No tenía nada que ver con el mundo de los toros (matar al toro de un sólo pinchazo). No tenía nada que ver con el mundo los doctores ni las doctoras (ponerte un pinchazo en el poto). No tenía nada que ver con el mundo de las drogas (meterte un pinchazo de "mierda" en las venas). Tenía que ver con el mundo de las chapas de una de aquellas múltiples infancias que viví.
El pinchazo era cuando el ciclista -de chapas estoy hablando- rebasaba el borde de la pista, formada sobre la arena gracias a nuestras propias manos, y salía fuera de ella. El pinchazo suponía tener que poner a tu ciclista en el mismo lugar sin  avanzar ni un sólo centímetro mientras veías, con desesperación infantil, cómo la chapa de alguno de tus rivales, te rebasaba y te quitaba el primer lugar en la carrera. Un  pinchazo no era cosa grave por cierto; pero lo grave es cuando el mismo ciclista pinchaba dos veces seguidas o hasta tres veces seguidas. Que se lo pregunten a Emilín que sufría demasiados pinchazos por cierto cuando mi Van Stembergen superaba siempre a su Van Looy.
Cuando en vez de jugar en la calle lo hacíamos en el suelo del comedor, el pinchazo consistía en que la chapa se salía de las losas que habíamos señalado como pista. Que se lo pregunten a Boni cuando mi Van Stembergen superaba, al final, a su Walkoviak (y los datos del ranking de ciclistas que aparecen en  "Cerros Verdes" no mienten). Y cuando en vez de jugar en el suelo del comedor lo haciamos sobre el tapete de hule de la mesa, el pinchazo se producía cuandola chapa rebasaba el filo del tapete de hule y se caía, sin  remedio alguno, al suelo. Que se lo pregunten a Maxi cuando mi Van Stembergen superaba, a mitad de la prueba, a su Fantini que, desolado y tristón, abandonaba la competición.
Mi Van Stembergen, como bien se puede comprobar en "Cerros Verdes" (que nunca publicaba datos falsos ni mentirosos) ocupaba el primer puesto del ranking de ciclistas en las chapas. Ver para creerlo. Pues lo pueden ver porque es cierto. Y de paso digo que el "saltón" era saltarse las curvas de la pista, cuando jugábamos en la arena, para hacer trampas y no perder terreno respecto a los rivales. Boni era un verdadero experto en hacer "saltones" lo cual era completamente ilegal en el mundo de las chapas.