Sexo en los sesos (Diario)
Publicado en Jan 18, 2012
¡Menudo tabarrón me ha caído encima! Llevo una hora larga aguantando el ataque. ¡Cómo detesto a estos donjuanes de verano que siempre atacan de dos en dos e intentan ligar contando chistes vulgares llenos de sexo implícito sin sensatez alguna!. El caso es que estoy aquí, en el mostrador de la cafetería, aguantando, una vez más, esta oleada de moscos verdes que las desnudan con el pensamiento mientras quieren cambiar materia por materia. Observo sus "looks fashions glamours" y me dan arcadas cuando escucho sus inmemoriales rollos de dramaturgia secular. Para ahuyentarlos sólo pienso en tí, en la mujer que acaricia con su voz mientras los ojos me envuelven en sus brazos melodiosamente, dulcemente, sin más adorno que el de la verdadera feminidad.
Pienso en ti y no sé cómo quitarme de encima a estos dos moscos verdes de verano. ¡Cuántas moscos verdes he soportado ya!. Mis oidos están ya saturados de macarradas de quienes sólo me hacen pensar en ti. Total, porque son de los que creen que una mujer a la que consideran hermosa, siempre tiene que ser carne de cañón para sus donjunescas poses. Si pudiese abrirles el cerebro sólo encontraría sexo en vez de hipófisis. ¡Qué afán por explorarte como cuerpo del deseo de sus sexeras!. Si no hubiese moscos sería mucho más fácil buscar la ideal manera de ligar con Diana cazadora alejada de la especie machista. Les cito una frase del poeta Rumi y se esconden en sus ignorancias. Les pido que hablemos de algo interesante sobre psicología animal en la naturaleza humana y quedan con la mente en blanco y los ojos extravíados en un vacío simplistamente elemental. Así que obnubilados porque una mujer a la que consideran hermosa tenga ganas de hablar de tema para ellos elevado ha llegado mi tío Alberto. !Jamás me alegré de ver tan de cerca a mi tío Alberto el Furibundo!. Y ahí se han quedado los machistas, dando vueltas a su bourbon verdulero (verbena de la pedantería sin materia gris en sus cerebros atestados de sexo) dándose cuenta de que yo no soy un machista envuelto en las barriobajeras mentes de Don Juan y Don Luis Mejía. Y me voy pensando en tí, que me acaricias con sentido mientras hablamos de Rumi o de Psicología hasta que llega la hora de realizar el acto amoroso con el sexo en su lugar y los sesos bien puestos.
Página 1 / 1
Agregar texto a tus favoritos
Envialo a un amigo
Comentarios (0)
Para comentar debes estar registrado. Hazte miembro de Textale si no tienes una cuenta creada aun.
|