A la hora de ponerse a escribir siempre pasa lo mismo, que no importa lo breve o extenso que quieras hacerlo... !lo difícil es empezar!. Pero no hay que hacer otra cosa sino que, llegado ese momento en que deseas escribir algo, regocíjate con él, extiéndelo todo lo que sea necesario (aunque vayas a escribir un sólo párrafo) y goza, disfruta incluso auque estés dispuesto/a  a expresar algo doloroso de tu interior. Si lo necesitas, abre una cerveza, fúmate un cigarrillo, toma un café o haz cualquier otra cosa para sentirte feliz. Yo, por ejemplo, siempre que escribo escucho musica de fondo, aunque a veces nadie esté cantando salvo yo en mi interior. Tengo una amiga que siempre decía que era imposible que ella llegase a escribir. Leer le gusta muchísimo pero escribir... !vaya problemón!. Yo le dije que no se amilanase y le aconsejé que estirase el momento en que tuviese ganas de escribir, hasta sentirse con deseos de hacerlo. Ahora escribe mucho, lo hace excelentemente porque disfruta con ello y es feliz haciéndolo. Y sobre todo no sigue reglas cercenadoras de su pensamiento ni "modismos" o "ismos" impuestos por los que se dan de "entendidos". Sólo extiende su momento. Y escribe...
¿Qué estás escribiendo? No importa saber, con total exactitud, lo que estás escribiendo porque más allá de lo que escribes está lo que estás pensando, lo que estás sintiendo en ese tu momento de necesidad por sacar hacia el exterior algo que está anidado en tu interior. Como el ave que abandona el nido para volar por sí mismo o sí misma, sigue escribiendo más allá de la crítica de esos doctos señores y no menos doctas señoras que te van a señalar con el dedo por haber cometido faltas de ortografía según sus normativas.
No te importe nada de eso. La verdadera gramática está en las yemas de tus dedos al sentir las teclas, notando que les das vida. Ese es el momento que debes seguir extendiendo. Lo demás sólo queda en las "doradas" páginas de quienes, muchas veces, no dicen nada, absolutamente nada, interesante para ti. Por eso existe una liberación que se extiende a través de tus ideas. Ama a tus ideas y deja que esos doctos señores y no menos doctas señoras sigan publicando tomos de gramática "verdadera". La verdadera gramática está dentro de tu alma y, a través de tu corazón, se extiende por las articulaciones de tus sentimientos quedando impresas en las yemas de tus dedos. Siéntelas así y escribe extendiendo tu momento. 
Quizás los doctos señores y las no menos doctas señoras, ni tengan la intención de leer lo que estás escribiendo con tu sentimiento; quizás hasta piensen que nunca lograrás escribir bien ni un sólo párrafo que esté de acuerdo con sus libros gramaticales. No importa. Extiende tu momento y acabarás por saber, al final de tu propio esfuerzo, que más vale escribir "te amo" que dar mil vueltas a los libros gramaticales para escribir, por ejemplo, "en el sinnúmero de mis oraciones estás tú presente". No. No escribas lo que yo escribo. Escribe tus propias sensaciones y deja de dar rodeos ornamentales a ese simple "te amo" que no sabe de ortografías cambiantes que varían, de vez en cuando, a capricho y deseo de los doctos señores y las no doctas señoras que te miran por encima del hombro. Yo, por eso, siempre escribo y escribiré siempre, 1 ó 2, y no me importa ni interesa para nada que los doctos señores y las no doctas señoras digan, ahora y en contra de lo que decían antes, que entre el 1 y el 2 la o no debe tildarse. Yo la tildo y la tildaré siempre porque para escribir algo que me resulte interesante sigo la gramática de mi razón, la gramática de mi corazón y no los deseos y los caprichos de esos doctos señores y no menos doctas señoras que me miran, cuando paso al lado de alguno de ellos o de ellas, fuese solamente un advenedizo literato. 
Así que extiende tu momento y escribe algo que te sirva para sentir y te alimente la sensación de que es importante lo que estás escribiendo aún cuando los doctos señores y las no menos doctas señoras te señalen con el dedo (fea costumbre por cierto y que les deja en el lugar donde les corresponde a pesar de sus "grandezas") cuando se topen con tus letras. Sigue escribiendo... y extiende tu momento sin tener que escribir como yo te indique sino como tú sueñes. Eso, al menos, es lo que hago yo desde siempre.