismo cristiano (como sucede con San Agustin y San Bartolomé De las Casas entre otros ejemplos históricos) pues todo el contexto general del mismo es humano y, como dije en un párrafo de los anteriores, ambos protagonistas (Ella y yo) somos verdaderos cristianos. Lo humanístico es necesario a la hora del conocimiento y la aclaración del contenido del poema. Este poema es de libre esencia ontológica por ser, por un lado, de carácter firmemente cristiano y, como señaló Jesucristo, el cristianismo verdadero no es una ideología sino que está escrito (me refiero al poema) en base a una idealogía sin prejuicio alguno. Es una forma particular de sentir y una forma singular de ser; que elevan el conocimiento general de la poesía a un saber vivir con pleno sentido de la ética y de la moral (como podéis deducirlo si lo leéis atentamente). También es poema de bohemio. Se habla, en este sentido (de manera muy equivocada) que la bohemia es una forma de vivir desordenada (por ejemplo propia de alcohólicos). Esto es falso cuando nos referimos a la bohemia solamente artística (que es la manera en que escribí estos versos) ya que la bohemia artística es totalmente sana de cuerpo y de mente y solamente es una forma de escribir concreta. Es muy necesario aclarar este asunto para no perder el verdadero análisis del poema. La proyección bohemia de esta obra poética es el amor pero entendido tal como lo explica Jesucristo (el Amor lo puede todo). Por eso es una bella expresión sin barreras y sin premisas que nieguen el beso. El poema es, por lo tanto, una liberación verdadera dentro del amor en una pareja matrimonial compuesta por un hombre y una mujer (sólo un hombre y sólo una mujer). Esta es una cualidad y una característica propia del poema. Es muy importante valorar la trascendencia de este punto psicosocial que tienen estos versos. Si contamos el número de palabras utilizadas vemos que sale un número redondo (40) y si a éste número lo dividimos por 4, obtenemos un resultado final que es de 10 que es un número esencial. Porque el poema es del máximo nivel académico en todo su contenido. No se debe fraccionar sino que es todo ello un todo elemental; además de ser inédito y original. En cierto modo nos recuerda a una poesía italiana-napolitana y podemos, en ese sentido, pensar en Goethe; pero supera a éste ya que rompe la idea goethiana del viaje a los infiernos. Este poema no tiene nada de infernal. Y supera, igualmente, a las producciones líricas de Marineti, ya que las de este autor italiano son de carácter negativo mientras Cómo un Cuento es totalmente positivo, de una claridad positiva nítida en su totalidad. Tiene también algo de obra lorquiana pero de carácter mucho más varonil (amapolas rojas en el viento) y en cierto modo también rebasa a la poesía de Vicente Aleixandre, porque huye de los oscurantismos que a veces emplea este poeta. Igualmente observamos ciertos reflejos orientalistas que nos recuerdan a Rabindranath Tagore (por ejemplo en en tus labios mi acento y en encendidas frágiles sumisas) pero en este poema el yo (más bien el mí) tiene una fuerza psicológica superior a la de Tagore ya que está dentro del carácter hispano occidental. Por último lo homérico aparece en cuanto aventura; pero con más gracejo bético (pleamares y sonrisas) que el de los largos poemas de Homero. En definitiva: humanismo bohemio cristiano y reflejo del Espíritu de Dios. Entre los aspectos filosóficos del poema hay que destacar su profunda vitalidad no existencialista sino esencialista. Lejos del negativismo de los existencialistas de carácter pesimista que tanto han hablado de la muerte (como Bergson y Nietzsche por ejemplo) la filosofía que contiene mi poema es completamente positiva y habla sólo de la Vida en sus aspectos más esenciales (por eso la denomino vivencialismo y nada tiene que ver con el vitalismo italiano también negativista y oscurantista). Hay otro aspecto filósofico muy a destacar: que de su lectura se deduce una Vida profunda ("mi acento") unido a otra Vida profunda ("tus labios"). Y Vida más Vida es igual a Eternidad... ese único e inmortal segundo en el que un hombre y una mujer descubren que se han enamorado desde la primera vez que se conocieron y desde su primera mirada mutua. Además del eje principal "sin barreras... sin premisas" hay, en el poema, otros dos ejes secundarios. A saber: "ligero despertar" que sirve de enlace a "pleamares y sonrisas" con "en mi aposento", y "frágiles sumisas" que sirve de enlace a "cuento encendido" con "amapolas rojas". El movimiento lírico del ritmo viene dado, de manera simbólica, al final del poema (en sus últimas sílabas "en el viento"). Y este movimiento lo voy guiando de manera mantenida a lo largo de todo el poema que va "in crescendo" hasta llegar a su punto máximo en "amapolas rojas" tras pasar por "como un cuento encendido". Si tomamos las tres primeras sílabas del poema y las tres últimas obtenemos algo muy curioso: "Como un cuento en el viento" que, además de mantener ritmo y rima, es una frase muy literaria y propia de una genialidad sorprendente. Si llamamos tiempo dialéctico al tiempo que se tarda en leer pausadamente (la pausa es propia del tiempo dialéctico) obtenemos el resultado aritmético de que son aproxiamdamente quince segundos los que se tarda en leer el poema entero. Quince segundos que dan mucho de sí teniendo en cuenta la sencilla densidad del poema. Quince segundos de lectura mental o quince segundos de lectura material. Por otro lado, además del tiempo dialéctico, todo poema bien escrito debe de tener lo que se llama, en el arte de la escritura, el "tempo" literario que es el trancurrir psicológicamente implícito de la obra. En este caso todo el "tempo" va ligado al "cómo" circunstancial que enhebra perfecta y artísticamente todo el cuerpo general del poema. A partir del "cómo" se van ligando los tres momentos de pausa (las dos de la lectura y la pausa del final) que contienen los versos si sabemos leerlos adecuadamente. Y es realmente importante añadir al análisis socioliterario de esta obra las presentes significaciones de tiempo dialéctico y "tempo" literario para determinar exactamente la medida psicosocial del poema. Tengo todavía varios puntos que tratar en este análisis profundo y de carácter psicosocial que me parecen muy importantes para no olvidar. He aquí dichos puntos: Primeramente trataré de la llamada "cristalización" de un poema. En este aspecto concreto se mueve todo el ritmo del poema en el sentido de lo amoroso. De ahí que toda sus "cristalización" es un neoromanticismo de carácter corpuscular. Una de las mejores formas expresivas del poema ("tu ligero despertar en mi aposento") así lo demuestra. Efectivamente, dicha frase es la "cristalización" amorosa. Una especie de perífrasis subordinada y paráfrasis aproximativa a "cuento de pleamares y sonrisas" a través del verbo ser , en la tercera persona, que es el gesto o hecho que introduce a la amada mujer en el pensamiento del hombre-poeta. Eso lo llamo yo cristalización (sin comillas ya) del poema en la mente de los lectores y lectoras. Por eso, hasta los niños suficientemente preparados aprenden y comprenden el poema a través de esta traslación de imaginaciones al mundo de la cristalización verbal y sencillamente adjetivada: una entomología literaria que, sin dudarlo, está en la estructura de un quinteto formado por dos pirámides (una de ellas invertida) unidas por sus cúpulas correspondientes que es la misma ("como un cuento"). O sea dos pirámides compartiendo su mismo vértice. Por eso es poema que se refiere a una pareja heterosexual. Es cierto. En la primera de las pirámides del quinteto está basado el inicio de la cristalización del acto amoroso, pero si nos fijamos bien y durante un momento, en su estructura, vemos que en la segunda pirámide (ya no invertida) es donde se culmina dicho acto. Esto viene a representar, biológicamente hablando, la penetración del hombre con la acogida voluntaria de la mujer. Obtenemos por lo tanto, una doble pirámide de cristalización efectiva y afectiva en la que la primera de ellas ("como un cuento de pleamares y sonrisas / es tu ligero despertar en mi aposento") que es la pirámide invertida de carácter femenino, introduce su verbalización texticular en la segunda pirámide no invertida y de carácter msculino "sin barreras... sin premisas que nieguen a tus labios mi acento"). La palabra labios es usada, por tal motivo, con doble intencionalidad (la doble interpretación que todo buen poeta, cuando es genial, introduce en un poema neoromántico de carácter naturalista como es este). Esta doble pirámide, con el juego dialéctico de los "labios", es la que da cristalización extra a la visualización interna y externa al mismo tiempo. Todo esto produce un fenómeno activo y de efecto comprobado y, a la vez, un ejemplo pedagógico realmente sencillo. Y es que toda cristalización poética debe su profundidad a la búsqueda sencilla para poder llegar a la acentuación física y química afectivas al mismo tiempo que no pierde su sentido espiritual firmemente cristiano ("tu ligero despertar en mi aposento"). Cristalización del poema. Cristalización como en un espejo (explícito a través del "tú" y valga la semejanza en este caso) donde podemos visualizar a la pareja amándose en el punto central del sueño ("como un cuento") que es el vértice/vórtice donde coinciden ambas pirámides y de ahí el titulo del poema (Como un Cuento) que no es elegido "como sea" sino con conciencia plena del autor desde la cercanía donde el lector y la lectora pueden entender ese sentido amoroso. Un punto psicológico que nos gustaría añadir (explícito en el poema) es el "tú". Es el mejor "tú" de la persona amada con su transparente y consciente conciencia ("frágil sumisa amapola roja en el viento"). Todo un acto psicológico y psicosocial a la vez. Y es que el poema es, en sí, la voz debida a la mujer amada a través de la voz del poeta enamorado. Nos enamoramos con el "tú" de ellas convertidos en nuestros "acentos". En este caso singular "mi" acento... Juego psicológico y psicosocial que aparece de manera clara a lo largo de todo el poema cristalizado. Se ve muy cercano y sin ninguna clase de oscurantismos y ambigüedades propios de los pésimos gustos de otros poetas que se hacen pasar por románticos y sólo producen desconcierto en los lectores. Me refiero a los poemas del absurdo como los abstractos estilos de Poe y los "lakistas", los tintes pesimistas de los "goethianos", los desquiciados manierismos de los románticos italianos y los juegos neuróticos del simbolismo francés. En este poema, sin embargo, hay una unidad clara y rotunda, muy específica en su cristalización y perfectamente legible cara al lector/lectora. Se ve y hasta se palpa, en lo psicosocial, la extraordinaria cercanía entre el "mí" y el "tú" (una profunda transformación juvenil tanto en lo físico como en lo dialéctico) de carácter dual (huyendo de tríos o cuartetos y aún quintetos amorosos). No. Aquí sólo hay una dualidad juvenil de dos seres humanos: el "tú" femenino y el "mí" masculino. Me gustaría hablar ahora de un aspecto psicológico de planteamiento muy singular. En el "tú" femenino y en el "mí" masculino se encierra todo un canto a la heterosexualidad (hombre/mujer) que huye y rechaza todo tipo de desviación y ambigüedad sexual como lo son los diversos tipos de homosexualidad, lesbianismo o misoginia. En este poema el "tú" de la mujer amada (insisto una vez más) es una transparencia explícita y rotunda y se convierte en "frágil sumisa" no como manera de imposición machista sino como canto a la unión del género femenino al género masculino de carácter hondamente cristiano y cristino. Porque "cristalino" es el lenguaje expresado a lo largo de todo el poema. Todo un acto psicofísico (psicológico y físico a la vez) plenamente claro y sin oscurantismos disolventes como hacen ciertos autores (poetas y poetisas) cuyo nombre no merece la pena recordar y que suelen pulular dando bandazos de un lugar a otro de la literatura universal. Y es que este poema es, en sí mismo, la voz debida a la mujer amada a través de su pareja (aquí no hay más que dualidad intersexual y no trilogías ni cuartetos ni mucho menos quíntuples apariciones pasionales). Nos enamoramos con el "tú" de ellas y las conquistamos con el "mí" significativamente rotundo. Juego psicológico maduro dentro de la plena juventud del ritmo y la rima lírica. La voz debida a la mujer amada desde su mismo nacimiento. La voz del poeta propiamente dicho y no aparentemente o interesadamente pensado. Unidad que nunca se rompe en todo el ritmo y las rimas sostenidas. Como dos paralelas superpuestas en una sola línea. Y aquí podemos volver a entrar en el análisis pictórico-cromatístico del poema. Ver el nick del autor para poder entenderlo. Fijémosnos en concreto en dicho nick para entender el cromatismo del presente poema. La línea amarilla (el "ligero despertar en mi aposento") significa la posición emergente del carácter masculino de los versos (una salida del sol en los "pleamares") y la línea roja ("amapolas rojas en el viento") es la línea del anochecer pasional. Ambas líneas cromáticamente paralelas pero yuxtapuestas una sobre la otra nos da el resultado final (seguir viendo el nick del autor) de un atardecer anaranjado en el epicentro del mismo. Y el epicentro es, una vez más lo recuerdo, el eje horizontal "sin barreras... sin premisas" que emerge a la vez que se aparta de cualquier interpretación dudosa. Nunca aparece ninguna distorsión cromática en el poema. Aquí la voz de la mujer amada es la voz del poeta masculino. Transparencia y firmeza a la vez. Todo un acto psicológico y físico de un encuentro pasional romantizado con "mi acento" físico y psicológico, repito, de sensualidad con conciencia psicosocial. Plenamente claro y sin ambages, este poema es un canto que une el "tú" y el "mí" en un perfecto tuteo de amantes hombre/mujer. No me cansaré de insistir en ello cuantas veces sea necesario... Por eso las dos líneas paralelas están yuxtapuestamente unidas en medida lógica y natural; ya que, además de romanticismo mágico, el poema posee lógica de lo razonable y espiritualidad heterosexual. No es un simple juego literario por casualidad sino una causalidad producto de la naturaleza humana que aquí presenta a un hombre y a una mujer concretamente tomados como seres humanos en toda su extensión de la palabra. Más allá de los conceptos racionalistas y las creencias religiosas, el tema central del poema es la verdadera bohemia cristiana. Y es que en ningún momento se observan las distorsiones de la mal llamada bohemia de la Europa Central y Oriental (que sólo es vicio encubierto con capa seudopoética sin ética alguna) sino bohemia latina llena de creencia y fe en el amor. Es sólo un lenguaje de seres humanizados (hombre y mujer) amándose con la pasión adecuada en el "aposento" familiar. La detección de este amor aquí existe por sí misma. Precisamente por lo explicado en el párrafo anterior que podemos llamarlo parráfago para transmutarlo de idea imaginaria en concreción física y psíquica y viceversa pues aquí lo viceverso coincide en un punto central ("como un cuento") de carácter unitario. Al no haber ni barreras ni premisas es un encuentro total en una sola dimensión (si observáis bien no encontraréis en ningún momento ninguna doblez en el poema sino una línea conductora firme y única). Luego desaparece cualquier clase de duda o ambigüedad como hacen los existencialistas centroeuropeos, lo ingleses "lakistas", los simbolistas franceses o los falsos "vitalistas" italianos. Aquí no hay más que una neta poesía romántica de tipo bohemio y natural. Todo es de naturalidad completa. Como ejemplo de cristianismo puro y virgen. La desafectación amorosa aquí no existe. Precisamente por lo explicado en el párrafo anterior que bien podríamos señalar como parágrafo amoroso, sin distancia alguna... pues la distancia desaparece en el mundo mágico del poema con identidad propia basada en sin barreras... sin premisas. Al no existir ni barreras ni premisas, nos alejamos de las normativas académicas para superarlas con la aproximación total a la liberación de los versos simplemente encadenados al sentido común y razonable de lo bello y la hermosa expresión. En ningún caso, a lo largo del poema, hay palabras sucias sino, todo lo contrario, un ejemplo de auténtica ética moral en lo que concierne al amor. Pasamos al aspecto de la memoria-sueño. ¿Existe en este poema la llamada memoria-sueño de la que tanto habla el crítico analítico Andrés Amorós? Decididamente si. Todo el poema es una auténtica demostración de memoria de un atardecer en el campo florido de un verano agosteño. Un atardecer florido (de ahí las amapolas rojas) en medio de un campo trigueño. La amplia rememoración de aquel atardecer está llena de sueño real y tangible. Es en la memoria del autor/autora que queda latente en el viento del tiempo (figura literaria que nada tiene que ver con el neoplasmo figurativo ni con el neoplasticismo del siglo XX). El arte, en este poema, viene dado en sí mismo y sin artificiosidad alguna. Porque es, rotundamente, un canto a la naturalidad del hombre y a la naturalidad de la mujer. Memoria físico-geográfica de carácter naturalista y virginal. Una consecuencia lógica de la experiencia vital. Es memoria y es sueño provisto de recuerdos positivos que provienen desde un inicio del nacimiento de ella. La mayor sorpresa (en todo buen poema debe haber un momento de sorpresa) es aquí de carácter positivo (frágiles sumisas) dado por el firme carácter femenino unido al firme carácter masculino de los autores. En ningún momento se trata de un machismo antinatural sino más bien una empatía (como un cuento encendido) en que los sentimientos hombre/mujer quedan enlazados firmemente por a tus labios mi acento) con la particularidad de que se usa la palabra labios no sólo como parámetro sensorial sino también en su acepción erótico/sexual hábilmente escondido pero visible para el lector o la lectora con madurez desarrollada lo suficiente como para entenderlo en su doble acepción física. El poema en este sentido, sigue superando bellamente las barreras y las premisas para ser simplemente naturalidad sexuada. Pero esto es sólo un giro literario para lectores y lectoras suficientemente preparados e inteligentes. Porque el poema es todo un ejercicio lúcido y lucido (como expresan ciertos críticos preparados) de la experiencia matrimonial. Con esto, lo catalogado como romanticismo de la sensación llega a su punto máximo para deslizarse suavemente en mi acento. Forma magistral de exponer el espinoso problema que muchos poetas y poetisas no consiguen hacer con tal brillantez. Aquí nos encontramos con un poema lleno de ternura romántica propositiva (sin ningún oscurantismo verbal). Y es que es todo un canto a la vida: alimento positivista (ningún aspecto de negación existe en todo su contexto general) que viene encuadrado de forma circular en un ligero despertar de la pareja heterosexual. El amor de un a tus labios mi acento y la fantasía final de amapolas rojas en el viento. El viento aquí está expresado como un símbolo de libertad verdadera. Úna liberación de cualquier interés dogmático o materialista. Es poema de particular espiritualidad unida a lo material pero dentro del campo del desinterés por el materialismo conductual. La conducta del poeta, aquí, es totalmente desinteresada. Es amor a primera vista. Algunos detalles circunstanciales existen en el poema pero no por ello se disipa o se hace rechazable sino todo lo contrario. Lo circunstancial, en este poema, es lo que lo hace concreto (lejos de los absurdos poemas abstractos que tantas veces han sido expresados de forma inicua e inocua por poetastros metidos a poesía cientifista). Aquí el autor no especula con cientifismos desequilibrantes sino que hace acopio de voluntad y rechaza cualquier truculencia de innovaciones innecesarias. Las novedades que emplea están dentro del campo de lo natural. La lógica del poema, en este sentido, es aplastantemente bella. Se observa fácilmente que no es poema metafísico sino poema metalingüístico y de perfecta belleza semántica relativa tanto al significado de las palabras utilizadas (que no usadas como hacen otros poetas) y sus variaciones de morfemas y lexemas perfectamente bien acoplados. Poema nítidamente correcto y concreto de absoluta seriedad mientras introduce elementos enriquecedores del idioma español como pleamares y sumisas que son elementos masculino/femenino perfectamente enlazados en el poema por la transición de su principal eje horizontal (sin barreras ... sin premisas). Lo paradójico queda lejos, muy lejos, del poema. Tan lejos que no existe. Este poema sí es verdaderamente romántico y bohemio muy distanciado de la falsa bohemia tomada como abuso vicioso sino de la verdadera bohemia artística que convierte a quienes lo ejercitan en geniales creadores de la virtud humana. El firme propósito del poema despierta en la conciencia interna de sus lectores y lectoras una sensibilidad deslumbrante que, en este caso concreto, une a dicha sensibilidad de la naturaleza poemática al arte de demostrar que lo femenino, cuando es tratado con delicadeza varonil, no cae en absurdos ni ambigüedad alguna. Y el arte de lo masculino es, en este caso, totalmente varonil sin caer para nada en trasnochados machismos ni afectaciones amaneradas. De ahí el vigor de la obra. Y es que puede ser un ejemplo demostrativo de una realidad emergente llena de lucidez mental. Como todo lo bello, tiene mucho de autobiográfico hábilmente tratado. Y es que todo el poema es vida. Vida llena de autobiografía de una pareja joven y virgen. De ahí su enorme importancia en los ámbitos del Cristianismo y su poderosa concepción de cara a lo pedagógico; libre de cualquier disonancia psicológica puede ser un instrumento para ejercitar el análisis literario en las escuelas, colegios o universidades, debido a la universalidad de sus planteamientos conductuales. Salvando todo tipo de censuras, el poema se abre a una multiplicidad de análisis verdaderamente sorprendentes. Una especie de cuerpo a cuerpo entre lo masculino y lo femenino en el entorno matrimonial bien concebido: sin egos sobresalientes (egoísmos) sino con los dos egos (el de él y el de Ella) tan ligados el uno al otro que son una misma concepción literaria llena de magia y de interés. Porque, por otro lado, es tan conciso y breve que es una muestra de la famosa frase "lo bueno si es breve es doblemente bueno". Positivismo típicamente castizo y concluyente ("sin premisas") que nunca niega ("labios en mi acento") la realidad; con lo cual sobrepasa todo tipo de censura a la vez que muestra una habilidad suficiente para no caer en la vulgaridad como ocurre con muchos jóvenes poetas. Y es que hay que saber distinguir y elegir bien el "qué se escribe", el "cómo se escribe", el "por qué se escribe" y el "para quién se escribe"... El presente poema trata de un tema profundo con honduras sencillas pero libres de cualquier complejo distorsionador; sin utilizar nunca palabras de pleonasmo alguno (quiero decir que son palabras naturales y cultas a la vez). El pleonasmo no tiene lugar en esta composición lírico-social de género vitalista y verdadero pero alejado del "verismo" italianizante que algunos usan locamente y sin saber exactamente qué diferencias existen entre lo verdadero y lo "falsamente verdadero". También observamos que en ningún momento hay contradiciones temáticas que puedan distorsionar el mensaje. Todo poema bien hecho debe tener mensaje porque, en el fondo, no es ni más ni menos que un género de comunicación social e interpersonal al mismo tiempo. En este sentido está escrito "Como un Cuento". Por ejemplo (volviendo al tema de las contradicciones), las "amapolas rojas" siempre están directamente ligadas el "despertar ligero en mi aposento". Total lucidez sin contradicción alguna. ¿Por qué dejan los autores para el final esta especie de metáfora escondida "amapolas rojas en el viento"? Porque todo el poema es un ligero deslizamiento desde el "despertar" hasta la llegada del alba. Condición indispensable para escribir bien un poema no es sólo la métrica (como algunos proponen) sino, por el contrario, que todo el contexto esté suficientemente razonado y sin contradicciones. Algunos confunden el "verso blanco" (o verso libre) con escribir párrafos inconexos los unos con los otros y dividirlos en versos de manera totalmente absurda. Es mejor, en esos casos, ser más honestos y escribir prosa lírica. Analicemos, ahora, volviendo al aspecto gramatical, el último verso. Observamos que hay un sujeto (amapolas) que tiene su propio complemento directo (rojas) y su complemento indirecto (en el viento) que también puede ser considerado (si queremos rizar el rizo) como complemento circunstancial de lugar. ¿Y dónde se encuentra el predicado verbal? Está implícito en el verso anterior (encendido). Ahora hagamos algo interesante en cuanto a los sentidos cacofónicos de la literatura en general. Aquí se observa en "premisas" y "sumisas" (cacofónicamente tienen cierto sonido parecido y es que sí tienen relación directa). Digo que tienen relación directa y que ambas palabras suenan de manera algo parecida y, sin embargo, sin estar desligada la una de la otra, son necesarias para entender el poema. Así que lo cacofónico es muy importante en los buenos poemas. Cada repaso que damos a la lectura de los versos de este poema nos hace ver que su tiempo es emergente con una partida singular (como un cuento) que va "in crescendo" hasta llegar a la última palabra (en el viento). A esto es a lo que yo llamo tiempo emergente; con la curiosidad de que "como un cuento" y "en el viento" tienen tanta conexión mágica que hasta sacándolos del contexto total tienen sentido imaginativo: "como un cuento en el viento" (con rima incluida). Esto significa que el poema es una obra "abierta" (libremente "abierta" por cierto) que no renuncia jamás a ser analizada desde múltiples ángulos de vista. Algo semejante a una propuesta literaria que no cae en el vacío de la desesperación como hizo Georges Brassens entre otros poetas conocidos en la literatura univesal. Así que, aquí, tenemos una propuesta de iluminación ilusionada y nunca jamás un canto a la desesperanza. Al mismo tiempo que recupera los valores ético-morales es un verdadero canto a la vida. Una especie de cuento poético que supera a las ficciones borgianas (y me refiero a Borges y sus famosos cronopios). El poema de este autor (que soy yo mismo junto a mi esposa) posee el encanto mágico que siempre está lleno de vida bajo cualquier estado anímico en que se encuentren sus lectores y lectoras. Una propuesta abierta a la vida... jamás comparable con los cantos a la muerte que tanto preconizan los jóvenes "emos", "góticos" y hasta los esperpentos que escriben algunos que se llaman "neos". He aquí una poesía lírica que sitúa a la mujer como objetivo y no como objeto (como han estado haciendo siempre los llamados poetas románticos). No. El romanticismo de "Como un Cuento" no trata a la mujer como objeto de adorno, propio de los poetas machistas, sino como el motivo central y objetivo concreto del poema. Es en cierto modo una defensa de la dignidad de la mujer a la que trata el autor como ser humano y no como cosa, objeto o utensilio. Y es que una cosa es la dulzura y otra cosa es el "empalagamiento" que algunos famosos poetas han escrito. En el presente poema el elemento masculino no es prepotente sino consecuente. Es consecuencia directa del elemento femenino (no feminista sino femenino) como complemento esencial y existencial del elemento masculino. Una especie de liberación para ambos géneros sexuales. Es, en este sentido, poema de la Verdad Cristiana. Estamos ante un sentido mágico en el estado anímico de la palabra ("como un cuento") pero siempre dentro del contexto de la realidad. ¿Dónde discurre todo el tiempo espacial del poema?. En un sólo y sencillo escenario conyugal ("aposento"). En este sentido podemos hacernos la siguiente y simple pregunta: ¿cómo es posible que en un solo espacio tan sencillo se pueda construir un poema tan profundo y con tanto "movimiento"?. Muy sencilla la respuesta. Lo mágico de la literatura poética no tiene nada que ver con las múltiples experiencias de los que cambian continuamente de amor sino con el único amor verdadero. Y de ahí que la "velocidad del movimiento" de este poema se desarrolle en un espacio tan íntimo que posee, y ahora hablaremos de ello, sentido "cinético". Alguien puede preguntarse ¿Qué es un espacio "cinético" y es cierto o no es cierto que éste poema lo tiene?. Es sencillo también de responder. Todo espacio "abierto" aunque esté condensado en un lugar "cerrado" es cinético si posee "movimiento" literario. Esto ya lo he experimentado con un guión cinematorgráfico (saliendo brevemente del tema) titulado "La Dama Azul". O sea, una especie de guión cinematográfico o televisivo ya que este poema contiene demasiadas imágenes para ello. Imágenes que pueden ser desarrolladas precisamente porque son "abiertas" y sin barreras ni premisas. Eso es el "espacio cinético" que tanto empleo yo en muchas de mis obras literarias sean del género que sean. Quizás el poema tenga un tono medio de "dulce" poesía... pero por eso precisamente tiene gran valor literario. ¿Cómo entender sino es a través de un ligero dulzor (no exagerado por cierto) sino simplemente como matiz esencial de todo el conjunto sereno y pausado, lo que es el amor?. El poema de carácter amoroso (como el que estamos analizando) es necesario que sirva de bálsamo a la pasión ardiente (por eso escribo el juego verbal "encendido") para que el canto amoroso se cumpla a la perfección. Hay quienes huyen de la perfección porque son incapaces de buscarla. Y aunque la perfección absoluta no exista, existe la perfeccion causalmente absoluta. Perfección como causa y no perfección como circunstancia... No es posible escribir un poema amoroso que tenga carácter violento (eso sólo lo hacen los escritores que tienen complejos sadomasoquistas en sus propuestas literarias y esos complejos son contradicciones en sí mismos). Ni Sade ni Masoch forman parte de la verdadera literatura amorosa. El sadomasoquismo que algunos emplean en sus poemas son todo lo opuesto al sentido amoroso que les intentan dar. Si cambiáramos, por ejempo, "ligero despertar en mi aposento" por "violento despertar en mi cama" estaríamos haciendo un poema de violencia de género propio de autores vulgarmente machistas. Un poema sentimental debe pertenecer siempre a los contextos literarios de la lírica que huye de los tópicos y los lugares comunes (y me refiero a los pesados "!Oh, amor mío! y otras exclamaciones similares que tanto abundan en algunos poetas). Eso para mí es una sobrecarga innecesaria y por eso no los uso. El verdadero poema lírico, en la actualidad, debe huir de "lugares comunes" y de "tópicos" obsoletos propios del siglo XIX. Si caemos en el "facilismo" literario no podemos crear obras significativas y de valor universal. Otro aspecto a tener en cuenta es saber si este poema contiene o no contiene sabiduría cultural. Cierto es que sí. Es culturalmente sabio porque usa numerosos vocablos de alto valor lingüístico (pleamares, aposento, premisas, acento.. por ejemplo) siempre que estén dentro de una lógica general y bien acopladas al poema. No es valor cultural la estridencia ni las "salidas de tono" que se emplean en tantas ocasiones con palabras oscurantistas. Para que un poema posea sabiduría cultural debe ser sencillo, claro pero profundo, bien matizado con las palabras adecuadas y lejos, muy lejos, de la vulgaridad. Volvamos a lo psicológico. Fijémonos en que el poema es atemporal en el sentido de que no tiene límite. Me explico. No está escrito para una determinada estación del año (como ocurre con otros poemas) sino que, a pesar de aparentar estación cálida, es una apariencia inicial válida para cualquier momento del año y para cualquier edad a partir de cierta madurez de los lectores y lectoras. Puede ser leído en cualquier tiempo y estación del año y nunca, por ello, pierde significación su contenido. De ahí, otra vez de nuevo volvemos a ello, su "sin barreras... sin premisas". La calidad y calidez, en este sentido, es sorprendente. Este sobrepasar límites autoimpuestos que tanto se imponen algunos poetas y poetisas, es una carga anímica de carácter positivametne cultural. Y es que hay poesía amorosa que se autocensura o se autolimita a un determinado tiempo. Este poema no. Este poema sobrepasa esas limitaciones y se adecúa a cualquier tiempo porque es de carácter "abierto". Poema amenísimo por no ser producto del fingimiento sino un producto literario lleno de plena conciencia familiar. ¿Por qué digo ésto?. Porque va dirigido a la única persona a la que se ama dentro del mundo heterosexual. Su factura es, ante todo, sensatez llena de cristianismo de tipo coloquial. El realismo que nos ofrece nada tiene que ver con posturas libertarias ni con el "verismo" italianizante. Somos quienes somos dentro de la Verdad. Y esta Verdad expuesta en el poema es de fe y de razonamiento al mismo tiempo. Buen criterio para escribir aunque a algunos lectores o lectoras les sorprenda su sinceridad. Poema profundo y ameno a la vez. Solo quince segundos de lectura amenizan lo suficiente como para escribir un guión "cinético" basado en él. Sorprendente pero cierto. Enfoquemos ahora la cuestión de cuántas vocales y cuántas consonantes (relacionadas estrechamente entre sí) pueden ser suficientes para escribir un excelente texto en español tanto si es en poesía como si es en prosa. Para hacer este cálculo, observemos detenidamente el poema y contemos las vocales y consonantes que el autor, que soy yo con la ayuda de mi bella esposa, ha empleado. Contando pausadamente, para evitar errores de cálculo, se comprueba que se han utilizado 185 letras; de las cuales 84 son vocales y 101 son consonantes. Así que todo se reduce a hallar el porcentaje de vocales y consonantes utilizadas. Obtenemos que, de manera matemática (para entender que las matemáticas también tienen su importancia relativa en la Literatura, pero importancia al fin y al cabo), que reduciendo a dos decimales para no ser excesivamente meticulosos (lo cual es un defecto de algunos que sólo saben complicarse la existencia), resulta que el porcentaje de vocales ha sido de 45,70 por ciento, de lo cual deducimos que el porcentaje de consonantes ha sido de 54,30 por ciento. Esto quiere decir que, para escribir bien un texto en español, ya sea lírico o prosaico, debemos de utilizar un total aproximado de 457 vocales y 543 consonantes por cada 1.000 letras empleadas. Esto es relativo pero válido a la hora de escribir bien. En cuanto a las vocales, que son las letras que mayor significación dan a las palabras escritas en español, he utilizado 24 es, 19 oes, 17 aes, 13 ies y 11 ues. Pues bien, ya sabemos todos y todas o deberíamos saber todos y todas, que las vocales abiertas son la a, la e y la o... y las cerradas son la i y la u. Si contamos el total de vocales abiertas que he manejado tenemos un total de 60 y las cerradas son un total de 24; lo cual significa, traspasado simbólicamente al estilo del poema, que es mucho más de carácter abierto que de carácter cerrado; lo que quiere decir que su autor (yo con la ayuda de mi bella esposa) somos de mentalidad mucho más abierta que cerrada (porque en el poema supera más del doble lo abierto que lo cerrado) y esto significa que ese carácter mucho más abierto (y por eso mucho más libre que otros poetas y poetisas) se ha traspasado al poema que es, como pueden comprobarlo si lo leen despacio, de significado amplio, generoso y expansivo y que, en él, se demuestra que no tenemos prejuicios ni a la hora de escribir ni a la hora de manifestarnos como personas. Superar más del doble lo abierto a lo cerrado significa que quien escribe de esa manera es positivo, alegre, compañero, amigo y amante de la expresividad literaria y humana; porque el poema muestra un mensaje con estas características: muy expresivo y muy humano a la vez; y sin ninguna clase de prejuicio al tocar el tema amoroso de la pareja compuesta por un solo hombre y una sola mujer; puesto que aún respetando todo lo demás somos cristianos y no podemos exponer mensajes que ataquen la dignidad cristiana. Por otro lado nos podemos preguntar ¿ha sido necesario usar palabras muy difíciles de entender (como tienen por costumbres algunos poetas y poetisas más bien de mentes retorcidas) para haber compueto un bellísimo poema? Observemos, otra vez, detenidamente las palabras usadas en estos versos. ¿Hay alguna de difícil comprensión para personas que tienen una mínima cultura suficiente en esto de la Literatura? Pues no. Más bien todas son entendibles para un nivel medio cultural. No es necesario, por lo tanto, buscar palabras complicadas o de muy difícil traducción, para llegar a la comprensión clara en la mente de los lectores y lectoras. Lo voy a demostrar traduciendo el poema al lenguaje francés, por ejemplo. En francés el poema sería fácilmente comprensible para quienes conocen la lengua francesa, precisamente porque son palabras fácilmente traducibles a dicho idioma (he elegido el idioma francés pero podría haber elegido otro idioma occidental cualquiera). He aquí el resultado de dicha traducción y pregunten, si lo desean comprobar, a algún lector o lectora que conozca el idioma francés si tiene o no tiene ritmo poético en dicha lengua y observemos, ¡gran genialidad! que, en francés, el verso central del poema también sigue siendo equilibrado como en su original español ya que "sans des barrières" tiene 16 letras y "sans des prémisses" también tiene 16 letras y, además, para mayor equilibrio, todavía, en el lenguaje francés, se han utilizado dos tildes en sentidos opuestos para dar geometría equilibrada a este eje central del poema (barrières y prémisses) y para terminar con lo curioso de este eje central que aparece en la versión francesa aparecen 10 eses (seguimos por lo tanto hablando de un poema 10 en su versión gala). Comme un conte de marées hautes et de sourires léger tu il est de s'éveiller dans ma chambre. Comme un conte sans des barrières... sans des prémisses qui nient à tes lèvres mon accent. Comme un conte allumé de fragiles soumises des coquelicots rouges dans le vent. Hablando del ritmo poético, comprobemos si el poema en cuestión que estamos analizando tiene o no tiene movimiento. Si vemos el esquema de la figura que forman los versos podemos descubrir, sin ninguna clase de dudas, que parece un oleaje marino. Comienza por un punto superior y va descendiendo para volver a subir en el penúltimo verso y bajar suavemente, de nuevo, en el último de ello. Es un movimiento que podemos definir, ya que de amor trata el poema, de "acunamiento" amoroso... algo así como si la pareja compuesta entre un hombre y su mujer se estuviesen besando moviéndose suavemente en la escena amorosa con el ritmo lírico adecuado. En eso supera, incluso, a grandes maestros románticos como Gustavo Adolfo Bécquer por ejemplo. Con tan sólo siete versos el autor logra lo que muchos no consiguen escribiendo poemas de más de cien versos. ¿Podríamos incluso decir que este poema titulado "Como un Cuento" es una verdadera oda al amor?Pues sí. Tiene también estructura psicológica de oda amorosa y, en este sentido, supera en interés a las Odas de Píndaro y se sitúa a la misma altura de las Odas de Pablo Neruda. Estamos, por lo tanto, ante un poema moderno, de actualidad, que nunca deja de ser contemporáneo porque no queda obsoleto y puede estar presente en cualquier tiempo actual o futuro. Y como tiene ritmo musical puede servir hasta de base inicial para componer, inspirándose en él, una bella canción de amor firme y con fuerza suficiente para jamás caer en la ñoñería o el sentimiento flojo y decadente. No. Ni es ñoño el poema ni tampoco es decadente, sino que tiene el vigor y la fuerza suficiente como tener solidez y firmeza amorosa; sin caer jamás, por otro lado, en la inmundicia ni la pornografía que otros poetas escriben cuando tratan sobre este asunto. ¿Qué quiere decir ésto? Que el amor, cuando se entiende de esta manera, es una acción humana verderamente hermosa y no se ensucia con palabras vulgares u obscenas. Demuestro, con ello, que se puede ser varonil y Ella muy femenina sin caer ni en el machismo impúdico ni en el femenismo hombruno. Es un poema que sabe estar en el punto exacto en que se encuentra el hombre varonil y la mujer femenina. Si lo quieren comprobar léanlo cuántas veces deseen y saquen sus conclusiones. No tendrán más remedio que considerar que es cierto a través de las figuras e imágenes literarias que se han empleado. Otro defecto en el que suelen caer muchos poetas y muchas poetisas es la gran cantidad de redundancias que emplean para expresar una idea (como, por ejemplo, usar demasiadas veces la misma palabra para conseguir una rima o repetir muchas veces el sentido de una expresión para conseguir el efecto del ritmo poético). A todo eso se le puede llamar "gazpacho poético" porque llega, efectivamente, a empachar al lector o la lectora. En este poema no he usado ni una sola redundancia ni tampoco he usado la misma palabra para conseguir una rima sonoramente lírica. Compruébenlo por ustedes mismos o mismas: sonrisas, premisas y sumisas por un lado y, por el otro, aposento, cuento, acento y viento. Eso es saber manejar correctamente el arte poético sin forzar, para nada, la rima sino dejarla que fluya con espontaneidad y sencillez pero de manera generosa para deleitar al lector o lectora. En cuanto a lo decadente y triste (que es otra manera que tienen algunos poetas y poetisas para expresar el amor y que produce angustia vital en vez de alegría positiva) no aparece, por ningún lado, en el poema. Es porque he buscado darle valor positivo y alegre a los versos. No es por lo tanto un romanticismo "desesperado" como sucedió con mucho ilustres poetas de dicho movimiento literario que muchas veces llegaron incluso a suicidarse; sino un romanticismo lleno de vida y saludable; lejos por la tanto de la crisis de emotividad que produce la desesperación. La emotividad de este poema se concentra en palabras bellas y rotundas de carácter positivo. Podemos citar, por ejemplo, pleamares, sonrisas, despertar, labios, acento, encendido, amapolas, viento... con las cuales podemos crear una frase paralela al poema que puede ser: "En los pleamares de tus sonrisas está el despertar de tus labios cuyo acento encendido es como amapolas al viento" que, sacadas del poema, siguen formando prosa lirica con la misma idea general. Eso es dominar perfectamente ambas formas de expresión y es, en el fondo, el mensaje del poema. Sabiendo, como todos ustedes deberían ya de saber, que un diptongo es la unión de dos vocales en una misma sílaba, siendo al menos una de ellas débil, sin importar el orden, formado por dos vocales débiles diferente (iu, ui, uy), una vocal fuerte y una débil (ei, ai, oi, eu, au), creciente o ascendente formado por una vocal débil y una segunda fuerte (ie, ia, io, ue, ua, uo) o que puede haber un diptongo formado cons dos vocales abiertas o medias (ao, oe, oha, ea, eo)... ¿cuántos diptongos he escrito en el poema y para qué lo he hecho? Resulta que analizando bien, sólo he escrito cuatro tipos de diptongos que son, además, todos ellos crecientes y ascendentes (cuento, nieguen, labios y viento) dándose la circunstancia de que los he empleado porque todo el poema es, precisamente de carácter creciente y ascendente (paralelismo totoal entre expresión lingüistica y sentido psicológico de la misma) y, en este sentido, el último de ellos es, precisamente, viento... para dar a entender su carácter expansivo hacia más allá de cualquier límite sociocultural ya que tiene la cualidad necesaria para ser entendido, de manera creciente y ascendente, por cualquier lector o lectora de cualquier parte del mundo (especialmente de los países de habla hispana). Y, en este sentido, no podemos considerar diptongo a pleamares porque no ha sido esa mi intención ya que no forma parte de esas palabras que pueden ser diptongos (circunstancia que no se da en el presente poema). Sabiendo, como todos ustedes ya deberían saber, que un triptongo es la unión de tres vocales en una misma sílaba compuesto de una débil, una fuerte y otra débil y que se rompe cuando recae en una vocal débil, analizando este poema se descubre que no he utilizado ninguno de ellos. ¿Por qué razón? Porque el poema, a pesar de su gran hondura expresiva y profundidad de mensaje, es muy sencillo (de ahí su grandeza literaria) porque no busca ninguna complicación verbal. En ese caso no he utilizado tres vocales unidas en una misma sílaba lo que, en caso de haberlo hecho, sería una complicación de pronunciación y entendimiento para quienes no dominan bien la lengua española. Sabiendo, como todos ustedes ya deberían saber, que un hiato o adiptongo es la secuencia de dos vocales que se separan en sílabas distintas y que, por tanto, no forman diptongo ya que una de ellas lleva tilde (aí, aú, eí, eú, ía, ío, íe, oí, oú, úa, úo, úe) tampoco he utilizado ninguna clase de hiato por la misma explicación que la que he dado ante los triptongos pero, además, aquí añado que en ningún momento he querido quebrar ninguna sílaba en dos partes distintas porque el poema busca un sentido de unión total entres los dos sujetos (hombre/mujer) y no de desunión parcial o total entre ellos (como ocurriría si me estuviese refiriendo a una separación o un divorico amoroso). Me parece que lo he dejado bien explícito y bien explicado para aquellos que se toman la unión matrimonial como un simple pasatiempo con el que se puede jugar libremente y sin sentido; como sucedió, y cosa es de lamentar, con el super premiado y pomposo don Camilo José Cela y si existe entre todos ustedes, señores y señoras de esta Ilustre Academia, alguno o alguna que esté de acuerdo con esas separaciones, divorcios o juegos a tríos o más, pues quiero dejar firme constancia de que nunca jamás he escrito un solo poema o una sola canción en ese sentido como sí lo han hecho otros que se las dan de muy ilustres, populares y famosos, como es el caso de Luis Eduardo Aute y Joaquín Sabina por ejemplo. Y si les quieren dar fama a todos ellos por mi parte no se retraigan en absoluto pero jamás cuenten conmigo para eso; puesto que deben ustedes saber que el presente poema sólo está realizado para ensalzar el matrimonio cristiano de la unión de un sólo hombre y una sola mujer hasta la Eternidad y, de paso, ser ejemplo para la juventud. ¿Qué hay de eterno en este poema? El sentido intrínsecodel mismo. Si la Eternidad, como todos ustedes deberían ya saber por la edad que tienen, es un concepto de valor intrínseco, que quiere decir que está contenido dentro de ella misma; si leen con atención fácilmente descubrirán que el presente poema es totalmente intrínseco pues no sale de sí mismo ya que toda la acción discurre en el ámbito interno de un aposento, que significa habitación privada. Y como la privacidad es propia de la Eternidad este poema tiene valores totalmente privados y, por ello, eternos. Cierto es que para conseguir que un mensaje poético siga siendo igual que el mensaje prosaico que se deduce del primero, hay que dominar no solamente la Poesía sino también la Comunicación interpersonal que forma parte de la condición humana de la pareja hombre/mujer; definiendo y dejando muy en claro que es una pareja heterosexual la protagonista del poema. Muchos no pueden entender al leer o escuchar que de algo tan sencillo se pueda sacar tanta hondura de análisis y es que se puede ser sencillo y a la vez muy profundo dentro de las naturalezas varonil y femenina con la que Dios creó a las parejas humanas. Un asunto que no debo dejar de pasar de largo es que el poema está escrito en tiempo presente. ¿Cuál es la razón de ello? Pues que el amor, para ser verdadero, tiene que ser siempre un presente continuo. No se puede amar en pasado y dejar de amar en presente porque cuando el amor es verdadero y cierto la manera en que se debe expresar, a través de un poema, es en un presente continuo y, de esta manera, ser siempre una proyección del presente hacia el futuro. Cuando el presente amoroso está expreso en un poema hace que este sea imperecedero y perdura en toda época; por eso este poema, muy fácil de memorizar, sirve para hacernos memorizar que el amor en presente es lo que debemos sentir quienes estamos verdaderamente enamorados como Dios manda. Y es que dios dijo: "pareja os doy para que os améis en todo momento bueno y en todo momento menos bueno". Algo que algunos o algunas pueden preguntarme es ¿por qué escribo Como un Cuento utilizando dos C mayúsculas? Por una razón muy lógica y comprensible. Lo que sucede es que la primera C la escribo con maýuscula porque es inicio de título y la segunda C la escribo con mayúscula porque todo Cuento, cuando es inmortal, nace de un Corazón grande y, por eso, lo escribo con mayúscula también. Porque sucede que existen cuentos falsos y cuentos verdaderos. Cuando un cuento es falso es una mentira que se escribe para disimular que estamos falseando la verdad; pero cuando un cuento es verdadero se escribe con C mayúscula porque es una verdad absoluta y no una verdad relativa. Observen que el poema es, a la vez, un cuento que se podría narrar de la siguiente manera: Había una vez, cuando los pleamares despertaban soonrisas, una pareja de enamorados que despertaron en su aposento y, como sucede en los cuentos reales y verdaderos, ya no había ni barreras ni premisas algunas que negaran darse un beso mutuo donde el acento de los sentimientos de la pareja se encendían de frágiles y sumisas amapolas rojas que eran mecidas por el viento". ¿Es o no es también un cuento hermoso este poema? Por otro lado existe una compleja y profunda concordancia en el poema: si buscamos despertar y aposento vemos que es totalmene cierto; puesto que el amor es mucho más puro y cristiano cuando se efectúa en el aposento donde despierta la pareja hombre/mujer y la concordancia, en este sentido, es que lo masculino y lo femenino es propio de un amor sin barreras y sin premisas (otra concordancia más que da carácter lógico cristiano al poema). Y también podríamos citar como concordancia lógica, de tipo naturalista, amapolas rojas puesto que todas las amapolas son de ese color. Existe una universalidad absoluta en Como un Cuento porque, por su sencillez sin dejar de ser profundo, es entendible para cualquier ser humano de cualquier lugar de la Tierra. Desde el este al oeste y desde el norte hasta el sur, todos los seres humanos lo pueden entender y aprender, incluso, de memoria; cosa que no ocurre en ismos literarios tan absurdos como, por ejemplo, las abstracciones de los calígramas de Appolinaire o los que dieron en llamar "poseía automática" (y pongo estos ejemplos como podría poner otros muchos, como sacar palabras de una bolsa y componer un poema según las palabras que vayan saiendo por pura casualidad, que son simplemente poemas sin sentido alguno se lean en el país que se lean). Algunos poetas y algunas poetisas tienen, por costumbre, escribir poemas amorosos de manera abstracta, con lo cual el lector y la lectora se pierden en arduas conjeturas para poder entender algo; sin embargo yo, cuando escribo sobre el amor humano, suelo hacerlo, como en el presente poema, de manera muy concreta; algo así como lo haría San Juan de la Cruz pero descargado de toda clase de misticismo disolvente porque en Como un Cuento el misticismo no aparece ya que es el sentido real y naturalista el que se expresa. Y ese naturalismo emergente, que va apareciendo de manera ascendente a lo largo de los versos, se expresa con palabras como pleamares, despertar, barreras, labios, amapolas y viento; con lo cual se puede construir una oración totalmente naturalista (sin nada de misticismo por cierto) tal como "en los pleamares, al despertar, quedan las barreras de tus labios abiertas como amapolas al viento". Soy de esa clase de poetas que cuando escribe poemas amorosos lo hago, generalmente, de manera bien directa, de persona a persona, como sucede en el presente "Como un Cuento" y no ando usando la manera indirecta para dirigirme a ella; como ocurre por ejemplo con Gustavo Adolfo Bécquer que usa, para declarar su amor, a "las oscuras golondrinas" o a "las tupidas madreselvas"; o como tienen algunos por costumbre decir "pajarillos que vais volando decidle a ella"o "Luna devuélveme su amor, devuélveme su piel" como hace Arroyo. En alguna que otra ocasión he recurrido a algo de eso; pero, generalmente, en esta clase de poemas de amor soy directo y conciso, escribo en primera persona y me dirijo también a la amada en primera persona. El buen humor no debe faltar a pesar de que se esté poetizando seriamente. Por eso he colocado, en el primer verso, la palabra "sonrisas" y es que creo que el buen humor no es lanzar risotadas ante algo escrito de manera más bien sucia; ya que no me gusta esa clase de humor escatológico que a algunos les hace reír a mandíbula batiente y a mi, particularmente, me repele. Por eso creo que una sonrisa a tiempo es mucho más bello que esas risotadas sin sentido poético alguno. Sonrisas en un "ligero despertar" es señal de que el poema no está exento de sana alegría. He leído, por esos mundos de las literaturas universales, poemas que dan ganas de arrojarlos a la basura. Por eso este poema reúne los ingredientes justos y necesarios para hablar de un acto amoroso completo sin recurrir a esos recursos fáciles pero denigrantes sobre todo para las mujeres. Y es que hay poetas que reducen a las mujeres a simples objetos nada más y hasta alguno se burla de ellas. ¿Se descubre en "Como un Cuento" algo de ello? Absolutamente no, porque denominar "frágiles sumisas amapolas en el viento" a la entrega amorosa de una mujer es tratarla de algo tan hermoso como si fuera el epicentro de la naturaleza viva que existe en el corazón del poeta. A Corazón grande (con C mayúscula) debe corresponder siempre una metáfora bella y no un objeto vulgar y denigrante como escribir, por ejemplo, "plumero de limpiar polvos" dirigiéndose a ella. Eso sí que es machismo inoculador y vejación para una linda mujer propio, quizás, del que fue en vida Camilo José Cela, que en paz descanse, y que, sin embargo, a pesar de ser tan escatológico con su pluma hasta le otorgaron el Premio Nobel y el Premio Cervantes y, además, le ofrecieron una cómoda poltrona en esta Real Academia de la Lengua Española. Cosas incluso más increíbles he visto yo en Literatura; sobre todo a la hora de escribir poemas sensuales y eróticos confundiéndolos con poemas obscenos y pronográficos. En ningún momento escribir "sin barreras... sin premisas que nieguen a tus labios mi acento" es una obscenidad sino, más bien, una brillante y bella forma de contar el acto del beso en la pareja matrimonial; puesto que estoy refiriéndome a un matrimonio compuesto por un hombre varonil y una mujer femenina. Por eso añado, en el verso siguiente la palabra "encendido"; porque me estoy refiriendo a un beso ardiente y con hondo sentimiento y no a una pálida descripción pseudosentimental o a una vulgar definición de algo tan hermoso como el beso de los enamorados. Otros poetas y poetisas, sobre todo varones, emplean tanta abundancia de metáforas en un solo poema que llegan a producir un verdadero "laberinto" literario casi imposible de descifrar y que ni ellos mismo llegan a poder entender del todo. En Como un Cuento he demostrado que una sola metáfora (amapolas rojas) ubicadas en su lugar más estratégico (en el último verso) y dirigido a algo muy concreto y bello (labios) no sólo gusta de leer sino que da más fuerza al poema. Y sólo con una sola metáfora se puede conseguir un efecto poético completo y consecuente y no andar perdido en decenas y decenas de metáforas que llegan a cansar a quien lee el poema porque lo deshilacha en miles de imágenes que, a veces, son tan diferentes entre sí que se convierten en antónimos en lugar de sinónimos. Voy a ejercitar la labor de sustituir las palabras importantes y trascendentales de este poema por sinónimos y verán cómo se puede producir otro poema brillante aunque, en este caso, rompa la rima y me limite al ritmo. Veamos. Como un relato de oleajes y de risas es tu suave amanecer en mi hogar. Como un relato sin fronteras... sin normativas que anulen a tu boca mi palabra. Como un relato prendido de leves sometidas adormideras encarnadas en el aire. ¿Ven cómo se puede jugar con la Poesía amorosa sin caer jamás en el mal gusto? Y es que es muy importante conocer muchos sinónimos (cuantos más mejor) para poder decir lo mismo pero de forma diferente (lo cual no significa de forma distinta sino de forma similar). Y, además, ha seguido mantenida la estructura esquemática del oleaje al que antes me refería. El poema sigue teniendo apariencia de ola marina para seguir mantenendo el sentido de movimiento "acunado" y amoroso del mismo. Veamos ahora este nuevo poema, nacido del original Como un Cuento gracias a los bien empleados sinónimos correctos, en lengua francesa. Quedaría así: Comme un récit de houles et de rires c'est ton aube douce dans mon foyer. Comme un récit sans des frontières ... sans les réglementations qui annulent à ta bouche mon mot. Comme un récit saisi de pavots soumis légers incarnés dans l'air. Conprueben que el sentido figurativo del oleaje sigue manteniéndose y cómo el centro del poema sigue constando de tres palabras separadas por tres acentos suspensivos mientras las tildes opuestas (frontières y réglementations) siguen sosteniendo el equilibrio del verso. Se ha diluido la rima pero el ritmo poético sigue estando en vigor y el poema no contiene ninguna palabra sucia o deshonesta ni denigra a la mujer a la que va dedicado; aunque en esta ocasión esté escrito en francés. Por otro lado, y me parece muy interesante decirlo, sería un verdadero disparate si en vez de haber escrito "sin barreras... sin premisas" hubiese escrito "sin barricadas... sin leyes" puesto que no soy ningún libertino libertario (como sucede con algunos poetas y poetisas anarquistas) sino que me defino como un poeta sin ideología de ninguna clase, un poeta libre liberado... y por eso empleo palabras, en este poema, que pertenecen al mundo de las ideas libres (idealogías) y no al mundo de las ideas esclavizadas (ideologías). Vamos a ver qué significan, según el Diccionario de esta Ilustre Real Academia de la Lengua Española, las palabras más significativas del poema y comprobarán que ninguna de estas definiciones que a continuación voy a describir (y que pertenecen al Diccionario que ustedes mismos han construído) son anarquistas ni pertenecen a ninguna otra ideología (sea cual sea dicha ideología) y que, por otro lado, son definiciones limpias y no vulgares ni sucias. Veamos. Cuento es lo mismo que relato; pleamares significa fines o términos de las crecientes del mar y tiempo que éstas duran; sonrisas se refiere a acciones y efectos de sonreír; por su parte, ligero (en este caso) se trata de que pesa poco; aposento es habitación; barreras supone, en el presente poema, obstáculos; premisas significa señal o indicio por donde se infiere algo o se viene en conocimiento de ello; en cuanto labios estoy refiriéndome a los rebordes exteriores carnosos y móviles de la boca de una mujer; de las diversas definiciones de acento la que uso en este poema es modulación de la voz varonil; en cuanto a encendido doy a entender ardoroso; en lo referente a frágiles, en el poema me estoy refiriendo a delicadas; sumisas no lo empleo en sentido peyorativo de subyugadas sino a dóciles; amapolas es una metáfora comparando los labios de la mujer con dicha flor abierta; rojas significa encarnadas; y, por último, viento es una comparación que significa frescura. ¿Existe en todas ellas alguna palabra que sea libertina, libertaria, obscena o de carácter grosero? No. Absolutamente no. Todas ellas las uno en un conjunto que, dentro de un contexto tan poético como el que he escrito, resultan profundamente líricas literariamente hablando. Eso es saber manejar con limpieza el lenguaje español aunque me esté refiriendo a un tema de amor. Porque la razón de todas estas palabras es dar la sensación de calidad literaria bien expuesta para querer decir lo que deseo decir. Detallar una escena es propio del arte de la narración, el relato o el cuento. Si observan con facilidad se descubre que en este poema se detalla una escena y es por eso, y nada más que por eso, por lo que lo he titulado Como un Cuento. Y vuelvo a repetir que es una secuencia "cinética", con movimiento, porque puede ser fácilmente filmada como una escena de cine o televisión. Vean la composición de tal escena filmográfica: Es el amanecer y ella sonríe en una habitación tras cuya ventana se ve el mar. No hay ninguna persona más en el aposento y por eso la pareja compuesta por un solo hombre y una sola mujer puede darse el beso amoroso mientras la voz de él tiene acento varonil para decir un te amo mientras los labios de ella están encendidos de rojo color y se siente sumisa. Afuera sopla el fresco viento. ¿Lo han captado ya? El poema completo se compone de 7 versos. ¿Tiene alguna significación que hayan sido 7 precisamente el número de versos? ¿Qué simbolización tiene aquí el número 7? Pues sí, aunque no es un poema que pertezca al movimiento de los simbolistas como Charles Beaudelaire, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine o Arthur Rimbaud, a los cuales supera fácilmente porque no es tan oscurantista como ellos ya que es un poema que, precisamente, tiene mucha luz en su composición. Entonces veamos qué significa que sean 7 precisamente el total de sus versos: el 7 es signo del pensamiento, la espiritualidad, la conciencia, el análisis psíquico, la sabiduría. El número del intelecto y el idealismo. Apropiado para las personas amantes de la lectura, el estudio y las ansias por aprender. Tiende a proyectar la vida en una esfera de idealismo y actividad intelectual. Demuestra habilidades para el análisis y la investigación y la inteligente búsqueda del conocimiento; mentalidad científica y con capacidad de inventiva; estudiosa, meditadora; de personalidad encantadora; amantes de la soledad y de la paz; perfeccionistas. Veamos ahora las preposiciones usadas en el poema. Debo advertir, antes, que conocer todas las preposiciones del idioma español es fundamental para ser un excelente escritor. Pues bien... sorprendentemente resulta que también nos vuelve a salir el número 7. Son ellas las siguientes, por orden de aparición: de, en, sin, sin, a, de, en. ¡7 en total! Si resulta que tenemos 7 versos y tenemos 7 preposiciones en realidad podríamos decir que se corresponden de manera directa (a un verso una preposición sea donde sea que estén colocadas éstas). Los números, en la Biblia cristiana, tienen tres significados: cantidad, simbolismo y mensaje. En este poema existe cantidad de sensaciones, simbolismo romántico y mensaje profundo. Y resulta que el número 7 tiene el simbolismo más conocido de todos. Representa la perfección. Por eso Jesús dirá a Pedro que debe perdonar a su hermano 70 veces 7. La división del número 7 por otro número (excepto por sí mismo que da la unidad del número 1) no es posible si queremos tener un número entero. Si lo dividimos por 2 no es posible; si lo dividimos por 3 tampoco es posible, si los dividimos por 4 tampoco; si lo dividimos por 5 también es imposible y si lo dividimos por 6 igual. Sólo es posible dividirlo por sí mismo; lo cual quiere decir que este Poema sólo ha podido ser inspirado por el Espíritu Santo a una sola persona y no sé cuál es la razón profunda pero Jesucristo me lo dio a mí aunque no me lo mereciese tanto. Pero mucho más allá de todo lo que indique la Numerología (que en este caso es acertada con respecto a este poema) he empleado 7 versos porque precisamente el mes número 7 del año (julio) es el mes en que nació mi esposa que es a la que va dedicado el poema y, además, el primer libro de poemas que le regalé es el de Pablo Neruda titulado "Veinte poemas de amor y una canción desesperada" y resulta que el poema que más apreciaba Pablo Neruda de este libro es precisamente el que está ubicado en el lugar número 7. En ese sentido numerológico si a los 7 versos le sumamos el título del poema, se obtiene el número 8 y es precisamente el número 8 el lugar natural en que yo juego al deporte del fútbol de once. Todos los que me conocen como futbolista saben que, sea cual sea el número que lleve en la camiseta, en el fútbol de 11 mi puesto natural, donde siempre doy lo máximo de mí, es el que corresponde al número 8. Si contamos las letras utilizadas en el poema nos da un resultado de un total de 195 y resulta que ese año una de las principales figuras del siglo III para el cristianismo, Tertuliano, hijo de gentiles de Cartago, tras una juventud disipada y licenciosa según su propio testimonio, se convirtió al cristianismo en la ciudad de Roma. Yo no es que tuviera una juventud disipada ni licenciosa ni jamás se me ocurriría llevar a cabo una ideología religiosa herética; pero sí conocí la vida dispada y licenciosa de otros compañeros y amigos en mi primera juventud antes de convertirme al Cristianismo. En este poema recojo esa vida pero dentro del buen sentido y la moderación propia de quien se transforma ("como un cuento de pleamares" dice su inicio) de tal manera que ya no es el mismo y, desde entonces, mi Literatura se hace válida y valiosa para el mundo de los creyentes. En cuanto a las pulsaciones que tuve que llevar a cabo para transcribir el poema a la computadora es de un total de 234 que, si observamos a primera vista, es una sucesión perfecta de números (2-3-4) lo cual puede tener su propia secuencia simbólica en el plano de la psicología aplicada a lo social (test de sucesiones numéricas que proponen los psicólogos). ¿Es cierto o no es cierto que existe una gran carga anímico psicológica en el interior del mensaje de este poema? Es cierto. Cualquier psicólogo que lo analice ve en él todo un contenido de dominio de la secuencia, sin los altibajos ni las violentas rupturas que algunos poetas y poetisas imprimen a sus poemas hasta que los quiebran por falta de moderación psicológica. En el estudio psicológico del poema se ve una secuencia versicular de un escritor completamente controlado por sus propios impulsos y por eso no existe ninguna altisonancia ni disonancia como sí ocurre con otros poetas y poetisas que escriben de manera compulsiva y nerviosa. Aquí no hay ningún tipo de compulsión nerviosa sino calma y, sobre todo, dominio de la situación para no romper la secuencia remansada y pacífica que viene a demostrar ese 234 o sucesión perfecta de 2-3-4. Este poema (Como un Cuento) está escrito de manera espontánea pero no nerviosa sino con calma, un gran dominio de sí mismo y una salud mental impresionantemente sana y positiva; por eso la pasión que contiene no está expresada de manera negativa (como otros poetas y poetisas hacen), ni de manera violenta (como otros poetas y poetisas hacen), ni de manera compulsiva (como otros poetas y poetisas hacen), ni presentando altibajos psíquicos (como otros poetas y poetisas hacen), ni expresando exabruptos altisonantes o disonantes (como otros poetas y poetisas hacen), ni rompiendo la armonía pacifista (como otros poetas y poetisas hacen), ni usando palabras de verduleros (como otros poetas y poetisas hacen), etcétera. Hablemos ahora de la rimbombancia. Lo rimbombante, según el Diccionario de todos ustedes, señores y señoras, es lo ostentoso y lo llamativo. No niego que el poema "Como un Cuento" no sea llamativo porque sí lo es ya que llama la atención cuando se lee pausadamente, pero de ostentoso (esa arrogancia y presunción con la que escriben algunos y algunas estén o no estén aquí presentes, que se les empalaga hasta el paladar de tanto gustarse a sí mismos o a sí mismas) no tiene absolutamente nada. Precisamente está escrito de manera humilde y sencilla y quizás por eso sea llamativo pero no por la petulancia con la que otros, subidos al carro de la fama antes de tiempo, muestran sus composiciones para aumentar su egolatría. Yo sí tengo ego, como todos los escritores y escritoras pero, como se demuestra en este poema, no sufro, para nada, de egoísmos ni egolatría alguna como sucede con otros y otras. ¿Ven ustedes alguna clase de rimbombancia en estos sencillos pero llamativos versos? ¿He usado un estilo rimbombante o mesurado? Eso es algo que se debería tener muchas veces en cuenta a la hora de dar o no dar premios literarios que, al fin y al cabo, sólo sirven, para algunos, como motivo de sacar pecho y creerse los dioses de la Literatura Nacional e Internacional. Si nuestro ilustre almirante de marina Casto Méndez Núñez dijo, en 1865 o 1866 (que todavía no hay acuerdo total en la fecha), la famosa frase de "Más vale honra sin barcos, que barcos sin honra" refiriéndose al desastre de la Guerra del Pacífico yo, de forma pacífica por supuesto y parodiando a tan ilustre personaje histórico digo ahora: "Más vale honor sin premios que premios sin honor". Como en mi propia patria me negaro hasta "el pan y la sal" sin darme, tan siquiera, la oportunidad de intentarlo poniéndome toda clase de obstáculos e impedimentos... tuve que salir al extranjero, atravesando todo un océano y pasando las de Caín, para conseguirlo. Esto no es como un cuento precisamente sino la pura y dura realidad. Pero sigamos adelante, porque como dijo el poeta argentino "Almafuerte": "Si te postran diez veces, te levantas, otras diez, otras cien, otras quinientas....no han de ser tus caídas tan violentas ni, por ley, han de ser tantas". Insistiendo, de nuevo, en que este poema no tiene nada que ver con el Simbolismo de autores a quienes sobrepasa de largo, ¿hay alguna palabra simbólica que resuma el total de su contenido?. Cierto. Es la metáfora "frágiles sumisas amapolas rojas en el viento". En esta oración se reúne el momento cumbre del poema que, como se puede ver, es la parte final del mismo. ¿Qué he querido decir con ello? Que el momento más supremo de un acto amoroso es el que más placer da. En otras palabras, la culminación satisfactoria de dicho acto amoroso. Por eso el momento cumbre del poema es su parte final. ¿No son los momentos más placenteros de nuestras vidas los que más sonrisas nos producen? Efectivamente así es. Totalmente cierto. ¿Y no son los actos amorosos los momentos más placenteros para un matrimonio cristiano formado por un sólo hombre y una sola mujer?. Efectivamente es así. Totalmente cierto también. Por eso en el primer verso aparece la palabra sonrisas, que es el inicio del momento placentero del acto amoroso, y termino el poema con lo que he dicho en el párrafo anterior. Fijándonos en el título del poema (Como un Cuento) en realidad podemos estar hablando de que es un poema para ser contado a la persona a la que se ama. Eso es lo que quiero significar con dicho título. Un poema para contarlo a la mujer a la que amo que es, naturalmente y como Dios manda, mi primera y única esposa. Y si nos damos cuenta, en dicho título he buscado la armonía completa entre las vocales y las consonantes pues se compone (si quieren contarlo lo comprobarán), de 6 consonantes y de 6 vocales. Eso se puede llamar equilibrio intelectual o, dicho de otra manera, lucidez mental. Luego este poema no está escrito "a lo loco" o "a lo que salga" sino que se ha compuesto, aunque de manera espontánea y sin premeditación alguna, motivado por la lucidez del Espíritu Santo cristiano. Los que no entienden de estas cosas espirituales se pueden equivocar como ignorantes que son y llaman a todo esto una "cosa de loco" cuando en realidad es una cosa de un intelectual completamente cuerdo y completamente sano. El sentido de liberación espiritual que produce tener en su interior al Espíritu Santo cristiano se ve claramente en el poema cuando escribo "sin barreras... sin premisas" y ese es el verdadero significado de esta frase; no de ninguna concepción libertaria ni libertina sino de una concepción cristiana totalmente libre y liberada que no se escribe por capricho premeditado (propio de los poetas antojadizos y, a veces, hasta siniestros) sino por inspiración divina (propio de los poetas que se dejan guiar por su Espíritu Cristiano). Volvamos de nuevo a las matemáticas por ver si éstas ha seguido interviniendo en el poema, además de lo ya analizado en momentos anteriores. Efectivamente; todavía queda algo por añadir. El dato que quiero dar a entender ahora es que he utilizado, para construir el poema, un total de 40 palabras que, como sabemos todos es un número tan perfecto que se puede dividir por 10 y nos resulta 4 y si ese cuatro lo dividimos por sí mismo llegamos a la unidad del número 1. Y es que para ser el número 1 en Poesía es necesario hasta tener en cuenta estas habilidades matemático-numéricas. Ahora tomemos ese mismo número de 40 palabras usadas en la composición de este poema y sigamos en el plano de lo espiritual. ¿Cuál es el significado espiritual de este número 40? Podríamos decir que el número 40 es un número utilizado para señalar un tiempo de prueba o examen para poner algo o alguien en ‘evidencia' ya sea buena o mala. Si se pasa la prueba se muestra durante ese periodo tal evidencia positiva. De igual manera, si no se pasa la prueba, se muestra durante ese periodo la evidencia negativa. Con este poema yo he pasado, con matrícula de honor, dicha prueba. Existen muchos casos donde el número 40 es utilizado en la Escritura. Los tiempos de prueba de Dios al hombre en la Biblia son normalmente de 40 años. Por ejemplo, Es probable que Noé estuvo predicando 40 años, el diluvio fue 40 días y 40 noches, Israel pasó 400 (40 X10) años en Egipto y 40 años en el desierto por su desobediencia. Jonás predicó a Nínive por 40 días. Cristo estuvo 40 días en el desierto siendo tentado por el Diablo. Después de resucitar estuvo 40 días entre los hombres predicando antes de su ascensión y el pueblo de Israel recibió la predicación del evangelio por 40 años antes que el juicio de Dios viniese sobre la nación y la ciudad de Jerusalén junto con su templo fuese destruida. ¿Han podido ya comprobar por qué son exactamente 40 las palabras empleadas en elaborar este poema y por qué les digo que nace de la inspiración del Espíritu Santo? Pues sepan también que este Ensayo Literario, además del Poema en sí mismo, también es producto de esa misma inspiración. Socialmente hablando el presente Poema (con P mayúscula de Palabra) viene a distinguirse como un producto profundamente cristiano dentro de la actual sociedad en que vivimos. El primero de los tiempos verbales utilizados proviene de despertar y... ¿qué es todo el Poema sino un mensaje para despertar la conciencia de cómo se malvive hoy intercambiando parejas o jugando a tener varios esposos o esposas, algunas veces al mismo tiempo?. Ese "ligero despertar en mi aposento" es un aviso social para que las conductas de quienes tienen el amor como algo "abierto a cualquiera que quiera poseer a una persona" no sean, precisamente, las que nos distinguen a los verdaderos cristianos y cristianas. Mensaje social profundo: el amor de una pareja compuesta por un solo hombre y una sola mujer es el que se lleva a cabo en el aposento interior de nuestros hogares y nadie más, absolutamente nadie más de las personas que componen la sociedad mundial, puede ni debe entrar a formar parte de ese amor de pareja. El enfoque social no es de personas anticuadas sino de personas que saben muy bien que el futuro social sólo puede salvarse (si no queremos destruir y mancillar del todo lo que es el verdadero amor de una pareja hombre/mujer) si recuperamos esa decencia propia (de él y de ella) que no debería haberse perdido nunca. Por eso la sensualidad de este poema es simplemente sana, ampliamente sana y rotundamente sana; por lo cual no entra para nada en esa sucia costumbre de escribir poemas pornográficos que tienen algunos poetas y poetisas que manchan con ello sus propios nombres argumentando que escriben "a la moda" sin darse cuenta que hasta poemas del Marqués de Santillana, por decir alguno de los poetas más antiguos conocidos en la Literatura Española, pueden seguir estando de moda (por ejemplo "Coplas a la muerte de mi padre" que si lo vuelven a leer hoy en día, sigue tan de moda como siempre) porque la verdadera moda es aquella que vale para cualquier tiempo y situación en que se encuentre una sociedad y no como eso que llaman "moda" y es tan pasajera que cada mes la cambian por otra. Este poema quedará estando de moda tal cual si lo hubiera escrito Cervantes por ejemplo. Y es tan puro, limpio y sano el lenguaje empleado en este poema amoroso que, sin dejar nunca de ser amoroso, puede ser leído desde niños y niñas de muy corta edad hasta los ancianos y ancianas más longevos que existan; porque, socialmente, contiene valores y principios eternos y no como otros que, pasado el tiempo, quedan obsoletos porque se limitan a "estar de moda" aunque ésta sea sucia, macabra o repelente. Siguiendo dentro de los parámetros de lo social, este poema no sólo se le puede incluír en el apartado lírico de los poemas de amor sino que, teniendo en cuenta que se implica directamente con una conducta social, también puede ser incluído, sin reparo alguno, en lo que algunos han dado por llamar poesía social. ¿Qué es la poesía social?. Paso a explicar lo que se dice en un artículo de internet: "La poesía suele estar asociada a la belleza de las palabras y del discurso. La forma es clave en el impacto que tendrá un poema: siempre se trata de elegir el concepto preciso y ubicarlo en el lugar apropiado" (lo cual está perfectamente logrado en "Como un Cuento"). Sigo: "Esto no quiere decir que la poesía sea sólo forma y nada de contenido: nada más alejado de eso. De todas formas, hay que destacar que ciertas corrientes poéticas prestan una mayor atención a lo dicho en el discurso.Una de ellas es la poesía social, tal como se conoce a un movimiento poético español que se desarrolló en las décadas del "50 y del "60. Su característica principal era la denuncia de las condiciones políticas tras la Guerra Civil y durante la dictadura del Generalísimo Francisco Franco". Los poetas que siguieron esta línea intentaron hacer una continua reivindicación de la libertad, ante la censura y las presiones oficiales contra los opositores al régimen. Por eso, sus poemas muchas veces sufrieron las tijeras de los censores de Franco. (Como Franco ya no está vivo este poema titulado "Como un Cuento" no ha podido ser cortados por aquellos censores que si veían, por ejemplo, la palabra "aposento" la quitaban del poema y, sobre todo, si veían "amapolas rojas" lo cambiaba por "amapola colorada" de tanto odio que tenían a la palabras "rojo", "roja", "rojos" y "rojas". Como se ve, además, en "Como un Cuento", vuelvo a repetir una vez más, el eje principal es "sin barreras... siun premisas" lo cual es un grito de libertad social. ¿Es cierto o no es cierto que este poema puede, además de clasificarse como amoroso -algo que temían profundamente los censores franquistas- también como perteneciente a la nueva era de la poesía social?. Además, dentro del ámbito de lo social existen dos corrientes distintas de poetas románticos. Los depresivos que terminan por suicidarse ya que acaban por no tener vida social porque suelen cantar siempre a la muerte, y los vigorosos que, teniendo siempre una gran vida social, cantan a la vida del amor, que es la mejor manera de cantar a la vida plena (y en este sentido "Como un Cuento" entra dentro del romanticismo que canta al amor y no a la muerte). La explicación es la siguiente: Han existido, en la Historia de la Literatura muchos poetas románticos cuya obra, en general, es un rechazo de la realidad, una fuga del mundo circundante. El protagonista aspira a ideales absolutos: El amor, la justicia, la libertad, la gloria... Observan que esos ideales no triunfan y por eso se van a tiempos anteriores y también huyen de la realidad imaginalmente a mundos lejanos y exóticos. Para ellos la realidad que observan, es una realidad insufrible y les produce desánimo. Muchas veces toman como solución el SUICIDIO. Pero han existido otros poetas románticos que supieron valorar, en su justa medida, la realidad con la imaginación y, con esta combinación bien elaborada, siempre tuvieron vida social y cantaron al amor, a la justicia, a la libertad, a la gloria... sabiendo que, al final, triunfarían. Por eso crearon romanticismo para la vida real a través del romanticismo de la vida imaginada. "Como un Cuento" no imagina nada, excepto que la imaginación amorosa es una verdadera realidad si la narramos como vida total. En esa totalidad realista-imaginativa al mismo tiempo entra el presente poema. Nada de noches lúgubres y tétricas, tumbas y cementerios para cantar al "amor muerto" (como han hecho o siguen haciendo muchos poetas románticos de carácter social depresivo), sino noche placentera en el aposento, alba del amanecer y color para cantar al amor vivo (como han hecho o seguimos haciendo muchos poetas románticos que tenemos el carácter social optimista y es por eso por lo que escribí "Como un Cuento"). Espíritu libre, alegre, amplio, generoso (el nuestro) contra espíritu encadenado, triste, cerrado en sí mismo y mezquino (el de ellos). Quiero decirles ahora algo verdaderamente sorprendente. ¿Saben por qué la última palabra que uso en el poema es "viento"? Porque deseo que una vez leído por los lectores y las lectoras, este Poema se extienda por el mundo entero transportado por el viento del soplo divino. Quizás ahora sí piensen que esto es una locura. Nada más lejos de la realidad. Es el deseo del cumplmiento de un Gran Sueño. En este sentido "despertar en mi aposento" significa precisamente eso: despertar y ver cómo es realidad que el "viento" del soplo divino (con el cual termina la composición lírica del Poema) lo lleva hasta millares o millones de lectores y lectoras expandidos por el mundo entero. Si pensar así, a lo grande, es una locura... ¡bendita locura sea esta de pensar así, a lo grande!. Piensen. señores, piensen... antes de criticar... EPÍLOGO Por último, como epílogo del presente Ensayo, he aquí mis tres últimas consideraciones: Todo poema que merece la pena de ser considerado como tal (igual que sucede con el poema analizado en este Ensayo) tiene que componerse siempre de versos engarzados a través de unas ricas y no efímeras suposiciones conexas. A veces he visto verdaderas bazofias inconexas ser llamadas poemas. La conexiones y conjunciones de un buen poema deben ser, a la vez, conjuntivas e ilativas. Las hay en el presente poema. Falta también señalar que los contrapuntos positivos ("labios" y "amapolas" en Como un Cuento) deben estar suficientemente seleccionadas para armonizar a un poema y no disolverlo en rodeos innecesarios con palabras incoherentes. Aquí "labios" tienen coherencia total con "amapolas rojas". Eso hace que la obra tenga alto nivel retórico. Efectivamente, la retórica no debe caer en el embrollo (como hacen algunos autores y autoras) sino en el desarrollo (cosa totalmente diferente). El presente poema es todo un completo desarrollo literario y en ningún momento embrolla la mente del lector o lectora. Olvidábamos algo fundamental para dar por terminado, definitivamente, el presente ensayo. Me refiero, dentro del análisis literario, a lo que se llama idea principal, ideas secundarias y hasta ideas terciarias y cuaternarias. Todas ellas de gran importancia. La idea principal en "COMO UN CUENTO" es totalmente evidente: la relación sexual de un matrimonio cristiano heterosexual. Esta idea hace que todo el poema tenga trascendencia por sí mismo y venga expresada de forma concreta en "sin barreras... sin premisas" que le da el carácter de libertad total con la que viven quienes han jurado ante Dios y el Mundo amarse más allá de la Muerte (hasta la Eternidad). De ahí que la idea principal se sustente, repito, en la frase "sin barreras ... sin premisas". Como ideas secundarias podemos citar, sin querer abundar demasiado, en tres muy concretas: "aposento" que sirve para situarnos en el lugar específico y concreto en el que se desarrolla la accíón; "acento" que el tiempo presente de indicativo (no me refiero al orden gramatical sino al orden semántico) para referinos al tipo de amor en su aspecto psicológico; y "sumisas" y "amapolas" que vienen a significar el momento exacto de la entrega amorosa sin ninguna clase de superposición sino de compenetración a travé del sí de Ella. ¿Podríamos señalar algunas ideas terciarias?. Por supuesto que si. Efectivamente, la hay. El "como un cuento" es, además de significación imaginaria de la acción, una idea terciaria que complementa de manera indirecta a todo el contenido del poema. Podríamos señalar alguna idea terciaria más como "viento" que viene a simbolizar la libertad total de la entrega de ambos sujetos ante la acción. En este sentido esta idea es liberalizadora y tiene (a pesar de ser terciaria un importancia muy trascendente). Y es que en el mundo de las ideas literarias, analizadas a fondo, suceden cosas tan interesantes como las aquí explicadas. Quedan, por última una cadena de ideas cuaternarias muy hábilmente enlazadas con secuencia continuada perfecta. A saber: "pleamar", "sonrisas", "despertar" y "labios"... que enlaza la postura inicial del propósito con la consecuencia final del mismo propósito pasando por el estado de ánimo de la pareja y el hecho de despertar la pasión necesaria. Por último, cierro el presente Ensayo sobre "Como un Cuento" indicando algo muy importante: que es un producto artístico completamente sano en su intencionalidad al igual que sana es la mente de su autor y su autora. José Orero De Julián (Diesel) y Liliana Del Castillo Rojas (Lina "La Gaviota Roja").
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