En una laguna cálida y bien resguardada de los vientos; en medio de la tranquilidad y el remanso de las aguas, había una vez dos patitos que jugaban sin preocuparse de nada más. Eran Patito Primero y Patito Segundo.
Patito Primero enseñaba a inventar miles de juegos y pasatiempos a Patito Segundo, el cual siempre iba aprendiendo cosas nuevas de Patito Primero.
- Me lo paso chachi contigo, Patito Primero.
- Está bien. Ya sé que te lo pasas chachi conmigo pero nunca olvides lo que te estoy enseñando para cuando te hagas mayor.
- No lo olvidaré, Patito Primero.
Y los dos patitos seguían, todos los días, jugando sin parar. A veces hacían competiciones para saber quién era el mejor. Patito Segundo siempre se esforzaba en ganar a Patito Primero pero éste era tan sagaz y astuto que a veces se dejaba ganar para que Patito Segundo no se deprimiera y le entrara estrés; pero cuando había algún premio suculento de por medio... entonces Patito Primero se imponía sin querer porque era mucho más experto en aquellos juegos que Patito Segundo. Sobre todo si estaban jugando con otras patitas lindas.
Hasta que Patito Segundo se encontró con una patita y se marchó lejos de aquella laguna cálida en la que habían sido tan felices; así que Patito Primero se quedó solo pero sin dejar de inventar nuevos juegos con los que seguir  compartiéndolos con  las patitas lindas que iba conociendo cada vez más y mejor.
Un día 22, el Día de Los Dos Patitos, de un mes caliente de aquellos años, Patito Primero, que seguía sin dejar de jugar cada vez más pero que aquel día estaba completamente solo, vio cómo una patita muy hermosa se posó sobre las aguas de su laguna.
- Hola, Patito Primero... ¿por qué estás tan sólo?
- Yo nunca estoy solo. ¿Cómo te llamas?
- Yo soy Patita Bella.
Patito Primero se quedó mirando, con el pico bien abierto pero sin poder decir palabra alguna, a Patita Bella porque de verdad que era la patita más linda que había conocido... y eso que había ya conocido y jugado con muchas patitas lindas.
- ¿Por qué me miras así? ¿Es que nunca has visto a una patita linda?
- He visto y jugado con muchas... pero ninguna tan bella como tú.
- ¿Entonces?
- Entondes... quieres... esto... no sé... quizás... pero no... seguro que no...
- ¿Qué te sucede, Patito Primero?
- Que seguro que conocerás a tantos patitos más guapos que yo y no te interesará...
- Interesarme... ¿el qué?.
- Jugar conmigo.
- Pensé que nunca me lo ibas a pedir.
- ¿Entonces?
- Entonces... ¡sí!.
Y Patito Primero ya no quiso jugar con ninguna otra patita linda más que con Patita Bella.