Tengo que contarte algo.
 
Te escribo a pesar de saber que no lo leerás, porque parece que cuando nos despedimos debimos no entendernos bien... o debí hablar un idioma que no comprendías...y es que yo te dije, que te esperaba, que te aceptaba aunque me doliera, solo como amigo, pero al parecer tú no lo dijiste de verdad con el corazón, solo lo dijiste por decir pero ahora te escribo porque….

Tengo que contarte,  que ya no quiero seguir jugando al gato y al ratón contigo, dejo de intentarlo... dejo de “seguirte”... porque ya me cansé de jugar, que ya me cansé de sentir mi alma demasiado pesada por la melancolía y la tristeza, de perder el tiempo creyendo que “algún día” me responderás eso es algo que realmente nunca quisiste,  ya me cansé de este juego de cartas rotas... jugando  yo sola,  y te digo algo, ya no pienso volver a apostar por ti.

Tengo que contarte que ahora por fin soy muy feliz, feliz en otros brazos que no son los tuyos...

Que vivo como una Princesa en un palacio de cristal, sintiéndome libre de cualquier dolor y añoranza del pasado, desde aquí cada noche puedo ver las estrellas y la luna,  comparto mi vida, con alguien que me da tanto amor como merezco y al que doy tanto amor como merece, con alguien que cambió toda la oscuridad que trajiste a mi vida por luz brillante todos los días y sé que no me traicionará jamás porque  solo tiene amor en su corazón y solo eso puede dar.
A pesar de haberme resistido tanto, supo esperar, perseverar y sobre todo escuchar y me rindo, ¡El gano! pero al ganar él, poco a poco me doy cuenta que también yo gané, gané a alguien que sí sabe lo que tiene para dar y saber lo que quiere recibir y eso en una palabra es ¡AMOR! ganamos los dos.
Estoy con alguien que está a mi lado cuando lo necesito, que me respeta, que me cuida, que me escucha, que me hace reír, que me vuelve loca, que me emociona, que me completa y me llena, que me acaricia el alma con solo mirarme...con mi alma gemela...con quien a partir de ahora, será el dueño de mi corazón, de mi cuerpo, de mi alma, de mis pensamientos, de mis sueños, de mi tiempo y de mis desvelos…

Tengo que contarte que me resistía a desterrarte  al olvido hace tiempo, pero ahora sé que es lo mejor que puedo hacer, porque fuiste tú quien quiso regalar su asiento, su lugar,  que ya no te amo, y lo siento, porque ni si quiera te odio, pues eso ería tenerte demasiado en cuenta... a partir de hoy solo serás un simple recuerdo y se que al pasar de los años, irás quedando en el olvido así como yo ya no estoy en tu vida y en tus recuerdos.

Desaparecerás de una vez de mi vida, fue eso lo que decidí... quiero ser feliz sin ti, ahora que he encontrado el dónde, el cuándo, el cómo y sobre todo... el CON QUIÉN.