Yo quiero ser mataor mataor mataor mataor mataor! (El Chivatazo)
Publicado en Jan 20, 2012
En esto del mundo de la fiesta taurina; o sea, ser un maestro no de escuela, colegio o univesidad, sino de esos mataores de los mejores del mundo entero y olé, oleé, oleeé... hay que ser un poco como "Lagartijo" tirando a "Chamaquito" por lo de andar más listo que las avutardas en época de caza de aves y machacar algún coco que otro (y me refiero a los cocos de comer cuando tenemos hambre de siete semanas y media o cuando la Luna está en cuarto menguante y menguan los mendruguillos de pan). O sea, usted quiere ser mataor de los de verdad y no de esos que se sueñan durante los delirios nocturnales cuando una copa de más le hacen hablar tontera y media. Pues bien, entonces tiene que empezar por saber lo que es una capea. Sí. Como usted lo está leyendo. Una capea y no una copea, así que abandone el vicio de beber copa tras copa (que parece usted un futbolista ansiando tantas copas) y dedíquese a las capas. Si ve que no tiene agallas (algo así como las de un merluzo y me refiero al pescado y no a alguno de esos merluzos que nos encontramos paseando por las calles principales de cualquier gran ciudad) entonces cómprese una capa de esas con esclavina y todo y hágase pasar por un templario en vez de templarse tanto con las copas tras copas que, vuelvo a repetirlo, parece usted un futbolista deseando tantas copas.
Ahora bien; usted ya ha determinado que no quiere más copas y que lo que desea es ser mataor. Pues entonces cómprese primero la Enciclopedia "Los Toros" del gran académico José María de Cossio y deje usted que cosa su señora esposa o su señora novia o su señora enamorada o su señora querida. ¿Entendido pero bien entendido el asunto? Bueno... pues tómese todo un año entero para meterse entre pecho y espalda (por favor no me haga el bruto que es sólo una manera de hablar y no tome la frase al pie de la letra) hasta que se entere bien, pero bien del todo (algo así como si entendiera usted la diferencia entre el toro y el minotauro) lo que es el Mundo de La Fiesta Taurina. Usted ya ha decidido que se ha aprendido bien los Principios Fundamentales del Movimiento (¡vaya rollazo por cierto del tiempo de los franquistas!) y sueña que se franquea con Silvana Mangano porque cree que esta actriz de cine le va a ayudar a ser mataor... pues está usted muy equivocado, señor mío, porque Silvana Mangano no tiene nada que ver con los empresarios taurinos y si quiere pregúnteselo directamente a ella; lo cual es del todo imposible pues esta bellísima y famosa actriz murió, exactamente, el día 16 de diciembre de 1989 en la gran ciudad de Madrid... así que ha llegado usted tarde y si quiere ser mataor de verdad... ¡ande y láncese ya usted en picao trompicao a la arena y asujétese bien las calzas si le sale un moruno bien bragao!... porque no todo en la Fiesta Taurina es cortar orejas y rabos y salir por la puerta grande porque para eso tiene usted que ser más bien flaquito como Manolete y no tan gordo como era Oliver Hardy y a ver si comemos menos bollos que parece usted una bola de Berlín y, para que lo sepa, la bola de Berlín no es la Bola de la Pedriza, en la provincia de Madrid por cierto, sino un bollo... y ya que hablamos de bollos... ¿usted sigue empeñado en ser mataor? Pues haga lo siguiente. En primer lugar déjese de decir tonteras sobre la Fiesta Taurina y no gastar el tiempo en contar chistes de toros de esos tan poco graciosos como: "¿Le gustan a usted los toros? ¿Sí? Pues tiene el mismo gusto que las vacas" que, además de ser un chiste de la época de Frascuelo tiene menos gracia que El Cordobés cuando hacía el teléfono. Pues eso. Deje de llamar tantas veces a su mamita por teléfono y adelgace un poco antes de querer ser mataor. Después, si sigue usted con la machacona idea de ser mataor aprenda el arte de Cúchares mientras le echa unas cuántas cucharadas de ají a la sopa milanesa... y por favor no se me vaya a aprender el arte taurino a una escuela de Milán porque en Italia no hay fiestas taurinas que yo sepa pero, bueno, supongamos que sí... que en Milán hay alguien dispuesto a tomarle el pelo cobrándole 10.000 euros por enseñarle a ser mataor. ¡Pierde usted lamentablemente el tiempo y los dineros porque para apreder a ser mataor de los buenos hay que ir a Camas! ¡Que no! ¡Que no le digo que se meta usted en las camas de algún motel que otro porque no van por ahí los tiros! ¿Qué escucha usted tiros? Lo más seguro es que se haya usted equivocado de país y crea que Camas está en la región del Kamasutra. ¡Por Dios, que es usted despistado! ¿Pero no está viendo usted, alma en pena, que se ha ido a la India y allí, precisamente allí, está prohibido matar a las vacas y a los toros? ¡Ande... ande... tire para adelante... y de la vuelta al mundo hasta volver a situarse de nuevo en España!. ¿No se da cuenta, alma en pena, que Camas es de Sevilla?. Está bien. Sigue usted soñando, ahora, que es Curro Romero. ¡Pues estamos aviaos con el señor este bajito y de bigotes como diría mi abuelita materna!. Que no. Que los hombres bajitos, bien rechonchos y con bigotes no pueden ser buenos mataores como el Arte de Cúchares indica en las manuales y los Manueles sevillanos lo saben muy bien. Así que adelgace, haga suficiente estiramientos de miembros a aver si crece usted un poco más y afeítese esos largos bigotes al estilo Andrés Picazo, que ese sí que era un actor de los de verdad, porque ya no están de moda. Lo que está de moda ahora, para ser un buen mataor, es estudiar en la Academia Cima, junto a guapísimas chavalas, mientras usted les cuenta el rollo de que ha triunfado en Las Ventas de Madrid. Que tampoco se lo van a creer pero a lo mejor le dan una par de euros para que se tome usted alguna copa que otra y se olvide ya de querer ser mataor. Otro día que me pille más a contrapié... porque hoy es que no me da más de sí la memoria del memorandum taurino y el vademecun vacuno... le explico, de verdad, cómo puede usted ser por ejemplo un experto en bricolage casero en vez de enseñarle a ser mataor de la Fiesta Taurina y tengamos ya la fiesta en paz. Adiós y que descanse usted bien, con su andorga llena de chuches hasta más no poder, hasta que pueda yo hacerle comprender que entre ser mataor y matarse de risa viéndole a usted cómo corre por la pradera a toda velocidad porque ha visto a una vaca lechera que le ha diucho mu, existe una gran diferencia. Algo así como el azul turquesa y una turquesa vestida de azul. ¿Me ha comprendido ya?. Pues ya está. Asunto olvidado y olvídese usted de que es Paco Camino. Me despido de usted con lo de "Paco Paco Paco que no eres Paco Paco Paco! a ver si sueña usted con otras cosas mejores como por ejemplo una merendola de merengues. Abur.
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