Filosofía al canto de un duro: ¡El carro me lo robaron anoche mientras dormía! (de Manolo) y ¡Hola hola hola no vengas sola! (de Pepa). Pues bien empezamos la mañana y esperemos que sea para bien. Antes de empezar a filosofar voy a explicar lo que es la estimulación precoz, eso que tan preocupados tiene a los padres, a las madres, a los abuelos y a las abuelas más el resto de la parentela. Es muy fácil de comprender. Tú te pones detrás del burro y le arreas un garrotazo en los cuartos traseros, el burro se estimula y te suelta una coz que ves el firmamento entero. A eso se le llama estimulación precoz (porque antes de que el burro te suelte la coz se ha estimulado lo suficiente). Pre coz. ¿Han entendido ya qué es la estimulación precoz?.
Pues ya podemos empezar con la filosofía del determinimo y a ver si acaba de morderse las uñas el alumno que está sentado en el pupitre número 24. El determinismo es aquel pensamiento filosófico que nos determina si Sofía está de buen ver o todavía hay que esperar a que madure un poco más. En otras palabras, el determinismo es una doctrina filosófica que sostiene que todo acontecimiento físico, incluyendo el pensamiento y acciones humanas, están causalmente determinados por la irrompible cadena causa-consecuencia. Existen diferentes formulaciones de determinismo, que se diferencian en los detalles de sus afirmaciones. O sea, como pueden todos ustedes comprender, esta clase de determinismo es una verdadera chorrada y a ver si termina el alumno que está sentado en el pupitre número 24 de morderse ya las uñas. Por cierto, está prohibido fumar canutos en el escusado. Y escusen ustedes este pequeño incidente pero si empezamos por fumar canutos en el escusado terminamo más secatulis que el sarmiento de la huerta de don Domingo. Pero dejemos el pensamiento de Domingo Sarmiento para el domingo.
Sigamos con la Escuela de Francfurt; aunque supongo que en Francfurt habrá más de una escuela porque para eso se produjo el milagro alemán y ya saben que Alemania limita al norte con los alemanes del norte, al sur con los alemanes del sur, al este con los alemanes del este y al oeste con los alemanes del oeste. Pues bien, la famosa Escuela de Francfort, aunque parezca otra chorrada decirlo, se basaba en las bobadas que decían Hegel, Marx y Freud (el conocido Trío Calaveras) y es por eso por lo que los mexicanos Guillermo Bermejo Araujo (Bermejo jugó en el Atlético de Madrid y Araujo en el Elche), Miguel Bermejo Araujo (Bermejo jugó en el Atlético de Madrid y Araujo en el Elche vuelvo a repetir para que se quede bien grabado en sus memorias) y Raúl Prado (Raúl jugó en el Real Madrid y a Prado no le gustaba jugar al fútbol)  cantaban, filosofía al canto de un duro estimados alumnos y mucho más estimadas alumnas sobre todo Sofía,  ¡Daddy yankee arcangel de la gheto hector el father yomo!.
Una vez  comprendido esto pasemos a la filosofía del empirismo y si no se callan ustedes me piro de inmediato sin explicar los que es el empirismo. Pues bien, el empirismo es pirarse tanto de la chinostra que nos hace decir algo como que la experiencia de poder conocer a Sofía, que bastante difícil lo veo porque es más dura de pelar que un coco de las islas Seychelles (porque están más duros que el cerebro del alumno que se está mordiendo las uñas en el pupitre número 24) ya que la experiencia de que te diga que no, ligada a la percepción de fracaso sensorial en la formación del conocimiento, desemboca en una justificación  tan limitada como decir ¡bah, no está tan buena como parece! para disimular la enorme calabaza que nos acaba de dar.
¿Por dónde seguimos? Tenemos dos alternativas y elegiré la que más me agrade y la que más me agrada es Sofía así que a Sofía me dirijo ahora. Las dos alternativas que debemos elegir, lindísima alumna, es que salgamos a tomar un café usted y yo juntos o que, si  no puede ser, podamos saludarnos con una hasta nunca porque tengo otra mejor en mi mente. Así que sigamos con la mentalidad del metalingüismo. ¿Qué es el metalingïsmo? Pues algo así como decir al mal hablado del pupitre número 24 que deje de hablar tantas sandeces y se meta la lengua bien dentro de la epiglotis si no quiere que le expulse de inmediato.
Seguimos. Señorita Filo Sofía, atienda usted un momento porque el metalingüísmo describe a una persona que conozca muchos idiomas como, por ejemplo, el español, más el ecuatoriano, más el chileno, más el colombiano, más el venezolano, más el peruano, más el uruguayo, más el paraguayo, más el boliviano, más el argentino (por citar una buena lista ya que usted es tan lista señorita Filo Sofía), con lo cual tenemos a una persona que es tan metalingüista que sabe, por lo menos, diez idiomas; con lo cual puede hablar en la ONU sin ninguna clase de obstáculo para hacerle entender a Fidel Castro y a Hugo Chávez que es hora de que levanten el trasero de la poltrona y dejen  a otros más demócratas (y ahora hablaré de Demócrito) que gobiernen en Cuba y en Venezuela.
Ya que estamos hablando de democracía... ¿que decía la filosofía de Demócrito?. Decia una verdadera tontería así que la voy a resumir en breves palabras: Todos somos, por su cualidad, partículas indivisibles. Lo cual, si se fijan ustedes en Sofía, y a ver si hace el favor el alumno del pupitre número 24 de dejar de tirar pepas al suelo o le hago que se las coma con cáscaras a ver si le gusta el asunto y que deje de mirarme tanto a mí y se fije más en Filo Sofía, es un hecho palpable que somos indivisibles porque si dividimos a Filo Sofía en dos, resulta que por un lado tenemos a Santa Filomena y por otro lado a Sofía Loren. Pero eso es imposible porque Filo Sofía está de mejor ver que las otras dos juntas y a ver si el alumno del pupitre 24 se aburre y se va de clase que es lo que estoy esperando desde el principio porque como decía mi abuela "la carne de burro no es transparente" y quiero tener más claridad para ver cómo reacciona Sofía.
Y ahora que ya he conseguido que el alumno del pupitre número 24 se haya ido a hacer gárgaras y algún pucherito que otro y a ver si no vuelve por aquí hasta el año 3.000 después de Jesucristo, ya todos más tranquilos que un guardia forestal echándose la siesta debajo de un algarrobo, pues expliquemos lo de la teoría de la gravedad. Si Sofía le tira una manzana a la cabeza de ese alumno que está dormido en el pupitre número 33 pues la cosa es grave, como decía John Newton muy bien dicho, porque le abre la cabeza y tenemos jarana y media. Por cierto, les hago saber que Jara jugaba en el Córdoba pero no en Córdoba de Argentina sino en Córdoba de España. Pues eso es la teoría de la gravedad: la cantidad de puntos, y me apunto 10 puntos por esta explicación, que habría que darle al susodicho alumno que está dormido en el pupitre 33 para cerrarle la herida producida por la manzana arrojada, y sólo es una hipótesis así que no se me asuste nadie, por Sofía.
Sigamos con esto de los temas filosóficos reales como la vida misma y ¿qué más quieren ustedes estimados alumnos y mucho más estimadas alumnas? Se admiten preguntas pero ya veo que están ustedes más callados que Don Cayo que de tan callado que estaba hasta consiguió que le votasen como diputado en el Congreso de Los Dormilones Mormones. Está bien. ¿Cuál es la filosofía mormona? La filosofía mormona dice que si enfadamos a una mona (y no me refiero a ninguna presentadora de televisón de Guayaquil sino a una de esas que comen cocos en las ya citadas islas Seychelles) se produce una visión celestial y entonces, según los mormones, sólo se salvan los que forman parte de la cúpula de polígamos que ellos han inventado para hacernos saber que los demás, los que solo estamos casados con una sola mujer, estamos condenados a ¡rodar y rodar, rodar y rodar! como las piedras de los caminos. ¡Es demasiado aburrido seguir y seguir la senda oyendo a los cansinos mormones decirnos lo de la encomienda!. Pues eso, que según la filosofía de los mormones, todos los demás nos tenemos que encomendar al fantasma de Smith para que nos perdone por no ser polígamos.
Atención todos y todas, especialmente la guapísima Filo Sofía, que ahora viene algo muy bueno. ¡Los existencialistas!. Que dice Bergson que la existencia es la no existencia. Y esta bobada la han seguido diciendo, ¡asombrénse ustedes mis estimados alumnos y mis más estimadas alumnas!, la siguiente ristra de ajos arrieros: Kierkegaard, Nietzsche, Schopenhauer, Dostoyevski, Heidegger, Jaspers, Sartre, Unamuno, Simone de Beauvoir, Camus, Husserl, Merleau-Ponty, Buber, Marcel, Maritain y, para rizar más el rizo como le sucede a la buena de Sofía, el desconocido Bytendijk que ni aparece en los mejores textos escritos de Filosofía Aplicada y a ver si nos aplicamos un poco más o suspendo a todos y les hago repetir en septiembre exceptuando, claro está, a Sofía porque es la más guapa del aula entera y resto de la Universidad.
Reflexionemos. Ahora voy a explicarles lo de la teoría de los reflejos condicionados (¡de Pavlov por cierto y qué bien  bailaba la Pavlova!). Si a un perro de raza (pongamos por ejemplo un dálmata de Dalmacia o un alsaciano de Alsacia porque sobre gustos ustedes tienen toda la libertad del mundo) le ponemos un hueso de conejo delante de sus narices se le hace la boca agua pero todavía se la hace la boca más agua si le ponemos una buena chuleta de cerdo  y perdón por lo de cerdo pero no me estoy refieriendo,  aunque parezca lo contrario, al alumno del pupitre número 80 que parece que está buscando perlas en sus fosas nasales. En sentido humano es como si al alumno del pupitre número 80 que parece que está buscando perlas en sus fosas nasales le mirase la guapísima Sofía. ¿Qué sucedería entonces?. Que a dicho alumno se le haría la boca agua en cantidades industriales; algo que, por supuesto, sólo está presente en su imaginación. Para que vean que Pavlov era tan imaginativo que veía perros dálmatas y alsacianos por todas partes.
Vayamos a la filosofía de los escolásticos y quien no sepa lo que es que por favor abandone esta Facultad y haga el favor de irse a la Escuela Juan Montalvo, que bien cerca está, para ver si después de unos poquitos años de madurar (entre 500 ó 600 más o menos) ya viene aprendiendo la filosofía de los escolásticos. Tomás... ¡aquí no!... ¡aquí no se puede ligar con Filo Sofía mientras esté yo delante porque para eso soy quien manda!. Bueno, pues según Tomás de Aquino y te repito una vez más Tomás que aquí no se puede ligar con Filo Sofía que te pareces a un Tomás que conocí en Madrid que andaba como loco para poder ligar, la filosofía escolástica se divide en tres fases: la primera fase conocida como prefase, la segunda fase conocida como fase, y la tercera fase conocida como posfase. Y como esas tres fases son un verdadero rollazo lo explico otro día que tenga más ganas de perder el tiempo con todos ustedes.
¡Me parece que muchos de ustedes, estimados alumnos, son masoquistas, y ahora explico la filosofía del masoquismo, porque si se aburren tanto en Filosofía ya que sólo vienen aquí a intentar ligar con chavalas guapas, pues que hagan el favor de no estudiar en esta Facultad y se vayan a intentar ligar chavalas guapas al Centro Comercial que hay cerca del Estadio Atahualpa!. Por cierto... ¿alguno de ustedes sabe a qué extranjero ha fichado El Nacional?. ¡Ven como no tienen ni idea de fútbol!. El Nacional, porque es nacional, nunca ficha a jugadores extranjeros. ¡Anda, váyase más de uno de ustedes a aprender fútbol con Bauza si es que Bauza les admite en el equipo de los reservas de los reservas de los reserva de la Liga!.
Entonces, ahora, una vez bien aprendido que El Nacional nunca ficha futbolistas extranjeros, expliquemos lo que es la filosofía del masoquismo. Muy fácil. Masoquismo es perder el tiempo intentando ligar con Filo Sofía, solamente Sofía sin Filo para los amigos. ¿Han comprendido bien lo que les quiero decir? Pues que el masoquismo es tener ganas de sufrir por sufrir. ¿Y a dónde nos conducen las ganas de sufrir por sufrir? Pues lógicamente sufrir por sufrir solo nos conduce al sufrimento que es lo que les pasa a muchos de ustedes cuando miran a Sofía intentando convencerla de que acepte un helado de macedonias de frutas, ¡Que no! ¡Que verdes las han segado y que las uvas están todavía muy verdes y la miel no está hecha para los borricos ni todas las peras son peras! ¿Entendido ya lo que es la filosofía de los masoquistas? Y el que quiera ahora tirarse la pera que se tire la pera y se vaya porque como dicen en mi tierra "cuántos menos seamos a más tocamos".
¡Las que se van por las que entran, señoritas mías o no mías, que bastante tengo yo con seguir con este tostonazo de la filosofía que parece que nunca va a terminar!. Decía Arquímedes lo siguiente: El que sabe hablar, sabe también cuándo hacerlo. Así que fíjense por donde hubo un filósofo griego que se metía piedras en la boca para aprender a hablar y se llamaba, aunque parezca bastante feo decirlo, Demóstenes. Y no se me rían porque no es una tontería sino una verdad presocrática. Así que seguimos ahora con los presocráticos. ¿Estaban tocados de la cabeza o no estaban tocados de la cabeza los presocráticos?
Todos los filósofos presocráticos eran cosmogónicos; o sea, como si sus preclaras inteligencias proviniesen de otro planeta ajeno a la Tierra.¿Qué me dicen a eso, eh? Ya veo que dicen que dicen que dicen pero, a la final, no dicen nada. Pues cojamos, por ejemplo, a Plutarco. Si a Plutarco lo hubiesen  enviado a Plutón de donde al parecer provenía junto con Platón y los plataniotis - por cierto Plataniotis era un tenista griego pero mucho más moderno que Platón- pues no hubiese dicho que el punto (y me apunto otros diez puntos por saber lo de Plataniotis del cual no sabe nada ningún  otro Doctor en Filosofía) más importante de la filosofía, y a ver si miramos para otro lado y dejamos de mirar a Sofía como si fuese ella ese punto del que hablaba Plutarco,  es la amistad, de la cual llegó a decir que la amistad es una animal de compañía, no de rebaño; así que ya lo saben ustedes: no necesito para nada la amistad de ninguno de ustedes mientras Sofía siga siendo siempre amiga  mía.
Así que doy por terminada la clase del día de hoy y me voy con mi amiga Sofía (Filo Sofía para ustedes que no son amigos de ella) a tomar un café.