Gabo es García Márquez arrastrando sus cien años de soledad. Gaby es Sabattini en el alegre mundo de las modelos femeninas. Camilo es Cela enmarañado en la colmena. Camila es Bowles-Parker siendo atormentada, noche tras noche, por el fantasma de una muerta. Fama. El pesado fardo de la Fama. Muchos y muchas hacen cosas increíbles con tal de entrar en la Fama y arrastrar el pesado fardo.
Época de magisterio. Primero fue con Gabo y Gaby, cuando la enseñanza consistía en aprender a reír y jugar como si fuésemos niños y niñas eternos. Después fue con Camilo y Camila, cuando la enseñaza ya era algo mucho más duro para una adolescencia en formación.
De Gabo a Gaby hasta Camilo y Camila no existe más distancia que la de un pesado fardo llamado Fama. Dejé mis huellas bien marcadas en Hopking y El Sauce. Fama. A veces la Fama puede ser tan ligera y suave que apenas nos damos cuenta de ello; sobre todo cuando sabemos reír y jugar como niños y niñas y cuando aprendemos a madurar con los buenos principios a la hora de intentar saltar de la adolescencia a la juventud. Y, entre niño y joven, la época del magisterio me hizo crecer. Fama. Muchos cargan con el pesado cargo de la Fama; pero otros sabemos que la Fama puede ser una fresca sensación  de haber cumplido sin haber hecho cosas tan increíble como arrastrar tras de ti cien años de soledad, vivir en las alegres compañías de las modelos femeninas, enmarañados en la colmena para salir sucios de ella o no poder dormir felizmente ninguna noche de nuestra existencia por culpa del fantasma de una mujer muerta.