La media averiada en el borceguí,
  los pies pisando en el vacío de lo opuesto, 
 con las  rodillas abriendo nueces por mitades 
y el corazón baldeando en el cerebro...
  hoy no he venido a extinguirme, 
No he venido a sangrar ante el soldado inquieto de la noche...

no temo del bagón detenido en la antesala
 solo hace vaivén en la penumbra... 
 solo he venido a pensarte 
 y al pensarte me visto de lluvia 
 y busco hospicio en tu garganta
 esperando el día señalado anclada en los silencios...
  me despiertan mis miedos blafenando tu nombre
 y solo puedo aferrarme a lo que me mantiene  despierta,
 tu nombre... 

¡hay ! 
las despiadadas pesadillas,
  los nuevos paradigmas, 
 las ganas de llegar sin llegar, 
 la mitad de mis pensamientos fragmentados en palabras...

suelo despertarme  parada en el grito, 
mientras las latas vacías  no se vacían 
 y hacen eco en el oxido de algunos azules,
 y sigo haciendo ecos con tu nombre... 

por eso,
 antes que las cápsulas de los suicidas derramen el grito,
 antes que los brazos de las fábulas
 se comporten como tijeras,
 antes que los ángeles caídos
 se pongan a pescar en los ríos,
 antes de todo eso,
estaremos nosotros haciendonos pasar por otros
 simularemos ser otros,
 para agotar lo inagotable,
 para hacer noche de la noche,
 para fingir juntos que en relación a lo escrito 
solamente lo verdadero se hace poesía lo demás,
son solo vestimentas del alma para ciertas reuniones...